Raditz

Siempre he tenido una rara fascinación por los colores distintivos de los ojos; azules, verdes, negros, cafés claros, cafés oscuros, incluso la anomalía de la heterocromía que proporcionaba en la persona una esencia y aura de intimidad en su rostro.

—De-detente —Sonreí ante el susurro de su voz temblorosa, sus ojos distintos me miraban con tanto asco, realmente me divertía un poco. Un poco.

—Hum...—Sujeté la cadena en mis manos que sujetaba el collar de metal en su cuello, las hematomas en su delicado cuello le quedaban de maravilla, pero las ropas que traía puesta eran lo bastante rasgadas que apenas cubrían sus partes importantes.

—Por favor...

Chupé mi labio inferior y solté ocasionando un leve sonido, sus ojos distintos miraban cada movimiento de mi parte, y sé que aun estando en esa situación aun reaccionaba a mí.

—Lauchy, ¿por qué tiemblas cariño? —Extendí lo suficiente mi mano para acariciar su mejilla y ahuecarlo un poco, pude sentir el encalentamiento de estas ante mi tacto. Sonreí con arrogancia— sabes el porqué estas aquí, no tienes el por qué temer.

—Raditz....déjame ir...por favor —Con la mano que sujetaba su cadena tomé impulso y jalé bruscamente en mi dirección, gimió cerrando sus ojos fuertemente.

—Te advertí con anticipación antes de que aceptarás arrastrarte a mí que mis juegos eran muy bruscos y llenos de abrumación —Susurré contra su oreja lamiendo las orillas, la sentí tensarse.

—Me equivoque, pensé que hablabas en el doble sentido —Se las arreglo para confesarlo, estallé en una carcajada dejando la silla frente suyo y pasar mis manos por mi pelo amarrado.

—Eres tan inocente, Lauchy —reí— tan inocente —continúe riendo viendo la rabia plasmada en su cara.

—Eres repugnante.

—¿Ah sí?, gemiste el nombre de este ser repugnante Lauchy, y ahora no tienes escapatoria. —Me acerqué a ella jugando con los rizos purpuras de su pelo, sus ojos distintos me observaban con una determinación indescriptible.

—¡Raditz! —la puerta se abrió de un azote, gruñí alejándome de ella y darme la vuelta para ver a la pequeña hormomas alborotadas.

—Gina —Dije su nombre, crucé mis brazos sobre mi pecho— ¿te importa? —indique con la mirada, pero la testaruda de mi hermana le valió madres y se acercó peligrosamente a  mí para darme un puñetazo.

Diablos. No está de humor.

—Mátala de una puta vez —Suspiré.— Tenemos algo importante que hacer —La seriedad en sus ojos me hizo ponerme serio.

—Código.

—ÊP-0R —Saqué el arma de mi bolsillo y me di la vuelta apuntando a mi muñeca, preparé el arma.

—Tiempo.

—Tres minutos y cuarenta y sietes segundos —Fue reciente, tenemos todas las ventajas de no dejarlo ir.

—Raditz, por favor, no lo hagas, ¡no!, no quiero morir —Suplicó, mandando corrientes exquisitas por mi cuerpo.

—Buenas noches, Lauchy —Apreté el gatillo disparando.

Giré sobre mi eje con mi hermana a mi lado marcando a alguien en su celular. Salimos de la cabaña y montamos en nuestra camioneta.—Goku, ¿seguro que estás de acuerdo con esto? —habló por telefono, sabía a lo que se refería, encendí el auto.

—Completamente —Su respuesta llego hasta mis oidos y ella colgó, sonreí, Gina alistó unas cadenas, y avanzamos.

“ÊP-0R” código de que alguien se ha escapado y la letra del nombre de la persona a lo último; Ryan. Con o sin su consentimiento aquel chico ya tenía los dias contados y ahora, justo ahora, lo minutos.

Milk

—¿Qué pasa, Son? —Lo abrazo por detrás esperando su respuesta, deja su celular sobre un mueble y se gira directamente a besarme.

—Te extrañé anoche.

—Sigues pensando en ello —susurré contra sus labios, me dejaba cortos besos que me provocaba revoloteos en mi estómago— supéralo —negó, sus manos sujetaron mis mejillas y me hizo mirarlo.

—Nunca nadie me habia hecho dormir en el sofá.

—Siempre hay una primera vez para  todo, cariño —reí con ternura rodeando su cuello y colocar mi frente contra el cuyo. Sentí su respiración agitada, su aliento chocar contra mí, diablos, mi piel comenzaba a erizarse y nisiquiera me esta tocando de una manera sexual.

—Que no se repita —tomo mi mentón, sus ojos trasmitían frialdad— Milk —En ese momento me sorprendió su cambio de actitud mandando corrientes electricas por mi espinal dorsal.

Cuando despertamos era un amor reprochando que durmió muy incomodo y que tenia frío, porque lo habia dejado sin otra ronda de intimidad y tales cosas, incluso nos estabamos bañando juntos y besándonos apasionadamente, hasta que recibió esa llamada. ¿Qué era?.

Aun no tenia la valentia suficiente para indagarlo a profundidad y si él toma el paso para abrirse a mí, estaré dispuesta a escucharlo. No creo que oculte algo oscuro, me imagino que tuvo un pasado difícil.

—Si —Casi cubrí mi boca con mis manos al escuchar mi respuesta a él. ¿Era una clase de manipulación?, creo que estoy pensando de más.

—Volvamos, ya no debes faltar a la universidad —Dijo rodeándome y meterse a la ducha. Yo me quedé ahí, estática razonando sus palabras. ¡Habia olvidado por completo mis clases!, ¡Mis tareas! ¡Mis proyectos!.

Mamá me matará si repruebo el semestre.

Después de todos los acontecimientos que me han sucedido estaba demasiada agotada como para lidiar con mis estudios pero es algo que debo hacer y responsabilizarme.

— ¿Enamorarte? ¿Qué cuándo llegará tu principe azul?, hija mía, el amor es temporal.

— ¿Temporal?, ¿por qué? —preguntó mi yo de nueve años.

Alzo sus manos y se arrodilló frente a mi con mis libros y lápiz sujetándolos— ¿Ves a tu padre aquí? —Negué, nisiquiera lo conocía— por eso te digo, el amor es temporal, toma —me entregó mis libros y lápiz— el estudio te ayudará a tener muchas oportunidades, asi que ponte a estudiar —asentí con el mismo ánimo de mi madre.

Y así, es como siempre tuve en mente estudiar, memorizar los libros de texto, tener la capacidad más adelantada de mis clases, encerrandome detrás de los libros.

Aun recordaba como era, anteojos muy grandes, faldas por debajo de la rodilla, por mi delgadez las camisas y poleras uniformales me hacían muy anchas y mi madre se aseguraba siempre de hacerlo de mi talla costurandolo. En fin, no llamaba la atención de nadie hasta que cierto día me obligaron a ir a una fiesta de playa y usé traje de baño.

Unas chicas me quitaron mi sujetador por llamar la atención de algunos chicos que les gustaba, el rumor de mi en ese estado estuvo por tres meses en mi colegio. Nunca más quise ir a otra fiesta u lugar que obligaban a usar poca ropa. Que viejos tiempos.

Decidí vestirme, ropa interior con estampados de estrellas, unos shorts corto, una polera de tira colocándome encima una franela. Colocándome las medias en mis pies mi sexy novio salió de la ducha en todo su esplandor. Se veía precioso recién salido de la ducha, no puedo creer que mi boca ha saboreado su bendito cuerpo y en cierta parte muy...¡enfócate Milk!.

—Se te cae la baba nena —hice un puchero.

—No estaba babeando —sonrió con arrogancia.

—Si, claro —No se oía convencido, me puse mis zapatos Nike y amarre los cordones.

—Te esperaré en el auto —Dije, Goku se acercó a mí tanto que tuve que retroceder— ¿Qué?

—Te ves preciosa.

—Aun no me he peinado si no te has dado cuenta.

—Nunca te peinas —coloqué una mano en mi pecho indignada.

—Perdón, ¿acaso acabas de decir que no me peino?, mira, metete con las manchas en mi trasero, mis lunares o mi cara pero nunca, jamás, con mi lindo y preciado cabello —Espeté empujandolo pero nisiquieea se inmutó.

Rió— ¿Quieres que la meta en tu trasero?.

— ¡Si!, digo, ¡no!, no seria mala idea...espera...¡No!, un rotundo ¡no! —sus manos deslizaron de mi cintura hasta mi trasero apretandomelos— ¡ey!, shit, no me toques.

— No me detendré nena —rapidamente la sangre hirviente subió a mis mejillas y podia jurar que me veía como un tomate.

En resumen, lo hicimos tan rápido que salí muy contenta del hotel.

De nuevo en la ciudad, Son me acompañaba hasta mi departamento, habían oficiales afuera y no preste la debida atención, mis vecinos estabab fuera de sus apartamientos hablando y murmuraron aun más al verme.

Goku sujetó mi mano y apreté un poco fuerte en ese agarre para no sentirme tan nerviosa ante las miradas de todos, al ver mi apartamento visualice a Broly de espaldas hablando con unos oficiales, él estaba...¿golpeado?, muy bien, comencé a preocuparme, policías y algunas personas con uniformes importantes que no pude identificar entraban y salían de mi apartamento. ¿Pero qué mierda?.

—¿Qué sucede? —susurré entrando a mi departamento que al verlo desde adentro, quedé sin aliento y las lagrimas se arremolinaron en mis ojos, mi corazón bombardeo rápidamente y el escalofrío de terror me recorrió.

.....