Secretos
Un jadeo ahogado levanta su cuerpo en un espasmo tembloroso, Baekhyun tiene que palpar su pecho recuperando el sentido, asustado mira la habitación, creyendo al principio una de sus muchas pesadillas se vuelve realidad, solo una mano grande acariciando su espalda le dice que no, no es el segundo príncipe Sehun, su esclavista en la cama, sino Chanyeol, el guerrero amado por el cual espero.
Hay mucho que decirle a Park sobre sus años ausentes, sin embargo, después de volver a probar las mieles del reencuentro ¿arruinar el momento valdrá la pena? Lo guardado podría salvar la vida del general, si es que nadie se entera que estuvieron juntos.
Quien lo ha perdido todo no tiene miedo a las amenazas, Sehun vino a él con engaños prometiéndole ser su pareja aceptando que su hermano siempre viviría en su corazón, creyó a los dos años después de cortejos insignificantes poder reiniciar su vida, no amaba al príncipe, sin embargo, dicen cariño florecerá con el tiempo, agradece abrió los ojos antes de la boda.
Está consciente que solo es un peón en el juego del rey y príncipe, el primero siendo un tirano navegando con falsa bandera blanca, Sehun sin verlo es otro más de sus juguetes pensando logrará subir al poder, sin embargo, nadie más merecía ese trono que Chanyeol, la indiferencia de sus hermanos lo dejan solo, él tiene la obligación para estar a su lado gustosamente aunque traicione ajenos.
-Algo te inquieta.-murmuró el alto, sentándose en la cama-¿qué te preocupa?.-
-Chanyeol, aquí no todo es como antes de tu partida, la vida y sus costumbres han cambiado, yo también ya no soy el niño tímido.-
-Piensas que no lo sé, pero no deje sin vigilancia mi reino.-
Acaricio su mejilla, recargo su espalda en el cabezal instándole a recostarse también, Baekhyun puso sus manos sobre el pecho fuerte suspirando, debía mirarlo a los ojos, su ancla a la realidad atroz.
-No entiendo, nada de esto te pertenece.-
-Pero tú sí.-lo hizo sonrojarse-debes entender que mi madre es una aliada.-
-Ella me ha cuidado como un hijo más.-asintió
-¿Y quién más?.-aparte de la mujer mayor, nadie parecía tomarlo en cuenta-no regrese por las órdenes de mi padre o porque la guerra finalizó.-
-¿Entonces?.-
-Recibí una carta de Jongin.-Baekhyun abrió la boca sorprendido-no me ha dado todos los detalles, sin embargo, supe que volver era indispensable para ponerles un alto.-
-A tu padre y Sehun.-
-Sí.-perdió la mirada un momento-lamento hayas terminado entre el fuego cruzado.-se escuchaba arrepentido
-Chanyeol….-
-La herida en tu rostro, el maltrato que seguramente has pasado, ser su instrumento para torturarme…todo porque te amo.-
Sus ojos oscuros chocaron en las estrellas del joven, una paz sin rencores, cariño no modificado demostrando en alma con acciones.
-Daría mi vida por ti.-peino sus cabellos
-Yo haría lo mismo.-estaba haciéndolo
-Respóndeme una cosa.-necesitaba saberlo antes de hablar-¿confías en Jongin?.-
-Todos lo subestiman.-era una respuesta ambigua-Baekhyun…¿qué me estás escondiendo?.-
Este era el único hombre capaz de enfrentar a todo un ejército y volver a sus brazos.
-Chanyeol, yo….-.
🏛🔥⚔️❤
Ni siquiera las jóvenes del templo tras la puerta de roble lograron detener al príncipe Sehun, quien iba colérico rumbo a los aposentos de su esposo.
Desde la noche anterior ya estaba inquieto con la llegada de Chanyeol a palacio, nuevamente la competencia estaba al ruedo, aunque antes de la visita de su padre creía tener algo a su favor, lo más preciado para su hermano, Baekhyun, el rey metió ideas olvidadas en su cabeza, una inseguridad presente desde el día en que su esposo lo rechazó.
Todo pudo haber ido de acuerdo al plan, hacer que el joven se enamorara de él logrando quizás, reemplazar a su hermano, después de todo Chanyeol no regresaría más que en un ataúd como bien dijo su padre, pero todo se les fue de las manos el día que Baekhyun los escuchó hablando.
Admite que es descarado no adjudicarse sus responsabilidades, pero no era su culpa, debía demostrar ser mejor a Park así fuera jugando sucio, le jodía solo llevar el título pero no el derecho.
El cuerpo extendido sobre la cama, aparentemente dormido, tembló cuando la puerta fue abierta abruptamente, una mano cruel y fuerte tomando su brazo.
-¡Despierta maldito puto!.-
Sehun sacó el cuerpo a tirones envuelto en sábanas, arrojándolo al piso.
-Buenos días, príncipe.-Baekhyun no se inmuto, respondiendo como si nada, tranquilo-¿qué lo trae por aquí tan temprano?.-
-No quieras actuar conmigo, falsa víbora, se dónde pasaste la noche.-
-Y yo te podría decir con quién la pasaste tú.-dijo mordaz
No le era un secreto lo que hacía su esposo, Sehun podía presumir de tener noches maravillosas y todos creerle fueron con él, únicamente los servicios de prostitutos y sus padrotes sabían la verdad, encubiertos por el rey claro está.
-Desvistete.-le ordenó tajante-ahora.-
Él era el único que le retaba, cuando la pasividad se terminó, le demostró quién era, cómo le dijo en la habitación a Chanyeol, daría su vida para protegerlo.
-¿Qué si no lo hago?.-respondió altanero, poniéndose a su altura
-¡A mi no me reprochas!.-Sehun alzó su palma, lista para golpearlo
-Hazlo, ponme una mano encima pero no será conmigo con quien te las veras.-
La expresión en su rostro cambió por completo.
-¿Miedo gran señor? Anda, ¡márcame y morirás!.-le gritó a la cara-no eres más que un cobarde.-
-No voy darle la satisfacción al imbécil.-tuvo que contenerse-me basta con que seas mío, no te he tocado, pero estás atado a mi.-
-Se que no son celos lo que sientes, es envidia porque siempre lo he preferido a él, aún en su falsa muerte, aquí o bajo tierra, Chanyeol es mi amante eterno.-
Sehun le apretó el cabello, inclinando su cabeza en busca del rastro de Chanyeol, sin embargo, la piel blanca estaba impoluta, tal cual la vio por última vez.
-¿Qué te dolería más, Sehun?.-empezó diciendo-¿Chanyeol follandome con solo un día aquí o saber que en años tú nunca pudiste hacerlo ni siquiera por la fuerza?.-
Un repentino escalofrío recorrió su cuerpo, lo miró atónito, un pánico mal disimulado al hablar.
-Lo sabe….-afirmó
-Sí, y juro te cobrará con creces todo mi sufrimiento, él me liberará.-
Antes de pronunciar palabra alguna su madre irrumpió en la habitación, las aprendices ya le habían alertado.
-Príncipe.-alternaba sus ojos buscando daño en su hijo, regresó al heredero-usted no puede estar aquí, si quiere hablar debe….-
-Descuide, madre sacerdotisa, mi conversación con su hijo, mi esposo, ya terminó.-
Le planto un beso descuidado en la boca no correspondido, palmeando su mejilla en despedida.
-Hasta luego, mi amor.-
Deja la habitación aparentando tranquilidad, una vez solos, la mujer corrió a abrazar al niño, consolándose mientras lo regresaba a la cama, suspirando angustiada.
-Solo un poco más, Baek, debemos resistir un poco más.-.
🏛🔥⚔️❤
Llegó a la biblioteca de acuerdo a la cita pedida por su hermano, su sirviente de mayor confianza le informó que llevó el mensaje, Chanyeol se preguntaba si le tenía al fin la información por la cual había regresado.
Hacía años que los posibles vínculos de hermandad con alguno de los menores era más que nula, Sehun y su rivalidad, Yixing por otro lado era extranjero, su padre desposó a su madre en Asia trayéndolo cuando aún estaba en el vientre, aunque llevaban la misma sangre paterna, él era reservado, casi indiferente, caminando pensativo por los pasillos haciendo cuestionar a Park de qué lado estaba en esa guerra aún no proclamada.
Jongin era diferente, Chanyeol creía ser la oveja negra, sin embargo, el más joven cargaba el estigma desde su progenitora cortesana, una reparación de obligaciones donde el rey no pudo ignorarlo cuando su consejo lo reconoció como hijo a la corona, dos en la misma ecuación, Kim debía repudiar a Oh, Zhang y Park al ellos sí ser modestamente deseados, incluso creciendo con los otros dos era seguro lo repudiaría, gratamente descubrió no era el caso.
Cuando su padre le dijo debía comandar a las tropas al frente enemigo, diciéndole sin compasión el tiempo que pasaría lejos de su hogar, Baekhyun y su madre, estaba aterrado sobre dejarlos desprotegidos y a merced de una casa rodeada de víboras, no sería raro si pagaba por su protección, pero no confiaba en nadie, fue ahí en su última noche vagando dónde Jongin lo encontró.
-Creí estarías en el templo.-caminaba tras los jardínes del mismo
-Nadie lo visita por las madrugadas.-
-Pero tú sí.-lo subestimaban, Kim era más inteligente.-¿cómo se llama?.-
-Baekhyun, es hijo de la sacerdotisa.-escuchó un jadeo
-¿Ella lo sabe?.-negó-¿padre?.-repitió lo mismo-vaya, quién lo diría.-suspiró-¿y por qué me lo dices a mi?.-
-¿Le dirás a alguien?.-
-No.-le creía-supongo que debes estar preocupado, partes mañana al alba.-
-Sin mí para cuidarlo, en nuestra secreta relación, puede correr peligro, sabes que si el rey se entera o su madre….-
-Yo puedo cuidarlo, a él y a tu madre.-el ofrecimiento era inesperado
-Jongin, no quiero qué….-
-Padre me ha ascendido de puesto en el consejo, ya no soy un aprendiz.-bajo la voz-me permitió entrar a sus reuniones con los diplomáticos y líderes, ambos sabemos que lo allí escuchado vale oro.-
-Insinuas cometer traición.-
-No si eres hijo del rey y lo dicho te afecta.-floto en el aire lo último-él no te escogió a ti por casualidad, más allá de eso, debe haber un secreto.-
Chanyeol también sentía lo mismo, era el más inexperto aunque entrenará el doble, sí, destacaba como guerrero, pero el ser ahora comandante sin haber antes matado a otro ser humano por convicción, daba vueltas a las ideas de una traición.
-Hablas con el corazón, pero aún así, ¿quieres algo a cambio?.-
-Libertad.-no específico más-a tu regreso, solo pido eso.-
Ya estaba aquí para liberarlos a todos, el apodo que se ganó en el campo de batalla, aquel mote por el cual su amado lo llamaba le haría honor, su fénix renacerá.
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