XLVI. Revela tus secretos (pt. 1)
T/N Corvus contempla el mediano frasco con las semillas reposando sobre el húmedo algodón.
Apenas se nota el hecho de que la preocupación la está carcomiendo mentalmente. No ha visto al profesor Snape desde su salida de la enfermería, pero sabe que dentro de pocos minutos volverán a encontrarse.
Hestia - Las semillas necesitan luz de sol para germinar, T/N.
T/N - Estas no.
Hestia - ¿Ah no?
Bueno, por lo menos ya conoces las plantas que se adaptan a nuestro entorno.
Flora - Deberías mejorar esa nota antes de los exámenes finales, ya sabes.
T/N realiza largas respiraciones previas a colocar el frasco bajo su cama y salir del dormitorio. Por más lento que intenta hacer el recorrido, sigue sintiéndose bastante corto.
Al entrar en el salón de pociones, lo primero que ven sus ojos es él. Está completamente de espaldas, brazos cruzados y un aura pesada de impaciencia.
Sabe que no será un tema sencillo.
De cualquier manera, aquello era inevitable. En algún punto el profesor Snape conocería los detalles, solo... no consideró que sería tan pronto.
T/N - Severus yo...
Severus Snape - No, T/N.
No quiero tus excusas.
Él responde inmediatamente. Necesitaba oir la voz de T/N para manifestar su inquietud colmada de indignación.
Severus Snape - Por una vez en tu vida... deja de lado las estúpidas excusas y admite la verdad.
Tú sabías que se trataba de una posesión mental.
Lo supiste todo el tiempo y solo pretendías perder la memoria.
Ella se queda sin palabras. No acostumbraba a escuchar su tono amenazante.
Severus Snape - ¡Admítelo!
Su exclamativa voz la asusta. Se encoge de hombros y aprieta sus puños a la par.
Severus Snape - Quiero que salga de tus propios labios.
T/N Corvus abre la boca con mucho esfuerzo. No estaba lista para que él supiera la verdad, no en ese momento...
T/N - Sí, Severus...
Lo supe todo el tiempo.
Una vez que confiesa él se relaja, pero su mirada se vuelve aún más seria y deductiva.
Severus Snape - ¿Quién es? ¿De quién se trata?
¿Quién es la persona tan importante que ataca tu mente y te veas obligada a mentir al respecto?
T/N - Es... es personal.
Severus Snape - ¿Personal?
Seguirás evadiendo la verdad, ¿no es así?
Su ceño está muy fruncido. No deja de mirarla fijamente a pesar de que ella evita el contacto visual.
Severus Snape - ¿Por lo menos estás consciente de la seriedad del asunto?
T/N Corvus tiene sus ojos puestos en el suelo. No quiere verlo, no quiere aceptar que él está verdaderamente decepcionado de ella.
El profesor Snape emite un sonido sarcástico, mirando a su alrededor con incredulidad.
Severus Snape - ¿Por qué lo estarías?
Si es lo que imagino entonces solo eres...
Ella levanta su rostro, coincidiendo con el suyo. Su tono de voz es frustrado. La desesperación le está ganando.
T/N - ¿Soy qué? ¿Un mortífago?
¿Me acusarás igual a la otra vez?
¿Qué hay de ti?
Tú mismo me has culpado de falsa ingenuidad... y no soy tan ingenua para no darme cuenta, Severus.
El profesor Snape se queda perplejo con lo que acaba de escuchar. Pese a las ligeras sospechas... no puede entender a profundidad el significado de sus palabras.
Severus Snape - ¿De qué estás hablando?
T/N - Te he visto...
Sé que no estás en Hogwarts todo el tiempo.
Él camina hacia ella, con un ritmo bastante amenazante.
Severus Snape - ¿Has estado...?
¿Te has atrevido a espiarme?
T/N - ¡No!
Digo... solo me enteré por casualidad.
Se detiene apenas a unos centímetros de distancia de la chica, sosteniéndola de los hombros con firmeza.
Severus Snape - ¿Quién más... sabe de esto?
T/N - ¡Nadie!
Nadie sabe de esto.
Ella está atónita con la repentina intensidad de Severus Snape. Aun así le sostiene la mirada.
T/N - ¿Quién oculta cosas ahora, Severus?
T/N Corvus puede ver el furor de aquellos ojos, los mismos que alguna vez la vieron con afecto. ¿Cómo describir ese sentimiento? La inexplicable sensación intermitente de incertidumbre...
Él la suelta, relaja sus brazos y le da la espalda de inmediato.
Severus Snape - No quiero verte en este momento.
Será mejor que te vayas.
Pero ella no pretende dejar la situación de esa manera...
T/N - ¡Severus!
No me importa de qué lado estés.
No me importa en lo absoluto si apoyas a Voldemort.
Yo te... te am-
Severus Snape - ¡Suficiente!
Se voltea nuevamente hacia ella.
La palidez de su piel lo abandona, acogiendo un color bastante rojizo. Su respiración está acelerada.
Severus Snape - Ha sido... suficiente.
Después de algunos segundos de rotundo silencio él luce más tranquilo; muy al contrario de ella. Sus labios se abren con lentitud y vacilación, como si dudara en decir aquello que está pensando, pero...
Severus Snape - No tiene ningún sentido mantener una relación donde hay tantos secretos.
De pronto, el pulso de T/N Corvus se vuelve lento y amplificado. Los violentos latidos de su corazón llegan a su cabeza.
T/N - ¿D-de qué estás hablando?
¿Solo porque no quiero contarte lo que realmente me sucede?
Severus Snape - No es "solo" eso.
T/N - No debes estar hablando en serio.
Severus Snape - A diferencia de ti... yo sé cuándo hablar y cuándo callar.
Ella sostiene su cabeza con sus manos tratando de estabilizarse, pero es imposible. Quiere pretender que nada de eso está ocurriendo.
T/N - No... no, Severus.
¿Por qué me presionas de esta manera?
Él suspira y se cruza de brazos.
Severus Snape - Ninguna presión.
En ese momento, su tono denota tanta tranquilidad como indiferencia.
Severus Snape - Aunque me lo dijeras... el resultado sería el mismo.
T/N - Severus... ¿te estoy entendiendo bien?
¿Acaso... vas a-?
Severus Snape - Me entendiste a la perfección.
Ella se quiebra, lenta y dolorosamente. Si bien es cierto que nunca antes había alcanzado la cumbre hasta que conoció a Severus Snape, tampoco había descendido tanto como ahora.
T/N - No... no puedo... no puedo permit-
Él la interrumpe de inmediato.
Severus Snape - ¿Permitir?
¿Te crees con la apta autoridad para negar mis palabras, T/N Corvus?
T/N - Pero... Severus-
Se aproxima a él, en un triste intento de hallar compasión en su inflexible mirada.
Severus Snape - Profesor Snape.
T/N - Todo... todo lo que... todas aquellas-
El profesor Snape no reacciona ante su persuasión. Ella busca sus manos pero él mantiene los brazos cruzados.
Severus Snape - Fue un error.
Y no planeo cometerlo una vez más.
No por ti.
T/N - Pero...
La toma del brazo con fuerza, lastimándola. Su voz continúa en el mismo tono pausado y despreocupado...
Severus Snape - No quiero escucharte, no quiero verte quejándote.
Vete en este preciso instante.
La suelta aunque... no solo suelta su brazo, también lo único vital para ella; su amor.
(...)
Entonces, la desdichada chica camina a través de los desolados pasillos de la mazmorra. Aún en negación, aún con sus débiles latidos y sus ojos cristalinos.
T/N - Esto... no puede...
Esto no puede estar pasando.
Se está resistiendo, pero no podrá contenerlo mucho más tiempo. ¿Qué hacer cuando todo se te derrumba y nadie aparte de ti logra notarlo? ¿Qué hacer... cuando tu mente se oscurece y no consigues ver la luz?
Necesita de aquella claridad, de lo único que sería capaz de mantener su esperanza... de consolarla.
Detiene su paso, no cree poder continuar. Deja reposar su peso sobre la fría pared de piedra.
Poco a poco alza su varita.
Con sus temblorosos labios y su apagada voz, pronuncia un encantamiento...
T/N - Expecto...
Expecto Patronum.
Un nudo se ata en su garganta al darse cuenta de que nada sucede. Como si fuera incapaz de realizarlo correctamente; o más bien... como si sus escasos recuerdos felices se transformaran en tristeza.
Sus mejillas son el sendero de las incesables lágrimas. Fluyen apresuradas por sus ojos y desembocan en el suelo.
Ha perdido la esperanza...
¿Es esto la soledad? ¿Es esto a lo que se refería...?
Ella corre hacia el lugar que acoge sus secretos, su aislamiento... hacia el lugar más profundo de Hogwarts. Se desliza irregularmente por el pasadizo y llega al salón circular, intacto desde la última vez que estuvo ahí.
T/N - ¡Céres!
¡Céres por favor!
Su voz suena como un lamento. Los ecos silbantes se desatan, aunque no hay nadie aparte de ella.
En el fondo sabe que Céres nunca llegará por más que vocifere su nombre... sabe que lo perdió hace mucho.
T/N - Por favor... alguien...
Se desploma, llorando a mares.
Unas voces diferentes surgen. Recuerdos lúcidos de las frases que en algún punto le marcaron...
"Incluso hay alternativas para las personas como tú"
"...Requiere sacrificio..."
"...Destruye la pared..."
"...Revelaciones inusuales..."
Repitiéndose una y otra vez sin cesar, a manera de una inevitable tortura mental.
T/N - ¡BASTA!
¡Déjenme en paz!
Las últimas palabras que exclama a la nada... antes de colapsar por completo; tendida sobre el húmedo suelo.
(Continuará...)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro