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Sé mía...

El auto se detuvo, haciendo sonar sus llantas y llamando la atención de varias personas. La puerta se abre, dejando ver a un rubio con traje elegante bajar de manera tortuosa, con una mirada malditamente atrayente.

Su aura de empresario y hombre sensual, deja en un estado de locura a las mujeres, así como también a los hombres. Todas las miradas se posan en él, mientras el se asegura de dejar su auto seguro.

Camina con seriedad, dejando sus pasos firmes en el suelo. Sus ojos captan inmediatamente el famoso hotel del cual es dueño, desde que consumo su matrimonio con la morena.

Hotel JimLO...

Entra al hotel, dando sus llaves al portero para entonces ver el interior de su ahora, hotel.

El lujo ilumina sus ojos, las personas de alta clase caminan de un lado a otro. Mientras que los empleados que atienden recepción, corren inmediatamente hacia él.

El rubio desabotona un botón de su camisa y lleva su mano hacia su melena, para peinar la hacia atrás.

_ Bienvenido, Señor Park. - habla un hombre de piel oscura, cabello rizado, ojos negros como la noche, nariz respingada y labios muy pomposos.

_ ¿Preparaste todo? - le pregunta deteniendo su andar, mirando los ojos de ese morena de piel oscura como su esposa. Esa piel canela, tan hipnotizante.


_ Todo está listo, Señor. - le responde- La suite VIP, está lista. - el rubio asiente para dejar salir un suspiro- ¿Desea que lleve comida y alguna bebida en específica dentro de unas horas? - le pregunta con complicidad.

_ Claro - responde- Lleva lo mejor que tenga el menú del hotel esta noche. Y uno de los mejores vinos - el moreno asiente ante el pedido de su superior.

_ Cómo desee, Señor Park.  - le responde

El rubio desvía su mirada a los ascensores, deseando ver si objetivo, más no es así.

_ ¿Ya está aquí? - pregunta sin apartar la mirada de los ascensores y los pasillos del hotel.

_ Así es... - ante su respuesta, voltea a mirarle- Hace media hora llegó, lo espera en la suite...

El rubio con una sonrisa traviesa, lleva su mano al bolsillo del interior de su saco. Saca su billetera, dónde trae los mejores cheques.

El rostro del moreno, comienza a iluminarse.

_ Todo en silencio, Mark. - le responde para sacar un bolígrafo escribiendo una buena cantidad de dinero, la suficiente para mantener a varios de los empresarios en silencio. Sobre todo a ese moreno. - Y si nadie se entera de mi estancia en este hotel... - lo mira a los ojos- Recibirás un cheque para tí solo, con varios ceros... - confiesa alzando una ceja, analizando cada una de las expresiones de ese hombre parado frente a él.

Se puede ver el brillo en sus ojos, ante las palabras del rubio.

_ No se preocupe, nadie sabrá que usted estuvo por aquí. - ante esa confesión, que es lo que tanto necesita escuchar el rubio, su sonrisa de satisfacción se hace presente. Para darle el cheque

_ Perfecto- deja salir el aire- Entonces, no hay nada más que hablar. - es su última palabra para darle una pequeña palmada en el hombro del moreno y continuar su camino, sin ni siquiera mirar hacia atrás.

El Moreno mira su cheque con una sonrisa, para seguir también su camino.

Mientras que una pequeña y feliz familia, camina por los pasillos del Hotel muy desinteresadamente.

Una hermosa mujer, de cabellera negra de tez canela clara, camina con elementos sosteniendo la mano de su pequeña hija.

Esa mujer viste con un hermoso vestido negro con encaje en forma de (V), que se pega perfectamente a las curvas de su hermoso cuerpo, mientras un bello colgante de piedras hermosas adorna su cuello. Contando con sus pendientes plateados, tan finos. Sus preciosos tacones altos color del mismo color de sus pendientes, de unos diez centímetros aproximadamente; adornan sus piernas de manera sensual. Su maquillaje leve, la hace lucir resplandeciente. Sin duda alguna, es una mujer hermosa. Digna hija de un Jeon.

Mientras que su esposo, viste informal. Con una camisa negra ajustada a su torso y pecho, con dos botones desabotonados; dejando ver parte de su piel desnuda. Así como sus clavículas. Una perfecta vista. Unos Jeans blancos, que se mordean a la defección con sus piernas levemente tonificadas. Apenas le llega hasta los tobillos, dejando ver parte de su piel pálida. Sí, es muy blanco y lo hace lucir demasiado sexy con esas zapatos mocasines negros. Ufff, resalta a la perfección su palidez. Por encima de la ropa, lo adorna un enorme reloj de oro, que a la legua deja en evidencia que es alguien de alta clase.

La pequeña niña, porta un vestido blanco con pequeños encajes y vuelos. Con sus sandalias abiertas, dejando ver la hermosa manicura que adorna las uñas de sus deditos. Mientras dos coletas bajas, con su flequillo perfectamente cortado; la hacen lucir tierna.

Los tacones de la peli negra, resuenan en todo el lugar. Llamando la atención de varias personas, sobre todo de los empleados.

_ Mamá. - llama la pequeña, sujetando la mano de sus padres. Su madre baja la mirada y se da el gusto de observar el bello rostro de su hija de tan solo cuatro años- ¿Podemos ir a ver a los tíos?...

Ante esa pregunta, ambos padres sonríen.

_ ¿Deberíamos?- pregunta su madre, para mirar a su esposo quién le sonríe.

_ Si no llevamos a esta infante con Jungkook y Ana Lorena; tendremos problemas serios- le dice con diversión, para mirar a su pequeña hija quién le saca la lengua, provocando la risa de ambos.

_ Vayamos mañana... - contesta la mujer, para mirar hacia el frente. Su mirada se pierde completamente entre la gente y los pequeños carritos que transporta los equipajes. Hasta que una cabellera rubia, atrapa toda su atención-... ¿Jimin? - gesticulan sus labios, con algo de desconcierto.

El peli negro la mira frunciendo el ceño, mientras caminan.

_ ¿De que hablas, Sujaila? - le pregunta sin entender.

La nombrada señala con su dedo índice derecho, acusador, el camino que toma su cuñado. Su esposo sigue la dirección de su señalada, hasta dar con ese rubio de caminar elegante y seguro.

Ahora ambos fruncieron el ceño.

_ ¿Que hace Jimin aquí a esta hora? - ahora es su turno de preguntar.

_ ¿El novio de la tía está aquí? - pregunta la niña, algo confundida

Pero sus mayores la ignoran.

_ ¿Estará Lorena aquí? - pregunta la mujer, para acercarse a recepción junto a su familia.

_ Ni idea... - responde el peli negro, para callarse en el momento que miran a la mujer que atiende recepción. - Buenas noches. - habla el, saludando.

_ Oh, Señor Min, Señora Jeon... - habla ella con emoción, mirando a sus superiores.

_ Min, querida... - le corrige la peli negra, dejar salir el aire.

_ Oh, perdone Señora Min, es la costumbre... - baja la mirada apenada.

_ Tranquila, solo que no vuelva a ocurrir- le dice el Señor Min, con seriedad.

_ Está bien.

_ Señorita... - procede a hablar Sujaila- Prepare una de las suite VIP para mí y mi familia - pide ella a lo que inmediatamente la joven asiente- Y dime, ¿que hacía mi cuñado en el hotel a esta hora? - ataca, provocando que la mirada de la joven inmediatamente capten sus ojos - ¿Alguna reunión? Porque no veo a mi hermana aquí.

La castaña se queda callada, exasperando a la peli negra quién la mira de manera intimidante.

_ Lo siento... pero no puedo darle esa información.  - la peli negra cierra los ojos tratando de mantener la calma.

_ ¿Es una broma? - le pregunta para volver a mirarla- ¿Sabes realmente quién soy? - pregunta por última vez.

La castaña asiente.

_ Aún así, no tengo permitido revelar esta información.

Y ahí la peli negra entiende todo.

Tiene que estar haciendo algo grave o de lo que nadie puede enterarse para que esa mujer diga eso, ¿verdad?

El peli negro se le queda mirando a la castaña, con una mirada para nada amigable.

_ Alcanzame el móvil, Sugi... - le pide a su hija, quién lleva su mano al bolsillo trasero del Jeans de su padre, para tomar su Iphone  y entregárselo al dueño- Gracias, cariño. - acaricia su cabellera para tomar el móvil y desbloquearlo con su rostro. - No pierdas el tiempo, nena. - le dice a su esposa- Llamemos a la única y verdadera dueña de este hotel... - su rostro de maldad comienza a hacerse presente, provocando miedo en la castaña mientras que su esposa sonríe.

_ Tienes razón. Llama a mi hermana y dile que despida a la recepcionista. Ah hecho mal su trabajo, que lástima... - dice con fingida tristeza.

El corazón de la castaña se acelera con fuerza, el miedo sube por todo su cuerpo hasta provocar que sus manos suden y tiemblen.

_ Anda cariño, llama a Ana Lorena. - le dice, viendo como el peli negro comienza a buscar entre los contactos el número de su cuñada.

_ ¡No!... - habla la mujer, bajando la mirada- Por favor no... tengo una familia que mantener.

La peli negra alza una ceja.

_ Y yo una hermana que proteger... - ataca- Y tú no me colaboras...  - su cinismo a veces provoca que su esposo, se vuelva loco.

_ El Señor Jimin... vino solo. - habla ella, para mirarla.

_ ¿Y quién lo espera? - pregunta Yoongi- Porque su dirección desde un principio fué hacia las Suite... - alza una ceja, viéndose malditamente íntimamente pero ridículamente sexy. Ufff.

_ Una chica... - cuando dice eso, la pareja se mira entre ellos entendiendo la situación-

_ ¿Una chica? - cuestiona la peli negra- ¿Su amante?...

No puede creer que su cuñado nuevamente le está haciendo eso a su hermana. Después que ella sufrió y lo perdonó.

_ S-Si... - responde...

La peli negra deja salir el aire, sintiendo la rabia y el enojo correr por sus venas.

Suelta la mano de su pequeña y se da la vuelta, dándole la espalda.

_ No puedo creer esto. - habla Min Yoongi, con la mandíbula apretada. El enojo comienza a aparecer.

_ Ese hijo de... - se calla inmediatamente, más su rabia no puede con tanto - Pero esto lo va a saber inmediatamente Lorena... - anuncia para tomar el teléfono de su esposo y marcar el número de su hermana mayor.

Este da timbre, pero nada. Manda directo al buzón, desesperando más a la peli negra.

_ ¡Coge el teléfono, cojones! - dice entre dientes, sintiendo que en cualquier momento tiraría su celular.

(...)

El rubio lleva la llave magnética hacia el seguro de la puerta, esperando que la escaneara para abrirla.

De solo pensar en la noche llena de sexo que va a tener, provoca que la emoción sacuda su cabeza y no exactamente la de arriba.

La puerta se abre inmediatamente, después de un pequeño sonido de confirmación. La suite desprende un rico olor, ¿saben cuál es?

Sexo salvaje.

Pura Lujuria.

_ Perrita... - llama con una voz ronca, provocando que esa mujer de cabellera rubia, ronronee y se levante de la cama para correr hacia el rubio con una sonrisa.

_ Pensé que no vendrías- le dice para llegar a él y abrazarlo colocando sus manos en su cuello - Mi vagina y yo te extrañamos.

El rubio ríe para robarle un beso de sus labios.

_ Nosotros añoramos partirlas en dos... - le comenta para llevar sus manos a las nalgas de la rubia.

_ ¿Así le dices también a tú esposa? - le pregunta con burla, el rubio hace una mueca.

_ Nah. - contesta - Si le digo eso a Lorena, posiblemente me manda a la verga.  - la rubia ríe a carcajadas- Ella es muy delicada.

_ Uy, ¿entonces no es de sexo salvaje? - le pregunta para llevar sus manos al traje de Jimin, comienza a despojarlo de él, quedando en una camisa blanca, la cuál se encarga de quitársela hasta dejar su pecho al descubierto.

_ Ni siquiera sabe menearse, no es apta para tanta verga - comenta con burla, viendo como la rubia acaricia su pecho.

_ ¿Y porqué no la dejas? - su pregunta hace reír al rubio.

_ Porque amo a mi esposa... - ahora es el turno de la rubia reír, ante esa confesión tan falsa- Aunque no me satisface su cuerpo, su dinero lo hace y me ayuda mucho...

Sonríe con sorna, para quitarle la bata a la rubia.

_ Nos, satisface... - se corrige el mismo, para hechar a un lado la cabellera rubia  dejando expuesto su cuello y clavícula- Porque ahora mismo estamos en su hotel... - la mujer ríe para sentir el primer beso húmedo en su cuello, sus ojos se ponen en blanco mientras disfruta su lengua recorrer todo su cuello.

_ Ella jamás podrá darte lo que yo te doy, Jimin... - le recuerda con la voz seductora, llevando su mano derecha hacia la hebilla del Jeans, desabrochandolo para meter su mano y acariciar su masculinidad por encima del bóxer. Sintiendo el calor que este desprende, cómo poco a poco ese animal despierta de su sueño. - Nunca podrá hacerte suspirar, ni menearte tan bien esta verga... - comenta para meter su mano entre el bóxer, sintiendo la suavidad de su piel y la dureza de su polla con pre- semen.

_ Ah... - sale un suspiro de sus labios mientras muerde el cuello de la rubia, provocando un gemido. - Mamamela... - le pide, aunque más bien parece una orden la cuál ella acata inmediatamente.

El se separa de ella y baja inmediatamente su Jeans y bóxer, dejando salir con fuerza su verga goteando pre-semen.

Está rosadita, con sus venitas acariciando todo su tronco.

_ De rodillas, Rosé. - ella sin hablar, se arrodilla para llevar sus manos a la verga del rubio, sintiendo su dureza- Mételo en la boca, ahora - los ojos de rubio estaban llenos de lujuria, una oscuridad lo envuelve completamente. El deseo.

La rubia lo mete en su boca, envolviendo la glande y su falo con su lengua caliente. El rubio hecha su cabeza hacia atrás, extasiado de la suavidad de esa lengua.

Comienza a darle lamidas por todo su tronco, mientras lo masturba con una mano. Lleva su boca a su punta, pasa la lengua incontables veces por ahí, logrando pequeños espasmos en el rubio, quién la mira desde arriba con una puta cara de orgasmo.

_ ¿Ella te hace esto?... - le pregunta para llevar su lengua a los testículos, metiéndose uno en su boca, lo chupa de manera tortuosa mientras masturba su pene.

_ Ah... Joder... - sus espasmos cada vez eran más fuertes, mirar la carita pervertida de Rosé desde esa posición, chupando sus testículos y masturbándolo, lo están llevando a la puta perdición- N-No... - le responde a su pregunta.

_ ¿Y se atraganta con él, papi? - le pregunta con voz seductora, para dar una lamida desde sus huevos, desde sus testículos pasándolo por su tronco hasta la punta de su verga, para meterlo por completo en su boca, atragantandose con él. El rubio ahoga un gemido y muerde su labio inferior con fuerza para llevar sus manos a la cabeza de la rubia.

_ Cometelo todo... Ah... - está totalmente extasiado del placer, mientras hunde su polla en la boca de Rosé. Comienza a embestir su boca sin compasión alguna, provocandole arcadas, más eso no le importa.

Los ojos de Rosé se cristalizan, el rubio cierra los ojos y aprieta su mandíbula junto a los cachetes de sus nalgas ante la puta tensión y cosquilleo. Una calor lo envuelve, obligándolo a endurecer hasta sus piernas. El orgasmo estaba a la vuelta de la esquina... no que va, está ahí mismo.

Sin más, se vino en la boca de la rubia. Cierra sus ojos sintiendo que su respiración se acelera mucho. Su esperma llena la bucalidad de Rosé, quién sonríe deliberadamente.

_ Rico... - susurra cuando el agarre de Jimin se debilita, saca su pene de su boca dando pequeñas lamidas y tragando su semen- Me encanta tú lechita... - le dice para ver como el la mira, mordiendo sus labios.

_ Daría la vida porque Lorena hiciera lo que tú me haces... - dice con lujuria, provocando la risa de la rubia- Pero tú eres mi puta...

(...)

El peli negro habla con su hermana, escuchando todo lo que está le decía acerca del esposo de su mejor amiga y hermana de su hermana.

El aprieta sus puños con fuerza, logrando que sus nudillos se pongan blancos.

_ No puedo creer lo que me dices, Sujaila... - susurra entre dientes, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas.

_ Yo estoy igual que tú, no puedo creer que nuevamente le está siendo infiel, hermano. - comenta al otro lado de la línea.

Después que el ni siquiera puede aproximarse a ella de ese modo, cuando quiso desistir de alguna vez ser algo más que un amigo porque la chica que siempre le ha gustado, posó sus ojos en alguien más.  Se lleva la noticia de que nuevamente la caga, le vuelve a ser infiel y no valora a esa morena.

La primera lágrima baja de sus mejillas, no llora de tristeza. Llora de impotencia, de enojo y rabia. Porque se atreven a burlarse de su chica, de la única mujer en el mundo con la que nunca podría estar separado, incluyendo su hermana, su madre.

Cuando se fué durante dos años, solo para no ver a esa morena besándose y casándose con ese hombre. Regresa siendo actor porno, a pesar de que su rostro nunca sale en los videos. Pensando que siendo lo que es, ya no es apto para su Noona, es la única manera de engañarse a sí mismo.

Intentó alejarse de la familia, de ella. Cuando pensó que ya la había olvidado después de acostarse con varias mujeres debido a su trabajo, regresa. Más sus sentimientos se mantienen intactos, aunque ahora solo le haga ver a su Noona que la desea.

Ese es su deseo carnal. Aunque ella reaccione a su cuerpo, a sus toques, sabe que nunca será de él completamente. Por él... Park Jimin.

El hombre que la hace sufrir constantemente. El hombre que ni siquiera la sabe valorar.

_ ¿Oppa?... ¿Estás?... - la voz de su hermana, lo hace volver a su realidad.

Sorbe su nariz y limpia sus lágrimas.

_ Sí, tranquila.  - le contesta- Vengan mañana, Lorena está aquí. - intenta cambiar el tema de conversación.

_ Oh, está bien

_ Perfecto, entonces mañana nos vemos. Cuídense... - y dicho eso, colgó para mirar a la nada.

La puerta del baño es abierta, dejando ver a la morena salir con una camisa roja de su mejor amigo. Esta le queda a mitad de sus muslos, dejando expuesta su piel. Sus senos se mantienen firmes a pesar de no tener sostén. Su cabellera mojada cae por su espalda, haciéndola lucir malditamente sensual y sexy ante el  peli negro. Quién se ha dado el gusto de mirarla de arriba a abajo sin pudor alguno.

Que bendición sería poder moldear las curvas de su cuerpo, con su lengua.

_ Kook, ¿con quién hablabas por teléfono? - le pregunta la morena para caminar hacia el a paso lento

Y escuchar su nombre salir de sus labios, mientras le hace el amor y la escucha gemir.

_ Jungkook, ¿me escuchas?...

Nalguear sus nalgas, ese culo grande y redondo. Masajearlo.

_ ¿Estás sordo? - le pregunta cuando llega a su lado. Viéndolo sentado en el borde de la cama, mientras ella está frente a él. Quedando su cintura e intimidad, a la altura de su rostro.

Jungkook no puede dejar de verla, su mirada se posa en sus pezones duros haciéndose notar bajo la fina tela.

Si pudiera tomar esas tetas, meterlas en mi boca y chuparlas a mi antojo... - piensa constantemente.

_ Jungkook... - truena sus dedos frente a él, logrando que vuelva a su realidad y halándola de su brazo derecho ocasionando que caiga en sus piernas.

La morena se tensa, sintiendo la respiración de su mejor amigo en su cuello y su masculinidad incrustada en su trasero.

Una calor intensa recorre el cuerpo de ambos, haciéndose sentir la tensión sexual en la habitación.

Jungkook huele su cabello, cerrando sus ojos mientras disfruta el delicioso olor que desprende. Ana Lorena se ha lavado su cabellera con el Shampoo de Jungkook.

Y el desea con toda su fuerza poder tenerla así siempre, poder verla desnuda en su baño... verla bañarse con sus pertenencias. Regalarles los mejores orgasmos de su vida. Hacerle el amor como nadie se lo ha hecho. Hacerla sonreír, pintar su mundo de hadas. Llenar su vida de amor....

Ambos se miran fijamente, no pueden apartar la mirada y tampoco tienen intención de hacerlo.

_ Sé sincera conmigo, Ana Lorena... - pide Jungkook con la voz ronca, provocando que la piel de la morena se ponga chinita.

Jungkook llena su mano al muslo de Lorena, para acariciarlo delicadamente.

Un cosquilleo llega por el vientre de Ana, hasta provocar palpitaciones...ahí... dónde no debería sentirlas.

_ Lo seré... - le hace saber, sin ambos apartar las miradas.

Se dicen tantas cosas a través de esas miradas. Suelen hablar más sus corazones, que su boca.

Debería llamarse; Pasión frustrada.

_ ¿Tú... - piensa mucho para decir lo siguiente, sabe que Lorena evitará contestar. Lo sabe- ...alguna vez has pensado en mí...- de solo pronunciar esas palabras, el corazón de la morena comienza a latir con fuerza- ... de otra manera, además de hermanos?

El contacto visual no se detiene, Ana Lorena solo se encarga de decir su respuesta a través de ella. Los ojos del peli negro, dibujan la figura y el bello rostro de la morena.

La morena duda, más no se niega a revelar la verdad.

Lleva sus manos al cuello de Jungkook, comenzando a acomodarse. Se levanta un poco y se sienta a horcajadas sobre él, quedando ahora sus intimidades juntas. Sus miradas hablan constantemente, mientras que las piernas de Ana rodean la cintura del peli negro y sus manos descansan en los muslos desnudos de la Morena.

El corazón de Jungkook late, pero con fuerza.

_ Siempre eh pensado en ti... - susurra para ellos dos, provocando que la piel de Jungkook se erice- ... de otra manera, Jungkook.

Jungkook deja de respirar, sintiendo que el corazón se le detiene. Las manos de Ana comienzan a sudar mientras juega con los cabellos sedosos del peli negro, debido a los nervios.

Ni siquiera Jimin provoca eso en ella.

Ninguna mujer ha tocado el corazón de Jungkook. Ninguna... solo una. Una que yace frente a él mirándolo con una cara de inocencia y amor, que lo derriten.

_ Entonces... ¿porqué te casaste con él?... - le pregunta con tranquilidad, a pesar de que por dentro está enojado.

Ella sonríe mostrando su dentadura, provocando que Jungkook se derrita internamente.

_ Porque solo el podría aguantar mi forma de ser y mi inexperiencia... - inventa su excusa provocando que el peli negro fruncie el ceño.

_ Yo puedo aguantarte todos los putos días de mi vida, Lore... - le contesta, provocando que su clitoris palpite y su corazón casi se le salga del pecho. - Y para mí sería un placer poder tenerte los benditos seven days a week...

Ella sonríe sintiendo sus ojitos cristalizarse.

¿Cómo explicar que se ha casado con Jimin, por tener sentimientos por su hermanastro? Hace cinco años atrás, sus padres estaban casados y sería raro tal vez, que ellos después de haber sido criados como hermanos; sintieran algo.

¿Que pensarían sus padres?...

Por eso prefirió entregarle su tesoro, su primera vez al hombre con el que ha compartido estos años. Su corazón dolió cuando Jungkook la dejó, se fué lejos de casa, lejos de ella. Y cuando decide regresar, sus padres decidieron divorciarse. Ya no hay impedimento para buscarse el uno al otro, o eso pensó. Hasta que recordó que estaba atada a ese rubio. El único que aguanta su inexperiencia. El hombre que le gusta, pero no ama.

¿Acaso amo a Jungkook? - se pregunta constantemente, pero aún no tiene respuesta. - Tal vez solo eran sentimientos de adolescentes- intenta engañarse- O tal vez es la única persona dueña de mi corazón...

_ Pero ya es tarde, Jungkook... - contesta ella cuando la primera lágrima cae de su ojo izquierdo, provocando que los ojos del peli negro miren su recorrido y se cristalicen. - Mi vida ya no me pertenece, ahora solo podemos ser amigos...

Jungkook niega.

¿En que momento pasaron a esta conversación tan seria?

Si hace horas ella se quejaba por sus insinuaciones. ¿Cómo es que ahora hablan de sus sentimientos?

Hacer la trama larga y extensa, solo agota. Cuando somos lo suficientemente adultos, hablamos. ¿De que sirve huir siempre de una verdad? Mejor hablar, aunque ni siquiera puedan sentir los labios del otro.

De repente los labios del peli negro comienzan a moverse. Dejando que sus cuerdas vocales hagan el trabajo, enamorando a la Morena con su voz angelical...

Y parece que fué ayer, cuando mis ojos capturaron tú ser...

Cómo mi corazón latio cuando tus labios acariciaron mi piel.

...

Las lágrimas de Jungkook bajaron por sus mejillas, hasta caer en los muslos de la morena.

...

No me digas que es tarde, porque mi corazón no lo acepta.

No me pidas que olvide porque mi memoria ni siquiera lo considera.

No me digas que seamos solo amigos, porque sabes que este no es nuestro destino.

Solo una noche, solo una noche Bebé...

Solo una noche basta para expresarnos nuestro querer y no dejarnos ir...

Porque aunque tu digas que le perteneces a alguien más, la verdad es que solo me perteneces a mí...

...

Las lágrimas de ambos se mezclan al terminar de deslizarse por sus mejillas, mientras ambos se acercan y juntan sus frentes... Jungkook deja de cantar y solo mira sus ojos.

_ Sé mía... - pide Jungkook en un susurro con la voz ronca, mirando sus labios mientras la castaña cierra sus ojos. - Déjame déjame quererte como se debe...

●●●

Ahhhhh

Aquí les dejo capítulo largooooo.

No revisé, solo lo publiqué. Después lo arreglo. Es que no quiero hacerlas esperar!!! Ahora subo el otroooo.

Después los arreglare, las faltas de ortografía, ya saben, perdonen ese hecho.

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