Son.

Maldito Son y sus manipulaciones de textos, y yo tan terca que decido quedarme para demostrarle que no estoy para nada incómoda en esta fiesta. A  pesar de que nuevamente estoy sola.

Fenómeno

"¿Dónde piensas ir?, esto apenas comienza"

Debía haber ignorado ese mensaje, marcharme y hacer una pijamada con mis peluches y con mi hijo, debía, pero fue demasiado tarde, ya que me encantan sus mensajes y yo de retrasada de ovarios le respondí.

La fiesta parecía pasar de un paso a otro, de unos tragos a más botellas vacías en el suelo, de parejas besándose a verse manoseandose, esto apesta y aun no lograba encontrarlo.

— Verdad, una confesion o sino una prenda menos —Escuche risas detrás de una puerta que se encontraba en las escaleras, supuse que era un cuarto de armario pero después de abrirla supe que era un cuarto normal.

Todos posicionaron sus miradas en mí, Son estaba ahí, su sonrisa coqueta apareció y solo opte por cerrar la puerta detrás de mí y dirigirme hacia ellos, obligando a algunos a darme espacio entre ellos— Me uno —Dije, ellos aceptaron y entregaron una botella.

— Las reglas son simples, hacer girar la botella y aquien le apunte tendrá que elegir entre verdad, confesión o quitarse una prenda de ropa —Explica un chico de cabellos plateados y ojos lilas, a su lado se encuentra otro chico igual a él, supongo que son gemelos, son muy atractivos.

Hay en total de quince personas sentadas en círculo en el en medio del cuarto, siete mujeres; incluyéndome, y ocho hombres, algunos no tienen blusa, polera o camisa mostrandose así sus torsos denudos, dirijo mi mirada hacia una chica; ojos y cabellos azules, ella se encuentra en ropa interior y a leguas se notaba que estaba pasada de copas.

— Comienza muñeca —Me entrega la botella una chica; ojos rojos y cabellos rojizos, cielos, todas aquí son hermosas.

Agarro la botella, siento sus miradas puestas en mí, Goku no quita esa torcida sonrisa, se está divirtiendo— Uno, dos y tres —Lo hago girar.

Todos se emocionan, el chico de al lado me entrega un vaso con algún líquido y lo bebo; cerveza. Lo trago apenas y hago una mueca.

— Lapis —Dicen, la punta de la botella se detuvo apuntando al chico de mi al lado.

— Escojo confesión —Las chicas dicen; uhh y los chicos; esta mierda se prendió.

— Vamos nena, dí que quieres que él confiese —Me habla el otro chico de mi otro costado, miro a Goku, éste conversa con una chica, acaricia su pelo.

Lo pienso, dirijo la vista hacía el chico; ojos extremadamente azules, cabello negro en un recorte de Dora la exploradora con el único detalle que a éste si le queda fabuloso.

— Confiesa sobre tu primera experiencia sexual —Algunos se atragantan, otros ríen y los demás murmullan.

Lapis entre abre los labios, parece pensar en su respuesta y después de unos segundos levanta su vaso con cerveza y lo bebe— Un asco total, la marginada quería un oral y...diablos, como apestaba —Directo, crudo, sincero y sin emociones es lo que puedo opinar ante esta confesión.

Quedé sorprendida, ahora Lapis toma la botella y lo hace girar, se detiene; apuntando a la chica azul que solo está en ropa interior.

— Que emoción, es mi turno —sonríe, parece divertirse, ríe y después dice— escojo verdad, ya no voy a quitarme una prenda porque si no, me miran mis melones y empezarán a pelear por mí —por un momento quise reirme pero después decidí actuar con normalidad.

— Di una verdad sobre tu relación con Vegeta —Éste apunto al parecer al que nombró, un joven de cabellos oscuros y ojos verdes, muy atractivo.

— Um  —Ella se llevó un dedo a su boca, luego sonrió— una verdad es que es tan tóxico que creo que iré a beber clorox —se levanta y sale del cuarto, al parecer  su novio ni se inmuta.

— Bueno, esto no es lo que esperábamos pero...continuemos —Una peli rubia hace girar la botella, y está apunta a Goku.

Mi respiración se detuvo un segundo, sus ojos esmeraldas azules se detuvieron en mí, lo pude sentir— Confesión —Dice.

— Confiesa algo importante en la intimidad

Son, agranda su sonrisa, su vista se va de mí a unos cuantas chicas del círculo y supongo que las que acabó de ver son sus ex-cogidas, relame sus labios y habla— lo importante no es darle duro —y finalmente, sus ojos hacen contactos con los míos— es darle donde más le gusta —levanta su copa— cierto, Milk —Y todos se quedan observandome una vez más.

Diablos, tierra trágame por favor.
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Un corto porque sí y porque estaba inspirada a publicar dos veces  esta semana xd