El chico de cabellos oscuros observa con atención como todos sus compañeros dentro del aula se mueven de un lado a otro, desde hacia una hora que el director les había ido a comunicar que el profesor Kim Seokjin suplantaría al profesor Park Jimin, que se encontraba organizando su boda con Kim Jungkook que estaba a tan solo meses de terminar la carrera de Negocios Internacionales.

—¿Por qué todos corren como cucarachas a punto de ser fumigadas? —preguntó con tranquilidad Taehyung.

—Porque saben bien que una vez que llegue el profesor Seokjin, su tortura habrá comenzado —respondió Hoseok mientras sacaba el cuaderno de la siguiente materia, intentando ignorar como todos corrían de un lado a otro—. Su clase es la siguiente y míralos a todos; corriendo asustados, sudados, uno que otro a punto de llorar, el idiota de Sunghoo esta rezando, ese hombre vuelve loco a todos aquí y eso que no ha puesto ni un solo pie.

—No lo entiendo. ¿Acaso mi obsesión por tentar al profesor me ciega, o él de verdad es la persona más horrible del mundo? —cuestionó sin quitar su mirada de Hoseok, quien estaba cómodamente sentado frente a él.

—Intuyo que es más la primera opción...

—¡Ya viene! ¡Por la mierda que ya viene!

El castaño de Hoseok rodó los ojos con evidente fastidio al tener unos compañeros de carrera tan imbéciles, dándole la razón por unos segundos a Taehyung. El profesor Kim Seokjin no era la peor persona del mundo.

Pasando ligeros segundos, aquel imponente e inteligente hombre se hizo presente en aquella blanquizca aula, reiterando el miedo de todos dentro.

—Buenos días... —saludó secamente el profesor Seokjin, tan pronto puso un pie dentro del aula, no tardando ni dos minutos en hacer sudar frío a todos dentro del salón.

A todos menos a Kim Taehyung quien enseguida de que escuchó la voz ronca del mayor, se excito cual adolescente precoz.

—Agradecería mucho que la próxima vez que vean que vengo hacia el salón, eviten gritar cosas como "Por la mierda que ya viene" puesto que no son los únicos tomando clase. Sean más discretos, puesto que hasta un sordo oiría las vibraciones de sus gritos.

—¿Un sordo? —cuestionó con diversión desde el marco de la puerta el profesor Min Yoongi, mejor amigo de Seokjin, haciendo reír inevitablemente a un chico pelinegro que se estaba en la parte de hasta atrás del aula.

—Levántese —demandó Seokjin al estudiante en la parte trasera del aula—. ¿Cuál es su nombre? —preguntó el mayor, caminando hasta la esquina contraria del aula—. No lo oigo —dijo molesto y mientras acomodaba su portafolio negro sobre su escritorio, sacando un folder amarillo de un cajón debajo del escritorio, pasando de largo al profesor Yoongi adentrándose al salón, tomando asiento en el lugar que le correspondía a él.

—Lee Minho —respondió el menor mientras jugueteaba con las mangas de su sudadera negra, prestándole suma atención al profesor Seokjin. 

Taehyung podía ver los ojos grises del profesor Seokjin soltar prácticamente furia hacía Lee, que le chisporroteaban los ojos por la adrenalina del momento.

—Señor Lee —comenzó diciendo el mayor, ganándose las miradas de todos dentro del aula —. ¿Le parece gracioso gritar cuando me ve caminar por el pasillo y luego reírse a mitad de una presentación de la clase? —La voz gruesa de Seokjin se oía tan sensual para Taehyung, tanto que sentía que en cualquier minuto podría saltarle encima.

—No —añadía rápidamente el menor, ganándose una sonrisa burlona por parte de su novio.

—Señor Hyunjin, ¿le parece gracioso que este regañando a su novio? —interpeló en completa seriedad, el profesor Seokjin.

—Por supuesto —pausó —, que no —completó riendo en dirección a su novio.

Hyunjin y Minho eran de las parejas más sonadas dentro de toda la universidad, y es que desde el comienzo de sus carreras, habían sido enemigos, enemigos que inusualmente terminaron en la cama del otro, siendo después una de las parejas de las que más se hablaba en toda la institución. Y es que tampoco se necesitaba ser genio para darse cuenta de que ambos jóvenes estaban en una relación, puesto que caminaban tomados de las manos, además de ocasionalmente verles besarse.

—Que mode-

—Los veo a ambos cuando las clases terminen —comentó velozmente Seokjin, sin dejar a Yoongi terminar su frase.

Asintiendo ambos chicos, la atención de Seokjin se centro primero en Taehyung, recorriéndolo de arriba hacia abajo, tardando en pasar al profesor Min.

¿Qué mierda había sido esa mirada? ¿Por qué rayos lo había mirado a él, y así?

Taehyung se preguntó.

—¿Señor Taehyung? —llamó de pronto al menor, atrayendo su mirada tan rápido que Yoongi hubiera jurado que el menor había roto su cuello.

Hoseok que se encontraba una banca enfrente de su mejor amigo quiso voltear a verlo para saber cual era la expresión de este al ver que su tan amado profesor SeokJin le estaba hablando.

—¿Si? —contestó algo ansioso el menor mientras seguía cada uno de los movimientos del profesor Seokjin.

Sonriendo mentalmente, Seokjin recordó que aquel chico era uno de los mejores en aquella su ultima clase del día.

—Podría decirme que fue lo ultimo que vieron con el profesor Park —pidió dándole la espalda al menor, y joder que eso lo decepcionó en demasía a Taehyung.

La mirada que Yoongi le dio a Seokjin fue de total sorpresa para este ultimo, puesto que no había hecho nada para ser mirado de tal manera.

Pero es que lo que Seokjin no sabía era que Yoongi tenia un gay dar más que increíble. Sabía exactamente cuando alguien se lo comía con la mirada y este chico a unos metros de Seokjin, se estaba comiendo con la mirada a su amigo.

Curiosamente algo de lo que Yoongi no se había dado cuenta era que el mejor amigo de Taehyung lo estaba examinando a él, por la forma tan peculiar en que miraba a su amigo.

Alejando Taehyung su mirada de la figura marcada del profesor Seokjin, saco su cuaderno de la materia, no tardando en abrir el mismo en la ultima pagina que estaba marcada con un postick de color purpura.

—Aquí tiene —extendiendo su mano al frente, Taehyung notó como los vellos de sus brazos se erizaban. 

—Gracias.

Sonriéndole Seokjin de una manera particular el menor sudo fríamente, y es que aquella mirada que le había dedicado había sido entre coqueta y sensual, y por los mil demonios que a Taehyung le había fascinado.

—¿Tienen presidente de clase? —abordó el profesor Kim de pronto y con demasiada curiosidad, posando sus ojos en los oscuros de Taehyung.

—No —contestaron al unisonó Hyunjin y Minho, riendo con poca discreción.

—En ese caso quiero que tú, Taehyung —nombró al menor sin dudar ni un solo segundo—, seas el presidente de la clase por lo que resta del ciclo —informó, obteniendo la mirada de todos en el salón, especialmente de su amigo Min Yoongi —. Así que, te quiero ver en mi oficina también al termino de algunas clases —agregó con su voz ronca, fundiendo las pocas neuronas que no se encontraban babeando por el profesor Kim Seokjin.

Y antes de que si quiera Taehyung pudiera decir algo, Seokjin ya se encontraba sonriéndole de aquella manera tan fascinante.