Seokjin sentía su sangre hervir del coraje y desesperación. Hyunjin tenía toda la razón con respecto a que debía seguir con su vida y olvidar de una vez por todas a Hani, a quien a pesar de Jin insistirle una y otra vez, jamás había accedido a desafiar a sus padres, ni siquiera por el amor que sentía por él.

Conduciendo a una velocidad más que rápida, luego de media hora Seokjin se adentro a un complejo de casas en estados más que deplorables, y es que las casas, apenas parecían eso, casas.

Mirando todo a su alrededor, Seokjin buscó el número 34 que Jimin, su compañero de trabajo y mejor amigo, le había dicho hacía unos cuantos minutos, y es que al ser primo del director, el acceso a los datos de los alumnos, pedidos en un fin de semana, era un dato más que escencial en casos de emergencia.

Encontrando el número de dicha casa pocos minutos después, Jin bajo de su auto y tan pronto como puso un pie en aquel pasto terriblemente marchito y maltratado, unos fuertes y horribles gritos llegaron a sus oídos.

Corriendo lo más que podía, Kim golpeó la puerta con desesperó y grande fue su sorpresa cuando una fémina que apenas podía ponerse de pie le había abierto la puerta de su casa de par en par, dejándole ver no sólo el desastre de la misma casa sino el cuerpo inmóvil y ensangrentado de Taehyung.

Empujando a dicha mujer, Jin se hincó y observó que la sangre que rodeada a Taehyung provenía de distintas partes de su cuerpo, incluida su cabeza.

Cargando a Taehyung entre sus brazos, el Kim mayor se apresuró a salir de aquella espantosa casa, para enseguida presionar el botón de las puertas para que estás mismas se abrieran y pudiera depositar a Taehyung en los asientos traseros.

Probablemente los minutos más largos de la vida de Seokjin fueron de camino al hospital. Probablemente las horas más largas de la vida de Seokjin estaban siendo el esperar ansioso en una sala de hospital a qué alguno de los doctores que operaban a Taehyung salieran a darle noticias sobre su condición.

ㅡ¡Hermano! ㅡexclamó fuerte y claro Minho, quien venía junto a Hyunjin y Hoseok, a quien inmediatamente de que Jin les avisará de la situación de Taehyung, habían ido a buscar.

ㅡ¿Creí que estaba en su casa? ㅡcuestionó algo perdido Hoseok, una vez que se aproximó a su profesor que desde lejos se veía como un total caos.

ㅡY lo estaba ㅡhabló Minhoㅡ. Pero sabes cómo es y tan pronto como amaneció se fue, sin decirnos nada.

Reteniendo un par de lágrimas, Hoseok miró a su profesor y lo mal que este se veía, parecía estar culpándose por la situación en la que se encontraba Taehyung.

ㅡNo es su culpa ㅡdijo seguro Hoseok, concentrándose solo en las palmas de sus manosㅡ. Taehyung es muy necio. Ama a esa mujer más que a si mismo.

ㅡ¿Qué va a pasar con esa mujer, Jin? ㅡindagó Minho dudoso.

ㅡIrá a la cárcel ㅡcontestó a cambio Hoseok. El castaño no se rentaría el corazón por aquella mujer por mucho que fuera la madre de su mejor amigo.

Pasando cerca de ocho horas de total incertidumbre, un par de doctores se aproximaron a dónde Hoseok, Jin, Minho y Hyunjin se encontraban esperando noticias.

ㅡSon los familiares de Kim Taehyung, ¿correcto? ㅡpreguntó uno de ellos, recibiendo un asentimiento por parte de Hoseok.

ㅡ¿Cómo está Taehyung? ㅡinquirió rápidamente el castaño, ganándose una mirada de ambos doctores.

ㅡLogramos estabilizarlo, sin embargo, y debido a los múltiples golpes que tiene, tuvimos que inducirlo a un coma. Sus órganos están muy inflamados y si queremos que eso cambie tenemos que mantenerlo así un tiempo ㅡinformó uno de ellos.

ㅡ¿Qué hay del golpe en su cabeza? ㅡpreguntó Jin con cierto temor.

ㅡLa herida era pequeña, así que la suturamos sin mayor problema ㅡrespondió el otro doctor.

ㅡ¿Cuánto tiempo estará en coma? ㅡabordó Minho, sosteniendo el hombro de su hermano.

ㅡEs cuestión de su cuerpo, no sabría darles una fecha exacta.

ㅡ¿Podemos pasar a verlo? ㅡMirando HyunJin a Minho, ambos doctores asienten.

Levantándose de golpe, Jin corre inmediatamente a su habitación, en donde tan pronto como entra se enternece con la imágen de Taehyung durmiendo plácidamente, abrazado a una de sus tantas almohadas.

ㅡ¿Estás bien? ㅡpregunta Minho desde la entrada, viendo a su hermano acercarse al menor sobre su cama.

ㅡEstoy bien... ㅡasegura, adornando su rostro con una linda sonrisa, mientras desliza hacia atrás un par de cabellos rebeldes de Taehyung quien ante dicho toque se despierta y le sonríe.

ㅡBuenos días... ㅡmurmura, dejándole ver a Seokjin que absolutamente nada de lo que había pasado después de su gran beso, era verdad.

Taehyung estaba ahí con él.
Él estaba ahí con Taehyung.

Los fantasmas de su pasado, no eran más que eso.

Su presente estaba ahí para formarlo.

Su futuro estaba listo para volverse el mejor de todos. Y él, junto a su otro protagonista, estaba preparado para disfrutarlo.

ㅡ¿Dormiste bien? ㅡsonríe contento Seokjin, dándole a Taehyung una nueva razón para sonreír por las mañanas y olvidar todo lo pasado que había sido malo en algún punto.

Demorando unos cuantos minutos en responder, Taehyung toma asiento sobre la misma cama y asiente feliz, agregando enseguida una pequeño juego más.

—Aunque me duele más el cuerpo, y presiento que tendrá que ayudar a cambiar ㅡJugando Taehyung, hace sonreír grandiosamente a Jin, pues esa parte coqueta y atrevida de Taehyung le encantaba más que nada al mayor de los dos.

ㅡCon gusto lo haré, ¿qué te quitó primero? ¿los pantalones? ㅡprovoca el Kim mayor, haciendo a Minho salir de la habitación sonriente.

ㅡ¿Por qué no todo de un sólo intento? ㅡrisueño, Taehyung estira su mano hacia Jin y dándole un suave tirón de la playera, une sus labios en un beso más que dulce, uno que los hace sentir mariposas en el estómago y hormigueo en sus manos.