"Debo estar loca", pensó para sí misma.

Rosie se había encerrado en el baño de la escuela, paseando sin cesar con una mano en la frente y la otra en la cadera.

Siguió caminando de un lado para otro, una y otra vez. Tenía la cabeza gacha, mirando nada más que sus pies y las baldosas amarillentas. Estaba pensativa, su mente estaba dispersa mientras trataba de darle sentido a lo que acababa de suceder.

En realidad, había empezado de una manera bastante simple.

Como de costumbre, Jisoo y Rosie estaban caminando por los pasillos de la escuela mientras tenían las manos entrelazadas y se sujetaban de la cintura. De vez en cuando, Jisoo hacía bromas sobre lo sin vida que se ve el lugar, sobre cómo todo era de un monótono color marrón y lo inevitable que era no verlo por todas partes. También hizo una broma diciendo que odia el color marrón debido a los pasillos escolares, aunque Rosie no estaba del todo segura de si era una broma al ver la forma en que Jisoo se estremeció visiblemente solo con la mera mención del color.

"A mí tampoco me gusta el marrón", admitió Rosie. Pero fue el tipo de admisión que podría (y debería haber) fácilmente ignorado.

Pero Jisoo, la siempre diligente mejor amiga, se animó y sonrió para después continuar exclamando que sus similitudes compartidas es lo que hace que su amistad sea tan duradera.

"Verás, Rosie", comenzó. "Es por eso que tú y yo somos mejores amigas".

Jisoo ni siquiera dejó que Rosie dijera una palabra en su conversación antes de continuar, "A mi no me gusta el marrón, a ti no te gusta el marrón. Siempre nos disgustan las mismas cosas. ¿No es genial?"

No se suponía que el corazón de Rosie latiera tan fuerte que casi saliera de su pecho, pero lo hizo.

Lo hizo porque comenzó a enumerar en su mente qué otras similitudes compartía con Jisoo.

A Jisoo y a mí nos gusta la pasta.

A Jisoo y a mí nos disgusta el pastel de chocolate.

Jisoo y yo disfrutamos mucho las novelas de misterio.

Jisoo y yo hemos pasado muchas noches volviendo a ver El Rey León y llorando juntas cada vez que Mufasa muere.

Jisoo y yo...

Jisoo y yo.

Jisoo y Rosie.

Éste último pensamiento, de alguna manera, trajo una sonrisa genuina al rostro de Rosie. El tan solo pensar en Jisoo y Rosie, juntas, incluso si solo fuera en una oración, llenó su corazón con cierta euforia que sentía que podía bailar entre las estrellas si así lo quisiera.

Es tan extraño, pensó para sí misma.

"¿Qué es tan extraño, Rosie?" Preguntó Jisoo, con ojos curiosos, mirándola cuando giró la cabeza en la dirección de la voz, parpadeando un par de veces para darse tiempo de comprender todo.

"¿Eh?"

Y luego Jisoo sonrió.

Primero, con solo sus labios extendiéndose en una curva. Y luego, antes de que Rosie lo supiera, los perfectos y blancos dientes de Jisoo estaban en plena exhibición. Ella no recuerda cuando comenzó a sentir que su respiración se atascaba cada que Jisoo le sonreía de esa manera, pero ha aprendido el arte de mantener una expresión calmada incluso cuando su corazón está martilleando contra su pecho.

"Rosie, dijiste 'es tan extraño' ", se rió entre dientes. "Y yo te pregunté qué era tan extraño".

Esa risa debió haber sonado como cualquier otra en el mundo, pero para Rosie despertó algo profundo en su alma.

Sus pensamientos corrían en su cabeza, uno tras otro, moviéndose a tal velocidad que no podía seguir el ritmo. No ayuda que Jisoo todavía le esté sonriendo. No era una sonrisa para burlarse de ella, solo era una sonrisa curiosa que a su vez intentaba animarla a decir lo que tenía en mente. Era una vista vertiginosa, Rosie estaba segura de que se habría caído al suelo si no hubiera sido por la cálida mano de Jisoo envuelta alrededor de la de ella manteniéndola firme.

"Yo, uhm," se aclaró la garganta y sacudió un poco la cabeza en un intento de aclarar su mente. "Estaba pensando en lo extraño que era que no pensaran que esta escuela necesitaba un color brillante en alguna parte".

Jisoo asintió con la cabeza en comprensión antes de devolver su atención al interminable color marrón frente a ellas. "Hmm, supongo que tienes razón", respondió ella con un tarareo, girando la cabeza en todas las direcciones que podía mientras continuaban ahí paradas con las manos entrelazadas. "Tienes razón, tal vez necesitemos algunos colores por aquí", estuvo de acuerdo.

Cuando Jisoo movió la cabeza para mirar y examinar todo lo que los rodeaba, Rosie usó ese tiempo para mirar correctamente a su mejor amiga.

Justo cuándo Rosie iba a describir mentalmente la apariencia casi angelical de Jisoo, involuntariamente subió una de sus manos para poder meter un mechón de cabello detrás de la oreja de Jisoo, y fue ahí cuando se dio cuenta de que había algo de verdad cuando la gente decía que los ángeles caminan entre nosotros.

Hay uno justo enfrente de ella.

Éste último pensamiento que tuvo mientras estaba admirando a Jisoo, hizo que volviera a poner los pies en la Tierra.

Rosie había pensado que la traviesa, juguetona y ruidosa Jisoo era un ángel, efectivamente el pensar eso la dejó en un estado de confusión, cerró sus ojos de inmediato mientras trataba desesperadamente de sacar el pensamiento, la idea, fuera de su mente.

Jisoo debió haberlo notado por la forma en que Rosie comenzó a soltar su mano lentamente. "¿Rosie?" preguntó, sonando un poco preocupada. "¿Estás bien?"

"¿Yo?" Se obligó a mostrar una sonrisa. "Por supuesto. Estoy bien. Estoy de maravilla. Estoy absolutamente bien".

Jisoo le dio una mirada extraña, inclinando la cabeza hacia un lado como si eso le diera una mejor vista del rostro levemente sonrojado de Rosie. "¿Estás segura?" dijo, antes de posar su mano sobre la mejilla de Rosie. "Te ves un poco pálida."

Rosie sintió como el calor subía a su rostro en el momento en que la palma de Jisoo se posó suavemente en su mejilla, lo suficiente como para hacerla sentir miedo de dejararle saber a Jisoo algo que ella misma aún no está segura de querer saber.

Así que hizo lo primero que se le vino a la mente.

Apartó con dureza la mano de Jisoo de su rostro, acción que sorprendió a ambas porque rápidamente gritó, "¡Voy a ir al baño!".

Rosie ya se encontraba caminando en la dirección opuesta, sin siquiera darle a Jisoo la oportunidad de decir algo.

"Debo estar volviéndome loca", se repitió a sí misma antes de finalmente dejar de caminar, sus piernas de repente se sintieron cansadas y adoloridas.

Cuando Rosie abrió la puerta del baño, su vista se llenó del interminable color marrón, hasta que sintió un fuerte y familiar agarre sobre sus hombros.

"Rosie", dijo la voz, sonando severa pero preocupada al mismo tiempo. "¿Estás segura de que estás bien?"

Tal vez ese momento de permitirse sumergirse más profundamente en sus pensamientos ayudó porque cuando devolvió la mirada a la persona frente a ella, le resultó más fácil encontrar las palabras que necesitaba decir.

"Estoy bien, Jisoo", sonrió. "Aunque estoy un poco cansada. ¿Podemos irnos a casa?"

Jisoo estuvo de acuerdo rápidamente, su mano encontró el camino de regreso a la de Rosie mientras lentamente regresaban a casa.

¿El tercer paso para enamorarse? La locura.

La cantidad de locuras que uno puede llegar a pensar. La ridiculez de pensar que Jisoo era un ángel disfrazado.

Y, además, la inhabilidad casi forzada de negar que Rosie se estaba enamorando profunda y locamente de Jisoo.

Una pregunta, si se entienden los capítulos? Es que como es una traducción siento que no se entienden muy bien los capítulos