¡Cuánta emoción hay ese sábado tan temprano! Después de dos semanas de intensos entrenamientos y partidos emocionantes, ambos equipos se encuentran listos para dar lo mejor de sí mismos mañana en la cancha. La esperada final de Quidditch entre Slytherin y Ravenclaw está a solo algunas horas.

Los murmullos, las risas de los estudiantes llenan los pasillos que conducen al Gran Comedor, donde T/N Corvus desayuna junto con sus compañeros de Slytherin. Nadie visitó Hogsmeade ese día. El lugar está repleto de jóvenes emocionados y ansiosos esperando la llegada de aquel momento.

Pansy - ¿Emocionadas por la gran final, chicas?

Flora - ¡Obviamente! ¡No puedo esperar por la victoria de Slytherin!

Hestia - No hay forma de que Ravenclaw pueda ganarle a nuestro equipo.

Esta vez vamos con todo.

Flora - Por lo menos, si perdemos de nuevo ya no sería contra Gryffindor.

Pansy y Hestia enfocan su mirada en Flora mientras sostienen sus tazas de café. Lucen muy escalofriantes.

Flora - ¿¡Qué!?

¡Ellos nos vencieron el año pasado!

Hestia - Solo... sigue tragando.

T/N Corvus parece perdida entre pensamientos. Le da vueltas y vueltas a la cuchara en su taza de café con leche. Uno de sus brazos sostiene su cabeza a lo que observa el café mezclarse lentamente.

Pansy - Ve preparando esas lindas mejillas, T/N.

Mañana me voy a esmerar con ellas.

Pansy y las gemelas le sonríen un tanto sarcásticas, pero T/N no regresa a verlas. En cambio deja escapar un suspiro de incomodidad.

Hestia - ¿Por lo menos podrías fingir un poco de emoción?

¡Es la final del campeonato!

Lo más emocionante que sucede en Hogwarts cada año.

T/N - ¿Lo más...?

Si es así, no quisiera preguntar por lo menos emocionante.

Flora - Serían las clases de historia, ¿no?

Cuando trasnocho prefiero tomar esa clase y recuperar algunas horas de sueño.

Pansy - Ya puedo visualizar el momento en el que Draco sostenga la snitch dorada en sus manos.

¿Saben qué es lo mejor?

Podremos echar pestes sobre los Ravenclaw con un verdadero motivo.

Las cuatro chicas salen del comedor. Hay muchos estudiantes alrededor. Algunos tienen sus caras coloreadas, otros se limitan a las bromas y las burlas.

Hestia - Quedémonos hoy en la sala común.

Escuché que van a hacer algo interesante entre todos...

Flora - ¿Te refieres a que van a traer... "eso"?

Pansy - Exacto.

Flora - Pero deberían mantenerse estables para mañana porq-

Pansy - ¡Tranquilízate!

Ni siquiera es tan fuerte.

¿Tú qué dices, T/N? ¿Nos acompañas?

Ninguna de las tres se había dado cuenta de que T/N había desaparecido de su lado. Miran alrededor y solo ven a los demás estudiantes eufóricos. Se encogen de hombros y continúan su camino a la sala común.

(...)

Severus Snape - Aprendes más rápido de lo que me gustaría admitir.

El profesor Snape baja lentamente su varita y la guarda. Ese día luce un poco ansioso. No se sabe si por la final o por alguna otra cosa...

T/N Corvus lleva alrededor un aura luminosa que se va disipando. También baja su varita y regresa a una posición relajada.

Severus Snape - Así podrás protegerte de algunos hechizos.

No te confíes, tampoco va a concederte la inmortalidad.

T/N - Parece que usted siempre fue muy bueno en duelos.

Severus Snape - ¿Duelos?

Nunca tuve afinidad con los duelos supervisados si a eso te refieres; pero tuve que aprender a atacar y defenderme.

El salón de pociones está sumido en una suave penumbra. Las pisadas del profesor Snape hacen eco alrededor y ese, aparte de sus voces, es el único sonido percibido en el lugar.

El aroma es el de siempre; una mezcla entre polvo, ingredientes y obviamente, el propio aroma de Severus Snape.

Ella podría fingir que sus clases se le dificultan, así pasaría más tiempo con él. Sin embargo, prefiere tratar de impresionarlo, tratar de demostrar que es mejor de lo que él cree.

El profesor Snape regresa a su escritorio. No la despide, ha desarrollado una ligera costumbre de verla buscando tranquilidad en ese mismo lugar. Por lo tanto, se pone en marcha con el resto de sus labores mientras deja a T/N Corvus decidir si quiere quedarse o no.

En ocasiones, el profesor Snape levanta sus ojos para ver lo que ella hace. Está sentada, con un pequeño cuaderno en una mano y con la otra repite ciertos movimientos en secuencia, utilizando su dedo.

Severus Snape - ¿Es eso una práctica del encantamiento Revelio?

Ella voltea a verle rápidamente.

T/N - Sí, profesor Snape.

Severus Snape - Ya veo.

Espero que sea por cuestiones académicas y no porque estés planeando algo.

Una ligera sonrisa sarcástica se dibuja en su rostro, ella al notarlo sonríe de vuelta. Se enfoca en el cuaderno otra vez, sin embargo se le ocurre iniciar una conversación...

T/N - El director Dumbledore... confía bastante en usted.

¿No es así?

Él vuelve a poner sus ojos sobre ella, con las cejas un tanto unidas.

Es inusual que T/N toque un tema de conversación de ese tipo. Solo había mostrado interés en los sentimientos del profesor Snape pero nunca nada más allá de eso.

Severus Snape - Al igual que en los demás profesores.

Él no deja de mirarla.

Severus Snape - ¿Por qué la pregunta, Corvus?

T/N - Estaba recordando mi ceremonia de selección.

Me preguntaba por qué le había confiado a usted aquella tarea y no a otro profesor.

El profesor Snape toma aire, lo exhala con cierta lentitud. Vuelve a enfocarse en sus labores.

Severus Snape - No es obra del destino si eso piensas.

Tampoco es un secreto para nadie que soy de los mejores legeremantes aquí en Hogwarts.

Es normal que él quisiera mi propia opinión sobre ti.

Ella pretende estar leyendo pero le está prestando mucha atención a sus palabras.

T/N - Y... ¿qué le dijo sobre mí?

Severus Snape - No te incumbe.

¿Eso es todo lo que querías saber?

T/N - Yo solo... pensé que usted era algo así como...

Severus Snape - ¿Como...?

T/N - Como el profesor favorito del director.

Él suspira.

En ocasiones considera la posibilidad de que T/N Corvus tiene una manera de pensar bastante ingenua. Aunque... no es que estuviera del todo equivocada.

Severus Snape - Bien, Corvus.

Se podría decir que tal vez, de manera profesional.

T/N - Resulta curioso, considerando su forma de tratar a la mayoría de estudiantes.

Aquellas palabras le tocan más de un nervio. Se levanta de su escritorio y se dirige con ímpetu hacia T/N; ahora con una mirada de disgusto.

T/N nota el impulso con el cual se acerca y se levanta de su silla.

Él se detiene frente a ella, viéndole a los ojos.

Severus Snape - No me gusta que me hablen con rodeos, Corvus.

Será mejor para ti decir aquello que tienes que decir.

T/N - Yo...

Severus Snape - Habla ahora.

El profesor Snape había pasado un largo tiempo en compañía de T/N Corvus sin enfadarse, hasta ese día.

T/N - ¿Por qué decidió darme clases de defensa en primer lugar?

¿Fue por el director?

Él mira hacia el techo, tratando de adquirir paciencia de alguna forma.

Severus Snape - Eso... ¿por qué sería importante?

T/N - Quiero saber si hace esto porque usted quiso o porque el director se lo pidió.

Severus Snape - Y según tu razonamiento, ¿cuál es la diferencia?

T/N - Yo creí que-

Él la interrumpe. Su tono de voz es agotado y casi frustrado.

Severus Snape - ¿Qué?

¿Que quería pasar más tiempo contigo?

¿O tener alguna excusa para verte a solas?

Es eso lo que pensabas, ¿no es así?

Ella está paralizada con los ojos bien abiertos mientras él habla. Puede verlo acercar su cabeza hacia la suya.

Severus Snape - Deja de actuar como una niña ingenua, Corvus.

El director Dumbledore me pidió que te diera tutorías después de lo sucedido con el Dementor.

Lo que pudo haber ocurrido durante esas clases... no fue nada planificado.

T/N Corvus desvía su cabeza hacia otro lado. Su rostro refleja molestia, se siente incapaz de decir palabra.

El profesor Snape alza la mano hacia su barbilla y redirecciona su rostro hacia el suyo.

Ambos se observan por segundos. Él la detalla con cautela, quiere ver mas allá; pero ella sigue sin cambiar la expresión.

Severus Snape - ¿De verdad es posible que alguien como tú maneje así de bien un arte tan complejo como la Oclumancia?

Ningún sonido sale de la boca de T/N. Los ojos oscuros de él quieren ganar sobre los ojos oscuros de ella. Parece un juego entre dos abismos luchando por saber cual es el más profundo.

Severus Snape - Regresa a la sala común en este momento.

El profesor Snape la suelta y ella sale apresurada del salón de pociones. De todas formas debería prepararse mentalmente para un día muy agotador mañana.