Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

20


20


Somos imposibles pero aquí estamos, siendo imposibles juntos y dejando lo posible para otro día.

Nous sommes impossibles mais ici nous sommes, en étant impossibles joints et en laissant le possible pour un autre jour

Frase aportada por: @Amanda_Zavala ¡Gracias!

Si tienen más frases, por favor ponganlas en "conversaciones", en mi bandeja pública, como le llamen jaja

( Dos semanas después )

Nathanael rompía lápices al verles en televisión. Habían terminado de hablarlo pero el pelirrojo no quería saber nada de continuar la relación, incluso cuando el concurso al que había insistido a Marinette de ingresar ya había comenzado. La joven y el rubio poco hablaban en escena y detrás de cámaras. Habían decidido mantener en la competencia un odio mutuo, algo que alejaría a la audiencia de suposiciones.

Ahora ambos se hallaban en la mesa de la casa que el equipo de inteligencia le había dado a Adrien. El chico francés jugueteaba con el bolígrafo entre sus labios mientras esperaba a que la joven terminase de leer unos archivos.

—Entonces él no mencionó nada de tu otro arete... —habló rompiendo el silencio. Alzó su vista hacia la joven, quien se veía desmotivada—... Ni siquiera habló de eso.

—No, no lo hizo. Aún pienso en Tikki... En quién será el maldito que se llevó el arete.

—¿Quizás el lengua de vaca? —agregó al mismo tiempo que fingía toser. Vio a Marinette dejar los papeles en la mesa y mirarle con los brazos cruzados—... ¿Y ahora qué? —preguntó sin entender su repentino gesto.

—¿Lengua de vaca?

—Uh, sí. Es rojiza y se parecen a los mechones emo de Nathanel. Aunque eso era en el instituto... Ahora que deja su pelo al viento parecen tentáculos —al apenas terminar de decir aquello, esbozó una sonrisa al escuchar la risa de Marinette, quien parecía no poder contenerse.

—No digas esas cosas, en serio... Es de mal gusto —dijo intentando volver a lucir seria.

—¿Te imaginas un pulpo rojo sobre su cabeza? Ya sé de dónde saca la tinta cada vez que dibuja —continuó emocionado al ver que el humor de la muchacha mejoraba con el paso de los segundos.

—Vaya, no recordaba que supieras decir chistes tan malos —Marinette relamió sus labios y finalmente aceptó tener una pequeña sonrisa en su rostro.

—Chistes malos que te hicieron pasar de ogro a un ser humano normal —reconoció Adrien señalándole con el bolígrafo para luego acomodarse en la mesa. Hizo un dibujo pequeño en el papel y luego alzó su mirada con una sonrisa de lado—. No arrugues tanto el rostro, Marinette.

—¿Ahora me dirás que luzco vieja o que me saldrán más arrugas? —pregunto acercando su asiento en la mesa.

—No, la verdad es que no. Sólo... No me gusta verte preocupada por él. Vamos a seguir con esto, ¿si? —se levantó y acomodó su traje. Rodeó la mesa hasta llegar a su lado y sentarse—. ¿Tienes algún comentario de lo que leíste? Lo escribí yo.

—¿Lo escribiste tú? —parpadeó volteando a verle, lucía sorprendida—. Pensé que lo habían sacado de un periódico o...

—Se nota que no lo leíste hasta el final —tomó la última hoja y tomó un resaltador, quedándose con la tapa entre sus dientes para luego resaltar una pequeña frase a lo último, separada del resto del texto—...Je... —comenzó a decir al mismo tiempo que pasaba el fibrón sobre la palabra—...t'ai...me.. —alzó su vista para contemplar las expresiones de Marinette—, a veces pienso que no ves lo que no quieres... Y a pesar de que ambos hablamos francés, ¿sabes lo que significa?

—"Te amo" —pronunció con timidez, apartando su mirada.

—No, no me refiero a ese significado —apoyó su mejilla en la palma de su mano y llevó su dedo índice a su corazón—... Sé que parece que me tomo todo a la ligera pero no estas cosas, ¿sabes?

—Te dije que tenía sentimientos por ti, Adrien, ya dije eso —tomó los papeles y se levantó de su asiento—... Debería irme...

—¿Entonces por qué escapas de mí? —tomó con suavidad su muñeca y de un movimiento dejó a la joven contra la mesa—... Estas cosas las haría una niña, no una mujer, Marinette —dijo y se acercó a tal punto de tomarle de la cintura y sentarla sobre la superficie—. Olvídale. Si no pudo creer que no le engañaste, entonces no confiaba en ti desde el primer momento...

—Como si fuera tan fácil olvidarle... —murmuró sin poder descifrar el próximo movimiento del rubio.

—Es tan fácil como esto... —chasqueó sus dedos y al tenerle distraída la besó de improvisto. Los labios de Marinette se acoplaron a los suyos, dejándole poco espacio personal siquiera para respirar. En ese momento tomó las manos de la muchacha y las besó para colocarlas en su nuca y así arrimarse un poco más hacia ella—... Eres todo lo que quiero, Marinette.

Por su parte, la chica no pudo contenerse ni apartarle, era allí donde se entregaba al rubio pero sólo un pensamiento vino a su cabeza: "My lady..." "My lady..." Aquellos labios habían pronunciado eso cuando Adrien se había vuelto loco en el sótano. Le había besado esa vez, pero el muchacho no volvió a tener otra experiencia de esas.

—Espera... —susurró sonrojada—... ¿Recuerdas cuando...? Nosotros fuimos al sótano aquí mismo, estabas herido en tu pierna y...

—Sí, lo recuerdo muy bien, ¿qué hay con eso?

—Te volviste loco. Pero lo hiciste luego de que te inyectaras una jeringa en la herida... ¿De dónde la sacaste? ¿La usas mucho?

—Bueno, esas jeringas nos las dan en el servicio de inteligencia... La usaba siempre que me lastimaba, algo que sucede... Regularmente hasta que llegast... —abrió los ojos y parpadeó sorprendido, le miró algo pálido y retrocedió por un momento—... ¿Qué quieres decir?

—Realmente estás seguro... ¿de que ellos no saben que eres Chat Noir? 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro