𝟏𝟖. you said the gun was mine
ּ۪ ⊹ chapter eighteen ── ❛ you said the
gun was mine,isn't cool, no i don't like you. ❜
El sol aparecía luego de esconderse por un tiempo. August estaba sentada en el muelle con sus pies colgando un poco más arriba del agua. A su lado estaba John B. recostado en la madera gastada. Mientras que JJ estaba encima de la valla del muelle y Kiara estaba sentada en los asientos de este, el primer nombrado fumando.
Se escuchó un suspiro salir de los delgados labios de John B., su decepción se podía notar desde lejos, lo que hacía que August se sintiera triste por él. Si bien, ella sabía lo mucho que el castaño anhelaba ese oro, y por más de que lo ayudaría a salir de la pobreza, también poseía un valor sentimental, ya que lo acercaba a su padre.
── ¿Seguro que sacaron todo? ── preguntó la chica de rizos con una expresión triste, al igual que los otros tres presentes.
── Todas las barras. Todo ── respondió John B., recalcando la última palabra antes de sacarse el yeso que tenía en su mano ── No es como si esperaba un final feliz.
── Somos pogues. Los finales felices sólo están en nuestro sueños ── comentó Aug subiendo sus pies a la plataforma de madera, para apoyar su mentón en sus rodillas, observando cómo el yeso de su amigo rodaba por el muelle.
── John B. ── llamó la atención Kiara al ver el poco cuidado que el Routledge tenía por su brazo.
── ¿Qué, Kie? Es una fractura por fatiga. ¿Qué importa? ── replicó John B., logrando al fin que JJ alejara el porro de sus labios y se girara para verlo.
── Debería importarte. Te quedará el brazo arruinado.
── Cuando ya no lo puedas usar no quiero que te quejes ── agregó August levantándose para caminar a donde el rubio se encontraba, robándole el porro de las manos y darle una calada antes de volver a hablar ── Me hubiera gustado que Pope estuviera aquí, mínimo si vamos a sufrir que sea juntos.
── ¡Chicos! ¡Chicos! ── exclamó Pope corriendo por el puente del muelle lo más rápido que sus piernas se lo permitían.
Y en seguida el rostro de August cambió a uno sorprendido.
── Mierda, lo invoqué ── murmuró August sorprendida, sacándole una sonrisa al ojiazul que estaba a su lado.
── Dios. Corrí hasta aquí ── informó Pope, pero el ambiente se encontraba bastante triste como para solo mirarlo por unos segundos, a excepción de Augustine, que lo observaba con curiosidad.
── ¿En serio? No se nota ── comentó la castaña de forma sarcástica antes de darse cuenta que su amigo iba de traje, recordando que tenía su entrevista ── ¡Tú entrevista! Lo olvidé por completo. Ahora me siento mala persona. ¿Cómo te fue?
── No preguntes ── replicó con la manos en sus rodillas mientras recuperaba su aliento, para después observar a JB. con culpa ── JB...mira, lo siento, amigo. Por todo.
── Está bien.
── Pero no tengo mucho tiempo y tengo información tácticamente relevante. Así que, antes de mi entrevista, papá dijo que iba a una pista privada...para cortar palmeras por el avión de Cameron ── explicó llamando la atención de los cuatro por completo ── Como era pesado, necesitaba una pista más larga para despegar. Así que estoy sentado en la entrevista pensando: " ¿Por qué Cameron necesitaría una pista más larga? ¿Qué podría ser tan pesado?".
── El oro ── respondió JJ cambiando la expresión de todos en el muelle.
Pues resultaba ser su última oportunidad. Su última.
── Esta es nuestra oportunidad, pero se va esta noche y debemos irnos ── apuró el moreno logrando que los tres se levantaran.
── No nos rindamos ahora ── Kiara soltó intercambiando miradas con su mejor amiga, quien irradiaba una tierna sonrisa emocionada.
Esta era su última oportunidad para librarse de él. De él y todo lo malo que aquella vida una vez le provocó. Esa sonrisa muy pocas veces se podía apreciar, así que el rubio no dudó en admirarla antes de ver a John B.
── ¿Cuál es el plan?
── Vamos a robarlo de vuelta ── respondió causando una sonrisa en sus amigos, quien no dudaron en partir a la van.
Augustine observó como el trío corría a la van, y antes de ir tras ellos observó a su mejor amigo, llamando la atención de este.
── Logremos obtener el oro o no, deberías estar orgulloso de ti, JB, lograste lo que alguna vez tu padre anhelaba conseguir ── dijo Aug ganándose una mirada llena de amor por parte de su amigo ── Y si tú no lo estás, yo lo estaré por ti. Estoy orgullosa de ti.
── Gracias, Augs ── agradeció John B. abrazando a su mejor amiga, para dirigirse a la van abrazados ── ¿Lista para robar?
── Yo no le diría robar, yo diría recuperar lo nuestro. Suena más decente.
La van se movía con rapidez, al igual que el volante giraba con agilidad. Un huracán lleno de distintas emociones acechaba la mente de Augustine. Preocupación, enojo, tristeza, alegría, mezcladas provocando solo que sobrepensara la situación.
¿Qué pasaría cuando llegaran? ¿Cómo podrían recuperar lo que consideraba su salvación? No había una respuesta concreta, porque ella no veía el futuro, aunque desearía poder.
Su destino estaba en las manos de Ward, señor que detestaba con todo su ser. Todo el daño que le había hecho a su familia, a su hermano, a John B. Disfrazó sus malas intenciones con acciones que sólo confundirían más a John B.
Sus más grandes deseos era arrebatarle el oro, y golpearlo, golpearlo tan fuerte por todo lo que había hecho. No necesariamente físicamente, aunque eso la aliviaría bastante, pero emocionalmente también le servía.
Solo quería hacerlo sufrir de la misma manera que hizo sufrir al que consideraba su hermano, o al que una vez consideró como un padre, una figura paterna, Big John.
Aquel día en el que se enteró de su desaparición su corazón se rompió en mil pedazos.
Ese día recibió una llamada desesperada de su mejor amigo, quien entre sollozos le rogaba que fuera al Chateau. Y una vez que llegó, nunca se había esperado encontrar a John B. en una esquina de la sala llorando, de la mima manera que ella cuando su padre hacía de las suyas. Ahí fue cuando se dio cuenta que Big John había desaparecido.
August miraba el suelo perdida en sus propios pensamientos. Estaba a un lado de JJ, mientras que este recargaba el arma. Su cabeza estaba apoyada en el asiento detrás del piloto y sus piernas estaban descansando en el regazo del rubio. Pope frente a él, miraba la ventana con una pequeña sonrisa.
La castaña comenzó a cerrar lentamente sus ojos, lista para tomar una siesta. Si no fuera por el sonido del arma ya recargada.
── Entramos con determinación, hacemos que Ward Cameron suplique con piedad, tomamos todo el oro que sea posible y nos largamos de una vez ── planeó JJ guardando las balas en su caja.
── Envió por la inter costera.
── Vemos el clima.
── Compramos veinte cajas de galletas, ya saben, para sobrevivir ── agregó August con una mueca.
── Y a Cuba ── finalizó Pope.
── ¿A Cuba? No, viejo, a Xcalak, la joya de Yucatán ── respondió JJ observando a la ojo miel para después guiñarle el ojo ── Hay tantas langostas, hay mangos, y no se necesita dinero.
── ¿Mangos? Entonces finalmente voy a poder abrir mi tienda de smoothies ── comentó Augustine con emoción, compartiendo miradas con su mejor amiga, que la veía igual de feliz.
── Hagámoslo. Por recuperar lo nuestro, por Yucatán y por la tienda de smoothies de Augs ── mencionó John B. cada vez más acercándose a la reja de la pista.
El sonido del motor apagándose y las llaves girando para después desprenderse del bombín de arranque causó que Augustine cayera directo en la realidad. Habían llegado a la pista y los nervios de la castaña subieron aún más.
Solo esperaba que por una vez lo lograran, que consiguieran el oro. La puerta trasera de la van se abrió hacia un lado, dejando a ver a Kiara con una radiante sonrisa emocionada. August bajó de la Twinkie con su mochila después de JJ con felicidad.
Luego de que los cinco se bajaron, caminaron hacia donde la reja se encontraba, y un gran letrero de propiedad privada les dió la cálida bienvenida.
── ¿Cuál es el plan? A grandes rasgos ── Kie preguntó con su respiración agitada mientras Pope sacaba unos binoculares para ver mejor la situación.
── Creo que no llegamos tan lejos ── John B., comentó con sus manos en la reja, mirando con preocupación, mientras que August estaba apoyada en esta con una bolsa de plástico, con galletas en esta.
── ¿En serio estás comiendo ahora? ── JJ preguntó observando a la chica con curiosidad mientras que August se llevaba una galleta a la boca.
── ¿Qué? Comer me calma los nervios, esta situación es estresante ── respondió August antes de volver a meterse un trozo de galleta.
── Cargan el oro ── avisó Pope alertando a su amigo castaño, quien tomó los binoculares el mismo para observar mejor.
── Ahí está Ward ── dijo el Routledge en cuanto una camioneta negra se estacionó a un lado del avión ── Es Sarah.
── ¿Qué? ── preguntó el cuarteto al unísono al ver como su mejor amigo se quitaba los binoculares y miraba sorprendido la pista.
── Un momento ── murmuró John B. unos minutos después ── La lastima. Se pelean.
── ¿Qué? ── preguntó Augustine preocupada mientras Kiara tomaba los binoculares esta vez, por otro lado, notó como su mejor amigo se alejaba camino a la Twinkie.
John B. abrió con rapidez la puerta del piloto, llamando la atención de sus amigos, quienes de inmediato se acercaron con preocupación. Giró las llaves encendiendo el auto, ignorando por completo los gritos de sus amigos.
── John B. ¿A dónde vas? ── preguntó Kiara a un lado de Augustine, quien lo observaba con miedo en sus ojos, de que pasaría.
── John B., ¿qué haces? ── exclamó August al notar cómo la van comenzaba a avanzar, para pronto chocar contra la reja, desprendiendo una parte de esta.
La Twinkie se movió con rapidez a la pista al notar cómo el avión comenzaba a avanzar. Y se acercó de manera paralela a este.
Los gritos de los cuatros no sirvieron para nada, ya que la van seguía avanzando sin parar hasta alcanzar el avión. Y una vez que lo rebasó a una distancia considerada, dobló con agilidad, logrando interponerse en el camino del avión.
En cuanto August observó lo que pasaba, cerró los ojos con fuerza y miedo, con esperanza que Ward no matara a su mejor amigo.
Finalmente los abrió y notó que la Twinkie estaba intacta, al igual que su amigo. Un fuerte suspiro aliviado salió de sus labios, aunque esa calma bo perduró por mucho, ya que las sirenas de los autos de policías se hicieron presentes, asustando a los cuatro pogues.
── No pueden arrestarme ── avisó Pope con miedo en su voz, observando a los otros tres.
── Estoy en libertad condicional ── agregó JJ con sus manos en el pelo.
── Tenemos que irnos, ¡ahora! ── ordenó Aug antes de tomar su mochila y entrelazar su mano con la de JJ, tomándolo por sorpresa, sin embargo, no se alejó, simplemente acarició con su pulgar en forma circular la mano de August.
── No servimos si vamos todos a la cárcel. Vamos ── dijo Kiara antes de que salieran corriendo de la escena, con cuidado de no ser vistos por nadie.
Augustine Walker movía sus piernas lo más rápido que estas la dejaban, sin embargo, correr nunca había sido su fuerte. Digamos que prefería cocinar galletas y leer, su único fuerte en los deportes era el surf, y ahí no debía correr mucho.
A diferencia de ella, JJ poseía más talento, y era mucho más rápido que ella, pero se mantuvo a la misma velocidad que Augustine solo para no soltarle la mano. No quería separarse de ella nunca más, no estaba seguro que pasaría con ellos, pero no quería alejarse de ella, por nada en el mundo.
EDITADO: 28. 12. 24
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