Camus entro al hospital suspirando, habían sido unos días excelentes, nunca antes se había sentido tan satisfecho, tan pleno.

Entro a la oficina de Shaka y lo encontró hablando por teléfono, se sentó frente a él mirando su rostro con atención, el rubio también había cambiado, su semblante regularmente serio ahora se veía iluminado, sonreía a la menor provocación y en general el aura que emanaba era distinta

-Vine por los detalles sucios- le hizo saber al rubio en cuanto este colgó la llamada-No has querido hablar de ello por teléfono así que me has obligado a venir hasta aquí

-¿Qué quieres saber exactamente?-Le cuestiono el indio divertido por su curiosidad

-Pues donde, como a qué hora-

-Creo que sabes perfectamente el donde y el cómo-dijo divertido

-¡Oh vamos! Soy tu mejor amigo, solo quiero saber si la pasaste bien-

-¿Tu qué crees?-

-Creo que llevas una cara de imbécil desde hace unos días así que imagino que te tienen sedado a punta de cogidas-

-Envidioso-

Camus se rio Shaka en verdad estaba diferente, no se estaba dejando provocar y eso solo era reflejo de su buen humor

-Pues me alegro por ti compañero, ya era hora de que la usaras-

-¿Y tú? ¿Realmente que estas esperando Camus?-

-No se ha dado la oportunidad- se excusó desviando el tema, había visto a Milo casi a diario, hablaban, convivían y todo en su interior estaba bien, aún tenía la manía de ponerse un rato la armadura pero al no haber ningún cambio en ella comenzó a soltarse

-Esas oportunidades no se dan, uno debe buscarlas-

-Aun no estoy seguro sabes y si la armadura me abandona y no puedo permanecer en el santuario después de eso, que caso tendría-

-De verdad crees que te expulsarían del santuario a estas alturas-

-No lo sé-

-Si tantas dudad tienes por qué no lo hablas con Shion, a mí me ayudó mucho hablar con el-

-¿Y qué voy a decirle? Oiga patriarca está bien que folle con Milo porque no quiero que me echen del santuario por eso-

Shaka se carcajeo- A como es el creo que si podrías preguntarle de esa manera-

El acuariano rodo los ojos-No me presiones de acuerdo-

-Haz lo que quieras, yo ya no estoy en abstinencia, si quieres morir virgen es tu problema-

El acuariano iba a replicar pero Afrodita entro a la oficina

-Ayúdenme quieren-solicito apurado

-¿Qué pasa?-le cuestionaron sus compañeros

-Estoy tomando un curso de estilismo-

-¿En serio?-cuestiono Camus interesado

-Si- respondió orgulloso el sueco-Pero faltan modelos y necesito a dos personas para mi clase de colorimetría-

-Yo paso, definitivamente no lo hare-se adelantó Shaka haciendo una mueca

-Jodete-le replico Afrodita centrando entonces toda su atención en el acuariano-Solo te teñiría el cabello-le dijo haciendo un puchero

Camus lo pensó unos segundos realmente no le incomodaba la idea de hacer aquello, por el contrario pensaba que podía ser una nueva y divertida experiencia

-¿De qué color?-

-Esa es la parte más genial, tú elegirías el color-

-De acuerdo lo hare-

-¿En serio?-Afrodita había ido con la esperanza de que Shaka aceptara pensó que Camus opondría más resistencia-¿Crees que si se lo pides a Milo aceptara?-

-No lo sé-

-Puedes intentarlo por favor, si yo se lo pido me mandara al demonio-

Camus vacilo, no quería que Afrodita lo utilizara para convencer a Milo-Pídeselo tu-replico

-Ashhh está bien- Afrodita llamo a Milo que contesto pocos tonos después –Hola cucaracha crees que podrías hacerme un favor-

-¿Quieres pedirme un favor y aun así me llamas cucaracha?-

-Oh vamos no te pongas sentimental, crees que podrías venir al hospital, necesito modelos para mi clase de colorimetría-

-¿Clase de qué?-

Afrodita bufo-Para pronto quiero saber si me dejarías teñirte el cabello-

-¿De qué color?-

-El que tú elijas-

-No lo sé, ¿Que voy a ganar?-

-Que pesado te pones a veces Camus no me pidió nada a cambio-

-Espera ¿Camus acepto teñirse el cabello?-

-Si- afirmo Afrodita triunfante sabía que la simple mención del acuariano haría que Milo aceptara

-Voy para halla-

-Acepto- le informo el sueco a Camus-Vamos hay que esperarlo en la entrada, te veo luego amargado-se despidió del rubio que sonrió al ver la cara de Camus que parecía ya estar arrepintiéndose de aquello cuando Afrodita lo tomo de la mano ara que fuera con él al exterior

Milo llego poco después y los tres se dirigieron a la academia donde Afrodita tomaba sus clases

-¿Por qué aceptaste hacer esto?-le cuestiono el griego a Camus cuando Afrodita los dejo solos mientras preparaba las instalaciones

-Pensé que sería divertido-respondió el francés restándole importancia-Últimamente he hecho muchas cosas que nunca pensé que haría, añadir una más a mi lista no me hará ningún mal-

-Bueno si es por eso entonces me alegra acompañarte en esta locura-

Camus sonrió tomándolo de la mano

-¿Hay alguna otra cosa que quieras hacer?-cuestiono el griego aprovechando que ya había entrado al tema

El francés lo pensó un poco-Me gustaría hacerme un tatuaje-

-Wow eso sí sería bueno, yo he pospuesto hacerme uno, podríamos tatuarnos juntos-

-Me gusta la idea-

Se sonrieron con complicidad Milo no pudo evitar emocionarse, que Camus tuviera la iniciativa de aceptar nuevas experiencias era un reflejo de cuanto había cambiado, daba igual que tuviera que soportar las locuras de Afrodita un poco de pintura en el cabello no era nada

-¿Ya pensaron en algún color?-quiso saber el sueco cuando los tuvo sentados para lavarles el cabello

-Porque no lo eliges tu-sugirió Camus disfrutando del masaje en su cabeza–La verdad es que no tengo idea de qué color se vería bien y me imagino que tu si tienes alguna idea-

-Claro que si-acepto Afrodita emocionado-Va a quedar perfecto ¿Y tú Milo?

-Elígelo también, no me molesta, pero no quiero algo rosa o naranja-dijo con desagrado

-Descuida se cual se te vera perfecto-

El griego rodo los ojos en parte divertido por lo emocionado que Afrodita lucia por aquello, y no solo el, las demás personas de la clase también parecían emocionadas, eran los modelos con la cabellera más larga y todos querían saber lo que Afrodita planeaba para ellos

-Ahora viene lo divertido- dijo el sueco más que emocionado con aquello, de todas las posibilidades que imagino nunca espero tener la oportunidad de experimentar con el cabello del francés, y no solo el también el de Milo, y por si fuera poco con la emoción por hacer lo que le apasionaba, ver a su amigo disfrutar de la compañía de Camus fuera del santuario lo conmovía, era obvio que aquellos dos eran el uno para el otro y que poco a poco se estaban dando cuenta, era emotivo para el formar parte de esa historia, tener recuerdos en común con ellos y que lo hiciera parte de su convivencia, ambos merecían ser felices y si él podía hacer que ampliaran su visión el uno del otro lo haría más que gustoso

Camus curioseaba en la labor del sueco sintiéndose extraño por todo el aluminio que ahora tenía en la cabeza, había querido ver qué color estaba planeando ponerle Afrodita pero este se negó rotundamente

-Te ves tan gracioso-dijo tomando uno de los cartuchos de aluminio que Milo tenía en el pelo

-Tu igual-replico el griego sonriendo-De hecho voy a tomarte una fotografía-

-No te atrevas-

Pero Camus reacciono demasiado tarde Milo ya tenía el móvil en la mano y le tomo varias fotografías

-Yo quiero salir en la foto- se apuntó Afrodita tomando el móvil colocándose tras ellos para que los tres salieran en la selfie

-Nos vemos ridículos-se quejó el moreno mirando la foto

-No la borres por favor-suplico el sueco haciendo un pichero

-Está bien-

Una vez que la decoloración termino Afrodita les puso un antifaz con la intención de que no vieran su respectivo color, trabajaría solo de la mitad de su cabello hacia abajo y quería que fuera una sorpresa

Camus sintió que se había quedado dormido en el proceso, el olor de los químicos para el cabello termino por aturdirlo, cuando Afrodita le quito el antifaz le costó un poco enfocar su propio reflejo

-¿Rojo?-dijo sorprendido, ahora la mitad de su melena era color viridian y la otra mitad más específicamente las puntas eran de un rojo cálido inevitablemente volteo a ver a Milo cuyas puntas ahora eran rubias

-Te vez...-dijeron ambos al unísono mirando al otro

-Me encanta-

-Luce increíble-

-¿Verdad que me lucí?-Les cuestiono el sueco emocionado al ver su reacción

-La verdad es que sí, me gustó mucho-dijo Milo extrañamente convencido por aquello

-A mí también-reforzó Camus tomando las puntas de su cabello fascinado con el color rojizo de estas

-Soy un crack-se auto vanaglorio Afrodita llamando después a su maestro para recibir su calificación

Milo y Camus se miraron sonriendo

-Te vez fantástico-volvió a decir Milo acariciándole el rostro, la piel aperlada del francés lucia aún más hermosa en contraste con lo rojizo de sus cabellos

-También luces muy bien-correspondió el acuariano tomando uno de sus mechones rubios-Jamás pensé que el rubio te quedaría-

-Ni yo-

Después de que Afrodita recibiera su calificación, aprobatoria con honres por supuesto decidió invitarlos a ir por unos tragos, después de todo no cambia en sí de la euforia y quería celebrarlo