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EXTRA 3: ¿Quiéres ser nuestro novio?

—Entonces... ¿Para qué venimos a este lugar? —Yeon Jun pregunta a su esposo mientras entran a la pequeña cafetera junto a Yoon Gi y Ji Min

—¡Quiero que conozcas a mi amigo! Ji Min e Yoon Gi vienen solamente porque todo pagaré yo y ellos quieren comer. —Soo Bin responde con una sonrisa, caminando hacia una mesa de las del fondo.

—¡No es por eso! —Se queja el demonio de la Gula bufando levemente.— Ni Ji Min ni yo conocemos mucho el mundo humano, nos conocimos allí abajo y nunca tuvimos citas reales.

—¿Y por eso tienen que interrumpir mi cita con mi esposo? —Esta vez Yeon Jun habla, recibiendo un golpe de Ji Min.

—Por eso mi hijo me enseñará bonitos lugares para salir con a mi novio. —Ji Min sonríe hacía Yeon Jun quien solo le saca la lengua.

—¡Minnie! —La voz de Soo Bin hace que los tres miren hacia donde este miraba, encontrándose con un chico vestido con una camisa blanca, un pequeño crop top celeste encima, pantalones vaqueros y una boina blanca en su cabeza.

Tanto Yoon Gi como Ji Min no pueden apartar su vista del bonito chico de apariencia tierna y el mismo pensamiento inunda la mente de ambos.

"Es jodidamente lindo"

—Binnie hola, ¿Con quiénes viniste hoy? —El desconocido se acerca a su mesa con una tierna sonrisa en su rostro, un pequeño delantal cubre parte de su vestimenta y pueden deducir que es ahí donde trabaja el chico.

—Bueno, mi esposo Yeon Jun quien ya conoces por las fotos que te mostré, mí papá Ji Min y su pareja Yoon Gi.

La vista del desconocido cae sobre Yoon Gi y Ji Min quienes, sin entender el por qué, separan sus manos que hasta el momento se encontraban unidas y lo miran de igual manera.

—Es un gusto conocerlos, yo me llamo Kim Suk Jin y espero poder llevarme bien con ustedes. —El desconocido por fin se presenta y tanto Ji Min como Yoon Gi piensan que el nombre le queda perfecto. Suk Jin se acerca a los dos mayores y, con una pequeña libreta en su mano, les sonríe.— ¿Podría tomar su orden?

—E-eh sí. —Yoon Gi muerde su labio mientras baja la mirada sonrojado.— Me gustaría tan solo un café con una tarta de chocolate. —"Y tú número también si es posible" piensa con una pequeña sonrisa.

—Yo quiero lo mismo. —Esta vez habla Ji Min sin apartar la vista del chico, Soo Bin empieza a sospechar de lo que está sucediendo. Suk Jin anota los pedidos con una sonrisa y luego se gira hacia Yeon Jun y Soo Bin. Ni de esta manera Yoon Gi y Ji Min apartan la vista de él.

—Yo quiero un batido de chocolate con, uhm, una tarta de hojaldre. —Yeon Jun pide esta vez con una sonrisa.

—Yo pediré luego, ahorita quiero ir a hablar con el gruñón de Kang Hee, vamos Suk Jinnie. —Soo Bin se levanta de su asiento y, agarrando el brazo de su amigo, camina hacia donde era la cocina, frunciendo su ceño al ver qué tanto Ji Min como Yoon Gi seguían mirando atentamente a Suk Jin.

—Bien mi novio junto el mocoso ya se fueron, ¿Me pueden decir por qué lo ven con tanta intensidad? —Yeon Jun va directo al punto viendo a ambos chicos.— Es decir, apenas podían hablar cuando les preguntó su orden.

—Exageras Yeon Jun, solo lo veíamos como una persona que recién conocemos, deja de inventar cosas donde no las hay. —Yoon Gi suelta un pequeño bufido intentando desviar la atención.

—Exacto, de seguro es porque terminaste de ver tus dramas de triángulos amorosos y ahora necesitas ver uno donde sea. —Ji Min murmura viendo al chico aparecer nuevamente para atender otra mesa.

Yoon Gi lo mira también. Aquél chico tiene algo hipnotizante y no puede entender qué es.


—¿Cres en el amor a primera vista?

—¿También lo has sentido con aquél chiquillo no? —Ji Min se gira hacia Yoon Gi.

Horas después de salir de aquél café siguen pensando en el bonito chico con apariencia similar a la de un cachorro y de nombre Suk Jin. Ahora se encuentran tirados en el piso del apartamento que comparten.

—Es que de verdad era demasiado hermoso... —Yoon Gi suspira, llevando sus manos a su rostro.— No sé si lo sentiste pero cuando lo miré a los ojos te juro que me quedé hipnotizado, su tierna mirada me dejó de esa manera.

—También lo sentí. —Murmura esta vez Ji Min, mirando a su novio.

—¿Lo intentamos?

—¿Qué?

—Ya sabes, conquistarlo.

—Tal vez lo asustaremos.

—Prefiero eso a no hacerlo.

—Tal vez no le guste tener una relación de tres.

—Entonces que nos rechace, aprenderemos a vivir con eso.

Se quedan en silencio unos segundos antes de que otro suspiro saliera de los labios de Ji Min y se sentara. Yoon Gi imita a su acción y ahora ambos se giran para quedar frente a frente.

—Bien, pero no vayamos muy rápido, podemos asustarlo.

—Le quitas lo divertido a la vida, Ji Min.

Yoon Gi ríe pero acepta. La pareja se mira con una sonrisa antes de levantarse para caminar hacia la habitación que comparten y acostarse en la gran cama.

—Siempre sentí que algo nos faltaba. —Confiesa Ji Min, abrazando a su pareja.— Tal vez ese chiquillo es lo que...

—Tal vez sí. —Yoon Gi le corta, acariciando sus manos.— Solo prométeme que no me dejaras si esto sale mal.

—Jamás lo haría, mi corazón está contigo y lo estará para siempre al igual que mi alma. —El rizado deja un casto beso en la mejilla del pelinegro.— Después de todo nos unimos hace mucho tiempo ¿Lo recuerdas?

—Éramos niños cuando eso pasó. —El de cabello lizo sonríe, apegándose más al cuerpo de su mayor.— Dos niños aprendices de demonios para ser contenedores haciendo un pacto de sangre con el que unieron sus almas por la eternidad ¿No suena idiota?

—Nosotros éramos dos niños idiotas. —Ji Min cierra los ojos, dispuesto a dormir.— Aunque esa fue la mejor idiotez que pudimos hacer.

Yoon Gi ya no responde. La sonrisa en su rostro y el sonrojo cubriendo sus mejillas deja claro muchas cosas. Él tampoco se arrepentía de aquél pacto de sangre que hicieron siendo tan solo niños de 12 y 10 años. Hace más de 100 años aquello y el recuerdo seguía vivo en su mente como si hubiera sido ayer.


Yoon Gi y Ji Min entran a la cafetería en la que habían estado el día de ayer con una sonrisa. Sus miradas buscan de inmediato al castaño con el que se encontraron el día de ayer y sonríen al encontrarlo. Está allí y su vestimenta no es muy diferente a la del día anterior.

Suk Jin lleva una camisa blanca pero ahora con un crop top color canela suave, un pequeño pañuelo de colores rosa con blanco está atado alrededor de su cuello y unos jeans de tiro medio haciendo conjunto. Se ve perfecto.

La pareja camina hasta una de las mesas y esperan pacientes el ser atendido. No pasa mucho tiempo hasta que el pelicastaño está allí listos para tomar su orden.

—Oh, ustedes vinieron ayer con Soo Bin. —Suk Jin les sonríe al verlos.— ¿Pedirán lo mismo que ayer?

—Uhm, yo no. Pediré otra cosa. —Yoon Gi tiene que morder su mejilla para no decir lo que quiere, se supone que le prometió a Ji Min no asustar a Suk Jin.-- Querré, uh, un licuado de frutilla, un sándwich y una porción de tarta de chocolate. —Ordena con una sonrisa. Suk Jin asiente con una sonrisa y finalmente se gira hacia Ji Min que también debe retener su lado coqueto. Una tarea difícil teniendo en cuenta que es el recipiente del demonio de la lujuria y está en su sangre el ser coqueto.

—Yo pediré tan solo una tarta de frutilla junto a un jugo de naranja.

—Está bien, en unos minutos les traigo su pedido. —Suk Jin hace una pequeña reverencia antes de darse la vuelta sintiendo el cansancio invadir su cuerpo, otra vez está teniendo un ataque.

—Es muy difícil. —Se queja Ji Min a penas el castaño desaparece de su campo de visión. Yoon Gi asiente dándole la razón.— ¿No te parece algo extraño? Siento que lo conozco de algún lado.

—Yo también. —Coincide Yoon Gi mirando al chico atender otras mesas.— Pero no lo sé, tal vez y es solo un déjà vu de vidas pasadas.

Bromea el menor haciendo que Ji Min riera, ellos no tienen vidas pasadas, solo recuerdos de contenedores antiguos y ellos se la pasaban en sus reinos. Nunca salían al mundo humano a disfrutar.

Los minutos pasan hasta que el castañito vuelve a acercarse a su mesa esta vez con su pedido en una bandeja.

—Bien, un licuado de frutilla, un sándwich y una porción de torta para ti. —Suk Jin deja todo el pedido del menor frente suyo sonriendo.— Y un jugo de naranja con tarta de frutilla para ti. —Ahora deja el pedido en frente de Ji Min, sin embargo, en la pequeña bandeja aún queda un vaso con lo que parece licuado de durazno junto a un pequeño plato que tiene una porción de torta.— ¿Les molesta si me siento a pasar mi descanso con ustedes?

La pareja se mira con sorpresa sin embargo niegan con la cabeza y luego asiente, dando a entender que sí podía pasar su descanso allí. Suk Jin sonríe y se hace un lugar al lado de Yoon Gi, saca su licuado junto a su torta de la bandeja y así dejarlos en la mesa para finalmente dejar la bandeja en sus pies.

—Entonces... —Kim le da un sorbo a su bebida antes de volver a hablar.— Gula y Lujuria ¿Cierto? —Pregunta, causando impresión en los dos demonios.— Es imposible no reconocerlos, ayer no dije nada porque bueno, no sé si Soo Bin y su esposo lo saben.

—En realidad estamos aquí gracias a ellos. —Admite Yoon Gi tomando de su licuado.— Soo Bin también era un demonio pero a diferencia de nosotros, él fue convertido por Ji Min.

—Oh, así que por eso no se asustó cuando le conté de mis ataques. —Suk Jin sonríe y lleva una de sus mano al centro de su pecho, haciendo una pequeña reverencia.— Kim Suk Jin, recipiente del demonio de la pereza.

—Oh, ahora sé por qué me sonabas tanto. —Ji Min sonríe, recordando cuando escuchó hablar del chico.— Eres el demonio que nunca está en su lugar, siempre está en el mundo humano.

—Exactamente, allí abajo es muy aburrido como para vivir cientos de años así que llevo años aquí arriba, es más divertido. —Suk Jin se encoge de hombros, dándole otro sorbo a su licuado.

—Lo sabemos, abajo no hay muchas que hacer. —Yoon Gi sonríe mientras una de sus manos se dirige al pañuelo que el castaño tiene en su cuello.— Lo prometí pero realmente no soy alguien de paciencia. Queremos que salgas con nosotros, los tres en una cita.

—¡Yoon Gi! —Regaña Ji Min mientras Suk Jin explota en carcajadas, sorprendido y avergonzado por el atrevimiento del demonio de la gula.

—Acepto, pero no se quejen si me siento cansado en medio de la cita.

Suk Jin sonríe dejando a los demonios restantes embobados. De verdad aquella sonrisa los ponía tontos, bueno, más de lo normal.


—¿Por qué tan formales a una cita? —Murmura Suk Jin viendo a sus, casi, novios vestidos de traje.

—Porque es la cita número 50, la mitad de cien y tenemos una sorpresa. —Responde Yoon Gi sonriendo como niño pequeño mientras toma la mano del castaño.

—¿Las contaron? —Pregunta el castaño tomando la mano del rizado. Quedando así entre medio de sus los dos demonios.

—Tal vez, además ya son 250 días desde que nos conocimos. —Esta vez habla Ji Min mientras los tres empiezan a caminar.

—Ustedes realmente... Me sorprenden. —Declara Suk Jin negando con la cabeza, de verdad aquellos chicos lo sorprenden cada día más.

Los minutos pasan en total silencio pues ninguno de los tres dijo algo más luego de eso. Ji Min y Yoon Gi porque estaban nerviosos y Suk Jin porque él tuvo la palabra al último, no tiene nada qué decir.

—Shh. —Ji Min suelta la mano del castaño para ir detrás suyo y ponerle un pañuelo para tapar su vista.— No te lo puedes sacar hasta que digamos, ujum.

El castaño bufa pero asiente mientras se queda quieto, siente a ¿Amigos? moverse, pues Yoon Gi ya no está agarrando su mano, y eso le impacienta aún más. Quiere arrancarse el pañuelo que tapa sus ojos pero no quiere arruinarle la sorpresa a Yoon Gi Y Ji Min.

—Bien, puedes quitarte ese molesto pañuelo. —Yoon Gi le indica.

Suk Jin no tarda en obedecer y se quita el pañuelo observando la escena que tiene en frente. Los dos chicos están apoyados en una rodilla como si fueran a pedir matrimonio, Ji Min sostiene la cajita con una de sus manos mientras que Yoon Gi la abre, sus brazos libres forman un corazón entre los dos.

—¿Quieres ser nuestro novio? —Hablan al mismo tiempo con una sonrisa en el rostro al terminar.

Suk Jin no sabe si reír por lo tonta que es la propuesta o asentir efusivamente para indicar que sí quiere ser el novio de aquellos dos idiotas. Finalmente opta por hacer ambas al mismo tiempo mientras se acerca a los otros dos demonios para abrazarlos. Yoon Gi Y Ji Min se sonríen de manera triunfadora mientras abrazan a su ahora novio.

—Mira, te mandamos a hacer este anillo. —Ji Min se aleja un poco tomando la pequeña cajita.— Cuando Yoon Gi y yo empezamos nuestra relación yo tenía un anillo con su inicial y él uno con la mía, al conocerte y empezar a salir contigo decidimos cambiarlos y hacer uno para ti.

Suk Jin mira el anillo que ahora sería suyo, es de oro y tiene escrito un bonito "Y&J". Luego mira el de Ji Min que tiene "Y&S" y finalmente mira el de Yoon Gi que tiene "J&S"

—Realmente son unos cursis. —Ríe Suk Jin, abrazando con fuerza el cuerpo de los dos contrarios.

—hm, así de tontos nos quieres, por eso aceptaste ser nuestro novio. —Reclama Yoon Gi, sonriendo.

Suk Jin no tiene nada que responder, solo puede quedarse abrazado a ese par de bobos que robaron su corazón ocho meses atrás a primera vista.

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Final de los extras, realmente espero les haya gustado esta linda historia. ❤

Actualización (3/3) 🌻

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