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[SEVEN SINNERS Δ CAP 1 Δ PART 5]

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"POR ÉL. POR MÍ. POR ELLOS. SE LLAMA GENEROSIDAD."

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Yukina ahogó un grito en su garganta, y su mirada se perdió en algún punto del suelo. El estómago de Saka ardía con un fuego aterrador, un incendio interior, un ardor que en cualquier momento acabaría con ella.

En la hermana del fallecido, ya no solo había dolor. Ya no solo había pena. A veces, en las almas, existe un hueco para el sentimiento más oscuro. El odio. ─ Lo sabía, Dios mío... Tú. ─ Echó todo su peso contra el atril, casi saltándolo, mirando a Seiya. El cuerpo de la rubia casi levitaba, y las vibras que desprendía... ─ Tu eres un cerdo. Espero que mueras entre mucho dolor. Quiero verte sufrir.

La boca de Seiya se ladeó, sacando una media sonrisa que a muchos no agradó, mejor dicho, a ninguno. ─ Nada más que decir, señoría. ─ dijo el escritor con la mirada fija en Monokuma.

Monokuma, escondió el cupcake de chocolate que tenía entre sus garras, y respondió. ─ Bueno, que rápido. Entonces, ¿votáis?

Todos asintieron. Bueno... casi.

─ No, aún no. ─ Saka dió un golpe con ambas manos en su atril. Llamó la atención de todo el mundo.

─ ¿Pero qué dices? ¡Estás loca! Ha confesado. ─ Hana se revolvía del enfado en su propio sitio.

Shinichi comprendía a Saka. ─ Veréis, entiendo que seáis muy vagos y conformistas, pero yo no quiero precipitarme. No quiero confesiones. Quiero hechos.

─ ¿Cómo se supone que lo mataste, querido Seiya? ─ le cuestionó Kento. A lo que Seiya respondió algo molesto.

─ De verdad, me parece ridícula esta ronda de preguntas estúpidas. Se supone que lo deberíais saber, os han dado las pistas. Vuestra incompetencia no es motivo para molestarme.

─ Por eso mismo queremos que nos ilumines. Todo apunta a que fuiste tú... De hecho, el tabaco que me prestaste salió del armario en el que se encontraban las navajas compañeras del arma homicida. Cuéntanos la historia completa. ─ insistió la protagonista. La presión que sometía sobre Seiya -o intentaba imponer- era divertida para él.

─ No hay manera... El caso es que yo estaba... haciendo cosas en el edificio de música.

Ritsu alzó la voz. ─ ¿Ah? ¿Qué tipo de co-

─ No es de tu incumbencia, enana. ─ Dijo Seiya. ─ Total, que Hayato vino a hacerme una visita. No me acuerdo bien qué pasó, creo que él quería venganza por dejarle humillado primer día y la verdad es que se le veía agresivo... Jajaja, pobre. En cualquier caso, me tuve que defender, yo no quería pero terminamos a golpes.

Saka cayó en algo. ─ Espera. ¿Allí empezó la pelea?

Seiya asintió, y la exitosa comprendió el por qué de la puerta desencajada.

─ De todos modos, yo huí, enserio nunca vi a alguien tan desesperado. Corrí hacia el gimnasio, pues me parecía un sitio amplio donde poder esconderme, y al abrir el armario encontré algo con lo que defenderme. Supongo que lo demás ya lo sabéis.

A Nakahara no le pareció suficiente, ella no quería una historia a medias. ─ ¿Cómo que lo demás ya lo sabéis? ¡Explícalo! ¡Aún quedan cosas por saber!

─ Votadle ya. Es un asesino, no merece vivir. ─ Satou habló quizás por primera vez en todo el juicio. A Saka le llamó la atención, pues seguía cabizbaja y sus ojos no desprendían la luz de siempre.

─ Espera, Seiya. Me gustaría tener conocimiento de tus pasos tras pegarle la puñalada a Hayato. Si fueses tan amable.

─ No lo soy, pero antes de morir a manos de un peluche estaría bien hablar con un filósofo. ¿Por casualidad conoces a algun sacerdote que me bendiga? ─ rió tras ironizar.

Ichigo le miró, apenado. Seiya se dió cuenta que, lo mejor para él, era seguir con su historia. ─ Bien, después de eso fui a por un kit a la enfermería, pues... no me convenía que Hayato muriese. Sería torpe por mi parte dejar tan claro que soy el asesino. Entonces se lo di, tomé algo de tabaco, y me fui. La verdad es que no fumo, pero, ¿qué otra distracción puede haber aquí dentro? De cualquier modo, el chico se desangró, y fin de su historia. ¡Y de la mía! Claro está.

Hikaru Yukimura sacó de su bolsillo una de las Fichas Monokuma. ─ No lo tengo yo tan claro. Pues aquí pone que murió asfixiado, y tú no has mencionado nada de la asfixia.

Seiya quedó confuso. Acomodó su chaqueta en sus hombros y tomó aire, en un suspiro. ─ ¿Ah sí? Bff, vaya, qué giros da la vida, ¿no? Entonces...

─ Entonces hay alguien aquí que miente. Miente bien. ─ Sasuke se relamió. Sus pupilas iban rodando de uno a otro de sus compañeros.

A Tagaki se le encendió una bombilla, y no iba a desperdiciar ser de ayuda de algún modo. ─ ¡Satou! ─ La chica, con más ojeras que nunca, y más decaída que un día tronando, alzó su mirada. ─ Satou... ¿No era el localizador de Hayato el que robaron de tu habitación? Estaba en tu posesión, ¿no?

─ Sí, estaba. Pero esa noche desapareció de mis manos.

Ritsu aún no creía la versión de Seiya Degushi. ─ Claro, es obvio que Seiya robó el localizador de la habitación de Satou, ¡y con ello fue a por Hayato! ¡No fue Hayato quien empezó la pelea!

─ ¡Eso no es cierto! ─ replicó Saka.
─ Seiya no se encontraba en el comedor en el momento en el que Satou y Mitsuki estaban hablando del localizador. Es imposible que supiera de su existencia.

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─ Opino como el cosido de boca. Estamos en una situación única... Estáis locos si pretendéis evitar el tema. ¡Nos perseguirá siempre, que lo sepáis! Algo muy raro está pasando. ─ Seiya salió del gimnasio tras dejar sobre nosotros aquellas palabras negativas, como si nos cargase una mochila escolar de estudiante de último año en plenos exámenes.

◇◇◇◇◇

─ Me marcho conmigo mismo. ¿Acaso no lo ves?

Hayato se levantó. ─ Haré lo mismo.

─ ¡No! ─ Mitsuki le agarró del brazo.
Él se desprendió de ella como si de un perro se tratase, y se marchó.

Satou se acercó a ella. ─ Tranquila, no te martirices, lo tenemos localizado. Si tiene un problema, nos llamará. ─ Sacó de su bolsillo el localizador número 2, y sonrió.

─ ¿Qué es ese chisme? ─ Hana lo miró con cara de póker.

Satou explicó a todos para qué servía y cómo se usaba, y tras eso lo guardó.

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Natsuki se echó atrás el cabello. ─ Me acuerdo. En ese momento Seiya era el único que faltaba, ya que Nakahara dijo que deberíamos ir a comer, y nadie quiso seguirle...

Mitsuki comenzó a sollozar. ─ Es imposible... Lo reconozco hasta yo... Seiya no puede ser el asesino por esa parte... Pero... Pero... Lo hizo sufrir igual, lo hizo sufrir mucho... ─ la respiración de Mitsuki se aceleraba, su cuerpo se asemejaba a una muñeca de porcelana blanca, pues su piel y su cara empalidecieron durante todo el día. El golpe de realidad... O mejor dicho, de no-realidad que está viviendo, estaba matándola por dentro.

─ Entonces... ─ Ritsu miró al suelo.

Hyun habló para aportar algo. ─ Tengo una pregunta. ¿A quién debería hacérsela, um? ─ Shinichi y Saka se miraron, no sabían qué tenían que responder a eso.

Seiya no se aguantaba ni 1 segundo sus ganas de provocar, pues el sarcasmo habitaba en él.─ Puedes hacérmela a mí. Si quieres.

─ La haré al aire, y quien sepa responderme, que lo haga. Si Seiya llevó un kit médico a Hayato, ¿quién lo curó? ¿se curó él mismo?

Seiya miró a un lado, y algo pasó en su mente, que no le hizo mucha gracia.

Nakahara respondió por su cuenta. Estaba ya cansada de dar vueltas al asunto y no llegar a ningún sitio. ─ Según ha contado, le llevó el kit, se lo dió, y se fue con los paquetes de tabaco. ¿Qué hay de raro?

El escritor tosió para llamar la atención de los presentes. ─ Lo raro es que yo dejé el botiquín lejos de donde él estaba sangrando. No le curé, no se lo di a él directamente... No pensé en que estaba agonizando... ¡Vaya! Eso sí es un fallo por mi parte.

─ Bueno, pues se arrastró hasta el botiquín, y lo tomó. ¡De ahí el camino de sangre! ─ Thomas sonreía con condescendencia, pero Sasuke rodó los ojos. ─ Imbécil, ¿cómo se va a arrastrar por el suelo con una herida en el abdomen?

─ Sería factible. ─ dijo Shinichi. Thomas miró a Sasuke por encima del hombro, haciendo un gesto de "Toma, listillo"

─ Lo raro es que lo dejé en las gradas. No en la puerta.

Esas palabras de Seiya dejaron a Thomas blanco. Pero los demás ya se olían lo que pasaba...

Alguien llegó hasta Hayato, y lo curó.

Había alguien más involucrado aparte del asesino y Seiya. Había una tercera persona.

N/A

Yes, sweeties. Estoy haciendolo muy cortito. Quiero que se os hagan como pequeños bocaditos, no quiero que se os haga pesado.

Para mí, mi situación (quien la conozca) ya sabe que es difícil llevar al día algo largo, de hecho estuve 1 semana entera... bastante mal.

¡Pero eso no quita que esto siga corriendo!
¿Que piensan que está pasando en esta Academia?

Un beso, upupu... Espero que sus teorías cuadren ♡
Jiji.

Ade Vanderwild💛