━━━03 - A Montar -
—No puedes irte—le dijo el lobo, apresándolo con sus brazos—. No quiero que te vayas.
—Yo tampoco quiero irme, pero debo hacerlo, alfa—besó su mejilla—. Tengo examen, prefiero ir a presentarlo y volver que pagar por la falta.
Miércoles, eran las doce y media de la tarde y Baeyung llevaba quince minutos intentando salir de la cama, pero claramente no podía porque su alfa seguía en celo. Y era su último día, para ser más específicos, por esa razón actuaba demasiado amoroso.
Esta vez lo despertó con delicados besos y varias caricias, ¿y para qué negarlo? El beta se sentia fascinado con la atención tan linda que le daba el lobo de su novio.
Sin embargo, por mucho que le gustase estar de esa manera, debía partir a la universidad.
—Déjame ir—pidió por enésima vez
—No, mi beta se queda conmigo.
—¡Alfa!
Un celular sonó en la habitación, y por el tono de llamada Baeyung supo que era el suyo. Así que, como pudo, se movió lo suficiente como para alcanzar su pantalón del suelo y tomar el aparato antes de que la llamada se cortara.
—¿Jongseong?
¿En dónde estás, Bae? Te mandé varios mensajes y no viste ninguno, la semana pasada acordamos encontrarnos en la cafetería para estudiar un poco antes del examen—
—Lo lamento, lo olvidé—miró a Jake, quien tenia las cejas fruncidas mientras lo miraba—. Dame veinte minutos y nos vemos ahí.
No tardes—
Dicho eso, colgó la llamada y suspiró.
—Prometo volver temprano, alfa—intentó de nuevo, sabía que era inútil luchar por liberarse, su novio era mucho más fuerte que él, más estando en celo.
El lobo le gruñó.
—Si me dejas ir ahora podré volver más rápido—le dijo, acariciando sus cabellos—. Y te prometo que estaré para ti de nuevo. ¿Sí?
—Te amo, beta.
Baeyung soltó una risa cuando lo sintió besar su cuello y un escalofrio recorrió su cuerpo cuando lamió la mordida que le había hecho el día anterior.
Y bueno, cabe decir que esa mordida fue repetida varias veces después de la primera.
—Por favor, regresa a tu alfa cuando termines.
—Lo haré.
El alfa lo tomó del mentón para besarlo y a los segundos finalmente lo soltó. A Baeyung le costó levantarse por lo adolorido que estaba, pero terminó parándose de la cama para caminar hacia el baño con el cuerpo expuesto; todo bajo la deseosa mirada del alfa, que sintió aparecer las ganas de lanzarse a su pareja y traerlo de vuelta con él.
Para evitar ello, se acomodó mejor en la cama, acercó la almohada que usó el beta a su cuerpo y la olfateó todo lo que quiso.
—Mi amor—murmuró para si.
Mientras tanto, en el cuarto de baño, Baeyung se miraba anonadado en el espejo de cuerpo completo que tenía el mismo. En toda su anatomía habían rastros de su alfa, desde algunas marcas rojizas y moradas por su torso y cuello, hasta las marcas rosadas de mordidas cerca de sus pezones y la más notable, la de su cuello.
Tenía pequeñas lágrimas secas por las esquinas de sus ojos, sus labios algo hinchados por todas las veces que fue besado por el alfa.
Santa Luna.
Se olió los brazos y apenas logró notar el aroma a chocolate de Jake, era tan pero tan débil el aroma para él que podría asegurar que si él siendo beta apenas podía olerlo, ya se imaginaba la intensidad con que otros podrían hacerlo.
Segundos después, se sintió incómodo porque algo comenzó a bajar entre sus piernas y al girar su cuerpo para ver con el reflejo lo que era, su cara se puso roja.
Se metió a bañar para limpiarse adecuadamente, enjabonando su cuerpo y sacando todo lo que Jake derramó dentro de él, siendo esa la parte más vergonzosa. Por fortuna, fue rápido y gracias a que su novio no fue tan rudo, no dolió.
Aunque claro que quedaban secuelas de su noche de pasión.
Por ejemplo, su dolor de cuerpo estaba presente y sentia una que otra punzada en la parte baja de la cadera.
Al salir del baño, se encontró a su alfa durmiendo abrazado a su almohada, con el rostro casi que enterrado en ella. Rió por lo tierno que se veía, como si horas antes no hubieran hecho el amor para saciar el deseo sexual del lobo por el celo.
Tomó algunas prendas que solía dejar por si se quedaba a dormir con Jake para ir a la universidad, con eso se vistió, acomodo su cabello y en minutos estuvo listo,
Fue a la cocina para hacer el almuerzo de su alfa y terminó colgando su mochila al hombro, caminó hacia la cama para despedirse su pareja.
—Volveré pronto, Jake—le susurró tras dejarle un beso en la frente.
El alfa abrió los ojos, mostrando su mirada azul con el ceño fruncido y estiró sus labios para recibir un beso allí, cosa que el beta no le negó y gimió gustoso al sentir la boca de Baeyung sobre la suya.
Al separarse, recibió una caricia en la mejilla de parte de Jake.
—Tengo que irme—habló, inclinando la cabeza en su mano para seguir sintiendo su calidez.
—Mi hermoso beta.
Baeyung se sonrojó.
—A-Alfa
—Vuelve pronto, estaré esperando por ti.
Asintió con la cabeza y salió de casa, caminando hacia la universidad. Casi veinte minutos después se encontró con Jongseong en la cafetería, este lo miró con una ceja arqueada mientras se acercaba hasta que se sentó en la mesa y un fuertísimo aroma a chocolate le golpeó la nariz.
—Por la Luna, Baeyung. ¡Apestas a Jake!—habló el alfa—. ¿Le pasó algo?
Su pregunta quedó al aire cuando su vista viajó hacia el cuello ajeno y vio aquella marca que la camisa cuello de tortuga no lograba ocultar.
—¿Jake, tuvo su celo?—el beta asintió con la cabeza—. ¿Lo pasaste con él?
—B-Bueno, creo que eso es obvio—respondió apenado.
—Claramente, seguro recibiste una buena cogidota como para que no hayas venido ayer y ni hablar de esa marca ni del olor a sexo con chocolate que tienes de Jake.
—Pero me aseguré de bañarme bien para quitar el olor.
—No parece—aclaró su garganta—. Creo que mi llamada interrumpió tu clase de anatomía con tu alfa.
—¡Jongseong, venimos a estudiar!
—Solo decía—rió.
Luego de que el alfa molestara a su amigo, tuvieron treinta minutos para repasar lo que debían y fueron a su salón a presentar el dichoso examen, que para suerte de ambos, no estaban tan complicado como esperaban.
Terminaron una hora después y salieron cuando el maestro se los permitió
Jongseong le ofreció a Baeyung ir por un helado, pero este amablemente se negó, quería llegar cuanto antes con su alfa y darle la atención que quería.
Fue así como aceptó entonces que el mayor lo dejara frente al departamento de su novio.
—Gracias, Jay.
—Suerte—le dijo el alfa con un gesto de burla en su rostro.
Baeyung rodo los ojos con las mejillas rojas y cuando el auto de su amigo se fue, caminó a la puerta y abrió con cuidado para entrar en silencio.
No escuchó nada, por lo que pensó que Jake estaría durmiendo.
Claro que pensó mal.
Tan solo bastaron unos pasos para acercarse al cuarto y paró en seco al oir los jadeos y la respiración agitada de su pareja. Se pegó a la pared para no ser descubierto, asomando un poco sus ojos para ver qué hacia el alfa, estos se abrieron más y su rostro se coloró.
—Mmh... mi Baeyung~
Jake gimió.
Su alfa se estaba masturbando en su nombre, oliendo la almohada que había usado para dormir mientras movía con la mano su pene erecto. Y al parecer no era la primera vez que lo hacía, porque podia notar la cabeza del miembro bastante roja, cosa que parecía no importarle a Shim porque no se sentía satisfecho.
Necesitaba más.
Lo necesitaba a él.
Baeyung veía encantado cómo su alfa llamaba por él, la forma en la que gemía esperando que con eso llegara para hacerlo suyo de nuevo, su mano subía y bajaba buscando con eso el alivio de su deseo sexual y celo.
Todo eso le envio al beta una descarga que recorrió su cuerpo hasta parar en su entrepierna.
Alfa.
No aguantó más cuando su novio se corrió, llevando la cabeza hacia atrás, cerrando sus ojos y apretando su miembro en el proceso. Gimió su nombre con tanta fuerza, que casi sonó como un gruñido y respiró pesando para recuperar el aire.
Baeyung quitó sus pantalones, quedando en bóxer con una erección escondida en él y camino hacia su alfa con sus manos sujetando el inicio de su camisa.
El lobo por estar tan concentrado en el aroma de la almohada del beta y su recién trabajo, no se fijó de la nueva presencia hasta que sintió un peso de más en la cama, rápidamente abrió los ojos y se levantó apoyándose de sus codos.
El mayor sintió perder el valor que tenía ante la mirada del otro, viendo como lo escaneaba de arriba a abajo mientras remojaba sus labios.
—H-He llegado, alfa.
Jake le sonrió ansioso, respirando profundo para sentir el aroma del beta que solo él podía sentir e inevitablemente su pene volvió a estar duro.
Baeyung tragó al verlo.
—Te estaba esperando.
—Me di cuenta—dijo en voz baja.
Aún sabiendo que el alfa ya lo habia visto como la madre Luna lo trajo al mundo y al revés, se quitó nervioso la camisa que traía para que su novio viera su cuerpo, y vaya que eso provocó que el lobo le gruñera.
El beta se acercó lo poco que falta para estar con su alfa, lamiendo sus labios y lo sorprendió cuando se inclinó hacia su miembro para besarle la punta y meterlo a su boca.
—¡Mmh! B-Beta, no necesitas- Ah~
Baeyung no lo escuchó, tomándose la molestia de compensar el tiempo que demoró en regresar a su pareja.
Chupaba como bien podía el pene de Jake, no era el mejor, pero los jadeos y gruñidos que soltaba su novio eran suficiente para saber que le gustaba, así que continuó. Mientras que con una mano masturbaba lo que no entraba en su boca, con la otra fue quitando lentamente su ropa interior hasta quedar completamente desnudo, sacó por unos segundos el trozo de carne de sus labios, haciendo que sonara un 'pop' y algo de saliva cayera en él, aquello lo usó Baeyung para seguir masturbando al lobo.
Metió sus propios dedos a su boca sin perder tiempo, empapándolos con rapidez para volver a su felación, alzó un poco el trasero y los dirigió a su entrada para prepararse a si mismo.
El alfa veía todo mientras gruñía, sintiendo sus ojos arder en azul al ver todo aquel acto tan obsceno que su beta hacía.
Posó una de sus manos en la cabeza de él sin prohibírselo, animándolo un poco.
—V-Vamos, cariño, sé que puedes con más
El mayor casi gimió cuando recibió una caricia en la cabeza, antes de ser embestido por Jake cuando fortaleció el agarre en su cabello, generándole arcadas al instante. Se obligó a acostumbrarse rápidamente al ritmo que tomó el otro, abriendo más su boca para no lastimarlo con sus dientes y de igual manera, abrió su garganta para recibirlo más profundo.
Aunque claro, le era imposible no sufrir arcadas cuando el miembro de su novio le tocaba la úvula y esta cumplía su función de no aceptar algo que no debería estar en su boca.
Cuando Baeyung notó que el alfa aumentaba la velocidad, hizo el esfuerzo por sacar el pene de su boca y los dedos que tenía atrás.
El lobo le gruñó en queja.
—No te molestes, alfa. Tu beta te quiere compensar por irse—habló cuando recuperó el aliento.
Jake no dijo nada, pero abrió sus ojos de más cuando vio a su pareja subirse en él y sentarse en la parte baja de su abdomen con las piernas flexionadas a los lados, muy pero muy cerca de su miembro a punto de venirse.
—Déjame montarte, amor.
Ver al lobo sonrojarse le causó algo de gracia, tomó eso como un sí cuando este de acomodó mejor en la cama.
A decir verdad, no sabía exactamente qué hacer, había visto aquello en una película, pero de verlo a hacerlo había mucha diferencia.
Recordando la película, acercó su trasero al pene de su alfa para luego frotarse con él cerca de su agujero. Ambos gimieron por la fricción que estaba generando el beta, el cual disfrutaba ver el gesto frustrado de su novio al no estar del todo satisfecho con ello.
—Beta... Por favor.
El alfa le rogó con la respiración agitada y Baeyung supo que ya era suficiente.
Guió el miembro a su entrada, donde se restregó antes de introducirlo despacio y gimieron cuando estuvo todo dentro. Baeyung dejó sus manos sobre el abdomen trabajado del lobo y este puso sus manos en su cintura.
Jake lo veía desde abajo, ver al amor de su vida sobre él era jodidamente exitante. Su pene palpitó.
—N-No te hagas más grande, al- ¡Ah!
—Ojalá pudieras verte a un espejo, te ves extremadamente sexy, Baeyung.
Shim se levantó para quedar sentado y se movió hasta dar con el espaldar de la cama, con el chico sobre él, ahora sí podría disfrutar de esta pose.
—Vamos, beta, no hagas esperar a tu alfa.
Según lo que había visto, ahora debía saltar encima, montarlo como un caballo. Comenzó subiendo su cuerpo, deslizando el pene hacia afuera sin sacarlo del todo y bajó de nuevo, empalandose así mismo.
—Oh-
—Eso es, Bae.
Volvió a repetir el movimiento, esta vez con más seguridad y soltó un jadeo a la vez que el menor gruñó.
Baeyung respiró y se animó a seguir, empezando de nuevo, con ganas de saciar a su alfa. Saltaba impulsándose con sus rodillas, creando su propio ritmo sin ir demasiado rápido para no agotarse tan pronto, mientras tanto, su pareja lo ayudaba agarrándolo de la cintura para levantar su cuerpo con él.
Se acercó al pecho agitado del beta, viendo con hambre esos botones marrones que se movian por los saltos del otro.
Una de las manos que estaba en su cintura viajó hasta su pezón derecho para pellizcarlo y sacó su lengua para tocar el otro, quedándose ahí quieto porque el movimiento de Baeyung causaba el roce de ambas partes.
El sonido que hacía el cuerpo del mayor con el suyo era totalmente vulgar, la forma en la que Baeyung lo recibía y lo apretaba debería ser ilegal porque a Jake le estaba gustando bastante.
Desde su respiración cortada, sus jadeos casi inentendibles y su gesto de placer, hasta la calidez de su interior.
Todo de Baeyung le gustaba.
Llegó un punto en el que el beta se cansó, sus piernas ya no aguantaban más actividad física, por lo que optó por tomar un descanso haciendo movimientos circulares y un vaiven de adelante hacia atrás.
El lobo aprovechó para besarlo como si fuera agua en el desierto, su novio le correspondió sin dejar de moverse.
—Un beta tan hermoso—habló rompiendo el beso—. Tan bello.
Baeyung se sonrojó más de lo que estaba.
El alfa lo miraba con deseo y devoción al mismo tiempo, aunque muy seguramente estaba despeinado y tenía sudor en el rostro, pero la forma que lo miraba el lobo de su novio lo hacía sentir amado.
Tan querido.
—Y es mío, mi pareja, mi Baeyung.
Esas simples palabras causaron una revolución en su corazón y cuando menos lo pensó, paró sus movimientos y eyaculó con fuerza manchándolos a los dos. Se sintió tan avergonzado porque ni siquiera atendió correctamente su miembro y solo las palabras de su alfa lo hicieron venir.
Jake lo miró fascinado.
—Mi Baeyung.
—T-Tuyo, mi alfa—asintió.
El lobo fortaleció el agarre en su cintura y comenzó a levantar a su novio para volverlo a bajar.
—Ah...J-Jake~
—Mi bonito beta se corrió por unas palabras, pero aún falto yo, cariño.
Dicho eso, siguió con su acción, aumentando la velocidad de los saltos de Baeyung y con ello la profundidad con que lo golpeaba. La voz de su chico se volvió un toque más aguda, lo escuchó pidiendo más y Jake no era nadie para negarse a eso.
Así que, reflexionó sus piernas para apoyarse de sus pies y levantó su cadera para embestir al beta mientras bajaba su cuerpo.
—¡Alfa!—chilló.
Pronto tocó aquel punto dulce que lo hacía gemir de placer y Baeyung tomó su rostro para besarlo.
El lobo llevó sus manos a su trasero, donde le brindó un par de azotes que dejaron sus manos marcadas para después apretar sus nalgas y separarlas para facilitar su entrada. Con cada penetración, el alfa se sentía tan bien, que sus colmillos empezaron a salir para marcar a su pareja y su nudo se acercaba.
Fue así como segundos después, Baeyung dio un último salto y gritó cuando Jake clavó sus dientes de nuevo en su cuello, donde estaba la mordida de antes y se corrió dentro suyo, dejando que su nudo de expandiera.
El silencio momentáneo que hubo se vio interrumpido cuando el beta sollozó y el menor rápidamente se alejó de él para ver qué sucedía.
Su pareja lloraba.
—¿Qué pasa, mi amor?
La preocupación en su rostro tenía su razón de ser, ver a Baeyung llorar le rompía el corazón.
Él negó con la cabeza para calmarlo.
—N-No es nada, solo que esta vez sí dolió cuando me mordiste. Es todo.
El lobo chilló, sintiéndose mal y culpable por ser el causante del dolor de su pareja, por lo que limpió sus lágrimas con sus manos, lo atrajo hacia si con cuidado para que el nudo no lo lastimara más de lo que él ya lo hizo y lamió con delicadeza la herida, sintiendo a Baeyung temblar.
—Perdóname, cariño. N-No te lastimo—le dijo, viéndose casi como un perro con la cola entre sus patas.
Luego, se dedicó a darle mimos para que olvidara el dolor, acariciando su cabeza y peinando con sus dedos su cabello, dejando besos en su rostro y toques suaves en su espalda.
El beta se sintió reconfortado, cerrando sus ojos por lo bien que estaba en manos de su alfa
Sabía que no era su intención lastimarlo, su instinto era marcar a su pareja en este tipo de situaciones y él tampoco era un omega para soportar demasiado.
No era culpa de nadie.
Cuando el nudo bajó, el alfa acostó a Baeyung a su lado y lo abrazó cerrando sus ojos.
—Te amo, beta. Lo lamento.
Antes de que pudiera responderle de vuelta, Baeyung se separó para mirarlo a la cara y cuando Shim abrió sus ojos ya no habia rastro de su lobo.
Sus ojos ahora eran oscuros.
Eso significaba que su Jake estaba de regreso, y apenas lo vio lo abrazó con la respiración agitada.
—Baeyung, te juro que no quería hacerte daño, m-mi lobo te-
—Jake, te amo.
El mayor lo interrumpió con un sonrisa, tomó el rostro de su hombre y le dejó un beso en sus labios, dejándolo callado.
—Tu lobo fue bastante amable conmigo, no te preocupes—acarició su mejilla—. Definitivamente me ama más que tú.
Rió y el alfa pudo respirar tranquilo.
—Aún así, te hice llorar....
—Pero ya pasó, mi cuello sanará y estaré bien—negó con la cabeza y se corrigió bien—. Estoy bien
Jake suspiró, mirando a su novio con cariño mientras se acurrucaba en su pecho y lo recibía gustoso. Besó su cabeza varias veces sintiendo el calor de sus cuerpos siendo uno.
—Te amo, bonito—le susurró el alfa—. Muchas gracias por haber estado conmigo.
—No hay de que, Jake—sonrió soñoliento—. Yo te amo más.
Ambos chicos cayeron dormidos, ahora que el celo de Jake había terminado solo quedaba esperar qué sucedía los siguientes días.
Aún faltaban cuatro.
¿Qué les pareció
el cap?
Comenten para
actualizar pronto.
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