— ¿Cómo se encuentra?

— Está mejorando, le han inyectado contra su malestar y le recetaron unos medicamentos —Me fuerzo en no lanzarle una mirada asesina a la mujer que tengo al frente.

Sus labios rojos vocalizan algo, mis celos y rabia cubren todo sentido de razón y calma. Suno, la primera mujer que pudo probar en su esencia pura a Son, mi novio, ríe jugando con la bombilla de su refresco, no hace un buen día por los abruptos vientos que provocan frios, tiene la mirada hacia abajo y parece estar nerviosa por lo constante que se muerde el labio y juega con sus dedos.

— Son...por fin se ánimo a declararte su amor, valoralo niña, si lo pierdes, pierdes tu noción, te lo digo por experiencia, él y yo....

— Disculpa, pero no me interesa saber tu pasada relación con mi novio —Absorbo con la bombilla mi jugo, ella dirige la vista hacia la ventana, sigo su mirada y a través de esta ventana se ve un parquecito, varios niños jugando y uno en especial. El niño de cabellos rubios, el de la foto.

— Oh no querida —Ladea sus manos adelante mio sin comprender su reacción— mi esposo tiene cabello rubio, mi hijo es igual a su padre. No es de Son, si es lo que piensas —Mis mejillas arden ante su declaración y por el hecho de haber pensado de más.

— Entiendo.

— Él tambien creyó que era suyo cuando se enteró que estaba embarazada, quiso hacerse cargo pero yo sabia que no era suyo, Goku es un buen chico que tuvo un mal principio, es todo un amor cuando lo entrega todo —borra de pronto su sonrisa, así que Son y ella tuvieron un romance, pero...ella se casó con otro

— ¿Para qué llamaste a Goku?

— Tenía que hablar de algo importante con él.

— Puedes decírmelo, de todas maneras no nos guardamos secretos —eso creo, apenas inicianos nuestra relación

— Esto es...algo de suma importancia, no es de tu incumbencia.

— ¿Insinuas que no debo involucrarme en sus asuntos?

— Por supuesto, eres una joven inexperta aun.

Apreto la bombilla entre mis dientes, la rabia incrementando en mi interior y hago mucho esfuerzo para no perder la cordura— Sé mucho de él...

— ¿Incluso de lo de esa noche del 28 de mayo? —Su mirada es fría y tambien su voz, me transmite escalofríos hasta los pies. Silencio entre nosotras. Sonríe— si no sabes con exactitud esa fecha de Son, no estas listas para saber todo de él, todo. Aun no confía en tí.

Golpeo la mesa con mis manos y levanto la mirada contra ella que en toda expectativa esta muy tranquila, esta muy confiada— O quizá lo hace para protegerme, el confía en mí y yo en él. Goku me lo dira en su debido momento, hasta entonces no quiero que te le acerques, no lo llames ni le envies mensajes o sino sabras quien soy realmente —Me levanto, saco un billete de mi bolso y lo estrello contra la mesa— hasta nunca, no ha sido un placer conocerla.

— ¿Sabes por qué sabía que mi hijo no era de Goku por más que lo haciamos constantemente sin protección? —Dice cuando cruzo a su lado, harta de ella levanto mi mano para abofetearle— Porque es estéril —detiene mi golpe y yo me quedo sin aliento. Impactada.

— Me siento mucho mejor, no te preocupes —Toma mi mano que estaba encima de su frente y la desliza a la comisura de sus labios— gracias a tí, me recupero muy rápido —besa mi mano, sonríe de manera tierna, se ve calmado, pálido, apenas recargando energías por lo mal que estaba, agacho la mirada.

No es que nosotros vayamos a casarnos, aunque moriría que él sea mi primer y último amor, no tendríamos hijos. Es duro, es algo muy inevitable de pensar.

¿Y si Suno mentía?, no lo creo, no parecía estar mintiendo con algo tan serio.

— Quiero darme un buen baño con agua caliente, ¿me acompañas? —Aun me sonrojo cuando debemos mostrarnos, no puedo evitarlo pero es único, aunque me forcé a entregarme a otro hombre para intentar olvidarlo, no pude, para mi siempre será Goku quien sepa los senderos apetitosos que me llevan al camino de la ardiente pasión.

— Claro, pero...no lo hagamos, ya viste que nuestra primera noche de novios te enfermaste y no quiero que te enfermes de nuevo —Se sienta sobre la cama, me atrae a sus labios y nos besamos.

Rodeo mis brazos alrededor de su cuello y por instinto me impulso hacía él quedando yo encima y él recostado sobre la cama, sentí cosquilleos en mi interior; me acarició delicadamente mi rostro, sus dedos me tocaban demasiado suave que, joder, me encantaba, suspiré y me acerqué mucho más a su cuerpo.

Reí cuando sus manos se posaron encima de mis nalgas; separé nuestros labios, protestó ante la falta de contacto pero luego entendió— Acabas de decir que no querias que lo hagamos —Sentada sobre su erección sacándome mi polera por encima y tirarlo al suelo. Coloqué mis manos en su pecho.

— Cambié muy rápido de opinión —Reimos un segundo y me acerqué para volver a unir nuestros labios en un sincronía ardiente apasionados. Él sabe a fresa, se siente ansiado, me abraza y recurre mi espalda deslizando y ascendiendo con sus dedos— Son

— Dime

Con mis manos acariciando su pecho, observando y sintiendo su respiración rozarme, por kami, me la pones difícil, es único en su clase. Segundos después deslizo hasta estar sobre el broche de su pantalón y desabrocharlo— Amo cada centímetro de tu piel, de las curvas de tu sonrisa, el brillo de tus ojos, no eras para nada mi tipo, y ahora...estoy aquí, pérdidamente enamorada de tí, un sentimiento que solo tú me haces sentir

Sus mejillas se encuentran rojas, su expresión es suave y su sonrisa aloca. mi pobre corazón; pensar que él es....no, no te enfoques en lo negativo Milk.

— Me siento halagado, Señorita Milk —Coloca mis mechones detrás de mi oreja— confia en mí

— Confió en tí —Dije con sinceridad.

En su cama, besándonos apasionadamente y con las hormonas alborotadas nos desnudamos, besé cada lunar suyo, en todos los lugares que estaban ubicados y la más excitante estaba en la parte V de su abdomen, no pude evitar hacerle un oral. Sus gemidos eran lo más fabuloso que me fascinaba escuchar.

Gritando mi nombre suavemente, gruñó y me apartó antes de que terminará y me acosté en la cama, devorándonos con nuestras bocas, me aferré a su espalda cuando abrió mis piernas y me embistió en solo una entrada. Grité, acariciaba mi pelo y se disculpaba por lo brusco que fue hace un segundo.

— No te preocupes, cariño mío

— No, nunca me perdonaría si te lastimará, yo...

— Continúa, no te detengas —Nos miramos a los ojos; Son estaba distinto, era muy cariñoso y se comportaba de una manera delicada.

Asintió, embistió de nuevo, susurré su nombre y podía apreciarlo; hermoso, increíble, sensual. Se mordía los labios pero igual podía escuchar sus gruñidos, su tacto me mataba ardientemente entre deseo entregándomelo en un fuego interno placentero— Goku~

— Te amo Milk

En ese momento me sentí inmensamente feliz, ascendió hasta mi altura y atrapó mis labios, apretando mi cabello ante su agarre, este ser que aún me oculta sus secretos, llegará el momento cuando deba de decírmelos. Me ama y yo lo amo, disfrutamos de nosotros y solo nos importa nosotros.

Ya no más los demás, ya no más.

— ¡ah!

Terminamos.

Se giró conmigo y me hizo sentarme encima, sus manos viajan a mis senos y me los apreta, respiro agitadamente y un hormigueo placentero se desliza entre mis piernas. Jadeo, Sonríe— ¿Sabes que lo que acabo de decir es cierto? —Susurro; si— De verdad, nunca he sentido esto por nadie, nadie, me siento impotente y débil si no éstas conmigo, amaría si compartirías conmigo una eternidad —¿Era eso una propuesta de matrimonio?.

Inhalaba y exhalaba, con sus manos en mis senos me hacia difícil concentrarme y sin mencionar muchas cosas más— Goku...es pronto...digo, no es que no quiera, espera, digo yo...hmm...

— Ssssh, dejame admirar esta imagen, te vez como una jodida diosa, desnuda solo para mí, tus gemidos solo para mí, Milk, yo por tí, mataría —Mis mejillas hervían e incrementaron mucho más por su reciente confesión, aunque lo último no era creíble, sé que algunos quieren lucirse.

— Exageras

Rio, sostiene mis muñecas y me acerca lo suficientemente cerca de su rostro— No es exageración —Beso mi mejilla y susurro contra mi oído— de verdad mataría por tí.

....