✶ Capítulo 03.
El omega rubio se encontraba inquieto en su habitación pensando en como la presencia de aquel alfa dominante siempre llegaba a su cabeza de improvisto, esto lo mantenía en una especie de limbo donde no sabía si simplemente ansiaba una noche de pasión, o tal vez deseaba algo más.
Ojalá fuera solo la primera opción.
Jungkook decidió no pensar más en ello, simplemente se vistió con rapidez, tomó su tarjeta al igual que su teléfono y salió de la habitación, gastar un par de millones seguro lo harían sentir mucho mejor.
En el camino al garage subterráneo una mujer de unos veinte años lo detuvo, era una sirvienta recién llegada a la mansión, saludó al rubio con una pronunciada reverencia y sus ojos brillando con una gran admiración, parecía conocerlo.
— ¿Tú eres...? —Jungkook no podía recordar su nombre, el ama de llaves había mencionado sobre esta chica la semana pasada, pero en ese momento se encontraba comprando, por lo que no había prestado mucha atención.
— ¡Kim Yerim! Es un placer conocer al joven maestro. —El rubio torció la boca al escuchar tal apodo, pero no dijo nada, la chica poseía unos lindos ojos marrones claros, piel blanca y un largo cabello castaño atado en una cola alta.
— Bueno, bienvenida, ¿puedes traerme la llave del Bugatti gris? —Yerim se quedó aturdida, pero pronto reaccionó, asintió con rigidez y corrió rápidamente a buscar la llave del auto mencionado.
Los Jeon poseían un gran garage subterráneo, allí además de almacenar todos sus autos mantenían un laboratorio científico, esto último gracias a su única hija hembra, Jeon Hyuna, una alfa graduada en biomedicina con honores en la KAIST.
Jungkook tenía una buena relación con ella al igual que con su hermano Namjoon, ambos lo cuidaban mucho de meterse en problemas, además de dejarle dinero cada semana, aunque él podía ganar su propio dinero, sin embargo, no se quejaba.
El rubio esperó un par de minutos antes de que la chica, que parecía ser una alfa, le entregara las llaves de su auto favorito, le dio un asentimiento a la castaña antes de irse. En cuanto ingresó al garage pudo escuchar sonidos provenientes del laboratorio de su hermana, decidió no molestarla y solo tomar su auto e irse.
Jungkook admiró un poco el auto antes de ingresar, definitivamente este auto había sido una buena compra, el Bugatti Centodieci era uno de los más caros del mercado, pero había valido por completo la pena. Era hermoso.
El omega sonrió antes de ingresar al auto y encenderlo, desde el auto abrió las puertas del garage, al verlas abiertas por completo Jungkook salió del garage, al hacerlo cerró nuevamente las compuertas.
Recorrió el camino de piedra lisa mientras encendía la radio, su mirada se posó en como el jardinero había decorado los arbustos que ahora se encontraban bellamente podados, las figuras circulares y cuadradas eran tiernas y bonitas.
Jungkook se lamió los labios al recordar el regusto que le dejo aquel alfa tímido.
El rubio dejo de pensar en ello y avanzó con rapidez hacia la salida de la mansión, en el camino solo se topó con un par de sirvientes que al ver el auto se inclinaron con respeto, todos podían reconocer el auto favorito del joven maestro.
El omega rubio solo siguió su camino, al poco tiempo ya había salido de la mansión y se movía de camino al centro comercial más cercano, necesitaba con urgencia un lugar donde gastar dinero. Su corazón poseía una gran ansiedad y solamente ver como sus manos se llenaban de ropa y zapatos le harían sentir mejor.
••••
Suaves gemidos podían escucharse en la oscura habitación de lo que parecía ser un hotel de alta clase, los mismos se encontraban acompañados de gemidos roncos que se oían junto a un ruido obsceno de chapoteo. El aire en la habitación era lujurioso y el tenue olor a feromonas omega podía nublar la vista de cualquier alfa.
Excepto la del alfa que se encontraba sobre el delicado y menudo cuerpo del omega, el alfa de cabello oscuro no parecía verse afectado por el dulce y delicioso aroma.
El omega pelirosado notó lo poco emocionado que estaba el pelinegro, en su mente lo maldijo de mil maneras, pero en la superficie solo lo miró con ojos llorosos llenos de lujuria, aquellos ojos marrones no afectaron al alfa.
El pelinegro chasqueó la lengua y salió del apretado interior del omega, Jimin emitió un gemido mientras se sentaba en la cama y veía como el alfa pelinegro se sentaba en el cómodo y costoso sofá cercano a la cama.
— ¿Estás bien? ¿Sucede algo en la empresa? —Jimin cuestionó con voz llena de preocupación, aunque en realidad no le importaba para nada lo que pasara en la vida del hombre. El mencionado solo tomó un cigarro y lo encendió, tomó una calada profunda y expulsó el aire, una nube gris pudo verse frente a su cara, la cual poseía una expresión enredada.
— ¿Taehyung? —volvió a preguntar el pelirosado, el alfa solamente le dio una ligera mirada mientras daba otra calada profunda a su cigarrillo. La mirada de Jimin no pudo evitar detenerse en su tonificado cuerpo desnudo, sus abdominales poseían una fuerza explosiva, su perfecta línea de sirena se conectaba con sus largas y poderosas piernas, las cuales se encontraban cruzadas una sobre la otra.
El alfa pelinegro se levantó de la silla, tomó su ropa y con rapidez comenzó a colocársela mientras sostenía el cigarrillo aun encendido con sus delgados labios.
Jimin solo lo miró mientras hacia todo esto, no se atrevió a decir nada, ya que la acción del alfa indicaba que su "ejercicio" había finalizado.
— Vístete. —La voz del pelinegro era ronca y con un tono aterciopelado, el cuerpo del omega tembló al escuchar tal maravilloso sonido. El pelirosado solo asintió lentamente mientras hacia lo pedido, pronto ambos ya se encontraban vestidos por completo.
Jimin se sentó en la cama en silencio mientras esperaba a que Taehyung diera una última calada a su cigarrillo, el alfa al echar la colilla al bote de basura dio un suspiro lleno de frustración, se pasó la mano por el pelo mientras su mirada se posaba en su celular sobre la mesita que se encontraba al lado de la cama.
Taehyung se encontraba algo inquieto a causa de que hace unas horas lo había llamado un socio de la empresa, le había invitado a la fiesta benéfica de la familia Jung, lo que lo mantenía en tal estado no era la fiesta en sí, sino quien asistiría: Jeon Jungkook.
Ese nombre había sido sinónimo de estrés estos últimos dos días, no bastaba con tener su mente ocupada con ese par de ojos morados, sino que ahora le veía encabezando noticias sobre un posible enredo entre ambos.
No era la primera vez que se sentía atraído sexualmente por un omega, anteriormente había experimentado este sentimiento con varios omegas muy lindos. Sin embargo, era la primera vez que no solo su cuerpo lo quería, sino también su lobo.
Él era de llevarse muy bien con su parte animal, ambos solían estar de acuerdo en casi todo, sin embargo, desde que ese par de ojos se imprimieron en su cabeza su lobo no había dejado de repetirle lo mismo una y otra vez, a cada segundo: Debemos hacer nuestro a ese omega.
Casi se estaba volviendo loco.
Sus ganas de follar habían aumentado a cada momento, por lo que pensó que era buena idea llamar a uno de sus compañeros y calmar sus ansias, sin embargo, esto solo lo había empeorado, no dejaba de ver a Jungkook en ese omega pelirosado.
Los ojos avellana de Jimin no se comparaban a esos excitantes ojos morados o los neutros orbes negros, su cabello rosado palidecía en comparación al suave y sedoso cabello rubio de Jungkook y esa piel canela no era lo suficientemente suave en comparación con la blanca piel del omega rubio.
Un segundo suspiro brotó de los labios del alfa pelinegro, tomó su cartera, las llaves de su auto y finalmente su teléfono, al momento de tomarlo en sus manos el mismo comenzó a vibrar, esto significaba que lo estaban llamando.
El omega pelirosado no se atrevía a decir nada al ver como Taehyung tomaba la llamada, solo tomó su propio teléfono y comenzó a jugar Candy Crush mientras sus ojos se desviaban cada tanto hacia el alfa.
— ¿Qué? —La voz de Taehyung era baja, pero aun así Jimin pudo escuchar su voz llena de sorpresa y algo de nervios, esto lo hizo alzar una ceja.
— Los Jeon enviaron un correo a la compañía hablando sobre una cooperación empresarial, sería una joint venture, quieren cooperar junto con la familia Hwang de las cuales son amigos desde hace un tiempo. —La voz de su asistente era seria pero ligeramente emocionada, cooperar junto a dos familias influyentes en el mundo de los negocios impulsaría su empresa a un nuevo nivel.
Taehyung por su parte se encontraba un poco intranquilo, esto significaba que podría llegar a ver a Jeon Jungkook, no quería admitir que la idea le emocionaba un poco.
Al notar su extraño silencio el asistente frunció el ceño, su jefe no dejaría pasar esta excelente oportunidad por una riña entre el hijo omega de la familia, ¿verdad? Eso sería tonto.
— Acepta la cooperación. —dijo el alfa con voz ronca, sus ojos ahora poseían un ligero brillo rojo, su pecho comenzaba a latir algo inquieto y su lobo aullaba con emoción.
El omega pelirosado sobre la cama no pudo escuchar bien la conversación, pero casi se ahoga al sentir las potentes feromonas del alfa pelinegro, se tapó la nariz mientras su cuerpo temblaba, el delicioso aroma a limón y menta abrumaban sus sentidos pero solo pudo quedarse allí acostado mientras sus mejillas se sonrojaban.
— Vete. —La voz ronca del alfa resonó en las cuatro paredes, Jimin solo tomó sus cosas con rapidez y salió corriendo de la habitación con pasos temblorosos.
Los ojos rojos del alfa brillaban en la oscura habitación y su profunda respiración podía escucharse en todo el lugar, Tae cortó la llamada y acostó en la cama, su mente viajaba nuevamente al cuerpo perfecto del omega, sus ojos negros, su piel tersa, su actitud rebelde que comenzaba a encantarle y finalmente su delicioso aroma.
Ah, definitivamente estaba enloqueciendo.
Perdón por tardar en actualizar, estuve ocupada estos días, espero disfruten el cap <3
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