KIM SEOK JIN

Namjoon metió una de sus manos debajo de mi pijama, su mano estaban fría a comparación de la temperatura que tenía mi cuerpo.
Mi respiración era acelerada, no sabía cómo reaccionar, una parte de mi quería empujarlo y gritarle que me dejara de tocar, pero otra parte más fuerte queria que avanzara más.

Si yo estaba seguro que era heterosexual, ¿Porque mi cuerpo me decía lo contrario?.

Ya le había dicho que si lo quería, y era verdad, pero ¿porqué demonios lo dije?

Namjoon acariciaba suavemente la piel de mi miembro aún por debajo de mi pantalón. Lo único que podía hacer era encoger los dedos de mis pies y arquear mi espalda cada que con su mano apretaba mi erección.

¿Porqué estaba haciendo esto si estaba mal?

Comenzó a besar mi cuello a morderlo y a lamerlo.
Me daba vergüenza los sonidos que inevitablemente salían de mi garganta, pero cada que movía más su mano, no podía detenerme. Intentaba callarlos mordiendo mi labio inferior o mi lengua, pero las sensaciones dentro de mí, eran cada vez más fuertes.

—Ah — Gimió Namjoon en mi oído.

Eso lo único que provocó fue que la erección que ya tenía fuera más fuerte. Dolía, dolía demasiado, quería que el moreno apretara más mi miembro para que el dolor cediera un poco.

— Nam — Pronuncie casi suplicante.

Mi rostro ardía de la vergüenza, no sabía que debía hacer, como debía actuar, que estaba bien o qué estaba mal.

Realmente me sentía muy avergonzado.

Namjoon sacó su mano de mi pantalón y eso me obligó a mirarlo desorientado, pasó sus manos por mi cintura y me elevó en el aire. Pase mis piernas alrededor de su cintura y mis brazos por su cuello.
El moreno me besó mientras pasaba sus manos por mi espalda.

— No tengas vergüenza. — Dijo entre besos — Me gusta escucharte gemir.

Namjoon caminó hasta el baño de visitas, abrió la puerta y entramos.

¿El baño?

— Sería genial que nuestro primer encuentro tenga su continuación aquí donde empezó.

Sin perder el tiempo, comenzó a besar mi cuello nuevamente mientras colocaba mi cuerpo en el lavabo. Estaba tan inmerso en sus besos y en como me hacían sentir sus labios, que no me di cuenta cuando empezó a quitar mis pantalones junto a mi ropa interior.

Ciertamente me sentía abusado. ¿Cómo iba a verlo después de esto? Yo era su hyung, su hermano mayor y ahora me sentía como un puberto irresponsable dejándose llevar por el momento, pero tampoco estaba haciendo algo para detenerlo. 

—Espera un momento. — Salió del baño con mi pantalón y ropa interior con él.

Miré mi entrepierna y me tapé cohibido. Nam entró a la habitación y puso alado de mí en el lavabo un bote de aceite rojo. Lo miré asustando, esto realmente estaba pasando y no sabía siquiera como terminé accediendo a ésto.
Él se acercó a mí y volvió a tomarte en brazos, me bajó del lavado y nuevamente comenzó a jugar con mi miembro.

Esto no debería gustarme.

Pero lo estaba haciendo.

Por sólo una ves en mi vida, haría lo que mi irracional cuerpo quisiera, total, ya lo estaba haciendo y no podía echarme para atrás.  
Bajé mi mano hasta meterla en su pantalón de Nam, él se separó de mí y me miró extrañado, pero después sonrió mostrándo su hoyuelos, eso hizo que mi corazón comenzará a latir como un loco.
Seguí bajando hasta que mis temerosos dedos tocaron la frajil piel de su miembro, tragué saliva mirándolo a la cara con la reina de las vergüenzas plasmada en mi rostro. 

— Sólo hazlo. —  

Tenía que hacerlo.

Saqué mi mano y bajé su pantalón junto con su boxer, pero madre santísima, su tamaño me asustó de primera mirada. Mi respiración subía y bajaba, nunca habia imaginado tener a un hombre desnudo frente a mí, peor aún un hombre con el que compartía departamento.

Namjoon me halo de la cintura y me pegó a él, nuestros miembros rozaron y ambos soltamos un gemido al mismo tiempo.

— Tienes el cuerpo incluso más perfecto que una mujer. — Me dió la vuelta obligándome a ver nuestro reflejo en el espejo. 

Mi cintura era rodeada por las manos de namjoon, él estaba tras de mí, asomando su rostro por encima de mi hombro.

La imagen ahí era yo, con mi cuerpo sudoroso, mi pecho subiendo y bajando con rapides, mi rostro estaba rojo y mis labios hinchados, algunos mechones de mi cabello se pegaban a mi frente por el sudor, pero como primero plano estaba a la vista mi erección.

— Dime que vez ahí — dijo namjoon en mi oido.

—A dos chicos — Dije aún avergüenza.

— que más.

— Sudor.

— Mmm, yo veo a un chico realmente hermoso que por primera vez se está dejando llevar por el momento, que está haciendo lo que quiere y no está pensando en qué es correcto y que no.

Aunque si lo pensaba parecía que no le estaba tomando tanta importancia. Él tenía razón, por una vez en mi vida tenía que vivir la cosas, todo el tiempo me habían enseñado a vivir planeando todo, a elegir siempre lo que era "correcto" en la sociedad para no ser señalado. Pero quería sentir que era equivocarse en algo, ser señalado por alguien. Mi vida desde mi niñez junto a mis padres había sido amargada por culpa de siempre hacer lo que ellos me pidieran, y no lo que yo quería.

— Quiero hacerlo. — Respondí.

Namjoon sonrió, tomó mi pelo con fuerza y tiró de él acercándo mi odio a sus labios, y obligándome a lanzar la cara. 

— Voy a hacer que no te arrepientas.—

Empujo mi cuerpo con rudeza hasta que mi torso quedó pegado al frío mármol del lavando. Azotó mi trasero y eso me hizo brincar de la sorpresa, aunque no dolió, aquello me desconcertó. 
El moreno tomó el bote de aceite y lo comenzó a regar por toda mi espalda y por mi trasero, lo expandió con su mano y después la llevo a mi miembro, está vez sin tanta vacilación empezó a subir y bajar a un ritmo promedio pero comenzó a masturbarme cada vez más rápido.
Ahora realmente no podía siquiera pensar en los sonidos que estaba haciendo o qué tan fuerte estaba gimiendo, lo único que sabía era que me gustaba, que aumentara la presión y la velocidad.
Mi mente de un momento a otro no podía pensar en otra cosa que no fueran penes, masturbaciones y placer. Lo quería todo, todo lo que él me mostrará si es que me haria sentir así siempre.

— Oh my good — Grité.

Nam se detuvo y me pidió que yo lo hiciera, bajé mi mano hasta mi miembro, haciéndolo exactamente igual a como él lo había hecho hace un momento. 
El moreno tocó mi trasero con sus enormes manos, separó mis nalgas y se escucho un gemido por parte suya. 
Me sorprendí cuando sentí uno de sus dedos introducirse dentro de mí, después dos y para terminar tres. No dolió en absoluto, pero me resultaba incómoda la situación. 
Namjoon volvió a azotarme, pero está vez más fuerte.

—Te dije que sería mío.

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Este surprise gift lo tienen gracias a PatriciaAlcala08 que ha sido la que más ha comentado desde el último
Les recordamos que los que deciden la continuidad de estos surprise gift son ustedes. Tuvimos poca actividad los capítulos pasado, pero gracias por comentar. ❤️

Un beso y nos leemos pronto.

~noe🍒