Prólogo Pt. 1
(Reproducir para leer la intro)
Se podía ver a un niño corriendo alegremente por los campos verdes de los alrededores de la magnífica ciudad de Londres, Inglaterra. El niño poseía una sonrisa mientras jugaba volando su cometa, siendo observado por sus padres, quienes iban detrás de él.
El niño entonces cruza una pequeña colina con su cometa en mano. Dicha colina dejaba ver a Londres en todo su esplendor.
Pero un sonido desde el cielo llamó su atención.
El chiquitín alzó su mirada al cielo y pudo ver unos aviones en dirección a la ciudad. Sonrió al ver a dichos aviones.
- Mira mami! Hay aviones en el cielo! - exclamó el niño señalando dichas aeronaves.
El rostro de los adultos, en vez de compartir la alegría inocente de su hijo, sus rostros se contorsionaron en horror puro.
- Charles! Ven rápido! - gritó la señora aterrada, mientras que el señor fue rápido a correr, yendo por su hijo.
A eso, nada ayudaba las poderosas sirenas de alarma que empezaron a sonar en toda la ciudad, cuyo eco resonaba hasta donde el pequeño niño estaba.
El pequeño niño no entendía lo que estaba pasando, hasta que empezó a escuchar explosiones detrás de él. Al voltear, vio como un grupo de esos aviones que llegaron sobrevolando Londres, comenzaron a soltar unos curiosos cilindros metálicos, los cuales explotaban al llegar al suelo.
El niño entonces quedó en tal shock al ver eso, que no notó en qué momento su padre lo había agarrado y se lo había llevado cargando lejos de esa colina.
La familia entonces subió a su auto, el cual estaba estacionado en esos mismos pastizales y comenzaron a retirarse lejos de la ciudad.
- Papá, por qué no vamos a casa? - preguntó el niño temeroso.
- Ahora no podemos hijo...e-es muy peligroso. - habló el hombre manejando lo más rápido que podía.
- Mami...por qué esos aviones destruyen nuestra casa? - volvió a preguntar.
- Todo estará bien mi pequeño, todo estará bien... - la mujer abrazaba a su hijo mientras lloraba.
Así, el auto se alejaba de la ciudad de Londres, la cual se encontraba ardiendo en las llamas de la avaricia del hombre, de un solo hombre...
.
.
.
.
.
.
.
.
*Sonido de radio*
"Europa occidental se encuentra al borde del abismo tras los feroces ataques de la maquinaria de guerra de Hitler. En estos aciagos momentos, debemos armarnos de valor para ser el baluarte contra la opresión."
"La arremetida de los nazis es la mayor prueba a la que nos enfrentaremos, pero junto a nuestros aliados, lucharemos y los derrotaremos. Cedo la palabra al Jefe del Estado Mayor y Presidente de los Estados Unidos de América, el señor Franklin Delano Roosevelt."
"- Este día acometeremos una poderosa misión. Lucharemos por salvar nuestra civilización y liberar a la humanidad. Nuestros hijos, orgullo de nuestra nación, guíenlos con firmeza y lealtad. Su camino será largo y duro, las almas se estremecerán con la violencia de la guerra. En ésta hora de gran sacrificio...prevaleceremos...-"
*Sonido de radio se corta*
.
.
.
.
.
.
.
.
Parlamento Británico, 10 de Diciembre de 1941...
Se podía ver a varias personas en la cámara a la espera del anuncio del actual Primer Ministro de Guerra.
Eran tiempos duros y oscuros sin duda. Todas las islas británicas se encontraban acosadas por los submarinos U-Boot de los nazis, quienes ahora poseían casi todo el control de Europa, con excepción de la Península Ibérica y Suiza.
Además, apenas hace 3 días les llegó la notificación de un bombardeo japonés en las bases americanas de Pearl Harbor, en Hawaii, después de que el presidente Roosevelt les haya puesto un embargo petrolero después de invadir la Indochina Francesa.
Eso sin mencionar que un gigantesco ejército de la Wermatch estuviera ganando terreno sin parar en tierras Soviéticas.
En ese momento, la persona que esperaba el Parlamento llegó, tratándose ni más ni menos que el famoso Winston Churchill. Famoso por sus campañas militares durante la Primera Guerra Mundial y por no ceder terreno a los alemanes, defendiendo las islas británicas con garras y colmillos.
El esperado hombre no tardó en llegar al estrado para pronunciar sus siguientes órdenes, con los Aliados de la Guerra ya definidos después de la inclusión de los Estadounidenses y algunos Países latinoamericanos que entraron también.
- He recibido un telegrama de respuesta. - el hombre comenzó a hablar ante los ojos de todos. - Mis oficiales allegados y su servidor hemos llegado a un acuerdo con nuestras naciones aliadas, y aprobaremos el Proyecto Seven.
A todos les confundió eso, ya que no tenían conocimiento de lo que trataba dicho proyecto de guerra, cosa que Churchill, explicaría de inmediato.
- El Proyecto consta de formar un equipo, de cada rincón de nuestros países, la élite de la élite, que peleen como una sola alma. - explicaba Churchill. - Que sean un faro de luz en éstos tiempos oscuros, y con ellos, poder hacer prevalecer nuestra solidaridad, bajo el nombre...de los Siete Pecados Capitales.
.
.
.
.
.
.
.
Leningrado, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Una semana después de la declaración de Churchill.
La ciudad norteña de la URSS, Leningrado, se encontraba bajo el asedio de miles de tropas de la Wermatch.
Afortunadamente, la llegada del poderoso Invierno Ruso ha hecho que el sitio fuera ralentizado considerablemente, debido a la poca experiencia de los alemanes ante el cambio de clima tan drástico, lo que ponía en ventaja al Ejército Rojo.
En las líneas de artillería, posicionadas en una colina ocultada por bosques nevados en la retaguardia de la ciudad, se encontraba un hombre. Un Sargento Soviético, descrito por sus hombres y por sus camaradas como el "Demonio Ruso", apodo que incluso llegó a resonar en las líneas alemanas, teniendo amplia experiencia con ametralladoras pesadas, morteros, lanzallamas y lanzacohetes.
El hombre llevaba el cabello algo largo, ondulado y castaño, ojos de color esmeralda, una mirada gélida, denotando sus facciones duras y dignas de temer, vestido con el traje de oficial soviético que le corresponde al ser Sargento. El nombre de dicho hombre era Lev Smirnov, proveniente de la región más fría y peligrosa de la URSS, Siberia.
(Pondré las apariencias y sus uniformes, para que no haya confusiones después)
El hombre veía cómo tres nuevos reclutas estaban teniendo dificultades para poder poner el ángulo de un cañón ML-20 correctamente en dirección a las líneas enemigas.
- Glupyye novichki (Novatos estúpidos) - murmuró viendo a los reclutas.
El hombre entonces comenzó a beber de una botella de vodka, de los muchos suministros que les enviaban desde Moscú, mientras comenzaba a indagar en su pasado.
Teniendo apenas 25 años de edad, se convirtió en uno de los oficiales más jóvenes del Ejército Rojo debido a su destreza y su brillantez en combate, que fueron moldeadas desde pequeño al haber pasado penurias horripilantes.
Desde la muerte de su padre en la Revolución Rusa y el asesinato de su madre y su hermana a manos de los alemanes, quienes se encontraban en la región de Ucrania, lugar donde se mudaron después de su ascenso como oficial y que terminaron siendo asesinadas tras el inicio de la Operación Barbarroja por parte del Ejército Nazi.
- Klyanus', ya otomshchu za ikh smert'...mama, sestra...(Juro, que vengaré sus muertes...madre, hermana...) - dijo en voz baja.
- Tovarishch Smirnov (Camarada Smirnov). - fue la voz que lo interrumpió de sus pensamientos.
- Tovarishch Stavka (Camarada Stavka). - reconoció el joven a su compatriota Sargento, Ivan Stavka, quien estaba al mando de la División 27 de Infantería establecida en la ciudad. - Chto-to proiskhodit? (Sucede algo?)
- General Zhukov zvonit tebe, on zhdet tebya v lagere (El General Zhúkov te llama, te esta esperando en el campamento). - fueron las palabras del Sargento Ivan.
Lev no se esperaba eso, era realmente raro cuando podía ver en persona al General Gueorgui Zhukov, uno de los Generales de más confianza de Iósif Stalin y el líder militar a cargo de la contraofensiva a los alemanes.
- Stranno, no ya pridu (Extraño, pero acudiré). - dijo para levantarse y despedirse con saludo militar de su camarada.
El hombre caminó, pasando por las tiendas de campaña de los soldados a su mando, viendo a dos de ellos calentándose alrededor de una fogata, mientras limpiaban las bayonetas de sus rifles. Entonces, tomó la decisión de llevarlos como una pequeña escolta.
- Vólkov! Romanov! - llamó a los dos. - Poydem so mnoy! (Vengan conmigo!)
- Da ser! (Si señor!) - dijeron ambos levantándose inmediatamente e ir junto a su Sargento.
Los dos hombres siguieron a su oficial al mando hacia un camión soviético Zis-5, usado mayormente para transporte de tropas y movilización de artillería, pero como no se encontraba haciendo ninguna de esas funciones, lo podían tomar con total libertad.
Smirnov era consciente de la deficiencia de los vehículos de su patria, aunque, según lo que escuchó gracias a informes de sus superiores, los americanos iban a llevar vehículos, suministros, armamento y más cosas a los rusos para seguir resistiendo el ataque nazi, pero cuándo llegaría esa ayuda? No lo sabía, y tampoco es como si contara con ella.
- Romanov, drayv, my poydem v lager' General (Romanov, maneja, iremos al campamento del General). - empezó a decir. - Vólkov, byt' strelkom (Vólkov, sé el artillero).
Con esas órdenes, Lev tomó el asiento del copiloto, mientras sus soldados se posicionaban en los lugares que les indicó su Sargento. Romanov se dirigió al volante del vehículo y procedió a encenderlo, mientras que Vólkov subió a la parte de la caja y posicionó su ametralladora ligera encima de la cabina para fungir como artillero.
- My idem (Vamos). - y con esa orden el camión echó a andar.
Pasando por algunos paisajes de bosques nevados por la izquierda del camino del vehículo y de sus tripulantes, por la derecha se veían los campamentos de heridos del Ejército Rojo, los cuales eran demasiados, era una visión que nadie querría ver.
Al poco tiempo llegaron a otro campamento más retirado del campo de batalla, reservado para el General Zhúkov y su tropa de resguardo.
- Zhdi zdes' (Esperen aquí). - fue la orden que dio Smirnov para bajarse del camión e ir directamente a la tienda del General.
No era difícil averiguar cuál era, ya que se trataba de la tienda más grande, y la que estaba con la entrada principal con la bandera de la Unión Soviética y la bandera del Ejército Rojo, además de que estaba cuidada por dos soldados, que fungían como guardias.
Los guardias al verlo, no dijeron nada, ya que estaban enterados de que su general había mandado llamar a Smirnov, el cual ya se encontraba frente a la carpa.
Suspirando, se preparaba para lo que fuera, y entonces suspiró, para después entrar.
- Serzhant Lev Smirnov otchityvayetsya, General Zhúkov (Sargento Lev Smirov reportándose, General Zhukov). - dijo poniéndose en pose de firmes y haciendo saludo militar al entrar en la carpa.
Y ahí se encontraba, rodeado de más oficiales de mayor rango a su posición de Sargento Primero, siendo en su mayoría Coroneles o Generales de Brigada. Gueorgui Zhukov se alzaba de entre todos ellos, siendo el General más confiable de Stalin y Comandante del Ejército Rojo.
- Ostal'noye (Descanse). - fue la orden de Zhukov a Smirnov, quien hizo lo pedido bajando su mano. - Vasha vozmozhnost' vydelit'sya sredi vsekh prishla, Serzhant Smirnov (Su oportunidad de destacar de entre todos ha llegado, Sargento Smirnov).
- Ser? (Señor?) - Lev no ocultó su intriga y su duda ante las palabras de su General.
- Nedelyu nazad, Britanskiy Ministr Cherchill' dal uvedomleniye o sozdanii gruppy, sostoyashchey iz soldat iz raznykh soyuznykh stran (Hace una semana, el Ministro Británico Churchill dio una notificación de la creación de un equipo, formado por soldados de varios países aliados). - fueron las palabras dehúkov, haciendo que Lev ya viera para dónde iba ésto. - I vy, Smirnov, budete imet' chest' predstavlyat' nashu gorduyu Sovetskuyu slavu (Y tu, Smirnov, tendrás el honor de representar a nuestra orgullosa gloria Soviética).
Smirnov quedó asombrado, aunque lo supo disimular con la mirada de frialdad y estoica, natural de los rusos.
- Pochitay menya, ser (Me honra, señor). - dijo el castaño ojiverde. - No chto budet s miomi lyud'mi? (Pero qué pasará con mis hombres?)
- Ya postavlyu vas komandovat' moim doverennym ofitserom (Los pondré al mando de un oficial mío de confianza). - respondió el General, mientras le entregaba un sobre con el símbolo del Parlamento Británico. - Oni otpravili yego tebe iz Anglii (Te lo enviaron desde Inglaterra).
El joven entonces tomó el sobre con curiosidad, para luego abrirlo y sacar una pequeña carta de él. La carta no decía casi nada, solamente una palabra en ruso.
"Gula"...
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Changde, Hunan, China.
En esos mismos momentos, se estaba librando una feroz batalla a lo largo y ancho de dicha prefectura del coloso asiático, producto de la Segunda Guerra Sino-Japonesa librada desde 1937, que fue integrada a la Segunda Guerra Mundial desde las alianzas con las potencias occidentales.
Fue un total calvario para la República de China como para el Partido Comunista Chino parar el avance del casi invencible Ejército Nipón, los cuales habían logrado conquistar desde la parte norteña de Manchuria, hasta llegar a Jiangxi, conquistando ciudades importantes como Pekín, Shangai, Xi'an, Wuhan y Hong Kong.
Sin embargo, ahora nos concentramos en la pequeña ciudad de Changde, en la que 100,000 tropas chinas se enfrentaban valientemente contra aproximadamente la misma cantidad de soldados japoneses, mejor entrenados y mejor equipados.
Bajo el mando del General Chino, Sun Lien-Chung, se encontraba un hombre, un joven Sub-Teniente de 27 años de edad, de cabello negro y ojos jade, en su cuerpo llevaba un dragón oriental tatuado a lo largo de su brazo derecho, con la cabeza de la criatura en su pecho, aunque dicho tatuaje no se revela por llevar su uniforme militar.
Nacido en la ciudad de Mianyang, en la región de Sichuan, el hombre llevaba el nombre de Yao Fei-Gulong, conocido por sus compatriotas como el "Dragón Marcial", debido a su amplio conocimiento en Kung Fu y su utilización de un Sable Dao chino en esos tiempos, algo así como el Mad Jack de Oriente.
(Ese es el Sable Dao que usa nuestro protagonista Chino)
El joven se encontraba al mando de un total de 15 hombres chinos, armados con fusiles. Antes eran 30, pero perdieron a la mitad debido a un bombardeo que los japoneses realizaron durante la mañana.
El joven Yao y sus hombres se refugiaron en detrás de una casa, que estaba al lado de un campo de arrozales, por donde más de 50 soldados japoneses se encontraban avanzando.
- Bi women duo tai duo...(Nos superan en número...) - fue la observación lógica de uno de los soldados.
- Pa meiyou Zhao, wo hui fasheng shénme (No temas Zhao, algo se me ocurrirá). - fueron las palabras dichas por Yao.
- Xiansheng, gai zenme ban? (Señor, qué haremos?) - fue la pregunta de otro de sus subordinados.
Yao empezó a registrar su entorno y a pensar en lo que podían hacer con lo que tenían. Era vital que mantuvieran lejos a esos japoneses, porque si caían, les darían a los japoneses una brecha para entrar en la ciudad antes de que lleguen los refuerzos chinos.
Viendo a su alrededor, logró visualizar al otro lado de la calle dos morteros, con lo que parecían ser en total 6 disparos para los dos morteros.
- Wo you (Lo tengo). - dijo. - Chén, Liu, dang wo fachu xinhao shí, yong zhe liang ke po ji pao sheji riben ren (Chén, Liu, usen esos dos morteros, disparen a los japoneses cuando dé la señal).
- Shi de xiansheng! (Si señor!) - fue lo que dijeron ambos soldados mencionados antes de ir a por las piezas ligeras de artillería.
- Sheng xia de, women hui fensan po ji pao de zhuyi li, jixu qianjin! (El resto, crearemos una distracción para que los morteros abran fuego, adelante!) - dio las órdenes rápidamente.
- Shi! (Si!) - dijeron los 13 soldados restantes para seguir a su oficial, mientras los otros dos se quedaron ahí para posicionar los morteros listos para disparar.
Los japoneses ni cuenta se dieron de los movimientos chinos, debido a que los pastizales de los arrozales estaban muy altos, por lo que los chinos tenían la clara ventaja ante los japoneses con el elemento sorpresa.
Yao y sus 13 hombres se situaron al lado de los arrozales, justo al flanco izquierdo del avance de las 50 tropas niponas. Para llamar su atención y hacer que esas tropas se junten lo más que se pueda, se juntaron en unos pequeños barracones de cemento, y así llamar su atención.
- Zheli! Riben zhu! (Por aquí! Cerdos japoneses!) - fue la exclamación de Yao a los japoneses, a la par de disparar con su revólver (exportado de Estados Unidos), y darle de lleno en el pecho de uno de los dos oficiales japoneses de esas tropas, matándolo al instante.
- Motto chugokugo! (Más chinos!) - exclamó el oficial nipón en su idioma. - Minagoroshi ni suru! (Mátenlos a todos!)
Los japoneses en ese momento empezaron a cruzar balas con la poca guarnición de chinos que se encontraba en su flanco derecho, sin imaginar lo que les esperaba. El fuego de respuesta de los chinos no se hizo esperar.
Con los primeros disparos de los rifles chinos lograron aniquilar a 9 soldados japoneses, mientras que ellos, al estar cubiertos por los barracones, apenas habían matado a 2 de sus compatriotas a manos de los fusiles japoneses.
Sin embargo el cruce de fuego no duró mucho, debido a que por fin, se escucharon los disparos de los morteros.
- Yanhu! (Cúbranse!) - fue la exclamación de Yao refugiándose en los barracones.
Entonces, las explosiones se hicieron sonar. Los arrozales ocupados por los nipones empezaron a ser devastados por los disparos mortales de los morteros chinos. Lastimosamente para los japoneses, los disparos fueron tan rápidos que no les dio tiempo de refugiarse, aparte porque no tenían ninguna cobertura alrededor como si tenían los chinos.
Para cuando las explosiones cesaron, los 6 disparos de los morteros bien dados, habían reducido a los 41 japoneses restantes a ser apenas 11.
- Dao fuzai! (A la carga!) - exclamó Yao desenfundando su Sable Dao cargando contra los japoneses, siendo seguido por sus hombres con un grito de batalla.
Yao fue tan rápido que los japoneses no pudieron ni notarlo. Dos japoneses en el camino del joven terminaron rápidamente decapitados por el sable del Sub-Teniente, el cual los decapitó con unos movimientos firmes dignos de un guerrero.
Yao se agachó rápidamente esquivando el embiste de una bayoneta japonesa que intentaba atravesarlo, para luego realizar una patada giratoria hacia arriba, dándole justo en la barbilla del japonés, el cual cayó de bruces contra el suelo de espaldas. Rápidamente Yao, para rematarlo, al quedar de pie de nuevo, enterró su sable en el corazón de su enemigo.
Mientras, otros tres japoneses habían muerto por sus hombres y sus bayonetas, causando que los cinco restantes se aterraran.
- Tettai! Tettai! (Retirada! Retirada!) - gritó el oficial que sobrevivió, corriendo junto a sus hombres.
Yao, obviamente no iba a dejar escapar a un oficial japonés, por lo que sacando su revólver una vez más, apuntó a la cabeza del oficial nipón, y disparó, dando justo en el blanco y atravesando el ojo derecho del hombre.
Viendo cómo los japoneses se retiraban, los hombres de Dao exclamaban fuertemente, no solo celebrando su triunfo, si no también para causar más temor en el corazón de sus enemigos y asegurarse de que no volviesen. El joven hijo de la familia Fei sonrió.
Yao era el hijo menor de una familia adinerada de la región de Sichuán, hermano de 4 hermanos mayores, con el único detalle de que 3 de sus hermanos fallecieron al poco tiempo de nacer, debido a dificultades en los partos. En la familia únicamente quedaron él y su hermana gemela, Yue, nacida unos dos minutos antes que él.
Su padre, Mao Fei-Gulong, desde pequeño lo inculcó en las Artes Marciales, al ser maestro de Kung Fu en su propia Academia, enseñando todas las ramas de éste arte, como el Kung Fu Shaolin, el Tai Chi, Zhang Chuan, e incluso el menospreciado Wing Chun. Artes que fueron instruidas a su hijo menor, quien resultó ser un prodigio, al aprender todos éstos estilos de lucha y perfeccionarlos en poco tiempo.
Su padre fallecería a los 86 años por causas naturales, hace apenas dos años. Mientras que su madre, Lian Fei-Gulong, vivía en las regiones más occidentales de Sichuán junto con su hermana, alejadas del conflicto contra Japón.
- Xianzai you laibuji jingongle (Es bastante tarde para que ataquen otra vez). - dijo Yao a sus hombres. - Women keji xiuxi (Podremos descansar).
- Yao! - una nueva voz se hizo presente, lo que hizo voltear al Sub-Teniente.
Se trataba de su compatriota y amigo de la infancia de Mianyang, Jiang Liu, el cual se había convertido en Teniente de un pelotón recientemente, siendo de un grado superior a él.
- Jiang! Lao pengyou! (Jiang! Viejo amigo!) - exclamó el joven estrechando la mano con su compatriota y poniendo su otra mano en su hombro, mientras el otro hacía lo mismo. - Shenme feng ba ni chui lai? (Qué te trae por acá?)
- Wo lai fu gao shuo qita fangmian yijing dizhi (Vengo a notificar que los demás frentes han resistido). - dijo Jiang con orgullo. - Women dabaile riben ren! (Hemos derrotado a los japoneses!)
Los soldados vitorearon en altos volúmenes al haber derrotado a los osados invasores de la isla vecina.
- Hao xiaoxi (Qué buena noticia). - dijo Yao a su amigo.
- Dan bujin ruci (Pero no sólo es eso). - seguía hablando Jiang. - Yiban Sun gei nin da dianhua (El General Sun te manda llamar).
Se le hacía sumamente curioso, pero realmente era un honor saber que el General Sun Lien-Chung lo mandaba llamar a él específicamente, a lo que no podía quejarse en lo absoluto.
- Xiexie ni gaosu wo wo de pengyou (Gracias por decirme amigo mío). - le agradeció el oji-jade. - Yihou wo hui lai kan ni (Te veré después).
El joven entonces empezó a caminar hacia el cuartel del General. Ya había estado ahí en un par de ocasiones anteriores, por lo que no le era difícil llegar. Podría pedir un vehículo para ser trasladado de una forma más rápida, pero decidió no hacerlo por dos razones.
La primera, es que era consciente de los pocos vehículos con los que disponían los ejércitos chinos, por lo que mejor se abstuvo para dejar que esos vehículos fueran usados para otros fines, tales como traslado de civiles, transporte de provisiones, munición y/o artillería, o movimiento de tropas.
La segunda, le encantaba caminar. Era uno de sus pasatiempos favoritos aparte de la práctica de artes marciales o lectura de poesía. Siempre de niño y adolescente, que se agobiaba de tantas cosas que le sucedían, salía a caminar grandes distancias, cosa que le resultaba sencillo gracias a la buena disciplina física que siempre tuvo.
Caminando, visualizó los edificios de la ciudad de Changde, o lo que quedaba de ella al menos. A pesar de haberla estado defendiendo de manera exitosa contra los nipones, los bombardeos eran cosa distinta. Los ataques propiciados por los bombarderos Yokosuka D4Y y los cazas Mitsubishi A6M Zero fueron brutales, acabando con casi el 40 por ciento de las construcciones de la ciudad.
Con dolor en el rostro logró ver cómo una división de soldados echaban cuerpos de soldados chinos caídos a una carreta para llevarlos a enterrar fuera de la ciudad. Normalmente, sus facciones denotaban que no le afectaba, pero realmente, al igual que todos, la guerra lo estaba empezando a hartar.
Pasó un rato hasta llegar al cuartel del general, que no era más que la antigua fiscalía de la ciudad, la cual estaba rodeada por cañones anti-aéreos y vallas de alambre, y claro, con un pelotón de soldados resguardando dicha construcción.
Al verlo llegar, dos soldados retiraron la valla de alambre para permitirle el paso al Sub-Teniente. Yao saludó de forma militar a los soldados, los cuales respondieron de la misma manera, para después volver a acomodar la valla al haber pasado el oji-jade.
Entró por la puerta principal de la fiscalía, para luego pasar a subir las escaleras hacia el segundo piso. Frente a las escaleras se encontraba un pabellón amplio, en donde había una mesa grande al centro. En ese lugar era la sala de reuniones de los oficiales chinos, en donde se encontraba la persona que Yao estaba buscando y que lo mandó llamar.
El Comandante en Jefe del Ejército de la República Popular China, Mariscal de Campo y General, Sun Lien-Chung.
Rodeado por oficiales de menor rango, el General de inmediato notó al Sub-Teniente, el cual lo saludó nada más entrar.
- Huanying Shaogwei Fei-Gulong (Bienvenido Sub-Teniente Feo-Gulong). - fueron las palabras del General.
- Wei nin fuwu xiansheng (A sus órdenes señor). - Yao inmediatamente se colocó en saludo militar.
- Xiuxí (Descanse). - dijo el hombre, a lo que el joven hizo caso. - Wo you yige tebie de renwu gei ni, Shaowei (Tengo una misión especial para usted, Sub-Teniente).
- Daizhe rongyu he xisheng, wo hui hao bu youyu de jieshou ta (Con honor y sacrificio, la aceptaré sin dudarlo). - dijo Yao con firmeza.
- Jishi zhe yiweizhe yao qu ling yige guojia dajia? (Incluso significa ir a luchar a otro país?) - preguntó el General, desconcertando al joven oficial.
- Baoqian? (Disculpe?) - preguntó asombrado por lo que acaba de escuchar.
- Yizhou qian, Yingguo Shouxiang xiang mengyou xuanbule yi xiang xuanbu (Hace una semana, el Primer Ministro Británico mandó un anuncio a sus aliados). - relataba el hombre. - Jiang chuangjian yige tuandui qizhong mei ge guojiadiqu de chengyuan (Se creará un equipo con miembros de cada país).
El joven escuchaba con atención cada palabra de su General, aunque a la par pensaba acerca de lo que pasaría en su patria si el se ausentaba durante mucho tiempo. No le agradaba mucho la idea, sobre todo por su familia.
- Nin jiang youxing zai shangshu tuandui zhong daibiao zhongguo (Tendrás el honor de representar a China en dicho equipo). - fue con lo que terminó el General.
- Rongyu wo (Me honra). - dijo el hombre. - Danshi wo de jiaren he shibing hui zenyang? (Pero qué pasará con mi familia y mis soldados?)
- Ta de shouxia jiangzai ta pengyou de zhihui xia, Zhongwei Jiang (Sus hombres quedarán al mando de su amigo, el Teniente Jiang). - eso lo tranquilizó de cierta medida. - Duiyu nin de jiaren, nin jiangyou jihui xiang pingshi yiyang gei tamen xie xin (Con respecto a su familia, tendrá la oportunidad de escribirles como normalmente lo hace).
- Wo zhongxin ganxie ni (Se lo agradezco de corazón). - Yao hizo una reverencia en señal de agradecimiento.
En ese momento, el General hace una seña con sus manos, a lo que uno de los otros oficiales va con él, y le entrega una carta, para luego extenderla hacia el joven Yao.
- Zhe feng xin laizi Yingguo, shi gei ni de (Ésta carta llegó desde Inglaterra, es para ti). - al decir ésto, Yao la tomó.
Lentamente vio el sobre, teniendo el sello del Parlamento Británico. Al abrir el sobre, venía una carta con una palabra en lengua china.
"Avaricia"...
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
París, Francia...
La llamada Ciudad de las Luces y del Amor ahora no era más que una sombra de lo que era antaño. Las tropas de la Wermatch de la Alemania Nazi aterrorizaban a los ciudadanos Parisinos desde que la ciudad, y toda Francia, fueran conquistadas en 1940.
Desde ese momento, Francia quedó dividida en dos. La parte del norte quedó bajo total dominio de Alemania, con sede principal en París, mientras que en el sur, se estableció un régimen partidario del Nazismo, con la ciudad de Vichy como su capital, siendo llamados la Francia de Vichy.
Dicha Francia, era básicamente el perrito faldero de los alemanes tras la rendición de la República Francesa, teniendo colonias por todo el norte de África.
Sin embargo, la esperanza residía aún en aquellos que luchaban por la libertad de su patria. El General Francés, Charles De Gaulle, quien logró escapar de la invasión alemana yéndose a Inglaterra, emitió un comunicado al pueblo francés, instalando a levantarse en armas en contra de los osados invasores.
Bajo la frase de "Vive la Résistance! Vive la France!" (Viva la Resistencia! Viva Francia!) se fundó la Francia Libre, un enorme grupo de rebeldes franceses que usaban tácticas de guerrillas para debilitar a los Nazis a lo largo de todo el país.
.
.
.
En París, por las calles se encontraba un convoy alemán compuesto de 4 camiones Opel Blitz con carpa, los cuales llevaban fusiles y ametralladoras de manufactura alemana en dirección hacia la guarnición de la Wermatch en la ciudad, la cual era un Hospital anteriormente, justo al lado de la Catedral de Notre Dame.
Dichos camiones iban escoltados por otros dos camiones del mismo modelo, pero abiertos, y con tropas alemanas, siendo un total, entre conductores y soldados, 30 alemanes.
El convoy iba pasando al lado de un hotel, faltando unas 3 millas aún para llegar a su destino. Fue en ese momento, que un grito alertó a todos.
- Vive la Résistance! (Viva la Resistencia!) - al escuchar ese grito, varios disparos de rifles empezaron a disparar hacia el convoy.
En la primera salva de la emboscada acabaron con 10 alemanes, por lo que el convoy se detuvo y los soldados salieron de los camiones, dispuestos a defender su carga. Un capitán alemán iba saliendo de su camión, pero al salir, un disparo atravesó su entre-cejo, gracias a una bala disparada desde lo lejos.
- Au revoir chienne... (Bye bye perra...) - fue lo dicho por un francotirador, ubicado a dos edificios, un poco más alejado de la zona del conflicto.
Éste joven era un castaño de ojos marrones, un Sargento 2do. de la ya desintegrada Fuerza Militar Francesa, quien tuvo la oportunidad de irse, pero que decidió seguir en Francia, luchando contra los alemanes e instruyendo a los insurgentes a pelear. Vestido actualmente con un uniforme de soldado de infantería de montaña francesa.
El joven usaba en sus manos un fusil Enfield No. 4 con mirilla giroscópica, proveído por los Británicos, y realmente, no había mejor arma que le pudieran otorgar, siendo campeón nacional de puntería a disparos durante 4 años seguidos en su patria, llevaba aparte un estoque francés en su cintura. Proveniente de la ciudad sureña de Marsella, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, llevaba el nombre de Arno Dorian, tenía apenas 23 años.
El joven seguía disparando, matando de un solo tiro a la cabeza a los 3 oficiales alemanes que se encontraban en el convoy, mientras que sus compatriotas de la Resistencia se encargaban de los soldados en general.
Al quedar solo 7 soldados alemanes, Arno se levantó del tejado del edificio en donde se encontraba y saltó con agilidad hacia los otros dos tejados hasta quedar debajo del conflicto. Como en ese distrito los edificios no eran tan altos, no fue problema para él saltar del tejado hacia el suelo.
Antes de caer, desenvainó su estoque y, cayendo encima de un desafortunado soldado nazi, enterró su espada en la espalda del enemigo, matándolo al instante.
Los alemanes se asombraron al ver a ese hombre aparecer de la nada encima de su compañero y matándolo al instante con su espada. Rápidamente, 25 miembros de la Resistencia Francesa salieron de los edificios aledaños al detenido convoy y apuntaron sus armas a los 6 alemanes restantes, los cuales se encontraban acojonados.
- Abandonne maintenant (Ríndanse ahora). - fueron las palabras del joven Dorian, quien les apuntaba a sus enemigos con su espada.
Los alemanes entonces, tiraron sus armas y alzaron las manos en señal de rendición, para luego incarse en el suelo.
- Les attacher mes amis (Átenlos amigos míos). - pidió a sus compañeros.
Éstos lo hicieron con gusto, atando las manos de los nazis, para luego meterlos a uno de los camiones. Después, los franceses procedieron a subir a los camiones e irse en otra dirección en las afueras de la ciudad. A uno de los escondites de la Resistencia Francesa.
Cabe destacar que tanto Arno, como sus compañeros, llevaban una banda en su brazo izquierdo, similar a la que llevan los alemanes con el símbolo del nazismo, pero el de ellos era de los colores de la bandera francesa y con la Cruz de Lorena en el centro, siendo el símbolo de la Resistencia Francesa y del Gobierno Provisional de la Francia Libre.
El convoy capturado por los franceses se alejaba de París más y más hacia el este, en donde se encontraba el escondite de los Rebeldes. En lo profundo de los bosques de la Montaña de Reims.
Pasando por caminos normales, al llegar a la montaña, los carros comenzaron a pasar entre los árboles, asombrando a los prisioneros alemanes, ya que nunca esperaban que vehículos motorizados pudieran pasar por aquellos lares.
Pasaron por dos colinas aledañas a la montaña, para luego visualizar un claro, en donde se veían unas fogatas. Una ventaja de tener tantos árboles alrededor es que dichas fogatas no se podían ver desde caminos normales, haciendo así, que el escondite haya pasado desapercibido por los soldados de Hitler.
Al llegar, los prisioneros se asombraron aún más, ya que ahí mismo se encontraban un grupo enorme de Rebeldes Franceses, se contaban por cientos. El Cabo que capturaron, que era el soldado de mayor rango de los 6 que capturaron, estimó que se trataban de 400 a 600 cuanto menos.
Además de que no solo eran hombres, también habían algunas mujeres, todas armadas.
- Nou sommes de retour! (Hemos vuelto!) - exclamó Arno, quien bajó del camión del convoy en el que se encontraba.
- Bienvenue Arno (Bienvenido Arno). - fueron las palabras de un miembro de la Resistencia que se acercó a ellos, de nombre Jaques Courtois, ex-Cabo del Ejército Francés y segundo al mando de ese grupo de la Resistencia Francesa.
- Nous avont tout, armes et munitions (Tenemos todo, las armas y las municiones). - dijo el joven Dorian a su amigo.
- Télécharguez tout! (Descargen todo!) - ordenó rápidamente Jaques, a lo que un grupo fue inmediatamente a sacar todo de los camiones.
- Sergent, que faisons-nou des prisonniers? (Señor, qué hacemos con los prisioneros?) - preguntó uno de los que fueron junto con Arno, el cual apuntaba, junto a unos compañeros franceses, a los recién bajados prisioneros alemanes.
El joven Sargento no lo pensó mucho, y fue extremadamente tajante con su respuesta.
- Emmèn-les tirer (Llévenlos a fusilar). - dijo.
Inmediatamente los soldados franceses empezaron a sujetar a los alemanes para guiarlos a donde los iban a ejecutar. Claro, los alemanes no sabían, ya que no hablaban francés, por lo que por lo menos iba a ser una tarea sencilla para los de la Resistencia.
- Toujours si cruel (Siempre tan cruel). - mencionó el Cabo Francés. - Parfois je pense que tu es le frère de Rousseau (A veces pienso que eres hermano de Rousseau).
- Tu sais que je ne tuis pas (Sabes que no lo soy). - respondió Arno. - En parlant d'elle, y a-t-il eu des nouvelles? (Hablando de ella, ha habido alguna novedad?)
La persona de quien hablaban era de la líder del otro grupo de la Resistencia Francesa en París, Michelle Rousseau, conocida por todos por no dar cuartel alguno y de ser una mujer despiadada con sus enemigos, aunque no se sabe del todo por qué. Se dice que solo sus más allegados saben, pero nadie se atreve a preguntar.
Mientras que Arno lideraba a su grupo en el lado Oriental de París, Michelle lideraba el suyo por el lado Occidental, llevando ambos acciones coordinadas para no llevar abajo la operación.
- Rien (Nada). - dijo Jaques, caminando junto con Arno hacia su lugar de reuniones. - Le dernier que nous avons entendu c'est qu'il a décidé de prendre une position défensive, apparemment il a perdu beaucoup de ses propres dan son dernier tour (Lo último que supimos es que decidió tomar una postura defensiva, al parecer perdió a muchos de los suyos en su último asalto).
- Merde...(Mierda...) - murmuró el castaño, llegando junto con su segundo al mando a la mesa de operaciones, en donde había un mapa de la ciudad de París. - Nous devrons bien planifier notre prochaine attaque (Tendremos que planear bien nuestro próximo ataque).
- Au fait, quelque chose est venu pour toi (Por cierto, llegó algo para ti). - dijo Jaques, mientras sacaba de sus bolsillos dos cartas. - Ils viennent de Londres, l'un est du Général De Gaulle (Vienen desde Londres, una es del General De Gaulle).
Si había un pensamiento surcando la cabeza de Arno Dorian, acababa de ser parada estrepitosamente como si Superman hubiera detenido un tren a toda velocidad con una mano. No era habitual recibir cartas con el estado en el que se encontraba el País, y menos del propio Charles De Gaulle.
Sin decir nada, tomó las cartas y abrió primero la que estaba escrita por De Gaulle.
"Sergent Dorian, vous avez été convoqué à Londres pour participer au plus grand plan de toute la guerre. En raison de vos compétences de combat étendues et de vos nombreuses victories, vous ferez partie d'une équipe d'élite, composée de soldats courageux de nombreuses régions du globe. Présentez vou dés que possible.
Vive la Resistance! Vive la France!
Général Charles De Gaulle."
("Sargento Dorian, usted ha sido convocado a Londres para ser partícipe en el mayor plan de toda la guerra. Por sus amplias destrezas en combate y sus numerosas victorias, formará parte de un equipo de élite, formado por valientes soldados de muchas partes del globo terráqueo. Preséntese lo más pronto posible.
Viva la Resistencia! Viva Francia!
General Charles De Gaulle".)
Y ahora le pedían irse a Londres para recibir más misiones.
Con su cabeza llena de preguntas, abrió el otro sobre, el cual tenía el sello del Parlamento Británico. Dentro, solo venía una carta con una palabra en francés.
"Ira"...
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Continuará...
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Holu shabots!
En ésta nueva historia veremos algo distinto a lo antes escrito por mi. Decidí adentrarme en hechos históricos, y qué mejor que con uno de mis eventos bélicos favoritos, como lo es la Segunda Guerra Mundial.
El prólogo estará dividido en dos partes debido a la larga duración que tendría si se presentaran a todos los personajes juntos en un prólogo, además de que no me alcanzarían las imágenes para poder completarla correctamente, ya que las imágenes van a tener una función importante en ésta historia para retratar la guerra como tal.
Éste proyecto fue hecho de la mano con otros 6 amigos míos, quienes creamos a nuestros personajes, los cuales conforman a los Siete Pecados Capitales de la Segunda Guerra Mundial.
En ésta primera parte conocimos a tres de ellos.
El primero, bajo la creación de mi amigo William, esta el Soviético Lev Smirnov, Pecado de la Gula. Su usuario es @Grand_Lancer.
El segundo, bajo la creación de mi amigo Dante, esta el Chino Yao Fei-Gulong, Pecado de la Avaricia. Su usuario es @Grand_Berserker.
Mientras que el tercero, hecho por mi amigo Glibert, es el Francés Arno Dorian, Pecado de la Ira. Su usuario es @glibertken.
A mis otros tres amigos y a un servidor se les conocerá en la segunda parte del prólogo.
Quiero aclarar que el idioma inglés lo voy a traducir directamente al español, ya que va a ser el idioma más usado en el fic y sería una lata tener que traducir todo, a excepción de otros idiomas como el ruso, el chino y el francés, el cual lo acaban de ver todo traducido.
Sin más que agregar, se despide UchihaBardo99! Sayonara! Arigato!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro