Son.-

Antes de llegar a nuestro encuentro acordado había tomado mis pastillas AntiEstrés y estuve por un segundo de mezclarla con las antidepresivas, pero me convencí de no hacerlo, no era bueno para mis neuronas y nervios locos. Necesitaba tranquilizar mi mente y controlarme.

No debía lastimarme, no tenía que hacerlo, no quería acabar de nuevo en ese sitio, me negaba rotundamente.

Así que para apagar un poco las voces en mi cabeza tomé las pastillas, teniendo control de mis manos para no hacerme autolesión. Estaba muy tranquilo, respiraba demasiado suave para mi gusto e incluso cuando Turles me miraba con burla sacando su lengua y lamer la mejilla de Milk, no causó nada en mí.

Esos eran los efectos de las pastillas...tranquilidad.

No sentía, me encontraba en mi tranquilidad indestructible y solo tenía unas inmensas ganas de dormir, pero debía hablar con Turles.

Tengo que hacerlo.

Cuando subo las escaleras del porche, Turles la voltea e inmediatamente ella gime y al bajar la vista encuentra la mía, todo su rostro se encuentra rojo, en un hermoso gesto de excitación que al verme parece sorprenderse.

—Te quiero —Incluso mi voz es calmada, y sé que no me ha escuchado pero ella luce avergonzada y se zafa muy bruscamente de Turles, escuchándose de pronto un leve golpe.

Es una fiera después de todo.

Avanzo hasta entrar a la cabaña, el lugar se siente sólido y espacioso, lleno de muebles que combinan perfectamente con las paredes, los adornos y decoraciones de pinturas en las paredes, en definitiva es muy silencioso y muy en orden, en mi estado me sienta bien este ambiente.

Decido ir hacía la cocina y prepararme una taza de té, luego siento una caricia en la parte de mis tobillos y bajo la mirada para encontrarme un minino, ronronea y camina rodeandome, lo miro por varios segundos hasta que la presencia de otras personas se encuentran en mi campo de visión.

—Son...puedo explicarlo —Milk se ve enojada, frustrada y muy avergonzada, quien fuera sido encontrado con las manos en la masa.

—Entiendo —Mi voz es inaudible, bebo un sorbo de mi té, exhalo soplando el vapor que sobresale de la taza.

—Yo...sólo...vine por mi perro...no...

—No importa Milk, —la miro— no importa —bebo otro sorbo y camino por su lado saliendo de la cocina, subo las escaleras para el segundo piso, pero me detengo al final cuando alguien me detiene, con lo suave y pequeña asimilo que es ella.

—¿Qué haces aquí, Son? —Pregunta, ahora luce sin humor y con rastro de querer sacarme los ojos.

—Todos los domingos los hermanos Son nos reunimos en la cabaña, —digo— y también debo hablar con mi hermanastro. —argumento, ella luce confundida.

—¿Hermanos Son?

—Raditz, Gina, Turles, Black, y Red Four, e incluyéndome.

—¿Sain Four?

—El primer hijo de Bardock, —al decirlo siento un fuerte mareo y una punzada en mi cabeza, me tambaleo, ella me nombra y me sostiene muy firme, rio desganado.

—...Tienes fiebre, no te ves bien...estás muy pálido...—me examina, sus manos recorriendo mi rostro y desabotonando mi camisa para que pueda ambientarme. Nisiquiera me percaté de mi estado.

Escucho otros pasos, veo a Turles, aunque quizás no sea importante mencionar que tiene un leve rojizo en su mejilla izquierda y también que se encuentra con una mirada muy enfadada, parece ser que estaba tranquilizandose.

Somos inestables, hermanito, unos jodidos inestables.

—No me gusta ayudarte, por mí, muerete —Milk le regaña, veo en los ojos de mi hermanastro una admiración y gran empatía hacía ella.

Huh, cierto, la besó mientras descubría que era un puto estéril, y luego hace unos minutos estaba tocándola en la terraza. No te preocupes hermanito, no te preocupes, me encargaré de tí por tocar lo que es mío.

Después de una hora de mirar el techo recostado en una cama y sentir su mano acariciar mi pecho, su cuerpo recostado a mi lado y su otra mano en mi abdomen pude percatarme que las pastillas no estaban funcionando acorde a sus horas de duración.

Esto es malo, solo significa que mi estado está empeorando.

—¿Estas enojado conmigo? —Su pregunta fue un susurro, pero el silencio que nos rodeaba permitía que escuchara hasta incluso los latidos de su corazón. Que exageración.

Suspiro.—Sí, —Respondo,—pero terminaste conmigo esta mañana así que no debo reprocharte, ni actuar de manera inmadura —la realidad era otra. Quería hacerlo, demostrarle quien era yo en su vida, hacerla gritar y escucharla gemir miles de arrepentimientos por permitir que él la toque.

Estas acumulaciones me van a matar.—No lo quiero, Son, yo no te haría algo así

—Lo hiciste.

—Tiene más fuerza que yo, no sé como explicarte sin sonar como una zorra...

—Milk, —siento su mirada, pero no dejo de mirar el techo— calláte —cierro mis ojos— sólo...necesito tranquilidad —y calmar mis impulsos.

—Esta bien —Dice, sentándose y colocar una de sus manos sobre mi mejilla.— no te molestaré.

—Quédate

—Pero tú...

—Sólo...no hagas ruido, quédate...

Exhala, percato un alineamiento en sus labios y después la percato alinearse, apretar mi mejilla y presionar sus labios sobre los míos.—Estas de mal humor —susurra, su mano recorre mi pecho desnudo hasta descender peligrosamente hasta dentro de mis pantalones, suspiro sobre sus labios.

—Milk...

—Sólo quiero ayudarte —Comienza a besar por mi mejilla, mentón y dejar caminos húmedos por mi cuello, su mano masagea a una velocidad aceptable.

—No quiero tener sexo, Milk —me siento deteniéndola, quito su mano en la parte especifica y me dispongo de pie.— solo quería que te callarás.

"Mira esos ojitos, sólo mira esos ojitos Son, ¿no te gustaría verlos perder su brillo en plena agonía?"

Debo controlar mis impulsos...debo controlarlos. Las voces volvieron, con ella mi sed insasiable de descontrolarme.

—¿Me odias?

—Te odio. —Se sorprende demasiado con mi respuesta, pero ahora, no soy seguro, y sé que ella no lo entendería.

Exhala, se ve muy apenada y decepcionada que comienza a ponerse sus zapatos y trenzar los cordones sin mirarme, camino hasta la ventana hasta abrirla y dejar que el aire me refresque.

—¿Debo olvidarme de tí? —no siento, mis sentimientos hacía ella en estos momentos están apagados a causa de mis impulsos que desean con ansias saciarme de la adrenalina de quitar una vida.

—Buenas noches, Milk —Nisiquiera la miro al decir claramente las palabras que son muy específicas; largate.

—¡No! —jala mi brazo en su dirección. Controlate, controlate.— basta, ya no nos hagamos daño, Goku —sujeta mis mejillas, sus profundos ojos negros me miran con desafío. Controlate.— si es por Turles, yo no sentí nada por su toque, —miente. Controlate.— que se jodan todos, yo te amo, Goku.—Me besa.

Sus labios prometen deseo, una batalla ardiente, húmeda y descomunal, y un desafío en lengua. Besa muy bien, joder, besa demasiado caliente y degollador, apreto su cabello y la hago retroceder hasta empujarla a la cama cortando el beso de imprevisto.

Limpio la comisura de mi labio y la miro como una jodida presa, después de todo es la mujer que ama a Goku, y Goku la ama a ella, para mi suerte, poseo su cuerpo, soy él, y hace mucho tiempo que no dejaba que sus impulsos lo dominasen.

Algo tan apresurado, enloquecedor y excitante fue el haberle quitado el short junto con su braga, no hubo protesta, solo deseo y lujuria, ella abrió las piernas y yo bajé lo suficiente mi pantalón y bóxer para sacar mi polla y enterrarme en ella.

Claro que gritó, esta hembra no ha sido tomado en días, su estrechez fue una ardida bienvenida a mi verga, nada como una buena sesión de sexo muy caliente. Gime, gime, gime el nombre de su amado.

Si ella supiera que soy el de las voces, el que lo atormenta. Su verdadero ser. Un vil demonio.

Elevo su polera junto con su brasier y ataco sus senos sin consideración alguna.

—¡Oh por dios!...¡ah!...

Entro y salgo en embestidas salvajes apretando su cadera, es jodidamente excitante, sus ojitos brillan en una lujuria infinita, sonrojada, su cuerpo bien almohadado en los lugares más aperitivos y deliciosos, ella podría ser fácilmente mi adicción. Este cuerpo la desea, se pone duro por ella, reacciona a ella, y ella es todo para Goku y también su propia destrucción.

Es peligrosa.

—¡Oh cielos santos! ¡Goku!...¡ahhh!

Llega a su orgasmo de una manera muy aceptable y ardiente. Uno de los mejores orgasmo que ha tenido asumo, se ve cansada, aun dentro de ella la apreto contra mi polla y ver su expresión satisfactoria al arquear su espalda y voltear los ojos, balbucea y respira muy agitadamente. Mi semen sobresaliendo de su vagina, la veo removerse y salgo de ella.

Esto ha sido excelente.

—Descanza...—le digo, inclinándome hasta su frente y besar ese espacio acariciando su mejilla con mi pulgar.

"No le hagas daño"

No pienso hacerle daño, claro que no, siempre guardo lo mejor para lo último.

—Goku...

"Mientele..."

—Te amo, Milk. —Sus ojitos brillan muy alegres y su sonrisa lo confirma, esta feliz por escuchar aquello.

Acamodo mi pantalón y salgo de la habitación, bajo las escaleras y todos están presentes.

—Kakarotto, ¿enserio? ¿Follartela sabiendo que estamos aquí?, ¡santos cielos!—Sonrio, adoro la inteligencia de Gina, de inmediato se ha percatado que he despertado.

—Esto es tan déjà vú, procura que cuando despiertes no sea con la mujer de Goku. Hiciste lo mismo con Suno.—Espeta Raditz, mirandome con sus ojos oscuros algo fastidiado. Uff la pelirroja, esa sí que era ardiente.

—No es mi culpa, ella inició y yo como el caballero que soy, le cumplí.—me defendí.

—Eres un asco.—Espeta Turles.

—Son demasiados ruidosos.—comenta sin importancia Black.

—Oh vamos, no merezco esta bienvenida, disfruten esta semana conmigo, Goku llego al límite de estrés que no pudo más y he aquí estoy yo, enfrentado su mierda.

—Su segunda personalidad dirás, Kakarotto, no te atrevas a comenzar un desorden, no de nuevo. —La voz potente, fria y seria de Saín logra que me de un escalofrío.

El hermano mayor de los Son era un crucial glacial; pelos oscuros, posee sombras de ojos rojizos  y sus ojos más rasgados de color amarillo ámbar, su postura adulta e íntimidante lo hace caracterizar claramente quien es el que manda.

—Trataré de no hacerlo, hermano. —giro mi dedo en mi espalda baja, aunque sé que nadie de los presente me cree.

—Muy bien, comencemos la reunión de los hermanos Son. —Habla Sain.

...

Datos/Curiosidad.-

1.- Sain Four es en realidad la fase cuatro de Goku, es el suggar daddy 😍

¿Spoiler es la imagen?, pues....¿si les digo también sería spoiler?, sí, no diré nada xd.

2.- Le faltan cinco o menos capítulos a la historia para que acabe.

3.- Las pastillas AntiEstrés que menciona Goku son inspiradas en la loca de mí, xd, él las tomó porque desde que Milk le terminó no ha dejado de pensar en ella y no de manera sana, sino enfermiza -más claro matarla.

4.- Goku sufre el trastorno de identidad disociativo, antes conocido como desorden de personalidad múltiple,​ es un trastorno disociativo que se caracteriza por la existencia de dos o más identidades en una persona, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente.

5.-En otras palabras Goku esta muy loco.

6.-Lo que Milk siente hacía Goku es Limerencia que es un estado mental involuntario el cual es resultado de una atracción romántica por parte de una persona hacia otra, combinada con una necesidad imperante y obsesiva de ser respondido de la misma forma.

Por eso ella se alegra cuando Goku le dice que la ama, -ella es inteligente y sabe percibir la mentira pero hace oídos sordos- pero sabe que estaba mintiendo.

7.-Raditz tiene una obsesión con los colores de los ojos, en la primera mención en la historia tenía ojos azules, luego se lo narra con ojos grises, y en este capitulo tiene ojos negros. -esta loco xd.

8.-Goku sí es estéril.

9.-Todo se va a descontrolar ahora que esta una de las personalidades de Goku controlándolo. Esto ocurrió por su exceso de estrés y ansiedad.

10.- No creo que esto sea una gran gira a la historia, porque desde un principio Milk mencionó que Goku era distante y nunca habló sobre su vida personal. Ahora si se descubría.

11.- Te amo, me amas, prepara toallitas, estate en un lugar seguro para leer porque lo que se viene es otro nivel.

Adioooos!!!😍❤