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→Sección; D I E C I S E I S

Milk.-

Aquel día llovía, llovía como mis adentros, reprimiendo el dolor en mi pecho, me dije; “Estarás bien”, pero ¿cómo estarlo?, si el chico del que estoy enamorada acaba de demostrarme que todo ha sido una totalidad falsa. Dolía. Llovía.

Todos esos encuentros, todos esos susurros, esas caricias, esos besos, todo...era falso. Mientras yo me cegaba en sus labios, sus labios cegaban a otras, con las mismas caricias que me acariciaban también los hacía con otras chicas. Hipee, golpee mi pecho, me dolía mucho, ardia, apretada, me dolía. Me sentía fatal.

Llovía. Me doblegué abrazándome muy fuerte e inclinarme hacia adelante para apretarme. ¿Por qué?, si sabías que yo era una total inexperta en todos los sentidos ¿por qué lo hiciste?, no era necesario hacerme ilusionar, yo tenía las ganas de intentarlo con todo, incluyendo sentimientos, tú venias con sólo una caricia y me tenias a tus pies, ¿de verdad no valgo la pena?.

Recordé las palabras de ánimo de Chirai, la cual me consolaba la noche de ayer al llegar con ganas de llorar a mi departamento. Creí que sería nuestra noche, podríamos tener nuestra primera cita, coquetearnos, hablar, mirarnos, bromear, besarnos, susurrar poesías y frases entre suspiraciones, e incluso me puse una ropa interior que combinada muy bien para que lo vieras. Porque estaba preparada a todo a noche.

Pero no viniste.

Caminé por los pasillos, había cogido una rosa del jardín universitario pensando en que una chica también puede darle una flor a un chico, tal vez tenías una gran explicación del porque no fuiste a noche, pensé en todas las posibilidades del que quizás no pudiste asistir. Solo eran excusas mías para no lastimarme con la verdad clara. Yo sentía de más, algo real y él, no sentía nada.

— Las tentaciones como tú merecen pecados como yo —Le dijiste, acariciando su rostro, las mejillas de ella estaban rojizas, tenía un bonito rostro, su pelo se veía bien cuidado, ella parecía una diosa griega con esos ojos verdes claros.

Quizá estaba imaginando las cosas y tal vez era una amiga tuya. Creé más excusas y después, todo se enfrió para. mí.

“Nunca besaría a otra chica, si tengo estos labios sabrosos que me hacen delirar”

“¿Y si existe la probabilidad de que te haya hecho leer pequeños párrafos de Cincuenta Sombras de Grey a propósito porque en uno de esos esta mi confesión hacía tí? ¿qué me responderías?”

“Eres única”

“Me preguntaste que es lo que más anhelo, y eso es...tenerte”.

¿Por qué no esperaste un poco más?, tenía muchas inseguridades, venias de pronto y ponias de cabeza, y cuando mando a la mierda mis inseguridades  y escucho a mi corazón te encuentro pero no termina bien. Es mi corazón a quien escuché que se siente traicionado. Yo lo siento.

— Milk —No quería levantar mi rostro, ahora me encuentro en una banca del parque cerca de la universidad. Salí corriendo cuando él comenzó a subir la calefacción entre las piernas de ella. Su mano toco mi cabeza, me sentía muy mal como para apartarsela o decirle que se marche—, Sea lo que sea que haya pasado, no vale la pena —Sus labios hicieron espacio en mi frente para un pequeño beso en ello, tomo mi mano y me entrego un paraguas que me cubría de la lluvia.

Lo vi, Ryan me sonrió.

¿Diferentes?

Mencionaste cuando me abriste la puerta después de cinco minutos; me habías dicho que no fuera a buscarte nunca a tu casa, pero, aquí estoy. Estaba.

Tu casa estaba vacía, me dio un inmenso escalofríos al entrar y caminar en sus adentros, ¿vivías solo?, la casa era muy inmensa para una sola persona, mi curiosidad me fue inevitable ocultarla.

Pregunté con quienes vivías. No respondiste porque abriste una de tantas puertas y entramos. Tu habitación. Había un estanque de muchos libros, me maravillé por ello, la mayor parte de su piso estaba alfombrado demasiado fino de un color turquesa, tu cama era bastante amplia, había una decoración de vidrio que se unía al techo pero que daba una buena vista al cielo, las gotas se veían caer a través de ellas.

Me prestaste ropa y mencionaste que esperara a que la lluvia parara para que me fuera, sin embargo de alguna manera algo siempre nos atraía, y esta vez fue una música que pusiste; encajaba perfectamente como me sentía, y me fue imposible no cantarla.

Estabas leyendo “Orgullo y Prejuicio” hasta dejaste de hacerlo y caminaste hacía mí. Te sentí detrás, tus brazos rodeandome por la cintura apegandome despacio a tu cuerpo, me hiciste suspirar, hiciste a un lado mi pelo, los nervios volvían a mí cuando tus labios se pegaron a mi cuello y tus manos descendieron a mis muslos para acariciarme.

— ¿Piensas detenerme?

Tragué grueso— Tengo miedo...

Acariciaste mi pelo, descansaste tu mentón en mi hombro— Yo igual —Me volteé, enfrentándolo de cara, su mano derecha acuno mi mejilla y me incliné en ella mientras su pulgar acariciaba mi labio— Quizá me pierda en el camino de tu piel al encontrar tus ojos y me tomes, me hagas sentir tuyo —Susurraste, era demasiado para nosotros, nos deseábamos, al menos su deseo sexual quiero creer que es real.

Sección uno...tus labios. Nos fundimos en un agrio desesperado y apasionado beso.
Sección dos...tus manos. Me alzaste de las nalgas apretandome contra tu dureza y las mias se sujetaban de tu cuello.
Sección tres...tus gruñidos y gemidos. Lamia tu lóbulo y te dejaba marcas en tu cuello.
Sección cuatro...tu cuerpo. Se fue tu polera y adiós tu pantalón con tus zapatos, descendí tu bóxer con mis manos y temblaste cuando comencé a jugar con tu miembro.
Sección cinco...tus caricias. Todo fue electricidad y revoloteos, el corazón nos latía a mil, nuestras mejillas rojas y el aire nos faltaba por más que parecía que no era necesario.
Sección seis...tu cuidado. Mencionaste que me comprarías unas pastillas las cuales eran muy importantes después de esto.

Estaba loca, nublada, agitada, desesperada, te quería ya, ahora, sin esperar más.

Sección siete...sección sexual.

Acariciaba los mechones de tu pelo que cubrían tu frente mientras dormías, tus leves respiraciones, te veias muy adorable dormido después de concluir hace unas horas nuestro cometido de fornicación. Sus tatuajes en su abdomen me fascinaban demasiado, era tan hermoso, pero tan destructivo. Era el chico del que estaba enamorada.

No volverá a ocurrir, jamás volveré a ti y terminaré en tu cama. Maldito fenómeno sexual.

Fenómeno...quedaba tan bien en él.

— No me toques...lo hice bien —Musito, parecía tener un mal sueño, me tuve que recostar un poco mas elevado que él para abrazarlo, sus brazos rodearon mi cintura y su rostro quedo entre mis senos, sonreí y acerqué mi rostro a su pelo y bese encima para luego dormir en esta posición, escuchando mi nombre salir de sus labios.

No volveremos a cometer esta ocasión, sólo ha sido de una noche. La noche que perdí mi virginidad con aquel que nunca sabrá que estaba enamorada de él.

Tiempo Actual

— Ah~ Son~...espera...no podemos follar aquí, no aquí —Era demasiado incómodo, él lo sabía, ambos somos muy inquietos y movibles cuando tenemos sexo, en su auto no podíamos hacerlo porque....no hay suficiente espacio.

Prácticamente huimos de la discoteca hace media hora porque Bulma nos vió y se acercaba a nosotros con una cara de los mil demonios, junto a otras personas que estaban confundidos de que se trataba la festejación. Reímos y Son me agarro de la mano para correr a fuera y subir a su auto.

Estamos frente a un hotel, necesitábamos estar a solas para aprovechar la adrenalina que tenemos en nuestro interior, pero no pudimos esperar un poco más porque comenzamos a besarnos dentro del auto, era muy de noche, bueno, ni tanto, pero estas zonas no habian tantas personas así que era seguro tener un rapidito pero me niego. Necesito espacio, mucho espacio.

— Calla tu linda boquita antes de que la silencie mentiendole otra cosa —Tentador, quiero que me calle, pero debo esperar a estar a solas en un lugar seguro.

Alejé un poco mi rostro evitando sus labios, reí juguetona y él gruñó— Entremos al hotel ahora —Fue veloz y no pude esquivarlo cuando comenzó su ataque de besos, sentía muchas cosquillas en el estómago, mi sonrisa era inevitable y sus caricias estaban cobrando factura en mi ropa interior.

Fenómeno sexual.

— Huh, dime, ¿ansias esto igual que yo? —Besa la parte trasera de mi mano deslizandola despacio por su pecho. Contuve la respiración— ¿Quieres que te demuestre como te quiero? ¿las variedades maneras que te quiero disfrutar en diferentes posiciones? Huh, dime, ¿lo quieres...—Detiene mi mano en su punto  sensible erecta— dentro de tu interior? —Mordí mi labio, las palabras no salían de mi boca, ya no había la razonable Milk, ahora, sólo lo quiero en todo modo ardor brutal.

Cerré mis ojos dejándome acariciar con sus dedos, hacía círculos suaves en mi mejilla dirigiendose a mi labio, jadee y él mantuvo mi boca un poco entreabierta, no lo soportaba más, el fuego se expandía muy rápido por mis lugares que deseaban su atención. Lo deseo ahora más que a nada.

— Soy tuya....Son —Escuche la puerta abrirse, abrí los ojos y fuí tomada por sus manos que una vez fuera del auto se inclino y me cargo encima de su hombro, ahogue un grito y no pude evitar reirme por como estabamos comportándonos.

Sí. Ambos perdemos la cabeza estando juntos.

La encargada dedujo muy bien nuestra presencia en el hotel y que nos era muy urgente una habitación así que nos dijo que mandaría a nuestro cuarto una botella de vino mientras nos entregaba la llave— Disfruten la velada —Mis mejillas se enrojecieron, velada....como si nos fueramos a amanecer haciéndolo.

— Tengo una hermosa vista —Su caliente aliento rozando mi trasero me hizo estremecer y después de que agarrará una de mis nalgas y diera un pequeño beso, su mano me apretaba y me encantaba que lo hiciera.

Yo tambien tengo una fabulosa vista de su trasero. Mi mundo de cabezas siendo llevada a un laberinto de hirvientes emociones hasta llegar al clímax...diré la meta.

Una vez llegamos a nuestro cuarto un hombre nos detiene antes de cerrar la puerta entregandonos la botella de vino y dos copas, terminando felicitándonos y guiñandonos un ojo. ¡Acaso pensaba que estabamos comprometidos!.

¡Aun no Señor apenas iniciamos lo nuestro formalmente! ¡No nos queremos casar! Al menos aun no, creo.....¡deja de imaginar cosas Milk!.

Pero las manos de Goku me hacen volver a la realidad con la delicia de sus labios sobre mi cuello. Me derrito ante su tacto húmedo y sabroso— Te dije que te quiero en muchas posiciones....—Asentí casí escapándose de mis labios su nombre. Sé que lo enloquece cuando lo nombro entre mis gemidos.

— Hagamos realidad esos te quieros... tómame, dómame, hazme tuya...

— Y yo soy tuyo —Levantó mi mentón mirándome a los ojos dejándome claro su lujuría en su mar azul verdoso.

Y nos besamos, mi vestido se deslizó abajo y avance un paso para quitármelo por completo, abracé sus hombros y deslice una de mis manos por su espinal dorsal sintiendo su respiración acoplarse y su piel estremecerse, adoro la manera en la que lo hago reaccionar, la manera en la que su cuerpo responde a mí de una manera que me hace sentir una reina y jodida ama.

Jala mi pelo, aprieto mis uñas en el en medio de su espalda, su respiración agitada golpea mis senos que al instante se encuentran desnudos, alzo mis manos unos segundos para quitarme mi brasier y después rodear mis brazos en su cuello sujetándome al ser levantada y rodear mis piernas en su cintura. Lo sentí de nuevo, palpitando, rogando liberarse.

Nos acostamos en un sofá, besándonos apasionadamente mientras nos manoseabamos y movíamos las caderas para rozar nuestras intimidades, su pene estaba duro y yo muy húmeda, necesitaba su sexo apretarse con el mío y también necesitaba de sus labios que me devoraban sin cansancio ni descanso.

— Son...hmm~ por favor...

— Grita mi nombre...mientras te beso lentamente...mi nombre —Chupo mi labio y soltó, susurré su nombre viéndolo fijamente como su expresión se sonrojaba. Se veía muy hermoso.

Maldito sexy. Es tan lindo.

Le ayudo a quitarse la ropa aunque de curiosidad de controlar mis dedos, labios u ojos no tengo nada de control. Antes juzgaba a cuyas personas que se pintaban la piel pensando en que era algo atroz y desagradable, pero ahora. Me volvía loca de ver los suyos y lo bien que le quedaba. A este gilipollas que alborota mis hormonas le queda todo tan bien. Me pregunto si habrá algo que no le quede.

Por favor, es Son Goku, imposible que nada le quede. Incluso ser idiota y sexy a la vez le queda.

— Te quiero Milk —Su cadera se mueve hacia adelante, mi rostro hierve y mis manos apretan su espalda no pudiendo evitar arañarle.

Haaa..~ aass....ahhh~

Hmm~...

Yo también te quiero Goku.

Desnudo, desnuda. Piel con piel rozándose, entregándonos de una manera muy diferente. Lo siento de una manera muy diferente y eso me hace muy feliz, es la primera vez que lo hacemos aceptando que ambos estamos enamorados del otro. Me encanta. Me enloquece...una gran combinación increíble.

¡Goku!...¡ah!

Entra y sale a una velocidad fuerte y ardiente, me apreta demasiado y me excita, es exquisito, una y otra vez, otra, otra, más, gimo cada vez más fuerte, su lengua muerde y lame mis pezones, besa y juega sujetandome de la cintura con sus manos. Inclino la espalda al sentirlo completo sin barreras ni restricciones, su semilla haciéndome sentir llena en mi interior. Jadeo.

¿Por qué me encanta tanto?
Dos razones; Me encanta como me hace el amor. Segunda, me enamora de una manera que no se da cuenta.

— Milk...bésame...quiero verte hacerlo —No desisto, es más, quiero hacérselo desde que ví su bulto haciéndonos compañía.

Deslizo mi rostro y beso sobre su pecho; su corazón late a grandes aceleraciones.

Cambiamos de posición, él se sienta con las piernas abiertas, su esperma sobresale de su punta y esta imagen que tengo delante es muy erótica; solo una imagen que es para mí. Son con las mejillas rojas y la respiración agitada y desnudo. Es el paraíso.

Limpio con un pañuelo mis piernas y entremedio; él se ríe por ello mordiéndose el labio. Sabe su cometido y lo bien que lo hizo.

Me coloco de rodillas entre sus piernas, sus ojos no desviandola de mí en ningún momento, agarro su miembro entre mis manos y él maldice— Deberias decirme “chupame la polla” en vez de que quieres que te bese, me encanta tu vocabulario cuando estamos en acción, no hay porque tener educación aquí —abro mi boca y emboco su punta. Escucho su gruñido, veo sus venas brotarse en su pene.

Ay Son. Eres tú quien me enseño todos estos actos sexuales. Me diste muchas secciones sexuales y la más sexual es dominarte.

— Antes cuando nos conocimos dijiste odiarme....ahora mirate....chupandome la verga —Su voz sale muy suave, no suena arrogante ni como un farsante, no. Son es otra persona y mucho más que original. Es perfecto con sus imperfecciones.

Agarro sus testículos y los masajeo, chupo entrando y saliendo a su velocidad favorable para no hacerlo llegar tan rápido, quiero probarlo. Hace buen tiempo que no lo hago, y eso que solíamos hacerlo muy seguido. Lamo, succiono y se la jalo. La tiene de buen tamaño y no es presumido como otros chicos que la tienen pequeña y quieren sexo a lo grande.

— Te quiero sentimental y sexualmente Son Goku —Me mira, mis ojos las tengo entrecerrados disfrutando tener su pene en mi boca, se que lo prendió demasiado al verme de esta manera, porque se le erecto mucho más. Palpitaba y estaba por llegar a su orgasmo.

— Milk levántate date la vuelta y mete mi polla en ti y aquí nena, te ayudo a moverte —Dice.

Obediente me alejo de su miembro, mi cuerpo desnudo es vista por él y se sabe muy bien el recorrido. Me indica y una vez entiendo como debo ponerme, moverme y sujetarme. Me posiciono con su polla a punto de metermela lo pienso. Cuando lo monte la anterior vez me dolió, ¿me dolerá esta vez?, no es tanta la diferencia de tenerlo sentado de frente follandome que yo de espalda, ¿no?.

Sus manos viajan de mi vientre a dos direcciones opuesta; mi clítoris y el otro a mi seno, su boca succiona mi lóbulo nublando mis pensamientos, matando mis dudas me dejo deslizar reteniendo mi gritillo. Me acaricia, besa mi hombro y susurra en mi oido— Uno...dos...uno...dos —Exhalo entre respiraciones agitadas y hervor.

Comienzo con algo lento, torpe mientras me tiemblan las manos de los nervios, gimo su nombre varias veces inclinando mi rostro y él me besa, necesitaba de sus labios como un método más de nubladez, su lengua pelea con el mío muy caliente, muerde, succiono y movemos los labios en sincronización. Su cadera y la mía haciendo lo suyo, nublandonos, haciéndonos disfrutar.

Dejamos de besarnos para comenzar a embestirnos más brusco, mucho mas duro, aumentando la velocidad e incrementando la temperatura, jadeo gimiendo a gritos su nombre lo bien que siente, lo maravilloso que es tener su pene en mi interior golpeando mis paredes vaginales.

Ahhh~

Goku soy tuya~

Te quiero...te quiero~....

Más...más...oh kami...~

Assff —Muerde un poco fuerte mi hombro viniendose de nuevo en mi interior.

Cansados, agitados, recuperándonos teniendo todo el tiempo del mundo. Necesitábamos esto, expulsar todo lo que teníamos acumulado, y vaya que era mucho.

Me doy la vuelta, rodeo mis brazos por su cuello y lo beso, sus manos aprietan mi trasero y me alza caminando hasta la cama, recostandome y él encima, estoy feliz por los dos, de que por fin estemos juntos.

— Eres mía, señorita Milk, ahora y siempre mía.

.......

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