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XXXIII. Asuntos pendientes

Cuando T/N Corvus abre sus ojos en la mañana del miércoles, nota que sus compañeras están conversando. Todas han querido olvidar por completo el más reciente y lamentable acontecimiento.

Pansy Parkinson arregla su largo cabello como suele hacerlo cada día. Las gemelas se colocan los calcetines.

Flora - Oh, la bella durmiente ha despertado.

¿Vendrás con nosotras a la clase de pociones?

Anoche dijiste que asistirás.

Pansy - Hmph.

Si va a venir será mejor que se apresure.

Hestia - ¿Aún estáis molestas?

Supérenlo de una vez.

Flora Carrow saca un pequeño espejo y su mascara de pestañas.

Flora - Tengo ganas de desayunar pan fresco.

Hestia - Flora, siempre desayunamos pan fresco.

Flora - No es cierto, a veces sirven tostadas o galletas.

Hestia Carrow pone en blanco sus ojos. Luego, ambas se dirigen al tocador para seguir arreglándose.

T/N Corvus se ha mantenido en silencio desde que despertó. Permanece inexpresiva... pero, en su mente no puede dejar de pensar en aquello que la hace tan feliz. Nada en el mundo puede arruinar su estado de ánimo, ni siquiera sus compañeras de dormitorio.

Flora - ¡Vaya, T/N!

¿Estás usando brillo labial?

Todas voltean a verle, están muy sorprendidas. Había días en los que T/N se arreglaba bastante, sin embargo en esta ocasión es algo inusual.

Hestia - Es verdad.

¿Estás saliendo con alguien?

Pansy - Yo digo que quiere impresionar a algún chico.

T/N - ¿Realmente les sorprende tanto?

Las chicas sonríen entre ellas. Están casi seguras de que al fin T/N Corvus logró encontrar una persona que le llame la atención. Se le acercan muy curiosas, queriendo que les dé más detalles.

Flora - No lo ocultes.

¿Nos dirás de quién se trata?

Hestia - Sabes que si necesitas algo te podemos ayudar.

Pansy - Tienes que llevar contigo el labial.

Para que puedas retocarte después del desayuno.

T/N - No estoy saliendo con nadie.

Ellas vuelven a mirarse y asienten con la cabeza.

Hestia - Si, definitivamente está saliendo con alguien.

Pansy - De todas formas no creo que confiese, ya la conocen.

(...)

Una vez terminado el desayuno, las chicas se adentran en las profundidades del castillo. Caminan a través de los pasillos oscuros y húmedos que conducen al lugar favorito de T/N Corvus, el salón de pociones. El techo abovedado, las paredes de piedra provocan que los pasos de los estudiantes resuenen por todo aquel lugar.

Al ingresar al salón el aire se vuelve más denso. Como siempre, impregnado con su característico olor a hierbas y sustancias químicas.

Todos toman sus lugares. Los estudiantes están nerviosos, esperando la intervención del profesor Snape. Él observa a cada uno en el salón, incluso a T/N Corvus.

Severus Snape - El día de hoy aprenderemos sobre la poción Felix Felicis, también conocida por "Suerte líquida".

Como es bastante obvio, el uso principal de la poción Felix Felicis es aumentar la suerte.

No es una poción mágica que pueda usarse infinitamente; debe ser con moderación.

Usarlo demasiado puede causar algunos efectos secundarios negativos graves... pero, la razón principal para tener cuidado es debido a su toxicidad.

El profesor Snape camina alrededor del salón durante la conferencia, sus manos están juntas. Todos permanecen callados, escribiendo en sus cuadernos cada palabra.

A pesar de la atmósfera intimidante, T/N Corvus se siente emocionada por asistir a las clases de pociones nuevamente. Ella levanta su mirada al frente, se da cuenta de que Harry Potter y sus amigos han asistido también. Harry le regresa la mirada queriendo saludarla pero, Hermione Granger le da un codazo insinuándole que preste atención.

Severus Snape - El elevado costo de los ingredientes además del tiempo que debe invertirse en su elaboración, hacen que esta poción sea bastante compleja.

Por lo tanto, solo estudiaremos la teoría.

Los quiero a cada uno escribiendo un ensayo de dos mil palabras para evaluar sus conocimientos respecto a la clase.

Comiencen ahora.

Durante aquel turno, el salón ha estado en calma. Los estudiantes utilizan algunas hojas y una pluma al escribir sus ensayos. Varios incluso ya han terminado, se retiran del salón de pociones. Entre ellos, Hermione Granger y otros chicos de Ravenclaw.

Cuando todos se han retirado del lugar, T/N Corvus continúa escribiendo en su mesa.

Severus Snape - No pensarás quedarte ahí hasta el final del día.

Ella sonríe sin despegar la mirada de la hoja.

T/N - He perdido un poco de entrenamiento... después de tanto tiempo sin asistir a sus clases, profesor Snape.

Severus Snape - A mi me parece una perfecta excusa.

El profesor Snape camina hacia ella, apoya una mano sobre su mesa. Él ve atentamente lo que está haciendo.

Severus Snape - Creo que ya has terminado.

Le retira las hojas con cuidado y se dirige a colocarlas sobre su escritorio. T/N Corvus le sigue.

Severus Snape - No existe nada que te impida hacer lo que quieres.

¿No es así?

Con un brazo la rodea por la cintura, provocando que ambos se junten. Él se acerca despacio a su rostro.

T/N - Sin embargo...

En ese momento se detiene pero, no le quita los ojos de encima.

Severus Snape - ¿Qué es?

T/N - En realidad, esperaba que estuviera dispuesto a enseñarme... aquel hechizo.

Severus Snape se retrae lentamente, tiene una expresión de curiosidad.

Severus Snape - ¿De qué hechizo estás hablando?

T/N - Specialis Revelio.

Él la analiza de arriba hacia abajo solo con sus pupilas, luego toma una respiración profunda y comienza a hablar.

Severus Snape - Has tenido cierta inclinación por los hechizos reveladores desde hace algún tiempo.

Y supongo que tiene que ver con tu interés en las mazmorras.

¿Me equivoco?

T/N - Me sorprendió mucho cuando lo utilizó en mi.

Solo quiero aprender a realizarlo, nada más.

Él sonríe sarcásticamente. Es obvio que no cree en sus palabras.

Severus Snape - Tus excusas no funcionan conmigo, T/N.

Que hayas mostrado interés en las mazmorras desde el principio, es un hecho que no he despejado de mi mente.

Quiero que me digas la verdad, ahora.

T/N Corvus suspira. Pretende dejar de lado las excusas y ser honesta. Camina alrededor mientras escoge las palabras.

T/N - Escuché una historia... una vez.

Que en el lugar más profundo del castillo de Hogwarts se encuentra un secreto.

Un secreto que nunca se ha podido revelar.

Severus Snape no le ha quitado los ojos de encima, se ve ligeramente sorprendido por el hecho de que T/N conozca aquella historia. Se trata de uno de los mitos más antiguos referentes al gran castillo.

Severus Snape - Así que era eso.

La he escuchado antes y puedo asegurarte que no es cierta.

Existen muchas versiones; en general se trata de magia antigua poderosa.

El único que hubiera sido capaz de averiguarlo no tuvo éxito... créeme que si lo hubiera conseguido, las cosas serían muy diferentes ahora.

En caso de que fuera real, ¿cómo pensabas llegar tan lejos?

Ella se detiene frente a él.

T/N - Solo busco verificarlo por mi cuenta.

Severus Snape - Te recomiendo que no te involucres en esas cosas.

Jamás sabrás de antemano si puedes manejarlo o no.

T/N - Pero... no está prohibido explorar el castillo.

Severus Snape - No, no lo está.

Tampoco hay el suficiente personal y recursos para vigilar lo que hacen los estudiantes a cada momento.

Las mazmorras contienen tantos secretos como peligros inimaginables; probablemente ya sepas de lo que te estoy hablando.

T/N escucha sus palabras con atención. Él la va acorralando contra su escritorio; su mirada es muy seria.

Severus Snape - No es algo con lo que deberías jugar, T/N Corvus.

Abandona esos ideales que ponen en riesgo tu vida.

Ella no puede evitar sonreír.

T/N - ¿Estás preocupado por mí, Severus?

Él levanta ambas cejas ante su interrogante. Coloca sus dos manos sobre el filo del escritorio, rodeándola. Poco a poco acerca su rostro al de ella y la mira fijamente.

Severus Snape - Algo me dice que buscarás aprender el hechizo de cualquier forma.

Te lo enseñaré, en su momento.

Hasta entonces...

Ella alza sus manos delicadamente alcanzando su cuello. Lo mantiene estable mientras contempla sus ojos. El profesor Snape nunca se había sentido tan cercano para ella. Siente que podría hacer lo que sea, abandonar cualquier cosa, solo por él. ¿No es así como debería sentirse... amar a alguien?

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