Subo la mirada del teléfono y la veo cocinar, está invadiendo mi espacio personal pero no tengo el corazón para decirle que se vaya, además quiero que esté aquí porque de verdad me gustaría pasar tiempo con ella es bastante divertido, sonrío un poco cuando me mira, no es muy buena cocinando y lo más probable es que termine con una pequeña cortada que para ella será lo peor del mundo, tendré hasta que llevarla al doctor, como la última vez, recuerdo la cara del doctor Park, se quería reír pero no lo hizo porque tiene bastante aguante, porque yo si me estaba riendo tanto que creía que me iba a desmayar por la falta de oxígeno.

No puedo evitar sentirme feliz por su presencia a pesar de que nuestro matrimonio no estuvo yendo como debía, las cosas están mejorando y me siento bastante cómoda con su presencia así sea solo para sentir que está conmigo, que de encuentra en casa y que tanto Chaeryeong como yo podemos contar con ella, todo lo que hemos vivido, por separado y juntas definitivamente influyó en nuestras malas decisiones pero eso sí, estamos haciendonos cada vez más fuertes y eso me hace feliz.

Me hace saber que ella también está luchando para que las cosas no se acaben, para que sigamos juntas criando a nuestra hermosa bebé y podamos amarnos hasta que nuestros ojos se cierren de por vida, nunca he creído en los para siempre pero tal vez con ella si pase, puede que lo nuestro si sea para toda la vida y por eso es que el destino nos pone esas trabas, para hacernos más y más fuertes, y así poder batallar con todo lo que se viene, porque apenas estamos comenzando, un año y poco más de casadas, no ha sido sencillo ni mucho menos.

— ¿Te ayudo? —Pregunto, quiero hacerlo porque si no estará haciendo berrinche cuando le diga que la comida no sabe tan bien y que nos puede enfermar, a veces actúa como una bebé, pero no me molesta al contrario me causa demasiada ternura— No quiero que te cortes o pase algo malo en tus manitos —Rueda los ojos y sigue cortando sin prestarle atención, aprieto los labios, entiendo que quiera hacer las cosas solas pero quiero ayudarla, estoy súper aburrida porque Chaeryeong está viendo la televisión super embelesada y ya no encuentro que ver en Instagram.

Me harté de las chicas perfectas que se inventan que tienen alguna enfermedad para atraer a más personas o de las señoras que dicen tener una vida perfecta cuando sé que están engañando a sus esposos, gente que vive de puras apariencias ridículas que ni al caso, y ya no quiero ver los pectorales de ese chico que siempre ve mis historias, no entiende que no le gusta y que nunca me va a llegar a gustar.

— ¿Otra vez el chico pectorales? —Asiento, deja lo que está haciendo y se acerca a mí, a pesar de que está aquí y que hablamos mucho ella no me ha tocado, nada más que besos cuando yo lo permito, no sobrepasa los límites y ahora menos que está la bebé aquí— Deberías bloquearlo —No me salen las palabras, tenerla tan cerca está siendo todo un reto para mi, siento que me ahogo cuando sus manos aterrizan en mis muslos, sé que se está apoya del y que no lo está haciendo en doble sentido pero aún así, hasta quede sorda— ¿Por qué estás sudando? —Me encojo de hombros y separo un poco de su rostro.

— La comida se está quemando —Digo y abre los ojos como platos, que adorable eres y es la verdad se está quemando, como dije no es para nada buena en la cocina, la intención es lo que vale pero gastar tanto material para hacer algo que a la final se va a dañar, es que siento que es un gasto innecesario— Te dije que te podía ayudar —Me saca la lengua y comienza a limpiar— ¿Pollo frito? —Baja la mirada.

— Si por favor —Quiero reírme pero no se lo tomará a bien, no le gusta que se burlen de ella pero es que siempre da algo por lo cual hacerlo, la expresión que tiene, se verdad creía que le iba a salir bien y no la culpa lucía fenomenal— Parala próxima si me ayudas —Habrá una próxima vez en la que no va a tocar la cocina si no estar cuidando a la bebé y viendo caricaturas para que se calmen, para que dejen a la chef de la casa hacer lo que se le da mejor, cocinar.

— Si te soy sincera si tenía esperanzas de que saliera bien —Se acerca mientras se quita el delantal y se sienta a mi lado, apretando ni muslo antes de darle leves golpecitos— Estoy diciendo la verdad no te enfades por esas cosas —Cierra los ojos y relame sus labios, me quiere decir algo pero prefiere guardarselo, me encanta molestar, llegar a su límite y que haga ese pequeño mohín tan adorable.

— No estoy enfadada es que quería hacer algo romántico para ti —Eso de tratar de serlo no se le da para nada bien, llevo el tiempo suficiente como para saber que aunque lo intenta nunca le sale como ella quería que quedara, no tiene el impacto por lo que lo hizo, eso sí, agradezco todos los esfuerzos que hace para ver una sonrisa en mi rostro y hacerme feliz.

Eso hace que se me acelere el corazón, es que hasta con sus intentos me enamora, es toda una genio con eso son darse cuenta, cosa que es adorable porque se queja de que no es buena en lo que en verdad si es, cada cosa que hace es con mucho amor y esa comida de seguro que la trató de hacer lo mejor que pudo, claro, no resulta pero la intención es lo que vale.

— Chaeyoung —Le doy un beso en la mejilla y arrastro mis labios hasta su oreja derecha— Quédate esta noche conmigo —.