Capítulo 23: Nuestros tesoros
Nota: tengo que editar varias cosas pero Severus ,James y Sirius están en séptimo no en quinto.
-Al Lago
- Pues iremos al lago, las veces que quieras, amor- Besó sus labios con cariño- Vamos, entrelazó su mano con la suya llevándole a la salida de Hogwarts.
-Que buen día hace
- ¿Verdad que sí? No sólo eso, el día se ilumina más cuando tú estás cerca Sev, ¿qué tal te encuentras hoy? ¿Los niños te están dando mucha guerra?
-Inquietos, tienen energía
- ¿Qué os pasa hoy, mi pequeñines?- Acarició el vientre de Severus con cariño.Hay varias pataditas.
- Vaya, sí que están activos- Sonrió emocionado al sentir sus pataditas.
- ¿Te apetece sentarte? ¿Crees que eso significará que están bien? ¿Crees que me quieren?- Preguntó preocupado James, por si no le quisiesen.
-Si te han pateado ,si te quieren
- ¿Seguro? ¿A lo mejor no me quieren como padre?
-No digas bobadas, claro que te quieren -dos pataditas lo confirmaron
- Yo también os quiero- Murmuró poniendo sus dos manos en el vientre de su novio- Os quiero muchísimo, estoy deseando ver vuestras caritas. Espero que os parezcais a vuestro papá.
-Que se parezca alguno a ti
- Prefiero que ambos se parezcan a ti, amor.
-¿A mi?
- Sí, ¿te extraña?
-Un poco, tú eres mas guapo que yo
- No digas tonterías, Sev, tú también eres muy guapo- Le aseguró acariciando su mejilla y haciendo que se sentarse en su regazo.
- ¿ Por qué tienes tan poco confianza en ti mismo?
-Necesito tiempo para recuperarla.
- Sirius, nuestros hijos y yo, te ayudaremos en ese tema, amor, ya lo verás.
-Lo haremos, y lucharemos por un mundo mejor
- Por supuesto que sí, haremos que nuestros hijos tengan una buena vida. Nosotros os cuidaremos, pequeñines- Afirmó besando el vientre de su novio.
-Siempre
- Por supuesto que sí- Afirmó James- ¿Quieres que vayamos a buscar a Sirius?
-Si claro, vamos
- No, me refiero a la cita, ¿es que no pensabais invitarme?
-Si si claro,estoy un poquito atontado
- ¿Por? ¿Te ocurre algo?
-Pensaba en cuando nacera los bebes
- ¿De verdad? Yo también lo pienso mucho.
Llego casi el fin de curso y una mañana Severus se despertó agarrándose la barriga.
- ¿Qué te ocurre, Sev?- Murmuró James adormilado. Sirius seguía durmiendo, sin haberse enterado de nada.
-Me duele ,me duele
- ¿Vienen ya, amor?
-Si si -dijo sudando y sintió sus piernas mojadas -Mierda
- Shhh, tranquilo- Le besó la frente y tiro a Sirius de la cama- Siri, corre, que Severus va a tener los bebés.
-Ayy -se quejo en ropa interior el ojigris-¿Que coño pasa?
-¡Los bebes, que ya vienen idiota!¡ Vamos date prisa!
- ¿Cómo que ya vienen? ¿¡Qué dices!?
-Eso mismo he dicho ,Sirius
Se levantó con rapidez del suelo- ¿Voy a por Pomfrey?
-Si, por favor
- Enseguida vuelvo- Salió tan rápido de la habitación que se resbaló en la entrada dándose en el dedo gordo del pie y aullando de dolor- Lo dicho ahora vuelvo- Susurró con dolor, yendo cojeando a por Pomfrey.
-¡POMFREYYY!
- ¿Qué ocurre, señor Black? ¿Está cojeando?
-Si, pero eso no es importante ,Severus esta de parto
- ¿¡Ya!? ¿Está en vuestra habitación?
-Si ,Poppy -dijo cojeando y agarrándose el dedo gordo del pie
- De acuerdo, vamos, te llevaré hasta allí y después de atenderle a él. Miraré tu dedo.
-Gracias
- De nada, ahora rápido. Tenemos que llegar cuanto antes. Sev esta de parto.
-¿Aviso a Dumbledore y a Minerva?
- Sí, pero mejor cuando nazcan, ahora lo indispensable, es que Severus dé a luz.
-Tiene razón , vamos
Llegaron a la habitación, donde se encontraron a Severus gritando de dolor tumbado en la cama y apretándose el vientre.
-¡No puede aguantar más, deprisa!_dice alarmado James
- ¿Cómo vas, Severus?- Preguntó la enfermera mientras abría su maletín- Necesito paños húmedos.
-Quieren quieren salir
- Voy, no te preocupes, Sev.- Comentó James acariciando su cabello- Pomfrey ahora mismo te ayuda.
-Si señor Snape, tendré que hacerte una cesárea
- ¿Cómo dice?- Cuestionó con la voz entrecortada.
-Al no ser una mujer no puedes tenerlo de manera natural, tendré que abrite el vientre -Snape se puso pálido-No temas, te pondré una anestesia
- Pe...pero, ¿me dolerá?
-Solo un rato,la anestesia es para que no te duela mucho
- Vale- Asintió- Haz lo que tengas que hacer, pero haz algo por favor. No aguanto más.
-Muy bien , primero cálmate y - siguió haciendo todo lo necesario para que nacieran los bebes y media hora después se escuchaban dos llantos.
- ¿Puedo verlos?- Preguntó Severus con cansancio mientras James le acariciaba el cabello- ¿Cómo son, James?
-Niño y niña, cabello negro
- Quiero verlos, James.
Poppy limpió con cuidado la sangre de ambos bebes y luego los envolvió a ambos en una manta juntos ya que estos parecían no querer separarse.
-James...-Susurró Severus con debilidad sintiendo que los párpados le pensaban y que en cualquier momento se cerrarían.
-¿Si? -Poppy paso los bebes a James mientras Poppy empezó a coser el vientre de Severus
A los pocos segundos, Severus se desmayó.
- ¿Qué le ocurre, Poppy?- Preguntó preocupado James.
- Está perdiendo mucha sangre- Murmuró Poppy- Tenía una hemorragia interna, que se a terminado abriendo durante el parto.
-¿Entonces podría morir ?-dijo asustado James, los bebes en ese momento abrieron los ojos
- Eso no va a pasar conmigo presente, te lo aseguro. Ahora lo que deberías hacer es dar de comer a tus hijos, te llamaré cuando termine.
-Cuernitos han abierto los ojos ¡Mira!-exclamo Sirius señalando a los bebes
- No puedo, no puedo perder a su papá...- Susurró James con pensar sin enterarse de a que se refería Sirius.
-No lo perderemos ,James -aseguro Sirius -Mira a la niña, tiene sus obsidianas
- ¿Tiene sus obsidianas?- Murmuró con sus ojos llorosos.
-Si,mira y su cabello.Es una pequeña versión de Sev - eso hizo sollozar más a James
- Tranquilo James, lo vamos a tener con nosotros, ya lo verás.
-¿A quien se parece la niña?
- ¿El niño?
Si, el niño - el bebe varón tenía una sonrisa arrogante y unos grandes ojos avellana
- Sin duda es una copia tuya, James. Si quieres te ayudo, puedo darle de comer a uno de ellos.
Ambos bebes empezaron a hacer ruiditos hambrientos y luego empezaron a llorar.
- Como quieras Siri, pero parece que no se quieren separar- Comentó intentando saber lo que estaba ocurriendo en la habitación de al lado con su novio.
-Quieren comer,James. ¿Donde esta la comida,Poppy?
- Tendremos que hacerles biberones. Recuerda que Pomfrey está ocupada con Sev, Siri- Susurró con pesar James, sintiéndose vacío al pensar que podía perder a uno de sus novios.
Justo en ese momento apareció Coco con aspecto apesudumbrado,a James no le gusto esa mirada - Amo James, su padre el señor Charlus está enfermo de viruela de dragón.
- No, por favor- Pidió James desesperado, tenía a su novio entre la vida y la muerte y ahora su padre también estaba enfermo.
El terror no dejaba de amenazar le y aunque tenía a sus pequeños a su lado, el dolor y el miedo no se disipaba. No dejaba de pensar en lo peor.
-Coco,¿ como se ha enfermado?-pregunta con calma Sirius aunque también estaba aterrorizado de perder a su padre adoptivo
- Aún no lo sabemos, la ama Dorea aún está intentando averiguarlo.
- En cuanto sepa el estado de de Severus, iremos a ver a mi padre. Mientras tanto, ¿podrías hacer dos biberones, Coco? Los recién nacidos tienen hambre- Murmuró James con preocupación y sin dejar de pensar en lo que sucedía con su novio y padre.
-Ahora mismo, amo James -dijo Coco y se desaparece con un POP.
- Shhh tranquilos- Susurró James meciendo a sus hijos. Su llanto había aumentado y no parecía que no fuesen a parar de llorar.
Enseguida Coco regreso con dos biberones recién hechos-Aquí los trae Coco
- Muchas gracias- Suspiró James agradecido sentándose en uno de los sillones y dándole el biberón a su hijo e hija- Ya está pequeños, shhh, tranquilos.
-¿No se quieren separar?-pregunta Sirius sorprendido
- No, no me lo han permitido- Besó sus frentecitas con cariño- ¿No crees que Pomfrey está tardando demasiado?- Preguntó nervioso James- Sev esta bien, ¿verdad?- Cuestionó como si Sirius pudiese decirle la respuesta.
-Seguro que si -Pomfrey se acerco a ambos, esperaron sus respuesta y ella sonriendo alzo el pulgar
- ¿Está bien? ¿Qué le ha ocurrido? ¿Podemos verle?- Preguntó James con rapidez sin darse cuenta de que estaba diciendo varias preguntas a la vez.
- Se trataba de una hemorragia interna que tenía debido a alguna paliza que le han dado, diría que fue una paliza brutal. Su magia ha logrado contener la hemorragia durante todo este tiempo, pero en el parto, se abrió- Informó Pomfrey con el ceño fruncido, aunque contenta por haber podido solventarlo.
-¿Entonces se va a recuperar?-dijo esperanzado James
- Sí, se va a recuperar, James, tranquilo. He conseguido cortar la hemorragia y ya se encuentra bien. Ahora está durmiendo por el agotamiento. Podéis entrar a verle, pero debéis dejarle descansar.
-Poppy,¿ como uno puede enfermar de viruela de dragón?
-¿Por qué lo dices?-le miro extrañada-¿Te sientes mal?
- No... es mi padre, esta enfermo de viruela de dragón. ¿Cómo ha podido suceder?
-Es una enfermedad que surge así de pronto, para nuestra suerte tiene cura pero si su madre se ha acercado a él seguramente se haya contagiado también
Acelerada apareció Canela -Amo James, Amo James, la ama Dorea también se ha contagiado de viruela por acercarse al señor Charlus
- ¿Puede ir a curarles? Me da que es mejor que no vayamos a verlos en estas circunstancias.
-Además podriaís contagiaros también -informa la Medimaga
- Por eso lo digo, nuestros hijos son recién nacidos y Severus tiene las defensas bajas, tienen más probabilidades de contagiarse. No puedo hacerles eso- Afirmó James mientras veía a sus hijos beber el biberón.
¿Sus padres son muy mayores ?
- ¿Por qué lo pregunta, Pomfrey?
-Porque las personas de esa edad tienen menos posibilidades de sobrevivir.
- ¿Cómo dice?¿Está sugiriendo que mis padres pueden morir?
-Me refiero si ya estan cerca de los 60
- Tienen 51 años, ¿pueden tener probabilidades de sobrevivir?- Preguntó muy afectado por todo lo que estaba sucediendo aquel día.
-Si se trata a tiempo
- ¿Puede ir atraerlos usted misma ahora? Eres en la enfermera en la que más confío, Pomfrey.
-Por supuesto
- Gracias. En cuanto a Severus, ¿puedo entrar a verlo? Me tiene muy preocupado.
-Si podeis pasar
- Muchas gracias de nuevo, por todo lo que estás haciendo por nosotros. ¿Los niños pueden entrar?
-Si pueden
- Está bien. Sirius, ¿vienes con nosotros?
-Claro que sí
James se levantó con cuidado para no importunar a sus hijos y fue hasta la habitación donde se encontraba Severus, el cual se encontraba tumbado de lado, agarrando la almohada como si fuese su salvavidas.
-Sev,¿te duele?-pregunto con suavidad James
- James...- Murmuró con la voz débil girándose para mirarle- ¿Eres tú?
-Si,vengo con los bebes -dijo llevando un bulto entre sus brazos
- ¿Nues...nuestros be...bebés?- Susurró con lágrimas en los ojos intentando verlos.
-Si-se acerco sentándose en una silla que había al lado de la cama y le mostró a los dos bebes con el cabello negro.
- Son realmente preciosos- Sonrió Severus ampliamente mirándoles con amor- ¿Crees que podría cogerlos?
-La niña se parece a ti -miro divertido y soltó una risa al ver como el niño miraba con superiodidad a la niña y esta le regañaba.
- ¿Se parece a mí?- Rió Severus haciendo una pequeña mueca de dolor, pero lo intento disimular- Aunque se ve que el pequeño se parece a ti, James.
-Ya le bajaremos esa arrogancia algo cuando crezca un poco-aseguro el ojiavellana-¡Oye oye!-el niño había dado dos patadas a la niña
''Niño arrogante,tonto ''-dice enfadada la niña y empezó a tirarle de la nariz
- ¡Vale ya los dos!. Para ser tan pequeños parece que están muy espabilados- Comentó James apartando sus manitas para que no se pegasen.
-Eileen no pegues a tu hermano -le reprende Severus
- ¿Eileen?- Alzó la ceja James- ¿No me dijiste que la llamarías Lily?
-Oh perdón, si si será Lily -se corrigió algo sonrojado
- No importa, entendería que la quisieses llamar como tu madre, Sev. Si lo quieres, así será.
-¿De verdad ?-dijo emocionado.La niña le miraba sonriendo mientras que el niño lo hacía con burla- Parece que le gusta Eileen
- Pues la llamaremos Eileen, claro que sí, cariño. Yo solo lo decía por lo que dijiste.
-¿Como llamamos al niño?¡Deja de sonreír como si fueras una estrella de fútbol!-el niño no se inmuto
- Déjale, Sev, ya cambiará- Suspiró James- ¿Por qué no lo llamamos Remus? O bueno, no pegaría con su personalidad.
-No, ese nombre no pega mucho con el niño.Pensemos otro
-¿Que tal Henry? Como el escritor muggle Henry Miller
- Sirius, ¿tú que dices? Tú también estás en esto- Le sonrió James queriendo saber también su opinión.
-Pues no sé ,¿que tal Charles?
- ¿Henry Charles?- Cuestionó James mirando a sus dos novios.
-Me gusta -dijeron al mismo tiempo con seguridad
- Entonces se llamará Charles Henry- Sonrió James- ¿Y a Eileen? ¿Qué segundo nombre le ponemos?
-Humm veamos -se quedaron pensativos los tres
- Lo podríamos poner Lily, pero no le pega- Comentó James poco convencido- Tiene que haber alguno que le pegue con Eileen.
-Esmeralda ,suena precioso-dijo el ojigris
- Eileen Esmeralda- Asintió James- Me gusta
-Precioso,el nombre de una joya verde
- Bien, decidido- Afirmó James acariciándoles la mejillas a sus bebés.
Eileen y Henry aplaudieron contentos haciendo ruiditos,luego empezaron a bostezar.
- Están cansados, Sev, ¿quieres sostenerlos un rato?
-Si-con cuidado y esfuerzo se sentó en la cama cogiendo con una sonrisa a sus bebes que hacía pocas horas que había dado luz.
Los pequeños se acercaron todo lo que pudieron a él, acurrucándose y parpadeando en varias ocasiones debido al sueño que tenían.
-Ahora el pequeño diablillo se calmó-dijo con calma besando la frente de Henry.
- Es normal, son unos recién nacidos- Rió James acariciando el pelo azabache de Eileen, la cual se estaba chupando el dedo y empezando a quedarse dormida.
Henry y Eileen se durmieron abrazados.
- Se pelean, pero a la vez se quieren- Meneo la cabeza James- Cuantas ganas tenía de verles.
- ¿Qué tal te encuentras, Sev?- Cuestionaron a la vez en cuanto vieron la oportunidad de nuevo.
-Mejor
- Nos alegra oír eso, nos has dado un susto de muerte.
-No temáis ,ahora estoy aquí y no me pienso morir hasta que sea un viejo con bastón y barba de abuelo-los otros dos sonrieron pero no rieron porque no querían despertar a sus hijos.
- Pues entonces, será nuestra promesa, ¿de acuerdo?
-De acuerdo -juraron los tres, y luego se besaron
ESTO AÚN NO HA ACABADO, AÚN QUEDA HISTORIA DE LOS PEQUEÑOS MELLIZOS.
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