✶ Capítulo 05.
Los días pasaron rápidamente, Jungkook esperó ansiosamente a la reunión de la empresa de su padre con la de Taehyung, aunque nunca lo admitiría, quería volver a ver nuevamente a ese alfa, su omega aullaba por verlo, su corazón lo hacía también, no podía esperar.
Pero, su orgulloso ser nunca lo admitiría abiertamente.
El omega había decidido usar un traje de dos piezas negro sencillo, sin corbata junto a unos zapatos negros de cuero, su figura siendo resaltada por el traje, su cabello rubio peinado perfectamente hacia atrás dejando solo un mechón caer sobre su frente.
La familia Jeon viajaba junta en un vehículo, aunque no era necesario que Jungkook fuera a la reunión, él había decidido asistir, además, tenía cierto porcentaje de acciones, por lo que no sería demasiado extraño que asistiera, por lo que al final su padre y hermano aceptaron que fuera.
— Jungkook, recuerda ser educado, pórtate bien. —insistió su padre por décima vez desde que habían comenzado el viaje hacia la empresa, el omega asintió con un suspiro cansado, poniendo los ojos en blanco por la persistencia.
— Sí, padre. —dijo, sus ojos miraron a su hermano, quien se encontraba realizando algunas llamadas para que los abogados se adelantarán hacia la empresa, ya que ellos serían los encargados de revisar el contrato una vez fuera conversado.
— Espero que no tengas problemas con Kim Taehyung. —dijo su padre esta vez con un suspiro, al final no dijo nada más. El resto del viaje transcurrió en silencio; al cabo de algunos minutos más, finalmente llegaron a la empresa.
Los tres salieron del auto, Namjoon alisó la chaqueta de su traje gris oscuro, el alfa miró brevemente a su hermano mientras este se miraba en un espejo acomodando su cabello, el peligris puso los ojos en blanco.
— Venimos a hablar de negocios, no a modelar, hermano. —dijo Namjoon con una sonrisa burlona, misma que hizo fruncir el ceño del omega de hebras rubias.
— Hm, si no quieres cuidar tu apariencia no es mi problema, querido hermano. —dijo el omega, haciendo que el mencionado lo mirara con el ceño fruncido. Minho suspiró ante las disputas tan intrascendentes de sus hijos.
— Ya, entremos. —dijo el alfa mayor, comenzó a caminar hacia el gran y moderno edificio de la central de la empresa de Kim Taehyung, ambos hermanos asistieron y luego de dedicarse miradas hostiles entre ambos, ingresaron detrás de su padre a la empresa.
Al entrar fue como entrar a un lugar diferente, pasaron el abrasador sol de la tarde al ambiente frío que daba el aire acondicionado, las paredes pintadas de gris claro, el piso de baldosas blancas junto a ciertas decoraciones doradas daban un aspecto elegante y moderno.
Una mujer omega de cabello castaño se acercó a ellos con una sonrisa cordial, vestía un traje de dos piezas en tono azul rey, parecía ser una de las trabajadoras de la empresa.
— Señores Jeon, permítanme que los guíe al salón donde se llevara a cabo la reunión. —dijo ella, Minho asintió y el trío siguió a la mujer mientras ella los guiaba en completo silencio por los pasillos de la empresa, los mismos eran muy limpios y ordenados, cada trabajador parecía concentrado en lo suyo.
Poco tiempo después llegaron frente a un gran salón, parecía ser el salón usado por la empresa para reuniones importantes, los Jeon entraron, la mujer omega les hizo una leve reverencia antes de retirarse con pasos rápidos.
Jungkook casi gimió al sentir nuevamente esa deliciosa feromona de limón en conjunto con la menta, no pudo evitar aspirar de manera discreta, su lobo moviendo la cola y ronroneando encantado.
Sintió ganas de mirar al alfa, intentó resistir el impulso, pero al final cedió a su necesidad de ver ese guapo rostro nuevamente y sus ojos se posaron en Kim Taehyung.
El lobo del omega aulló al ver la atractiva apariencia del alfa, su cabello negro peinado pulcramente, dejando algunos mechones en su frente, en su cuerpo un traje de tres piezas color vino con corbata negra, tenía una apariencia elegante y sensual que hacían que su cuerpo ardiera en el más puro deseo.
Jungkook se lamió los labios mirando el rostro serio del pelinegro, el rubio se deleitó en como esos ojos oscuros brillaron al verlo con un leve destello rojizo.
Luego de que su corazón saltará con las piernas largas del alfa, sus brazos fuertes, su cintura estrecha o sus labios rosados, el rubio miró a los que acompañaban a Kim.
Al lado derecho había un beta masculino, cabello naranja ligeramente desordenado, pantalones negros y camisa blanca formal, en sus manos una carpeta con algunos documentos, poseía una expresión llena de estrés en el rostro, pero mantuvo una sonrisa cordial en sus labios.
En el lado izquierdo se encontraba un alfa masculino vestido con un simple traje gris, en su mano un maletín, su cabello castaño dejado libremente haciéndolo lucir un poco sexy, pero sin perder gracia.
— Bienvenidos. —dijo el beta pelirrojo, haciendo que Jungkook saliera de su ensoñación admirando la apariencia de ambos alfas en el salón, su cuerpo ansiando algo de acción luego de varios días de castidad—. Los señores Jeon pueden sentarse. —La voz del beta era respetuosa, el padre del rubio asintió y le hizo una seña a sus hijos para que se sentaran.
La mirada de Jungkook se posó en su hermano, quien parecía mirar fijamente al alfa castaño, sus ojos no dejaban de desnudar el cuerpo de ese hombre, parecía querer devorarlo, esta actitud por parte de Namjoon hizo que el omega frunciera el ceño con extrañeza.
El rubio tocó de forma discreta el hombro de su hermano, Namjoon pareció salir de sus pensamientos y miró de reojo al omega, parecía un poco confundido, sacándole una risita burlona a Jungkook.
— Espabila que tenemos negocios, hermanito. —susurró el omega de hebras rubias, luego se sentó al lado izquierdo de su padre. El peligris no dudó y se sentó al lado derecho de su progenitor, al parecer nadie había notado ese vergonzoso momento donde Namjoon sintió su corazón latir por otro alfa.
El alfa Jeon Namjoon nunca había sentido tal atracción, a lo largo de su vida había intentado mantener relaciones duraderas con varios omegas e incluso algunas betas femeninas, pero no funcionaban, llegaba a frustrarse, ya que los noviazgos, al pasar algunos meses, en algunos casos tan solo unas semanas y se aburría.
A diferencia de su hermano menor, él no mantenía tantas relaciones desordenadas o líos de una noche, pero si tenía algunos ligues con los que follaba si tenía ganas o con los que pasaba sus celos en caso de no poder controlar su lujuria.
Sin embargo, en sus más de veinte años de vida, nunca había sentido tal atracción por alguien, ni siquiera por aquel sexy omega que había conocido en un viaje de negocios al que había ido a Malasia. El peligris sentía su corazón latir en su pecho, sus ojos no podían dejar de recorrer el cuerpo de aquel alfa castaño de agudos ojos marrones.
El traje gris acentuaba curvas que no sabía que podía poseer un alfa, sus manos delgadas, sus largas piernas o su piel que había sido besada por el sol de forma maravillosa. Cada detalle le era tan atractivo que incluso su lobo, aquel que solía ser tan arisco ante cualquier alfa, ahora levantaba los ojos con interés hacia el castaño.
Era inaudito, ¿cómo podía sentir tal deseo hacia otro alfa?
Pero lo hacía, deseaba a ese alfa del que ni siquiera sabía el nombre. El peligris suspiró, tantos meses sin sexo parecían haberlo vuelto loco, Namjoon casi no podía creer sus propios pensamientos hacia un alfa al azar al que acababa de ver en una reunión de negocios con los Kim.
Comenzaba a parecerse a su hermano menor.
••••
Sin saber de la comparación de su querido hermano Namjoon, Jeon Jungkook se encontraba alternando la mirada entre los documentos que les presentaba el que ahora sabía, era el asistente de Taehyung, un beta de nombre Han Jisung y el rostro indiferente del alfa pelinegro.
El omega mantuvo su rostro lo más serio posible, lo último que quería era que Taehyung supiera el intenso afán que sentía hacia él.
— Nuestro abogado Kim Seokjin les aclarará toda duda que posean sobre el contrato. —Fueron las palabras del beta de hebras naranjas, sus labios en una leve sonrisa. El rubio apenas proceso esas palabras, sus ojos fijos en el apuesto rostro del alfa como para siquiera mirar el contrato, del cual sabía, su padre seguro diría alguna cosa.
Sin embargo, para al menos aparentar, tomó las hojas que les extendía el beta, fingió mirarlas mientras de forma inadvertida, su pie se deslizaba fuera de su zapato de marca, se aguantó las ganas de sonreír mientras deslizaba discretamente su pie a lo largo de la pierna de Taehyung.
Su lobo movió la cola cuando finalmente, luego de ignorarlo desde su llegada, los ojos negros del pelinegro se posaron en él, apenas pudo esconder el escalofrío que recorrió su espalda al ver esos orbes oscuros brillar de rojo.
Una sonrisa ladina se instaló en los labios rosados de Kim mientras le susurraba unas palabras, que aunque él no pudo escuchar, logró leer los labios del alfa.
Omega travieso.
Oh, Jungkook sí que lo era.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro