→Sección; O N C E
De: Milk
Cuando entré a la universidad, sólo pensé “terminar mi carrera, emigrar, tener una casa propia y trabajar, sola, estar sola” ver a mis alrededores años atrás y ver que cada chica tenían sus parejas y comentaban que era lo mejor, esperaban que les dijera que habia tenido un ganado detras de mi, estaban entusiasmada de cuantas bocas habia besado, pero la realidad era que no tenia que experiencias compartir, solo los libros de textos que me habia memorizado para las siguientes clases, al parecer, estudiar no era lo que les atraía, ni mucho menos alimentar sus conocimientos para ser más inteligentes, si no tenía alguna experiencia sexual o de mi sexo contrario se marchaban u opinaban que era aburrida.
No importaba, me lo repetía constantemente.
Graduarme fue lo mejor, salí la mejor de mi clase, no habia mayor orgullo para mí, Chirai y yo, eramos sólo las dos, no necesitaba más personas en mi vida, estaba segura y toda mi vida ya tenia una meta específica. Nada podría arruinarlo, o eso creía hace dos meses atrás.
Al parecer el arte no atrae a la personas, era una pintura muy hermosa de blanco y negro, una mujer de espalda desnuda sentada sobre un hombre, este cubría sus ojos con su antebrazo, abajo estaba la firma del autor y unas palabras escritas, era una frase y estoy segura de haberlo leído en varios libros.
«Te amo como se aman ciertas cosas oscuras, entre la sombra y el alma»
Lo leí en mi mente, pero tú lo leiste en voz alta y me impresioné saber que no era solo yo en la expedición de obras de artes y literatura, acariciaste la pintura y después me miraste, intentaste hablarme sin embargo me largué de allí dejándote atrás.
Supuse que fue la primera vez que alguien se alejaba de ti porque al día siguiente coincidimos en una clase y viniste a mí, prácticamente fastidiando mi paz, día tras día verte cerca mio se hizo una costumbre, la tensión rara que se habia creado esa vez que el broche de mi brasier se había soltado y me ayudaste a arreglarlo, por primera vez, sentir tu mano tocar mi espalda, tu respiración chocar en mi nuca, tus manos deslizarse sobre las mías, allí, ese siete de febrero, inicio todo.
Besos, nuestras escapadas, debates de libros y poesías, estudiar juntos y hablarte de mí, todos esos días me escuchabas tan atentamente que creí por completo haberte conocido bien, creí que te importaba, que te habia atraído y no sexualmente, creía conocer tu corazón pero me di cuenta de que estaba tan confiada y feliz conmigo misma y luego me sentí completamente destrozada.
Por una cosa, algo tan absurdo, tan estúpido. Te ví con otra y mi corazón trató de decirme que era solo una compañera de tu clase, quería que me explicarás porque me habias plantado el día doce de marzo, nuestra cita, entonces la besaste y me hiciste sentir como una loca, como una patética, pensé que era mi culpa, sólo hablaba de mí y me centraba en lo feliz que me hacias porque jamás mencionaste algo tuyo, de tu vida.
Estaba sufriendo, estabas robando todas mis primeras experiencias para dar un total de resultado que da a mi corazón romperse.
Me había enamorado de ti y pensé que también lo estabas de mí, que ilusa de mí parte creer que alguien tan perfecto se fijaría en un desastre como yo.
Te iba a perdonar, te iba a aceptar si me ibas a buscar, pero no fue así y tú sólo seguías deslumbrando, como si lo que algunas vez tuvimos, no existió, me preocupaba por ti, te entregaba a ti mis primeras veces porque confiaba en ti y tú solo me hiciste sentir como una idiota.
Me di cuenta que una persona por más cercana que sea a ti cambiaría en tan solo un día, convirtiéndose en un total desconocido.
Me sentía afixiada, te extrañaba tanto, que tenerte tan cerca me destrozaba.
No me buscarías, era un hecho así que yo lo hice, te busqué y encontré en tu casa, yo tenía un paraguas cubrirme de la lluvia, temblaba mientras te decía la desilusión y decepción que me habias causado, que esperaba más de ti, sin embargo, no argumentaste palabra alguna.
Tenía frio, la tormenta no era mi clima favorito, pero quería saber que me dirías aunque solo acumulabas frustración en mí mientras los minutos pasaban.
«¿Nunca pasó por tu mente cuán diferentes somos?»
Dijiste, arrojé mi paraguas al suelo y caminé a pasos apresurados a ti y te besé, me correspondiste con la mismas ansias y extrañeza, al menos eso fue lo que quise pensar, o quizá, lo sentiste.
Olvidamos todo cuando lo hicimos, me enseñaste ese punto exacto de satisfacción de piel con piel, no podía estar sin tí, mi cuerpo pedía por tus caricias, mi alma quería sentirte cerca, aceptamos tener secciones sexuales, aunque creo que se menciona sesiones, pero es mejor secciones, como el significado de partes de nuestro cuerpos.
Creí que por fin después de tanto tiempo la espera se habia terminado para mi al conocerte, que el destino me había guardado para que seas tú quien me abra y descubra, creí que todo estaba yendo tan bien, que la única bien en esa burbuja, solo era yo, y que ahora, solo estaba en mil pedazos.
Para: Son.
— Ryan, despierta, tengo clases en quince minutos y no me da para llegar corriendo, apresurate a levantarte y llevarme —Sacudo sus hombros, se remueve y pestañea un par de veces para verme, me toma entre los brazos y me obliga a acostarme a su lado, yo rio y sonrio viéndolo.
— Falta hoy por favor, es viernes
— No puedo, un día de avance me perjudicaría demasiado —Bufa, quito los mechones que cubren sus ojos y subo mis manos a sus mejillas— estas muy lindo hoy
Sonríe, sus hoyuelos no se comparan en nada a los de Son, sacudo mi cabeza, no debo compararlos.
— Ire al baño, estaré listo en cinco minutos —Besa me frente y se levanta de la cama, mi sonrisa desaparece una vez que a ingresado en el baño.
Enciendo mi celular, cero mensajes y cero llamadas, no debo esperar nada de Son.
Una vez estando en su auto abrocho el cinturón de seguridad y contesto con una sonrisa a una pregunta suya, es tan tierno.
Náuseas.
He sentido muchas náuseas ultimamente pero no es nada alarmante, me hice una prueba de embarazo y salió negativo, para asegurarme fui a hacerme unos análisis de sangre y dieron resultados que tenía solo estrés y falta de alimenticio, resultado negativo de embarazo.
Es un alivio, no se que haría si quedará embarazada, Son es bastante cuidadoso al tener intimidad, Ryan es tierno pero se olvida de cuidados asi que tengo que tomar las pastillas del día siguiente.
Son, ¿qué hará? ¿dónde estará? ¿se habrá hecho un nuevo tatuaje?.
Y para mi sorpresa nos detenemos frente a su “pequeña casa”, apreto el agarre en mis manos sobre mi cinturón. Mierda.
— ¿Qué hacemos aquí? Llegaré tarde a mis clases —Apaga el motor, inhalo y exhalo, bien, debo mantener la cordura.
— Son ha caído en los vicios —Mis ojos se abren en sorpresa, se quita el cinturón de seguridad y esta por abrir su puerta— Puedes ir a tus clases en mi auto, tengo que ver como está —Denoto preocupación en sus ojos al salir del auto y cerrar, aun no salgo de mi sorpresa.
Son ha caido en esos vicios, pero ¿por qué?, tiene todo, parece no faltarle nada, ¿por qué caería en algo sucio?.
— ¿Milk?
— Si es importante para ti lo es para mí —Salgo del auto, en realidad lo hago más por mí que por mi novio— vamos a verlo —parece gustarle mi respuesta porque sonríe.
Tocamos el timbre y al instante abren, una chica con los mismos rasgos de Son, pero esta se nota ser mucho menor, como de unos quince a dieciséis años— Gina, hola, ¿se encuentra tu hermano?
¿Son tiene una hermana?
Vaya dato nada perturbador.
— Está duchándose, acaba de despertar —Se hace a un lado dándonos paso a entrar, la casa se siente desolada y fría en este momento, causa escalofríos.
A pesar de no haber servicio doméstico o alguna presencia de alguien trabajar en esta casa todo esta impecable, limpio y brilloso dando más su toque de misterios.
¿Qué esconden en este lugar?
Algo me dice que Son no es el único misterioso de esta familia, se crió aquí, así que todos los Son tienen secretos y aura de misterios.
— Milk....¿cierto? —Ryan sube las escaleras rápidamente dejandome atrás con la adolescente, mis nervios incrementan al escuchar unos pasos provenientes en el lado izquierdo.
— Si —Contesto.
Sus ojos azules se achinan y su sonrisa se curva dando un aura que me intimida, su cabello dorado y esos mechones negros me hacen imaginarla a Son de mujer adolescente, pero ella es muy delgada y su piel muy pálida, se muerde el labio y sus ojos pierden su brillo.
— Escuchar tu voz me da la razón de que eres la que gemía en el cuarto de mi hermano de en medio, no te culpo, sus víctimas caen tarde o temprano, siempre sus zorras se arrastran detrás de él —¿víctimas?
— Deja de hablar estupideces, Gina —Los pasos de antes se escuchan demasiado cerca, me giro y veo a un tipo de pelo negro demasiado largo amarrado en una cola, sus ojos azules verdosos, denota mucho alivio. Parece ser normal.
— Raditz, hermano mayor, la encontré, en realidad, vino por su cuenta
— Huh, otra más de Goku, pero no pareces ser de su tipo, a él le va más las chicas con más cuerpo y hermosas —auchs, retiro lo dicho de que este tipo parece ser normal, repito, lo retiro.
— Mis niños —Una voz en el fondo se escucha, ellos dos parecen intimidarse, sus expresiones cambian totalmente— dejen de molestar a nuestra invitada —Me giro y me alivio, la Señora Gine siempre tan amable.
— Buenos días Señora —Digo, ella asiente, su sonrisa dulce reduce lo intimidada que estaba.
Camina hasta estar en medio de ellos y coloca sus manos sobre una mejilla a cada uno, una muestra materna, que lindo.
Pero es cuando noto que ellos dos están temblando, ¿pero qué...
— ¡Vete a la mierda!
Son.
— ¡Nunca escuchas, te comportas tan infantil! —Ryan.
Sus pasos se oyen por las escaleras, veo a la señora Gine girarse y colocar sus manos en medio como algo delicado esperando que su hijo se haga presente, todos los esperamos.
— ¡Es mi vida, no te metas!
— ¡Estas destruyendo tu vida consumiendo esas dosis, estas mal, tienes que volver al...
Ya las escaleras de frente, mi respiración se paraliza, Son, descalzo con unos jeans azules y su torso desnudo, a la vista sus tatuajes, se paraliza a mitad de las escaleras al hacer contacto visual conmigo, las arrugas de su ceño que antes estaba fruncido desaparecen, sus ojos están rojos, su labio no tiene ese color rosado que se acostumbra a ver, esta más pálido de lo normal, ¿qué te ha pasado, Son?
— Vaya hijo —Veo su expresión cambiar, Ryan retrocede, la madre de Goku le extiende la mano, algo esta mal aquí, la manera en que sus hijos cambian radicalmente ante su presencia es algo fuera de lo normal, ¿qué ocurre aquí?— pareces perdido, ven aquí mi niño —sus piernas se mueven, suplico internamente que no se acerque a ella.
Pero cuando lo hace, me sorprendo cuando cae arrodillado, apoyando su cabeza en el vientre de su madre, “está perdido” este no es el Son dominante, este no es el Son confiado, este es un Son nada visto para mí, alguien nuevo. Un sumiso vulnerable, como una marioneta es lo que pasa por mi cabeza al verlo.
— Eso es mi cachorrito, debes arrodillarte ante tu ama —acaricia su pelo, la mirada de ella es arrogante, pero....¿qué le pasa a está familia?
Ryan lo sabia, por eso me dijo que Son era misterioso, por eso Son me dijo que no lo indagara, no lo entiendo, no entiendo nada, ¡Qué diablos pasa aquí!.
....
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