T/N - Logré... resistirme a la maldición Imperius.

¿No te parece impresionante?

Un alto espejo que reposa contra una pared, refleja la inquietante sonrisa de una joven rota.

T/N Corvus ha vivido en la misma morada durante meses, una eternidad para ella. Pasó mucho tiempo sola en ese lugar, tres veces más de lo que estuvo en compañía de alguien.

Sentada sobre el suelo, sostiene ambas esquinas del espejo con fuerza, mirando fijamente su propia imagen. Su sonrisa se va disolviendo poco a poco.

T/N - Pude ocultar la verdad... ¡A CAMBIO DE EXPONER MIS SENTIMIENTOS!

¿Dolor? ¿Autotortura? ¿Soledad? Quién podría saber la razón exacta que la condujo a ese estado.

T/N - Yo me sacrifiqué... ¡ME SACRIFIQUÉ!

¡DI TODO POR NADA!

Apoya su cabeza contra su reflejo mientras sus lágrimas fluyen.

T/N - Y él no volverá.

No me amará... de nuevo.

Observa a la joven del otro lado con furia e impotencia, aunque por más furia que sienta... solo está quebrada.

T/N - ¡No te amará de nuevo!

Pero lo volverías a hacer... lo sé.

Su expresión vuelve a aparentar alegría.

T/N - ¿Tú lo sabes?

Joven encapuchada - Yo lo sé.

De un momento a otro, se refleja la figura de aquella mujer y ella por impulso golpea fuertemente el espejo al punto de quebrarlo.

La ve cuando se voltea, en medio de la oscura habitación. No puede evitar cuestionarse cómo se las arreglará para encontrarla.

T/N - ¿¡QUÉ ERES!?

¿¡QUÉ QUIERES AHORA!?

¡TODO TERMINÓ! ¿POR QUÉ SIGUES ACOSÁNDOME?

T/N le grita de manera desenfrenada. No tiene a la mano su varita y su estado mental le impide querer defenderse.

Joven encapuchada - Las cosas no han terminado, T/N Corvus.

A pesar del escándalo la mujer luce bastante calmada. Se acerca a la chica sentada sobre el suelo de madera, con pasos lentos y sigilosos.

T/N se queda en pausa, enfocándose en sus pies. No entiende el por qué usa vendas en lugar de zapatos. Su ropa está rasgada y lo poco que se ve de sus piernas da a entender que es increíblemente delgada.

Joven encapuchada - Él te tiene aquí por una razón.

Te dió instrucciones por si su plan llegase a fallar.

Pero yo te tengo otra tarea.

La mujer detiene sus pisadas justo en frente de la joven desquiciada.

Joven encapuchada - Una más importante.

Los ojos de T/N Corvus continúan enfocados en sus pies.

T/N - No entiendo... ni una sola palabra de LO QUE DICES.

Joven encapuchada - ¿Acaso no quieres recuperar a Severus Snape?

T/N alza rápidamente la mirada hacia el incógnito rostro. No puede ocultar su asombro ante lo que acaba de escuchar.

Joven encapuchada - Eso pensé.

T/N - ¿Qué es lo que quieres?

Joven encapuchada - Que te pongas tu uniforme de Hogwarts.

T/N - ¿¡Qué!?

Joven encapuchada - Apresúrate, no tenemos mucho tiempo.

T/N - ¡NO! ¡No confío en ti ni en nada de lo que dices!

¿¡Qué es lo que quie-

La mujer la interrumpe dándole una fuerte bofetada.

Joven encapuchada - ¡Me tienes harta!

T/N Corvus se queda estática, con sus manos cubriendo el lado izquierdo de su rostro.

Joven encapuchada - ¿No te das cuenta de que estamos del mismo lado?

¡Si no hubieras sido tan idiota desde un principio ni siquiera hubieras tenido que pasar por esto!

T/N - ¿¡Quién eres!?

La mujer la agarra desde el cuello de su atuendo y le habla de modo amenazante.

Joven encapuchada - ¡Escúchame!

A pesar de conocer tus secretos nunca te delaté y eso es lo único que necesitas saber para confiar en mí.

¡Ahora ponte el uniforme o sufre toda tu vida!

(...)

Es apenas el anochecer cuando T/N Corvus y la joven encapuchada aparecen en un lugar específico, próximo a los terrenos de Hogwarts. No existe alma alrededor aparte de ellas.

El corazón de T/N bombea con fuerza a medida de que se acerca al castillo. Había pasado un largo tiempo desde que estuvo ahí la última vez y ahora se siente acorralada por el pánico.

Joven encapuchada - A partir de aquí seguirás sola.

Mézclate entre los estudiantes, que no te reconozcan.

No lo olvides... búscalo y ¡NO lo pierdas de VISTA!

T/N Corvus se da la vuelta hacia la misteriosa y joven mujer, quien se quedó algunos pasos atrás.

T/N - ¿Por qué? ¿Por qué estás haciendo esto?

Joven encapuchada - Tal vez llegues a entenderlo más pronto de lo que imaginas.

Sin pensarlo, T/N se regresa y la sostiene del brazo para jalarla pero la mujer se suelta al instante. Tal parece que no quiere acercarse al castillo por alguna razón...

Joven encapuchada - ¿¡Qué haces!?

T/N Corvus al darse cuenta de ese hecho, se pregunta el por qué nunca intentó buscarla dentro de Hogwarts cuando sí pudo invadir su morada con facilidad.

T/N - ¿No puedes... entrar a Hogwarts?

Aquella mujer solo gruñe y pretende ignorar su pregunta mientras se aleja.

Joven encapuchada - No falles.

El viento arrastra un aire de intranquilidad, como si esa noche fuera a ocurrir algún evento importante. T/N Corvus se cubre por completo con la túnica de su viejo uniforme y camina a lo largo de los terrenos hasta llegar a una de las entradas que en rara ocasión utilizan.

Se escabulle entre los pasillos iluminados por antorchas. Casi había olvidado el ambiente, aunque sabe que definitivamente algo ha cambiado.

Anda apresurada por los lugares donde él solía merodear, por donde piensa que él podría estar. No consigue ver a nadie, ni siquiera algún estudiante.

T/N en su mente - Encontrarlo... debo encontrarlo.

A medida que la misteriosa chica encubierta cruza los solitarios pasillos un par de ojos grises logran verla a través de una capa de invisibilidad.

Luna Lovegood - ¿T/N Corvus?

Harry Potter - ¿Qué dijiste?

Luna Lovegood se queda estupefacta de ver en una fracción de segundo lo que parecía ser la silueta de su amiga, a la que habían dado por desaparecida hace tiempo. Pestañea rápido y con fuerza al llegar a la conclusión de que posiblemente estaba alucinando.

Luna Lovegood - Creí ver a T/N Corvus...

Harry Potter - ¿¡Dónde!?

Luna Lovegood - Shh... nos escucharán.

(...)

Una luz roja impacta a T/N Corvus desde su espalda, haciéndola caer al suelo. Se da la vuelta y ve a uno de los seguidores de Voldemort acercarse.

Mortífago - ¿Es esto algún maldito plan de ustedes?

Él se aproxima, apuntando su varita justo al rostro de la chica cubierto con la capucha.

Mortífago - ¡Responde! ¿¡Cuál es el plan!?

T/N aún sobre el suelo, toma con una mano la parte superior de su capucha y la regresa lentamente a sus espaldas. El mortífago parece reconocerla porque tiene una expresión de asombro y vergüenza.

Mortífago - Señorita... T/N Corvus.

¿Qué hace usted aquí?

Ella mantiene una mirada muy rígida. Tiene un objetivo en mente y no pretende caer en distracciones.

T/N - Severus Snape, ¿dónde está?

Mortífago - ¿El director?

Solo imagínelo... pero yo que usted me preocuparía por mantenerme a salvo.

El hombre sonríe de manera espeluznante mientras rueda los ojos hacia la alta ventana que está a un costado.

T/N Corvus se pone en pie y se acerca colocando ambas manos sobre esta. Su boca se abre al percatarse de una oleada de dementores en el aire junto a un batallón de mortífagos y gigantes aproximándose.

A lo que pone los pies nuevamente en la tierra el hombre ya no estaba.

Ella corre, no escapando, sino para llegar a la oficina del Director. Sus pies débiles hacen su mejor esfuerzo. El ejército de Voldemort avanza sin cesar y se empiezan a sentir los primeros impactos contra la protección del castillo.

La tranquilidad desaparece, los estudiantes van de un lugar a otro, algunos huyendo y otros buscando cómo intervenir en la inevitable batalla. En ese punto, a nadie le importa realmente la presencia de T/N Corvus.

El tumulto es tanto que a la desesperada joven se le dificulta llegar a su destino. ¿De verdad cree que encontrará a Severus Snape en su oficina con una guerra en marcha? ¿Quién podría saberlo? Ella continúa corriendo como si su vida dependiera de eso.

Una vez que el ejército de Voldemort logra derribar la protección, los mortífagos tienen el camino despejado para acabar con todo aquel que se interponga.

En el momento en que T/N Corvus llega al corredor donde se halla la oficina del Director, un estudiante cae al suelo frente a sus narices, asesinado por un mortífago. Ve directamente a los ojos del causante cuya identidad está escondida tras una máscara, pero este se aleja sin más.

La joven se hace indiferente ante el suceso y pasa por encima del cadáver. Algunos pasos adelante su objetivo aguarda.

La estatua casi hecha trizas le permite ingresar con facilidad. Al adentrarse en la oficina se da cuenta de su soledad. Sus nervios están de punta y su rostro levemente inclinado se vuelve sombrío. ¿Dónde podría estar Severus Snape?

El impacto de los hechizos hacen retumbar el suelo y las paredes. T/N Corvus se ha quedado sin ideas, aunque algo en esa oficina despertó su interés...

Sus pies la conducen al escritorio. Colgando tras una alta silla se encuentra el retrato del anterior director de Hogwarts y parece estar mirando a la perturbada joven fijamente. Ella le devuelve la mirada por algunos segundos hasta que el retrato tiene algo que decir.

Albus Dumbledore - Cuando uno muere, T/N Corvus, la mente pierde sus barreras.

Y aún así no soy capaz de descifrar tu propósito.

T/N se acerca al cuadro quedando justo en frente.

Albus Dumbledore - Sabía que te había visto antes y no se debe al gran parecido que tienes con tu padre.

¿Cómo lograste evadir el juramento inquebrantable?

T/N se arrodilla delante del cuadro y toma ambos extremos con sus manos. Aproxima su cabeza para detallar a profundidad la imagen de Albus Dumbledore, sus ojos divagan ausentes de la realidad.

T/N - No tengo idea de lo que estás hablando.

El pacifico retrato hace una pausa antes de volver a hablar.

Albus Dumbledore - Curioso... eso significa que eres la otra.

(...)

Lord Voldemort - ¿No te parece impresionante, Severus?

Ver cómo los mortífagos pueden hacerse cargo por sí mismos de esta batalla.

Severus Snape tiene una mirada cautelosa sobre Lord Voldemort y su serpiente Nagini. El ambiente se siente muy pesado en la Casa de los Gritos.

Severus Snape - Mi señor, ¿espera algo de mi?

Lord Voldemort - De hecho si, Severus.

Voldemort se acerca a Severus Snape lentamente y como si la privacidad de ese lugar no fuera suficiente, una mujer que viste un largo atuendo con una capucha aparece de la nada.

Joven encapuchada - ¡NO TE LO PERMITIRÉ!

La joven mujer se abalanza contra Voldemort mientras un hechizo fluye de su varita. Él logra controlar a la perfección su ataque y solo con un golpe de su brazo la hace volar por los aires e impactar la pared.

Severus Snape presenció la escena que duró apenas unos segundos. Está atónito pues, por un instante confundió a la mujer detrás de aquella capucha con otra persona...

Lord Voldemort - ¿Quién es esta mocosa?

Nagini se adelanta hacia el cuerpo de la joven mujer tendido sobre el suelo pero Voldemort le hace una señal para que olvide la idea. Su atención regresa nuevamente a Severus Snape.

Lord Voldemort - No hay tiempo, Severus.

Severus Snape - Me temo mi señor, que no le estoy entendiendo.

Voldemort mira hacia todas partes extendiendo sus manos, una de ellas sostiene la varita que le pertenecía a Albus Dumbledore.

Lord Voldemort - La varita de Saúco... no funciona como debería.

Siento... su resistencia.

¿Ahora lo entiendes?

Severus Snape se toma una leve respiración y aunque conoce bien las intenciones del Señor Tenebroso, trata de hacer algo de tiempo.

Severus Snape - Mi señor, se ha desenvuelto de manera impresionante junto a esa varita.

Lord Voldemort - No es suficiente...

Su voz se escucha fría, forzada y escurridiza. Sus ojos no expresan emoción más allá que su propia desesperación.

Lord Voldemort - Y no lo será hasta que me deshaga de su actual propietario.

El pulso de Severus Snape se acelera. Sabe que no debe de hacer nada para oponerse, hacerlo sería echar por tierra los años invertidos en el plan que terminaría con Lord Voldemort.

Entonces, aquel ser extiende una mano hacia la serpiente...

Lord Voldemort - Nagini...

Severus Snape está helado en su sitio, viendo a la criatura avanzar a gran velocidad.

La serpiente lo hiere a muerte con sus penetrantes colmillos y el cuerpo moribundo cae sobre el suelo entablonado.

Antes de que Voldemort y Nagini abandonaran la Casa de los Gritos llega T/N Corvus a presenciar el suceso.

Su ritmo cardíaco decae de golpe al ver lo último que esperaba en su vida. Su cabeza late, su cuerpo late, se siente a punto de colapsar. Intenta correr al cuerpo de Severus Snape quien todavía da su último aliento pero Nagini se interpone entre ambos y Voldemort la sostiene de los brazos.

T/N - ¿¡QUÉ HAS HECHO!?

¿¡POR QUÉ!? ¿¡POR QUÉ LO HICISTE!?

¡SUÉLTAME!

Ella lucha aún sin fuerzas. Quiere convencerse de que nada de eso es real; sin embargo se siente tan real... ¿cómo podría no serlo? Su rostro se tensa y se enciende como una braza, sus lágrimas se secan sin haber surgido.

Lord Voldemort - No fue personal, querida hija.

Necesita correr hacia él, necesita estar con él. Sabe que es capaz de hacer algo... lo que sea que evite su cruel destino, pero sus brazos siguen impedidos.

Lord Voldemort - Me doy cuenta de que no has aprendido la lección.

El amor no te conducirá a nada bueno.

Finalmente, T/N Corvus llora. No puede evitarlo, no mientras ve a la persona que ama irse sin más, sin poder despedirse y sin poder saber si después de todo la ha perdonado.

La serpiente se arrastra delante de ella, de manera amenazante.

Nagini - Estúpida, eres estúpida.

Sabes lo que él hizo por ti, por nosotras.

T/N - ¡YA BASTA!

La desesperanza es suprema, la vuelve incapaz de ocultar su expresión de dolor. Llora amargamente y al enfocar sus vidriosos ojos sobre Severus Snape, él también la estaba viendo. Ninguna de las torturas que había experimentado antes llegan a la altura de esa.

La serpiente se desliza cerca de sus pies. T/N Corvus logra ver a una mujer anciana de largos cabellos plateados en leves estelas que fluyen de la criatura.

T/N - ¿Alguna vez lo amaste, madre?

Sus lágrimas continúan brotando mientras observa los ojos vacíos y hostiles de la anciana.

T/N - ¿Alguna vez amaste a mi padre?

Nagini - Eran tiempos diferentes y yo era diferente.

La estela se disuelve y Voldemort suelta los brazos de T/N Corvus una vez seguro de que Severus Snape está muerto.

Lord Voldemort - Vamos Nagini, no hay tiempo.

Apenas ambos desaparecen de la Casa de los Gritos la atormentada joven corre hacia el cuerpo yacente sobre el suelo. Lo abraza y su llanto se escucha en todo aquel lugar. Sostiene su cabello negro, hundiendo su rostro a un costado de su cuello.

T/N - Severus...

La sangre se filtra entre sus ropas.

T/N - ¡SEVERUS!

Ha tocado fondo. Es incapaz de aceptar la realidad en medio de todo el torbellino que acarrea su agonía.

Y también... en medio de todo aquel torbellino... un cuerpo diferente se levanta del suelo con su varita en mano. Los pies semi descalzos caminan detrás de T/N Corvus, quien ni siquiera se había percatado de esa presencia.

Joven encapuchada - Solo tenías una tarea...

¡SOLO UNA!

T/N reconoce al instante la voz y se da la vuelta hacia ella, aún desde el suelo. No entiende el por qué pero está asustada, aterrada de aquella mujer.

Joven encapuchada - ¡No debiste perderlo de vista!

¡ESTO ES TU CULPA!

T/N Corvus se levanta y saca su varita para defenderse justo antes de que la mujer la atacara con hechizos aleatorios. Logra evadir cada uno efectivamente sin entender cómo, solo actúa bajo sus reflejos.

Un hechizo alcanza el tobillo de T/N y regresa en picada al suelo.

T/N - ¡BAS-TA!

La mujer ataca sin cesar y lo único que puede hacer T/N Corvus es bloquear sus ataques.

Joven encapuchada - ¡Inútil! ¡INÚTIL!

Pero tenías razón...

¡Lo volvería a hacer!

Los ojos de T/N se abren al reconocer el movimiento de la mano de la joven encapuchada.

Joven encapuchada - ¡AVADA KEDAVRA! // T/N - ¡PROTEGO!

Y una vez más sus varitas quedan conectadas, imposible de lastimarse la una a la otra.

T/N - ¿¡Quién eres!?

Joven encapuchada - Cómo podrías...

T/N - ¡RESPONDE!

La joven encapuchada rompe la conexión y se arremete sobre T/N violentamente. Obstruida por la furia agarra su cuello con fuerza, tratando de ahorcarla.

Joven encapuchada - ¡YO PASÉ AÑOS TRATANDO DE EVITAR ESTO!

¡IDEANDO EL PLAN PERFECTO PARA CAMBIAR EL DESTINO!

T/N Corvus trata por todos los medios de liberarse de sus manos, pero se está quedando sin aire.

Joven encapuchada - Y tú...

Con ayuda de sus piernas logra derribar a la joven encapuchada hacia un lado y por instantes recupera un poco de oxígeno, justo antes de volver a ser embestida.

Joven encapuchada - Él estaría vivo ahora... ¡DE NO SER POR TÍ!

T/N expectora, su rostro se vuelve pálido. La agarra de las muñecas intentando separarlas. Aún siendo muy delgada, la joven mujer es increíblemente fuerte.

Mientras va perdiendo el aliento realiza una última maniobra. Logra alcanzar la daga de plata que reposaba dentro de una envoltura atada con una correa en su pierna y sin despegar la mirada de la joven encapuchada perfora su estómago.

Aquella mujer siente el frío cortante de la daga y baja sus aterrados ojos hacia donde había sido herida de gravedad. Afloja el agarre y T/N Corvus permanece debajo de ella, sin retirar el arma.

Joven encapuchada - Tú... ¿elegiste la daga?

Lentamente la mujer se vuelca hacia un lado sobre el suelo.

T/N - ¿Qué es lo que eres?

Joven encapuchada - No lograrás cambiar el destino... T/N Corvus.

Mata... a... Harry...

La daga continúa clavada en su cuerpo y T/N Corvus le va retirando la capucha y las vendas con cautela... ¿Habrá sido una buena decisión? Pues una ola de perturbación se desata cuando finalmente consigue revelar su identidad.

T/N - No es posible...

Joven encapuchada - ¡Mátalo!

Un intenso escalofrío recorre el interior de T/N. Su estómago se estruja pero no puede dejar de mirarla ni de mirar el deteriorado lazo rojo en su cabello.

Joven encapuchada - La vida de quien te ama por la vida de quien amas.

Y se retira la daga abruptamente, provocando que la sangre fluya. T/N Corvus queda enmudecida, viéndose morir a sí misma.

Joven encapuchada - No repitas... el error.

Su cuerpo se evapora en el aire al igual que su sangre y la sangre en la daga, como si nunca hubiera existido.

T/N Corvus no se ha movido del suelo, con las manos a los costados, en el oscuro salón de la Casa de los Gritos. No piensa en nada, no ve nada, su mente está en blanco y de repente...

Harry Potter - ¡T/N!

Estás... ¡estás viva!

Harry Potter corre hacia ella y la abraza con fuerza, pero T/N permanece inmóvil mirando al frente. Él sostiene su rostro, detallándola por varios segundos. Luego su mirada se desvía al cuerpo de Severus Snape.

Harry Potter - Tú... ¿lo hiciste?

¿¡Mataste a Snape!?

Los labios de T/N empiezan a temblar, queriendo decir algo...

T/N - La... mujer... encapuchada...

Harry Potter - ¿Qué dices?

Harry aún sosteniendo su rostro, se encuentra confundido.

T/N - Ella... era...

Harry Potter - ¿De quién estás hablando?

T/N Corvus baja la mirada y Harry vuelve a abrazarla. Desde su desaparición no pudo evitar culparse día y noche.

Harry Potter - ¡Dios, T/N! ¡No sabes cuánto me alegra verte!

Sujeta su cabeza con una mano, acariciando su largo cabello negro y la coloca sobre su hombro.

Harry Potter - No te preocupes... me alegra que haya muerto.

Sus palabras hacen retumbar la mente de T/N Corvus. Ve una luz en la frase que dijo la joven encapuchada... ¿será esa la solución? La vida de su amigo por la vida de la persona que ama.

Y mientras Harry Potter la abraza, ella sigilosamente alza la mano que sostiene la daga, a la altura de su pecho.

Harry Potter - Siempre estaré para ti T/N Corvus.

Pero su mano tiembla. No puede hacerlo; algo por dentro se lo impide. ¿Qué será? Tal vez que él ha sido de las pocas personas que le han mostrado un genuino aprecio; tal vez no tiene las agallas. El hecho es que baja su mano justo antes de que otros dos jóvenes irrumpieran en el lugar.

Hermione Granger - ¡HARRY!

Ron Weasley - Llegamos muy tarde...

Voldemort y la maldita serpiente no están aquí.

Ellos ven el cuadro completo, están pasmados de ver a T/N Corvus otra vez y más aún junto a su amigo. Ron Weasley no dice nada pero sus ojos están bien abiertos viendo el cadáver del Director.

Hermione Granger - Harry, ¿qué se supone que haces?

¡Estamos en medio de una guerra!

Harry Potter agarra los hombros de T/N Corvus, quien tampoco ha mostrado ninguna señal de emoción ni realizado movimiento alguno. Hace coincidir sus miradas y le dice algo antes de marcharse...

Harry Potter - Vendré por ti, T/N.

Cuando todo esto acabe.

Te lo prometo.

Él se pone en pie y se reúne con sus amigos.

Harry Potter - Espérame...

(...)

T/N Corvus yace junto a Severus Snape, tendidos sobre el suelo. Ella acaricia su pálida piel y le habla aun sabiendo que ya no es capaz de escucharla.

T/N - No pude... tan siquiera... despedirme.

¿Me hubieras perdonado, Severus?

¿Lo hubieras hecho?

Lo envuelve entre sus brazos con su rostro sumido en su pecho vacío.

T/N - Perdón por mentirte... perdóname...

Los minutos antes del amanecer le devuelven la lucidez y es peor. Todos sus amaneceres serán iguales a partir de ese momento. Sus lágrimas vuelven a desencadenarse.

T/N - Me niego... ¡me niego a que termine de esta forma!

¡Solo quería tu amor!

¡Eso era suficiente!

Estruja con sus manos las ensangrentadas ropas. Aunque lo intenta, le cuesta contenerse.

T/N - ¡NO PUEDE TERMINAR ASÍ!

En medio de la escasa lucidez un pensamiento ronda su mente...

T/N - No puedo... vivir en un mundo donde no estés tú, Severus.

Y sus brazos abandonan el cadáver. Se pone en pie con su varita en mano y una intención bastante clara.

T/N - ¡Tempus Discipulum!

Un relámpago que no quema atraviesa la Casa de los Gritos golpeando frente a ella y un trueno resuena en todo el territorio donde se llevaron a cabo los recientes acontecimientos. El relámpago destapó un inmenso portal.

Esta vez no existe atisbo de incertidumbre o temor en la joven. Se acerca al portal similar a un vaho denso de oscuridad. Al sentirlo con su mano se da cuenta de que es helado y volviendo su rostro hacia atrás exclama sus últimas palabras...

T/N Corvus - ¡Nos volveremos a ver, Severus Snape!

El fin.

╰─────────✧─────────╮

Agradecimientos:

A todos ustedes por motivarme a crear esta historia.