Capítulo O26: Another direction
Ninguna despedida es linda y mucho menos si tienes que hacerlo con la persona que amas, Sana se iría en la mañana, no lo podía creer, todo acabo tan rápido que no pudo entender con claridad lo que sucedía, dejaría de estar todos los días al lado de la mayor, no podría molestarla o simplemente mirarla mientras hacia sus cosas, porque ya no estaría ahí, se esfumaria de su mundo, se iría tan rápido como entró y eso le dolía tanto que no podía evitar llorar mientras abrazaba con fuerza la almohada, Minatozaki había salido para despedirse de Mina, ésta tampoco estaba tan bien pero lo entendió.
Sabía que su mejor amiga tenía que sanar y tener la oportunidad de ser feliz, no importaba que no se vieran nunca más o que el tiempo haga que lentamente olviden la amistad que alguna vez tuvieron porque agradece el tiempo que pasó con ésta, fue asombroso, lleno de risas y momentos memorables, se daba por pagada con todo lo que vivieron en ese corto tiempo, no le reclamó, solo lloró en sus brazos mientras le pedía que se cuidara, así fue su despedida.
Aunque no lo pareciera por esa coraza que tenía para que todo estuviera bien y no se preocuparan por ella, era Sana, había estado llorando mientras se bañaba y en los ratos libres en los que Tzuyu se dormía, se acostaba a su lado y detallaba cada facción del rostro ajeno, era tan hermosa que le impresionaba que se haya fijado en ella, una chica tan atrevida y seguras de sí misma, paso a ser la mujer más adorable y a la vez caliente que haya conocido, se sonroja cada que recuerda las cosas que hicieron, pero la pasó bien, se divirtió y eso era más que suficiente.
Porque aprendió a amar nuevamente, a sentir lo que era el verdadero amor, a disfrutar las pequeñas cosas de la vida y darse cuenta de que si había alguien en el mundo que se preocupaba por ella, Chou Tzuyu era la chica que la marcó de por vida.
Y se fue con una enseñanza.
Siempre se habla de lo primero, está bastante segura que no muchas recuerdan lo segundo o no lo aprecian tanto, lamentablemente lo primero no siempre es lo primero, porque tal vez lo que viene después se convierta en lo primero, en lo que realmente es importante y es algo en lo que ha estado pensando, Tzuyu es la segunda chica que entró en su corazón pero la primera que se quedó ahí por tanto tiempo.
Es a quien ama y con la que quiere estar por el resto de su vida, porque ya es consciente de todo, ya sabe como actuar y las cosas que debe decir para que todo esté bien, en cambio hace algunos años no sabía cómo comportarse, porque era nueva en ello, no sabía exactamente lo que debía hacer, pero gracias a todo lo que ha vivido logró cuidar lo que tenía con la rubia.
"Hey...". Entró a la habitación, Tzuyu parecía estar dormida así que caminó en puntillas y se acostó a su lado, para abrazarla y acariciar sus mejillas. "No te haces a la idea de lo mucho que te voy a extrañar". Sus ojos se llenaron de lágrimas. "Porque...". Apretó los labios. "Eres lo más importante y valioso que tengo ahora mismo". Sonrió, estaba llorando, se permitió hacerlo una última vez antes de irse. "Cuando llegué y te vi...que mujer más despampanante, guapa y desnuda frente a mí". Rió un poco. "Recuerdo que quería tomar una ducha caliente, contigo...sentir tu piel tocar la mía, tal vez besarnos..." Rodó los ojos.
Definitivamente se la pasaba todo el tiempo caliente, no es que eso haya cambiado mucho.
"Pero luego eso se convirtió en...quiero estar abrazada a ella en las noches en las que haya tormenta, contarle de mi día aunque estudiemos en el mismo lugar, cantar para...". Se detuvo para tomar aire. "Que duermas, pasar tiempo contigo y demostrarte lo mucho que te amo". Cerró los ojos y pasó las manos por sus mejillas, tenía que dejar de llorar. "Ya llegará el día en el que quiera ser tu esposa, tal vez la madre de tus hijos". Negó con la cabeza mientras sonreía. "Se que es egoísta de mi parte pedirte esto pero...". Bajó la mirada. "Espera por mi porque yo volveré por ti".
Cerró los ojos mientras se acurrucaba en la menor, era su lugar seguro y se iría lejos, tendría que volver a acostumbrarse a pasar noches en vela en las que no tendría a nadie que le dijera que debe cuidarse o dormir porque eso la afectaría a largo plazo, luego enviarle cientos de enlaces a páginas que decían las consecuencias de los malos hábitos al dormir o no comer.
Iba a extrañar escuchar su voz todos los días, decirle que la quiere a cada segundo del día y también el sexo, no lo puede negar, era una pequeña máquina sexual, pero sobre todo su sonrisa, tan grande y brillante que la hice seguir adelante a pesar de todo, porque era su fuerte y lo que necesitaba para ser feliz, era tan doloroso que por alguna extraña razón eso no fuera suficiente para sanar, se sentía egoísta y una mala persona por dejar de lado a alguien a quien ama.
Pero debe hacerlo por ella, por ambas
"Te amo". Abrió un poco los ojos y miró a Chou, parecía que estaba soñando así que los volvió a cerrar. "Espera por mi porque yo volveré por ti". Susurró y unió sus labios, esa noche iban a despedirse de la manera en la que ellas sabían comunicarse, entre besos, jadeos, gemidos, caricias y uno que otro te amo que nunca estaba de más ya que desde que lo dijeron no pueden dejar de decirlo.
"Yo también te amo". Murmuró, frunció las cejas al sentir los labios de Tzuyu bajar por su cuello y succionar.
"Hagamos de ésta noche algo inolvidable". Se sonrieron.
Fin.
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