Suplica
-¿Ir a un billar?-se cuestionó Camus dudoso mientras se arreglaba, hace días Milo le había enviado un mensaje preguntándole si le gustaría ir junto con Shaka y Mu, para empezar Camus no entendía como es que el indio había aceptado salir en esa "cita doble" pero ahora iba rumbo al primer templo para pasar por Mu y de ahí ir por sus respectivas parejas que se encontraban trabajando
-¿Listo?-le pregunto el lemuriano con una sonrisa, Shaka le había "advertido" que Camus se sentía incómodo tratando con personas "que no conocía" así que se propuso ser de lo más amable con el francés para que se sintiera en confianza
-Si-
Comenzaron a bajar rumbo al pueblo en silencio
-¿Habías ido al billar alguna vez?-pregunto Mu dispuesto a romper la tensión entre ellos
-No, ¿Tu si?-
-Pocas veces, con Saga y una vez con Shion, no soy muy bueno pero es divertido-
-Eso creo, vi algunos tutoriales para tratar de entender cómo se juega, es geometría básica-
Mu sonrió, no le extraño que el acuariano tratara de descubrir "la ciencia" detrás del juego-¿Sabes si Shaka sabe jugar?-
-No creo, hablamos de pelotas en hoyos así que no es bueno en esos temas-
Mu comenzó a reírse estruendosamente, Camus se sonrojo, había olvidado activar el filtro entre su mente y su boca pero Mu no parecía extrañado por que se expresara de esa manera
-Perdona-dijo Mu sobándose el estómago sin poder parar de reír-Shaka me había dicho que tenías un raro sentido del humor pero no creí que fuera para tanto-
Mu seguía sin poder parar de reír y Camus se permitió reírse un poco también, Mu no iba a mirarlo raro así que se relajó un poco
Llegaron hasta el hospital donde Milo ya los esperaba
-Shaka no tarda en salir-dijo besando la mejilla de Mu a modo de saludo -Te vez fantástico-dijo dirigiéndose a Camus besándole la frente
-Gracias- Camus se sonrojo y miro a Mu para ver si estaba mirándolos pero el lemuriano tenía puesta su atención en la pantalla de su celular, suspiro sintiéndose aliviado, había tenido la sensación de que no podría sentirse cómodo por la mirada del lemuriano pero al parecer no todos estaban al pendiente de cómo se comportaba, todo indicaba que si podría divertirse esa noche
Shaka salió del hospital de inmediato
-Bueno pues vamos-
Caminaron juntos rumbo al billar Mu y Shaka iban tomados de la mano, mientras caminaban Camus se preguntó si sería correcto tomar a Milo de la mano, pero antes de que pudiera pensarlo Milo tomo la suya
-¿Cómo estuvo tu día?-le pregunto besándole la palma
-Bien, se acercan las vacaciones de navidad así que tengo que prepararme para los exámenes de esa temporada-
-Cierto, que tu si tienes vacaciones de acuerdo al calendario escolar-
-¿Tu cuando tienes vacaciones?-
-Creo que es un poco difícil pedir días en esa época pero en teoría ya podría solicitarlas-
Platicaron todo el camino hacia el billar, cuando llegaron Camus se sintió emocionado, era la primera vez que salía con amigos a hacer ese tipo de cosas y el estar rodeado de desconocidos que no tenían idea de cómo se supone que debía comportarse lo hizo sentir aún más cómodo.
Se acercaron a una de las mesas vacías y pidieron algo de cerveza para amenizar la noche
-¿Quién de ustedes sabe jugar?- cuestiono Milo repartiendo los tacos
-Yo un poco-dijo Mu
-Yo nada-reconoció Shaka
-Yo tampoco-
-Bien, Camus conmigo y Shaka con Mu-
-Así no será divertido- se quejó el lemuriano haciendo un puchero-Quiero ganar y creo que Camus tiene más talento para esto-
-¡Oye! Eso hirió mis sentimientos- se quejó el rubio
-No me importa yo quiero a Camus-Mu se aferró al brazo del acuariano
-De acuerdo yo me quedo con Shaka, mi talento será suficiente para los dos-
-Que no sepa jugar no significa que no pueda aprender-se quejó nuevamente el rubio
-No voy a esperar a que aprendas amor-
Milo acomodo la mesa- Abriré la partida, será pool clásico vale, el juego consiste en golpear la bola blanca para meter el resto de las bolas, si en mi primer tirada logro meter alguna bola ya sea lisa o rayada será las que nos correspondan como equipo-explico- Después de eso nos turnaremos y gana el equipo que logre meter todas las bolas que le corresponden, la única que no debe entra a la tornera hasta el final del juego es la bola 8, si alguien la mete antes pierde automáticamente ¿Quedo claro?-
Los dos caballeros que no sabían jugar asintieron, Milo se colocó en posición, golpeo la bola blanca rompiendo el triángulo al centro, analizo la mesa y se movió hacia el lateral de esta
-No anunciaremos los tiros, para que no sea tan complicado, pero mi equipo ira por la rayadas- dijo y después volvió a golpear la bola blanca para meter la numero 10 en la tronera más cercana, en su siguiente movimiento fallo por lo que fue el turno de los rivales
-¿Quieres ir primero?-pregunto el lemuriano amablemente
-No, ve tu primero, quiero observar un poco más-
-De acuerdo-
Mu tiro y lo considero más suerte que talento logro la primer bola para su equipo, sin embargo fallo su segundo turno
-Mi turno-Shaka se acercó a la mesa aun sin tener bien claro cómo se supone que debía golpear las bolas, para él el movimiento más lógico era golpear la bola 8 que estaba más cerca de una de las troneras-No debo meter la bola 8verdad-
-No, y solo debes meter bolas rayadas-
Shaka hizo su tiro pero no logro meter ninguna, solo logro que varias bolas en la mesa se movieran
-Eres un inútil-le hizo burla el acuariano
-Muy graciosos Olaf veremos si tú lo haces mejor
-¿Olaf?- cuestiono Milo extrañado por el sobrenombre
-¿No conocen a Olaf?-cuestiono Shaka divertido mientras Camus lo miraba como queriendo asesinarlo
-No-dijeron Mu y Milo al mismo tiempo
Shaka sonrió con malicia y mientras Camus tiraba le mostro a sus compañeros un video para que conociera a Olaf, el acuariano intentaba concentrarse en la mesa pero resultaba difícil mientras escuchaba a Olaf cantar sobre el verano, para su buena suerte logro meter una de las bolas lisas que les correspondían, iba por el segundo tiro que pensó sería fácil pero al escuchar a Mu y Milo partirse de risa al entender por qué Shaka lo llamaba Olaf perdió la concentración y no logro meter el objetivo
-Eres un imbécil-se quejó golpeado a Shaka en la cabeza con el taco
-No te enojes o te derretirás-continuo burlándose el indio mientras Milo se preparaba para tirar
Continuaron jugando por un largo rato, Mu se partía de risa con las constantes bromas y burlas que se hacían Camus y Shaka, y Milo no podía estar más feliz, las cosas había resultado tal y como lo había imaginado, Camus estaba más relajado de lo que nunca lo había visto, le guiñaba el ojo cuando sus miradas se encontraban y sus sonrisa parecía iluminar todo el lugar.
-¿Te estas divirtiendo?-le pregunto el griego a su pareja aunque resultara obvio
-Mucho, gracias-Camus se abrazó a su brazo con ternura, y Milo le beso el cabello en respuesta
-¡Ey tortolos! Es su turno-Grito Shaka emocionado, habían ganado dos partida cada uno y parecía que de nuevo el rubio y Milo se alzarían con la victoria
-Relájate rubia que aún podemos ganar-dijo de malas Camus acercándose a la mesa
-¿A cuál le vas a pegar?-pregunto Milo parándose a su lado
-A la 2, si lo hago bien entrara la 6 también-
Camus se inclinó sobre la mesa y Milo camino atrás de él rosándole el trasero Camus sonrió mirándolo con una sonrisa felina
-Eso es trampa, me estas distrayendo- se quejó regresando su atención a la mesa, alzo la vista para ver si Mu o Shaka los estaban mirando pero estaban demasiado ocupados besándose como para prestarles atención
-Tal vez si te inclinas un poco más el tiro sea mejor-dijo Milo alzando los hombros travieso mirando con descaro el trasero de Camus
-¿Eso crees?-
-Podría funcionar-
Camus amplio su sonrisa, adoraba esa mirada cargada de deseo que Milo le dirigía, se inclinó más sobre la mesa-¿Así está bien?-le pregunto coqueto alzando una ceja
-Perfecto-
Camus hizo su tiro y para su fortuna a pesar de que estaba pensando en otra cosa logro que ambas bolas entrarán en la tronera, sonrió y esta vez fue el quien se paró frente al escorpión para después inclinarse sobre la mesa empujándolo con el trasero
-¿Me das permiso?- le dijo como pidiéndole que se quitara de detrás de el
Milo sonrió, adoraba eso del acuariano, era tan travieso y provocativo, la tensión sexual entre ellos era casi palpable.
-Vas a fallar el tiro-le dijo sonriendo
-Claro que no-Camus se inclinó sobre la mesa y justo cuando iba a tirar Milo lo empujo con la pelvis haciendo que fallara el tiro
-Tramposo- se quejó el acuariano empujándolo de los hombros
-En la guerra y el amor todo se vale-
Salieron del lugar entrada la madrugada, los cuatro había bebido bastante pero sorprendentemente ninguno de ellos estaba muy afectado. Llegaron al santuario y Shaka se detuvo en el primer templo
-Me quedare un rato así que continúen-
Milo y Camus sonrieron de modo cómplice
-Pórtate bien-advirtió Camus con burla
-Gracias por todo me divertí mucho-agradeció el lemuriano tratando de desviar la atención del hecho de que Shaka se quedaría con el
-Siempre es divertido cuando ganas-respondió Camus besándole la mejilla a modo de despedida regodeándose en el hecho de que había ganado la mayor cantidad de partidas
-Somos buenos perdedores-se despidió Milo y continuaron su camino hasta el onceavo templo, como era costumbre se sentaron en las escaleras
-Gracias, me divertí bastante-reconoció Camus recargando su cabeza en el hombro del escorpión
-No tienes nada que agradecer yo también me divertí mucho, Olaf-
Camus rodo los ojos maldiciendo el momento en que Milo se había enterado de ese sobre nombre
-Shaka es un imbécil-
-Te adora-
Camus sonrió con ternura-Yo te adoro a ti-reconoció abrazándose del brazo del moreno con ternura
-Y yo a ti-
Se quedaron en silencio un rato solo disfrutando de la mutua compañía
-Shaka tiene una foto tuya en su escritorio así que quiero una para mí-
Milo saco su celular y se tomaron varias fotos juntos
-Esa me gusta –dijo Camus cuando revisaron las fotos, ambos salían sonriendo y Milo tenía un brillo especial en los ojos
-La pondré de perfil también-
-Envíamela y yo la pondré igual-
-No te parece muy cursi-
-Me gustan las cosas cursis-
-Está bien-
Milo sonrió mirando el rostro de Camus como si lo viera por primera vez, había disfrutado tanto esa noche viéndolo convivir con amigos de un modo tan natural, se sentía tan cercano a él que su corazón se estrujaba por la emoción
-¿Quieres besarme?-le cuestiono el acuariano al darse cuenta que no dejaba de mirarlo
-Creo que es obvio, la verdadera pregunta es si tú quieres besarme a mí-
Camus bajo la vista sonrojado, claro que quería hacerlo pero no se atrevía a decirlo en voz alta, tomo el rostro de Milo y en lugar de besarlo le lamio la mejilla
-Mucho mejor que un beso-se burló Milo sonriendo-Me encantas Camus, como no tienes una idea, y aunque muero por hacer más que besarte tienes que saber que no lo hare
-¿Por qué no?-
-Porque quiero que tu también desees hacerlo, sin arrepentimientos, sin dudas, sin remordimientos, así que a menos que tu tengas la iniciativa debes saber que no lo hare-
Camus torció la boca decepcionado, su idea de tentar a Milo lo suficiente como para que "lo obligara" a corresponder parecía que no iba a funcionar
-Quiero tenerte en todos los sentidos, y la única garantía de ello es que tú estés tan seguro de esto como lo estoy yo-
-Pero si estoy seguro-
-Entonces bésame-
Se miraron a los ojos, pero era cierto, Camus aun dudaba, aun no podía atreverse a tanto, el miedo seguía carcomiendo su interior haciendo que dudara de los pasos que debía seguir
-Lo vez-Milo sonrió comprensivo acariciándole el cabello al francés-No puedes garantizarme que no te arrepentirás de involucrarte conmigo y no voy a arriesgarme a perderte por eso-
-Lo siento-
-No te disculpes, te disfruto de tantas maneras, antes de que nos involucremos de otro modo quiero que seas capaz de ver cuánto vales, como persona, como amigo, como pareja, hay tantas cosas de ti mismo que no vez-
Camus se sonrojó bajando la vista
-Odio que te menosprecies tanto, sé que las cosas no han sido fáciles para ti en ese sentido así que si tengo que quedarme contigo sin ir más allá lo hare, el tiempo que sea necesario-
-Gracias-
-No es nada-
-No, en verdad gracias, creo que jamás podré pagarte todo lo que haz echo por mí-
-Tu felicidad es suficiente para mí-
-¿Yo te hago feliz?-
Milo suspiro mirando el cielo-No quiero ser grosero ni mucho menos y tómalo de la mejor manera, pero yo ya era feliz antes de comenzar con esto, y quiero lo mismo para ti, que el que yo este contigo o no no sea impedimento para que te sientas satisfecho contigo mismo, si me haces responsable de tu felicidad o yo te lo hago de la mía las cosas no terminaran bien-
Camus suspiro mirando el cielo también-¿Desde cuando eres tan maduro?-cuestiono a modo de burla para relajar el ambiente
-Tengo 26 años ya era hora de que empezara a comportarme como un adulto ¿No crees?-
Camus sonrió reflexionando al respecto, él también tenía 26, al menos en apariencia, había muerto a los 20 y después de eso no consideraba las veces que había revivido como tiempo realmente vivido, y esos dos años después de la guerra santa realmente no se había permitido crecer, se había aislado de todo de todos, de las experiencias, de madurar, se había encerrado tanto en sí mismo, en cambio Milo tenía 26 años vividos al máximo, arriesgándose, gozando, sufriendo, cualquiera podía considerar a Camus más sabio pero la verdad era que en cuanto a madurez emocional Milo le llevaba una gran ventaja.
-Debería irme ya-dijo Milo conteniendo un bostezo
-De acuerdo-
Se pusieron de pie y Camus se abrazó al cuello de griego con fuerza
-Te quiero-
-Yo a ti- correspondió el escorpión rodeándole la cintura con los brazos-Sabes que más quiero-se acercó a su oído para hablarle en un susurro-Quiero oírte suplicar porque te haga mío-la voz ronca del griego hizo que a Camus le temblaran las piernas, su respiración tan cerca de su oreja y cuello le puso los pelos de punta-Quiero que me supliques que te posea y tal vez solo así considere hacerlo-
Camus trago saliva cuando sintió la lengua de Milo en su mejilla correspondiendo el gesto que él había tenido momentos antes, contuvo la respiración hasta que Milo se alejo
-Buenas noches Camus descansa-se despidió el griego bajando las escaleras
-Buenas noches-contesto Camus congelado en su sitio, sentía que si intentaba dar un paso se le doblarían las piernas, las palabras del escorpión habían viajado directamente hasta su verga provocándole una inquietante erección, sin embargo sonrió ese juego era algo que ambos podían jugar
-Veremos quien le suplica a quien-
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