- Mía, hola. - se acercó a mí.

- Oh, Richard. Perdoname por lo de ayer, tuve un pequeño problema.

- No pasa nada. - me miró a los ojos. - Me preguntaba si, ¿Quisieras salir hoy? No quiero ser muy molesto.

- Me parece bien. - sonreí. - Después del cole. Juro que no va a haber nada que lo interrumpa. - reímos.

- Está bien. - me dió un beso en la mejilla y se fue.

Miré por todos lados buscando a Emma. Tenía que pedirle disculpas por lo que pasó ayer. No me gustaba pelear con ella, de hecho es la primera vez que discutimos.

Ahí estaba ella, me acerqué.

— Emma. — fue lo único que salió de mí boca.

— ¿Qué quieres? ¿Al fin te diste de que tu profesor te está utilizando?

— No. Perdóname, ¿Okey? No me gusta que estemos peleadas. No contigo.

— A mí tampoco me gusta estar peleada contigo. Pero tienes que entender que ese hombre no te quiere, Mía.

— Soy grande, Emma. Se lo que hago y de tomar mis propias decisiones.

— Está bien. Como digas. A pesar de lo que llegue a pasar siempre voy a estar. — Me abrazó. — Perdón.

— Entonces, ¿Amigas?

— Mejores amigas.

— Y, cuéntame, ¿Qué pasó con Vélez?

— No dejo de pensar en él y en lo lindo que es.

— Lo lindo que es en la cama, querrás decir. — se rió.

— ¡Emma! — la reté. — Estoy hablando en serio. No sé qué es lo que siento por él. Pero ahora no quiero ni puedo olvidarme de él. — me miró mal. — No me mires así. Quiero conquistarlo, quiero que por primera vez rompa sus reglas.

— Está bien. Ya te lo dije millones de veces pero, bueno, hace lo que quieras. Seguramente vas a saber que hacer.

Narra Christopher.

Por supuesto que no siento nada por Mía, es mí alumna, sólo estoy caliente como lo estoy con todas a las que les enseño sexo. Es linda si, pero no me puede gustar, no me puedo enamorar de ella, nunca rompí las reglas, y no voy a hacer una excepción por ella.
Debo sonar muy vulgar pero de tan solo pensar en ella mí amiguito quiere salir.

Agarré mí celular y le envié un mensaje.

"¿Dónde estás? Te necesito ahora. "

Después de dos minutos me contestó.

"Profesor, ¿necesita de mí servicio?"

Ni te imaginas.

Le contesté:

" Te espero en el baño de profesores en 5 minutos, no te tardes por favor"

"Ahí lo veo"

Fue lo último que me respondió.

Y sin más, la esperé en el baño de profesores como se lo ordené.

Se que está mal, pero peor sería estar dando clases con mí amiguito erecto.

Pasaron 5 minutos y ya alguien estaba tocando la puerta. Rogaba porque sea Mía y no una profesora o un profesor queriendo entrar al baño. Oh no, nadie me va a interrumpir.

— Soy yo, profe. Su alumna.

Mis ganas de estar dentro de ella aumentaban.

Abrí un poco la puerta para que Mía pudiera entrar.

— Usted si que está muy necesitado, profesor. — no sabes cuánto.

— Deja de hablar y hagámoslo de una vez.

Y sin más se lanzó sobre mí enrollando sus piernas perfectas en mí cintura.

Se bajó de mí, se dió vuelta pegando su lindo trasero a mí hermosa erección que ella misma había causado en mis pensamientos.
Levanté su falda, bajé su braguita y metí mí longitud en su entrada. Encajaba perfecto. Entraba y salía ferozmente de ella, una y otra vez.

— Ahh, profesor. ¡Más rápido! — le tape la boca.

— Shh, No quieres que nos descubran, ¿Verdad, hermosa? — negó con la cabeza.

Me vine dentro de ella sin darme cuenta.

Ella se arrodilló frente a mí y empezó a lamer la punta de mí pene para luego metérsela a la boca. Me sentía en la nubes, nadie nunca me hizo sentir así. Ella es única.

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¿Será que Christopher se haya enamorado? 😏😳  Espero que les haya gustado y no se olviden de votar y de comentar si les gusta 🥰 besos !