T/N Corvus se encuentra sentada en su cama, tiene un libro en las manos y un gesto de seriedad en su rostro, como de costumbre. Es domingo, a pesar de que debería ir a sus clases exclusivas con el profesor Snape, esta vez no será así.

Pansy, Hestia y Flora están emocionadas hablando sobre el partido de Quidditch que se llevará a cabo ese mismo día entre Slytherin y Hufflepuff.

Pansy - ¿Qué creen que pasará?

Hestia - Ya lo has preguntado unas veinte veces, Pansy.

¿Quieres parar?

Pansy - No puedo evitarlo, estoy oficialmente nerviosa.

Pansy y las gemelas eligen qué atuendo usarán durante el partido.

Hestia - Ganaremos fácil...

O sea, es Hufflepuff.

Flora Carrow mientras tanto, está examinando su atuendo.

Flora - ¿Esta falda es muy corta?

No quiero que se me vea demasiado.

Pansy y Hestia la miran frunciendo el ceño.

Pansy - ¿Corta?

¿Qué te parece si te pones un velo negro? 

Así terminas disfrazándote de monja.

Ambas se pierden entre risas por varios minutos. T/N Corvus en cambio, sigue absorta en su libro. Quien sabe cómo se las arregla leyendo en medio de tanto escándalo. Tal vez ha tenido que acostumbrarse y desarrollar una excelente habilidad para disociarse del entorno.

Hestia - ¿Otro maldito libro, T/N?

Por dios, ¿quieres apresurarte?

T/N - No entiendo por qué tanto entusiasmo por el Quidditch...

Es realmente aburrido.

Ellas intercambian una mirada preocupada. Pansy se encoge de hombros con indiferencia.

Pansy - Bueno, lo siento, vendrás con nosotras de todos modos.

T/N levanta las cejas en señal de incredulidad pero, no responde. Sabe que no tiene opción y estará casi obligada a soportar el partido, aunque lo encuentre aburrido e innecesario.

Pansy - ¿Ya estamos listas?

Hestia - ¿No...?

Falta una cosa más.

Las tres chicas se miran, sonríen diabólicamente antes de enfocar sus ojos en T/N Corvus, quien se acomoda los zapatos sentada en su cama.

Las gemelas la embisten de ambos lados y sostienen sus brazos. Pansy se arrodilla frente a ella con una pequeña caja de maquillaje en una mano, en la otra tiene una brocha muy delgada.

T/N - ¡No!

No lo harás.

Pansy - Sí, sí lo haré.

T/N forcejea con las gemelas y mueve su cabeza de un lado a otro evitando la brocha de Pansy Parkinson.

Hestia - Si te sigues moviendo quedarás peor.

Flora - Es solo un poco de maquillaje...

¿Qué importa?

T/N - Soy alérgica.

Pansy - Mala excusa.

Pansy sostiene fuertemente su rostro con una mano, T/N la mira muy disgustada.

Pansy - Oh, ¿y esa herida?

Ella no responde, mantiene su mirada enojada. Pansy Parkinson dibuja una imperfecta bandera color verde y plateado en sus mejillas.

Hestia - No me sorprendería si un día llegase sin un brazo.

Las cuatro chicas se dirigen al campo de Quidditch. El ambiente es vibrante, lleno de energía desde que salen del dormitorio. Los chicos de Hufflepuff y Slytherin se mezclan, se burlan entre sí al dirigirse a sus respectivas gradas.

T/N Corvus va detrás de las chicas. Sus mejillas coloreadas no le ayudan con su humor. Las gemelas llevan bolsas que contienen muchos snacks diferentes, quieren pasarlo en grande durante el partido.

Finalmente, las chicas llegan a sus asientos. Las gradas del estadio de Quidditch están abarrotadas de jovenes emocionados. El sol brilla en un cielo azul claro, creando una atmósfera agradable y cálida.

Muchos caminan por las gradas buscando sus asientos. Algunos llevan bufandas, sombreros de los colores de su casa, otros portan pancartas y gritan el nombre de su equipo.

Pansy - ¡Ahí va Draco!

Por Merlín, es tan sexy.

Flora - Pero no es el único.

Todos lucen demasiado sexys en esos uniformes.

Y como es un partido de verdad, la agresividad en sus rostros ayuda bastante.

A medida que se acerca la hora del partido, la emoción crece en el aire y los gritos de los estudiantes se hacen más fuertes. Tal vez si T/N hubiera traído orejeras no estaría en su asiento tan aturdida.

Los jugadores de Hufflepuff y Slytherin se preparan. La multitud en las gradas está llena de energía con los estudiantes de ambas casas animando a sus respectivos equipos.

Los buscadores de cada equipo se ven listos en sus escobas, mirando fijamente la snitch dorada suspendida en el aire. Los guardianes, dispuestos a proteger sus respectivos aros. Los cazadores de Slytherin están posicionados, con la quaffle lista para ser lanzada.

Flora - ¡Qué emoción! ¡Qué emoción!

Hestia - Cállate.

Hestia llena la boca de su gemela con snacks.

El silbato suena, las pelotas del juego comienzan su trayectoria. Los cazadores de Hufflepuff rápidamente toman el control de la quaffle, pasándosela entre ellos mientras intentan marcar un gol en el aro de Slytherin. Los cazadores de Slytherin no se quedan atrás. Roban la quaffle y la lanzan al aro de Hufflepuff, realizando la primera anotación.

Todos los Slytherins alrededor de T/N se levantan y gritan. Ella aun sentada, cubre ambos oídos con sus manos.

Hestia - Esa fue una excelente jugada.

¿No creen?

Pansy - ¡Oh sí!

Miren a Draco, se nota que se está esforzando bastante.

Los buscadores están volando frenéticamente por todo el campo, tratan de atrapar la snitch dorada. Los guardianes hacen lo posible para mantener las pelotas fuera de sus respectivos aros.

Pansy - Les van a dar una paliza a esos Hufflepuff.

Flora - No te adelantes, Pansy.

Recuerda, la vez pasada Hufflepuff llegó a las finales.

Hestia - No se puede negar que tienen un equipo impresionante este año.

Esos cazadores son rápidos como un rayo.

Flora - Aun así no son rivales para Slytherin.

Pansy - Claro, teniendo a un buscador como Draco... porque el resto del equipo no puede hacer nada sin él.

Flora - Eso no es justo, Pansy.

Nuestros golpeadores son buenos, y nuestro guardián también.

Hestia - ¿Quieren pararle?

Disfruten del juego en paz.

Hay tantos jóvenes en el graderío que T/N Corvus apenas se nota en su asiento. La mayoría está en pie, realizando gestos de ánimo. Incluso hay muchos estudiantes de Ravenclaw y Gryffindor expectantes del partido.

Flora - ¿Ya vieron al guardián de Hufflepuff?

Es bastante guapo.

Hestia - ¿Guapo? Ni siquiera sé quién es.

Flora - ¿No has oído hablar de él?

Se llama Herbert Fleet.

Pansy - Ah, yo lo conozco.

Creo que salía con una chica de Ravenclaw.

T/N come casi tranquilamente sus snacks, acompañada del bullicio. Desde su ubicación es imposible espiar al profesor Snape. Pero ella sabe que él está ahí, en una de las torres observando el partido.

Por ratos, su mente divaga en los recuerdos de ellos dos en el bosque prohibido. Se deja llevar por sus pensamientos, hasta el punto de olvidar algo muy importante. Algo que... cuando lo recuerda, no puede evitar que su rostro se vuelva indiferente.

Flora - ¡Auch! Hasta a mi me dolió eso.

Hestia - Zabini es demasiado agresivo, casi lo envía a San Pedro con esa bludger.

Pansy - Sí, espero que por lo menos se haya roto la nariz.

Flora - No deberías desearle eso a nadie, Pansy.

Hestia - Cálmate, esto es parte del juego.

Pansy - Relájate Flora, es solo un juego.

No hay necesidad de ser tan sensible.

Después de unas largas y emocionantes horas de persecución, el buscador de Slytherin, Draco Malfoy, logra atrapar la snitch dorada, asegurando la victoria para su equipo.

(...)

T/N - Deduje que estaría aquí, profesor Snape.

Él levanta la vista de los pergaminos sobre su escritorio. Su mirada es seria, no de enojo, es su seriedad habitual. Cuando confirma la llegada de T/N al salón de pociones regresa sus ojos a los pergaminos y le responde.

Severus Snape - Hoy no tenemos ninguna clase, Corvus.

Deberías unirte a las celebraciones.

Severus Snape evade la celebración de la sala común de Slytherin. No le agradan las festividades pero, no es del tipo de profesor que prohibiría un poco de diversión para sus estudiantes.

T/N - Creo que... ya tuve demasiado con el partido.

Severus Snape - Y supongo que no habían más lugares en Hogwarts a donde pudieras ir.

Ella sonríe ante su comentario. La personalidad sarcástica del profesor Snape es algo que ella más que enfadarla, disfruta.

T/N - Prometo no molestarle.

T/N se recuesta sobre una de las mesas del salón, mientras lee el libro de encantamientos de su año. Él no responde nada, la observa por unos segundos y luego continúa su trabajo en silencio.