→Sección; D O C E
Alejarme de Son, es más imposible de lo haya pensado, cada ruta o camino, me indica hacía él, aunque siempre lleno de sorpresas y esta ha sido una muy grande, algo que aun me deja desconcertada.
No se lo que ocurre, estoy muy confundida, la señora Gine parece domar e intimidar a sus hijos de una manera muy misteriosa, ¿por qué?, Ryan no se ha movido de su lugar y parece estar acostumbrado a ver a Son de esa manera tan vulnerable, yo no.
— Ve a tu jaula, mi niño —Mis piernas tiemblan, náuseas, náuseas y náuseas, quiero vomitar, esta situación es tan paranoica.
Quiero respuestas, quiero oírlas.
— Mamá —Susurra, su tono de voz es apagado, quiero ayudarlo, debo hacerlo.
Se dispone de pie, sus ojos se detienen en mi, me paralizo de pies a cabeza, tiene ese efecto en mi que dudo mucho que cualquiera lo tenga, él es un gran controlador y parece ser que de quien lo aprendió es un puto genio, o una puta ama.
“Vete”
Siento que esa palabra me transmite en su mirada, gira y subi las escaleras sin apresurarse, suelto el aire que no supe que tenía guardada, esto hace sido algo nuevo, Son me ha demostrado que no siempre tiene el control cuando tiene frente a quien lo domina por completo. Y esa persona puede ser la mujer que ama. Su madre.
Cierro la puerta del copiloto una vez estando dentro del auto, Ryan cierra la puerta y al estar solos pregunto que mierda ocurre con esa familia.
A lo que él responde— No es de tu incumbencia Milk —Enciende el motor, continuo mirándolo esperando respuestas, estoy exasperada e irritada— solo mantente alejada de esa familia, estarás segura, creeme, Los Son, guardan muchos misterios.
— ¡Pero tu los sabes cierto! ¡dimelo!
Mira al frente, suspira— Descubrí tres —su voz es fría— y me arrepiento de haberlo descubierto —da una caja y hace avanzar el auto, alejandonos de esa casa.
¿Tres?, Ryan había descubierto tres, la manera en que su expresión y voz cambio me da a entender que fueron demasiado oscuros o muy perturbador, que incluso me hicieron dudar de si quiero o no seguir indagando en la vida de Son Goku.
Son
— Milk de 19 años, amante de libros, poemas y poesías, estudiante de Psicología con su pasatiempo en el arte de pintura, tienes todo un documental de esa muchacha —Tira mi carpeta al suelo, frunzo mi ceño y avanzo hacia él, Gina se coloca enmedio y curva una sonrisa sínica.
— Largo de mi habitación —ordeno
— Oh vamos, hace tiempo que no nos divertiamos los tres juntos, hablanos de ella hermano
— Te conozco Gina
— No lo haces, si no, ella nisiquiera habría cruzado esa puerta antes de irse —Se lanza en mi cama y agarra una almohada para abrazarlo.
— ¿Drogas? ¿enserio?
Volteo los ojos y camino hacia el baño craneando como escaparme de esos dos maniáticos descerebrados.
— Estoy llamándola —Me detengo a mitad del camino y oido su voz en el altavoz de mi celular.
Mierda, mil veces mierda.
— Uy, la tiene registrada con un corazón, es todo un romeo —Hace un mohín y expresión de burla, mis mejillas arden e intento arrebatarle mi celular a mi hermana menor pero ella se dispone de pie y lo lanza hacia mi hermano y este habla fingiendo su voz— Si...es que tengo gripe
¿Gripe? ¿enserio?
— Si nena, te veo ahí entonces —y cuelga, no puedo creerlo, Milk le ha creído y esa nisiquiera es mi voz, aun sigue siendo ingenua, ladeo mi rostro y señalo a mis hermanos.
— Ustedes, largo de mi habitación, ahora —Gina rie, Raditz cruza sus brazos, son tan tercos.
— De acuerdo, por cierto esta noche a las siete en el muelle, esta vez asegurate de no dejarla plantada —Enarco una ceja confundido ante lo último que dijo pero decido ignorarlo y ver como ambos salen.
Cierro con seguro y me dejo caer en mi sofá, mis ojos aun arden y mi boca se siente seca, nunca en la vida vuelvo a probar esa mierda, me nubla la mente, es tranquilizador pero es momentáneo aunque tiene su grande desventaja, ellos me hablan con mucha más frecuencia y me aterra escucharlos a cada segundo en cada parte en la que me encuentro, no importa lo que haga o intente, ellos no se iran.
Siete de la noche.
Encontrarte a la chica que te enseñó ese mundo de placer que desconocias, a ella le agradezco mucho y fui mi primera ilusión imposible, mi galeria tiene un álbum de ella y es algo vergonzoso pero aun sigue gustándome un poco, pese a estar casada y con un hijo, mis encuentros sexuales con ella son los mas ardientes, mas exóticos y solo ella puede hacerme olvidar todos esos demonios en mi cabeza.
Sus ojos y cabellos rojizos, siempre tan bella— ¿Tienes una cita? Ahora enserio te han flechado eh —inhalo, apreto el volante, el semáforo esta en rojo.
— Ella ama a otro chico
— Hug, eso es tan...familiar —rie, incomoda— supongo que también han tenido sexo sabiendo que seria infidelidad —mi silencio es su respuesta— ¡genial! es lo mismo que ocurrió entre nosotros...
— Tengo un raro gusto de ser la opción dos —me rio sin ganas, avanzo una vez que el semáforo dio verde, su mano va a la mia y lo acepto entrelazando nuestros dedos y colocarlo sobre su muslo— te dejo a una cuadra de tu casa
— En realidad quería pasar la noche contigo —Dice— pero como iras a tu cita, prefiero no interrumpir
— Iré contigo —contesto sin dudarlo.
Necesito de ella, necesito sentirme en paz, al menos necesito pensar en mi esta noche, sin pesadillas ni voces, sólo en sus brazos y caricias.
Ella era la indicada para mi, pero al hacerla mía una vez más, la duda se apoderó de mi, ese día lluvioso la chica bajo el paraguas que me dijo como se sentia invadió mi mente, sus ojos oscuros cristalinos, su voz susurrando mi nombre al verme arrodillado frente a mi madre. Me despertó.
Mi respiración era agitada, el sudor resbalaba de mi, mi pecho dolia, la chica mayor de pelos rojizos continuaba durmiendo, la sabana cubrirle su cuerpo. No pasa nada, debes tranquilizarte, todo esta bien.
No lo ésta.
Una respiración a la vez.
Bajo el paraguas estaba ella llorando, quizá lo este ahora.
No lo creo.
Ella temblaba.
Ladeo mi cabeza e instintivamente agarro mi celular, mi corazón da un vuelco y marco su número. Tengo seis llamadas perdidas suya.
Al tercer toque contesta. Ryan.
— ¿Hola?....amor calma tus manos un poco— baja un poco la voz pero de igual manera lo escucho, la risa de Milk se escucha de fondo, no tengo ni una clase de alivio que ella este contenta, solo pasa por mi mente a ellos dos tocándose y aquello me causa náuseas— espera, es tu móvil, toma
Él se disculpa, Milk rie de nuevo y habla— Habla con la futura esposa de Ryan Briefs, con quien tengo el gusto —Relamo mis labios y juego con un mechón del cabello de ella.
— Felicitaciones —Suelto, su silencio se hace presente por unos segundos, creo que mi llamada la ha sorprendido, escucho unos ruidos y luego algo fuerte, abrazo mis rodillas y espero su voz— Así que...se casaran
— Estabamos hablando de bodas y eso, no es que quiera casarme a mi corta edad —Suspira— ¿por qué llamaste?
— Llamaste primero
— Hace cinco horas
Reviso la hora, doce de la noche, diablos— ¿Fuiste al muelle?
— Llovió
Supuse que no fué, eso me decepciona aunque tampoco es que haya podido ir por acostarme con la pelirroja— ¿Hicieron el amor? —Me maldigo por preguntar, quiero golpearme.
— Terminamos de hacerlo —sonrio, aunque sea falso— ¿Cómo estas?
— No tan bien —Me acuesto en la cama— quiero verte
Escucho su suspiro, parece estar cansada y no se si es de mi o porque Ryan la ha dejado en ese estado al terminar de follarla.
— Pones mucho de tu parte al hacerlo, parece que solo quieres confundirme —pausa— eres tan complicado Son, dudo que pienses en alguien que no seas tú mismo y tu beneficio y satisfacción
— Pienso en ti
Cubro mi boca, solté esas palabras sin pensarlo, la imagino porque cosas como estas logran ruborizarla, quiero ver su expresión al escucharme decir esas palabras— Enserio no dejas de sorprenderme, eres bueno en el arte de mentir —¿qué?— tengo que volver a mi cama con Ryan, mi novio, y volver a hacer el amor
El veneno puro en su voz me da a entender. que esta molesta, el solo escucharla decir eso me molesta, no quiero que la toque— Me queda claro, entonces tambien me ire a acostar con la chica que esta en mi cama —fuego con fuego.
— Fui al muelle, gracias por plantarme de nuevo, muchas gracias, no quiero saber nunca mas nada de ti —Cuelga, empuño mis manos y tiro mi celular contra la pared y golpeo mis muslos.
Maldición, ella no debe acostarse con él, no puede, mierda, tengo que tranquilizarme, son novios y es lo normal, después de que la haya dejado plantada en el muelle es libre de hacer lo que quiera, sexo con sexo se paga, con el objetivo de dañar a la otra persona y demostrar quien esta mejor sin el otro.
Estoy mejor sin ella, al final, nunca será mía completamente. Ella es de él.
.....
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