12.
Acomodo mi blusa por quinta vez y abro la puerta negra, quiero pero no quiero hablar con Momo y esas dos decisiones tomadas por mi cerebro no me están ayudando.
Limpio el sudor que se instalo en mi frente y doy los primeros pasos, volteo a la derecha y me encuentro a Solar que hablar por teléfono, moviendo la mano con molestia, parece que su trabajo se está haciendo más difícil.
Jeongyeon está dormida frente a su laptop gris, chasqueo la lengua y me quito los lentes, Sana esta diciéndole a las chicas como deben posar y la veo retocandole el maquillaje a una de las nuevas modelos, si mal no recuerdo se llama Mia.
Sus ojos se desvían de la chica por unos milisegundos y se conectan con los míos, ambas giramos la cabeza a lugares opuestos, corro con la mala suerte de tener que trabajar a su lado, porque ahora que la veo prefiero darle otros días más, para que mi cerebro sepa como hablarle sin pegarle un grito.
Tzuyu aparece de la nada y me saluda con la mano, mira a Momo y la señala, se acerca besa sus mejillas y veo que se sonrojan fuertemente, no se cuando se darán cuenta que se gustan mutuamente.
Tzuyu cree que Momo no siente nada por ella que no sea una amistad o algo profesional y lo mismo pasó con Momo, no las entiendo, supongo que si le gustas a una persona te das cuenta enseguida.
Es algo que pasa, sus ojos brillaran y sus mejillas se volverán rojas, no lo se, es así como se comporta Momo y Tzuyu, y las demás.
Creo que esa persona se vuelve muy especial para ti y te das cuenta que es importante para tu vida, suspiro y mi teléfono suena, lo saco con entusiasmo del bolso y atiendo la llamada conozco ese tono.
— Hola Chaeyoung —Saludo con una enorme sonrisa aún sabiendo que ella no la ve pero me imagino la suya y por eso lo hago.
— ¿Puedo ir a tu casa más tarde? —Frunzo los labios al ver a Momo acercarse a mi con seguridad.
— Si, claro pero...¿eso esta en el contrato? —Escucho un "e" que se alarga por bastante tiempo y luego un "ujum" bastante feliz que no me convence del todo.
— Nos vemos más tarde preciosa —Cuelga antes de que logre hablar y reclamarle.
— Mina creo que nos merecemos una conversación —La miro y mis ojos bajan al teléfono, me acaba de llegar una foto de Chaeyoung y no se como hacer para verla, prefiero bloquearlo y asentir como respuesta a la propuesta de Momo.
— Vamos a la parte más privada del edificio, podremos hablar mejor y así estaremos cerca por si ocurre algo —Abro la puerta y antes de que salga, choco contra algo duro, se escucha un ¡Sorpresa!, y mis ojos se clavan en el ramo de flores gigante.
— La señorita Yoo Jeongyeon —Momo abrió la boca y yo imitó su acción— Se lo manda la señorita Im por agradecimiento de la noche que la hizo pasar —Antes de que Momo sea imprudente, como lo es casi todo el tiempo pero yo intento sacarla, la jalo del brazo para irnos al lugar que había dicho.
Bajamos las escaleras que dan a la última planta, es bastante terrorífico pero a la vez divertido, porque Momo se asusta por todo sera algo así como una venganza por llamarme mojigata frente a un montón de personas.
Todo está oscuro, enciendo el flash de mi celular y alumbró el pastilla, más tenebroso de lo que recuerdo, me detengo y volteo a verla con una pequeña sonrisa— Ahora si podemos hablar.
— Lamento haberte llamado mojigata, me moleste porque sentí que me ibas a reemplazar por ella y se que fue inmaduro de mi parte —Una de las cosas que más me gusta de mi mejor amiga es que sabe todo de mi, me detuvo antes de hablar— Te quiero demasiado Mina, amaría que fueras la madrina de mis futuros hijos con Tzuyu, de verdad que te quiero como una hermana y lamento haberte dicho eso, ya no eres mojigata —Habla tan rápido que me aturde y su voz chillona, bastante parecida a la de Sana aunque le duela, retumba en todo el lugar y el eco se hace más fuerte.
Mis manos acarician sus mejillas y doy dos pasos hacia delante para abrazarla, como quiero a esta tonta hueca de flequillo, se robo mi corazón en el primer día que la vi bailar asereje en la mesa de la escurla, la que estaba justo en el centro, yo era nueva y ella me hizo feliz, luego se bajó de mesa y me presentó a sus amigas.
Otras chicas que me harían feliz, es mi mejor amiga, aunque hable cosas que me molesten y diga cosas que me llenen de estrés la seguire queriendo, total ella es la que me soporta a mi.
"Traje una película super buena". Palabras de Chaeyoung cuando entro a mi casa, me dio un beso en los labios y se sentó en el sofá, preparando todo como si esta casa fuera suya.
Los mensajes de texto eran más frecuentes y las llamadas igual, se la pasaba mandándome fotos que tenían mensajes muy subliminales y los apodos más lindos, cursis demasiado dulces para mi.
Cada que voy a la habitación ella me aparta o me dice que quiere seguir viendo la película, quiero entenderla, quiero saber que le pasa pero mi cabeza es muy lenta en estas cosas, más si soy nueva y me estresa saber que esto puede llegar a ser más fuerte de lo que pensé, lo que me temía desde que entré.
Solo era sexo nada más que eso, ella enseñandome yo aprendiendo y disfrutando el momento, brindándole la atención que debería darle y viceversa.
Me la he pasado pensando mientras ella habla demasiado entusiasmada de la película, reposo mi mejilla en su hombro y bajo mi mano a su abdomen, dibujando círculos que no termino de completar porque su mano baja a mi muslo robándome unos cuantos suspiros cuando lo aprieta.
Mi vista sube un poco a su rostro, sonríe y muerdo mi labio inferior, bajo un poco más la mano y juego con el elástico de su pantalón.
La película suena fuerte y salto de la impresión, desviando un poco la mirada a la pantalla plana, entre cierro los ojos y vuelvo a lo que estaba haciendo.
— Hola —Saludo bajito a Chaeyoung para ver si me esta prestando atención.
Un impulso hizo que metiera la mano en el pantalón, acaricio con lentitud su miembro y la miro de reojo, suspira en mi cabeza y la besa lentamente, lo aprieto y froto un poco— ¿Que estás haciendo? —Me separo y sonrío, sin mostrar los dientes.
Me arrodillo frente a ella y le bajo el pantalón— Clase número cuatro —Recuerdo que me explico algo sobre el sexo oral, sus ojos se cierran y le quito la ropa interior— De tan solo imaginartelo mira como te pones —Su respiración se tranca y beso su muslo derecho, arrastrando mi lengua hasta la base— Lindo —Toco la punta y arrugo la nariz.
— Me estas volviendo loca —Su voz ronca me perturba pero me encanta, saco la lengua lo suficiente para que la vea y sonrío aplantandola un poco con mis dientes.
Subo mi mano derecha y la colocó en la base, aprieto los labios y pienso ¿de verdad voy a hacer esto?, porque siempre he creído que es antihigiénico meterte eso en la boca, se sentirá bien tenerlo aquí como se sentía a bajo.
Abro un poco la boca y meto la mitad, no puedo mentir tengo ganas de vomitar, Chaeyoung gruñe, me quita la mano y la suplanta con la suya.
La mueve lento y chupo una sola vez, subo un poco la mirada y su rostro se está volviendo rojo, siento que se está conteniendo de apurar las cosas, esto no es lo mío, la entiendo.
Lo saco y vuelvo a meter, un par de veces y comienzo a chupar la punta con más fuerza, tanto que mis mejillas se hunden y sus gemidos se hacen un poco más fuertes.
Y dice que soy la que no resiste nada, siento la humedad crecer entre mis piernas y mis manos se posan en su trasero, subiendola un poco más, insitandola a que haga lo que quiere hacer, agarra mi cabello y lo quita de mi rostro.
— Justo así —Lo enrosca en su puño y jala de el, levantándome y uniendo nuestras miradas.
La suya es tan excitante que aprieto las piernas y suelto un sonoro suspiro, bajo a su miembro, mis ojos se cierran y lo beso, luego lo meto a mi boca y otra vez las ganas de vomitar— Chaeyoung ¿podrías apurarte? —Me separo, me duelen las rodillas, no le encuentro nada especial a esto, ¿porque dicen que es bueno?.
Están mintiendo, se siente feo y mi garganta se siente sucia, mi mano derecha se separa de su glúteo y lo agarro, sintiendo como palpita, esta apunto de correrse— Quiero aguantar lo más que se pueda —Dice entre jadeos y me río, subo y bajo la mano a una velocidad que ni yo sabía que tenía y sus caderas se elevan, como si estuviera follando mi mano, un líquido extraño recubre todo su extensión y me entra la curiosidad, suspiro y jadeo, metiendo una gran parte a mi boca, lamiendola y chupando, cada parte, ya entiendo todo.
Su sabor es exquisito, no es muy dulce pero tampoco muy salado, un excelente equilibrio que me explota la mente y me hace ir más rápido, arrastro un poco mis dientes y sus gruñidos se hacen más fuertes, me quita abruptamente y se queda estática— Creo que... —Elevo una ceja y lo vuelvo a meter, solo bastó subir y bajar para que se corriera en mi boca, me atraganto y separó de ella por unos instantes— No tienes que tragarlo —Me estoy debatiendo en si tengo que hacerlo o no.
Tengo las mejillas apunto de explotar y me lo trago, rápido como si no me gustará— Sabes bien —Murmuro y sus mejillas se sonrojan— No se que te pa-
— Quieres sentir eso —No entiendo a que se refiere, me da la vuelta y me sienta con las piernas abiertas, me quita el short y luego la las bragas de un tirón, estas no las rompió, menos mal, siento que ya no me quedan blancas.
Besa la punta de mi dedo y baja, alternando entre sus labios y su lengua, no le quito la mirada de encima con algo de miedo y asombro por la forma tan perfecta en como se comporta.
— ¿Sentir qu-
Su lengua pasa por mi centro y se cuela solo un poco en mi interior, aprieto los muslos en su rostro y agito la caderas en busca de más, abre un poco la boca y chupa, suelto un largo gemido, lanzando mi cabeza, y mis prejuicios, a la basura.
Agarro su cabello y lo jalo, siento que estoy siendo muy brusca y que la estoy lastimando, así que la suelto solo un poco— Tienes un sabor delicioso —Se aparta para decirme eso y antes de que logre hablar vuelve a hundirse entre mis piernas—Eres mi sabor favorito.
— Yo es que...n-no se que te pa-pasa .Digo entre pequeños gemidos y gruñidos que salen sin mi permiso— Sus manos masajean mis pechos por encima de la tela y sacudo mi cadera, hacia delante sintiendo como mete su lengua en mi interior— Ne-necesito saber —Tartamudeo, mis dientes chocan entre sí y me piden seguir hablando.
Sus ojos desprenden algo que no he llegado a entender, me desespera, muerdo mi labio inferior reteniendo los sonidos que quieren salir pata concentrarme en lo que me quiere transmitir— Se que quieres hacerlo no te detengas —Arqueo la espalda y mis ojos se llenan de lágrimas, el placer que me brinda duele y lamento decir que se cuela en mi pecho, haciendo un agujero que no me gusta.
— Chaeyoung —La llamo y la detengo, subiendo sus labios a los míos— Me gusta tanto que hagas eso —El destello que tenían sus orbes se redujo y metio dos dedos de un tirón haciéndome perder el control, gritar de placer y caer en el sofá, temblando como gelatina— ¿Chaeyoung?.
— Tengo que irme... —Se acomoda la ropa, cubriendo su erección y cierra la puerta de un portazo, ¿que hice o dije que la puso así?.
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