20.
— ¡Myoui! —Salto, me molesta tanto cuando Jeongyeon me asusta así, casi siempre lo hace y es algo que me deja con un mal sabor de boca porque la última vez que la asusté me pegó en la cara, se que fue un reflejo pero aún así, dolió tanto que tuve que tomar algunas pastillas, definitivamente tuvo que ser boxeadora profesional— Hubieras visto tu cara —Ríe, mantiene la mano en mi hombro mientras se ríe en mi cara, no le encuentro la gracia a lo que hizo pero aún así por alguna razón sonrío, me gusta cuando están de buen humor.
Cosa extraña en el trabajo porque de por sí aquí están de brazos cruzados y con esa mirada que dice "si le hablan les gritaré", obvio que entiendo el por qué, todas las modelos son unas idiotas que no se callan en ningún momento, se la pasan todo el rato hablando de estupideces y quejándose de cosas peores.
Como si sus vidas fueran de lo peor, puede que sí sean más difíciles ya que están bajo la mira de muchas personas y la presión también es mucho pero aún así eso no hace que nos insulten solo por elegir algo que les disgusta, hoy nos tocó el grupo de chicas grandes, así les decimos, esas que ya están a punto de descansar y alejarse de las cámaras, algunas porque ya no lo soportan, otras porque ya no les apasiona como antes y muchas porque tienen el dinero suficiente para dejar de trabajar, dedicándose a sus casa, esposos, esposas o lo que sea que tengan.
He estado trabajando con algunas desde hace mucho tiempo, Jisoo es una de ellas, se ve muy feliz, me enteré que ya es madre de dos hermosos gemelos, no se cómo no se ha vuelto loca con tantos gastos y pequeños llorando sin una razón o con muchas pero sin explicarse bien, porque claro son bebés que no saben hablar, de solo pensarlo me dan escalofríos.
— Que graciosa —Ruedo los ojos y miro a Nayeon quien está mirando a una de las chicas detenidamente— ¿Le ocurre algo? —Jeongyeon la mira e inclina la cabeza a un lado, está igual de confundida que yo, nunca la había visto así tan perdida en su mundo viendo a alguien más que no sea la que tengo al lado.
— Lleva días viendo a todas partes así —Niega y suspira acercándose a mi—Parece preocupada por algo pero no me dice que es —Frunzo un poco los labios, puede que yo si sepa, ella siempre que me ve me habla de Chaeyoung y de lo que está pasando, porque se supone que se quedó a vivir un tiempo con ellas, tal vez ella sabe algo que yo no sé y por eso está así, porque nadie me lo quiere decir o Chaeyoung no quiere que me enteré, eso me preocupa bastante, no quiero parecer una loca pero necesito saberlo ya, entre más rápido mejor porque si yo puedo ayudar eso haré.
Suspiro y la miro— ¿Sabes algo de Chaeyoung? —Niega, así que ella tampoco sabe, realmente me estoy preocupando por todo, no sé si es que está pasando algo con Nayeon o con Jeongyeon o con Chaeyoung, lo único que se es que lo que la está haciendo pensar debe ser bastante serio porque aunque a ella le guste quedarse viendo a un punto fijo no es la misma que conozco, siempre saltando y bastante feliz.
— Iré a hablar con ella —Me separo y voy a ver qué es lo que le sucede, al sentarme a su lado salta asustada y cuando me ve es que se calma— ¿Te ocurre algo? —No quiero que parezca que llevo tiempo mirándola.
— Nada —Desvía la mirada a la puerta, ¿Por algo está mirando hacia afuera?. Se querrá ir pero tiene trabajo que hacer, debería hacerlo por ella para que haga lo que quiere hacer, descansar, comprar algo o pretender que va a comprar café para todos y solo viene con el de ella.
— ¿Segura? —Asiente sin mirarme— Sabes que puedes confiar en mí para lo que sea que necesites —Siento un extraño pinchazo en el pecho, no es normal en mi que eso suceda, como una señal o algo por el estilo, lo que sé es que duele, tanto que me quejo sin darme cuenta.
— ¿Estás bien? —Apoyo la cabeza en su hombro.
— Si...debe ser por no dormir —No estoy muy segura que es lo que me pasa, una sensación extraña, como ese sentimiento que me dice que va a ocurrir cierta cosa pero que todavía no será, aún así debo estar al pendiente de todo, puede que sea por Chaeryeong, saco el teléfono y le envío un mensaje a la chica que la está cuidando, no se qué me está pasando.
Debería tomar aire porque siento que me estoy ahogando, se me cierra la garganta y no puedo respirar a los pocos segundos, con cuidado me levanto y prácticamente corro a las escaleras, a la mitad del camino escucho como la puerta de abre y cierra, eso me parece extraño nadie sube a ésta hora es medio día y el sol pega directo, nadie quiere quemarse porque duele cuando sucede, además de que no es muy lindo sudar, más el calor que está haciendo afuera, nadie normal decide salir a ésta hora, por eso yo lo estoy haciendo para estar sola y porque no soy muy normal.
— ¿Crees que es lindo verte mirándola como una estúpida? —Esa voz la conozco, siempre que tengo que relajarme ella tiene que estar para arruinarme todo— ¡Te pago para que me cuides no para que estés como una pendeja mirando a quien te dejo! —Si que está enojada, debe ser una llamada.
Al acercarme a la puerta noto que está semi abierta así que con cuidado asomo un poco la cabeza para saber en dónde están— Es mi esposa y la voy a ver cuándo quiera —¿Chaeyoung?. Es ella podría reconocer su voz aún cuando está murmurando, me imagino que le está reclamando por cosas sin sentido como siempre, es como un gusto para ella cuando lo hace.
— ¿No te das cuenta que ella te dejo porque no le importas? —Esta hablando de mi, aprieto los labios para no decir nada porque se darán cuenta que las estoy espiando y no quiero discutir con nadie— ¡Me gustas! —Grita tan fuerte que me aturde— ¡Podría darte todo lo que quisieras pero no tú sigues empeñada detrás de esa puta que no sirve para nada! —En otras circunstancias esto me enojaria demasiado.
— No hables así de Mina —Silencio— Y es la mujer que amo —Sonrío inconscientemente y me voy, tal vez era lo que necesitaba escuchar.
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