"Despertaste a la bestia y quiere comer"

...

La mujer de cabellera negra espera ansiosamente la salida del rubio. Pero este al parecer no tiene intención alguna de salir.

Mira su reloj, viendo la hora.

12:00 de la noche

Jimin lleva seis horas en esa suite. Pero no sale.

La peli negra ya cansada, decide ir para su habitación junto a esposo e hijo. Pero su andar se detiene en el momento que dos cabelleras rubias hacen presencia saliendo del ascensor.

Inmediatamente corre con sus zapatos altos, para esconderse detrás de una pared. Mirando como el rubio sonríe constantemente y lleva su mano a la cintura de la chica.

- Desgraciado... - susurra para encender su teléfono, ese que lleva en su mano desde un principio. Va directo a cámara y decide tomarles varias fotos, enfocando bien a su objetivo. - es más, un video también- dijo para caminar detrás de ellos mientras los grababa.

Sí, caminó detrás de ellos de manera sigilosa. Una vez los vio salir del hotel, siendo abrazados, terminó el video y envió todo a su hermano.

- Esta vez no será tan fácil, Jimin...

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-Omo, Omo - dijo la mujer mayor en desaprobación hacia el menor.

Este solo reía mientras su Noona negaba con la cabeza.

- ¡Eres un desvergonzado! - la mujer mayor le dice con burla.

Jungkook toma sus manos, para envolverlas en las de él. Ambos están sentados en el Gran sofá negro, teniendo en frente una mesita de cristal con los celulares, y frente a ellos, otros muebles.

- Mamá, sabes que nací para estar soltero- le dice con burla- Hasta que cierta persona... - mira a la morena de reojo provocando la risa de su madre, a pesar de que Ana ni cuenta se dio- ... me espose.

La morena hizo una mueca.

- Cierta persona... - habla la morena con sarcasmo para alzar sus manos y mirar al techo- ¡Aparece! - los tres ríen.

- Fuera de bromas... - decide hablar la mayor, mirando a Jungkook fijamente- Mis hijas ya han formado una familia... Las pude ver en su boda vestidas de blanco y con una sonrisa en sus rostros... - la castaña de piel morena baja la mirada.

¿Acaso su sonrisa demuestra amor?

Ana Lorena nunca ha tenido un momento feliz con su esposo.

- Solo faltas tú. - toma su mano bajo la atenta mirada de Jungkook- Mi hijo hermoso, mi pequeño rebelde algo sensible y sentimental. - sus palabras provocan que el peli negro sonría- ¿Cuando podré verte vestido de blanco, tomando de la mano a la mujer que amas? -

La mujer que Ama.

Ana solo suspira, sabe que un día ese momento llegará y ella tendrá que verlo sonreír.

- ¿Cuándo podré tener a la mujer que amo en mis brazos? - pregunta Jungkook con una sonrisa triste- Ni siquiera sé la respuesta de esa pregunta, madre. - responde  con melancolía- ¿Cómo podría entonces responder la pregunta que me acabas de hacer?

La mayor suspira para mirar a su hijo con tristeza. Su mirada va a la de su hija, viendo que esta ni siquiera capta una de sus indirectas.

- Esa mujer se va a arrepentir mucho, no permitir que entraras en su vida desde el primer momento que se confesaron su amor. - habla esa mujer mayor de unos cincuenta años.

Jungkook baja la mirada al saber que esa indirecta va directa a Ana Lorena.

Sin embargo, Ana sólo desvía la mirada de su madre. No puede soportar el hecho de que otra mujer se robe el afecto, la atención, las palabras y caricias que su mejor amigo le proporciona siempre que la ve.

- Y-Yo... - habla por fin, Jungkook voltea un poco para mirarla con una pequeña esperanza- ... traeré la comida que traiste, mamá.  - dice con nervios. Intenta salir inmediatamente de la situación que tanto la incomoda.

Cuando da la vuelta, solo deja salir el aire para ir rápidamente a la cocina a preparar la comida que su madre trajo.

Ya casi es media noche, pero desea que amanezca.

Jungkook suspira y mira a su madre. Esta le da una sonrisa lastimera.

- ¿Enserio no capta ni una de mis insinuaciones? - le pregunta a su madre con algo de molestia.

- debes tener paciencia.- le pide -

Los ojos de Jungkook se cristalizan.

- ¿Cuánto más? - su voz se quiebra y su madre siente dolor al verle así- Dos años, madre. Dos años esperando que Lorena se de cuenta que estoy dispuesto a ser solo de ella. - la primera lágrima cae de su ojo izquierdo.

La mujer mayor lleva su mano a la mejilla del peli negro, limpia la lágrima con delicadeza.

- Mientras yo sufro por ella, aquel carbón la sigue engañando y ella ni se da cuenta. - para su madre esto no era novedad- Hoy nos besamos, mamá. - la mayor lleva su mano a sus labios, está sorprendida ante esa confesión. - Te juro que fué... - la mirada de Jungkook se pierde por completo, su corazón comienza a latir y sus ojitos briilan- ...fué como un sueño. - confiesa entre lágrimas silenciosas- Nos dijimos tantas cosas...

Su madre lo miró con dolor.

- Conozco a mi hija y es la mujer más terca y cabezota de este mundo- responde con sinceridad- Pero si ella te besó... es porque una parte de ella acepta lo que siente por tí. - Jungkook sorbe su nariz.

- ¿Tú crees madre? - le pregunta con una sonrisa lastimera.

La mayor sonríe.

- Solo demuéstrale lo importante que ella es para tí. Hasta el punto de que llegue a comparar al enano con el grandulon- le dice entre risas para hacerle reír.

Jungkook no puede evitarlo, ríe junto a ella.

- Te Amo - le dice para tomar sus manos y besarlas- No serás mi madre biológica, ante los demás. Pero para mí, lo eres. - sus palabras provocan que la mayor sonría con ternura y sentimientos encontrados- Eres hasta mi confidente, mujer - le dice con diversión haciéndola reír.

- Yo también te amo, mi pequeño conejo. - le dice con una sonrisa- Ahora ve a la cocina y mira a ver que está haciendo la despistada de Ana Lorena, antes que la coja por la oreja y le espante unos chancletazos- ambos ríen con diversión.

- Por boba - le sigue Jungkook para dejar un beso en la frente de su madre y levantarse del sofá.

Camina hacia la cocina, limpiando cualquier rastro de lágrimas. Entonces la ve ahí, tratando de alcanzar el frasco de la Sal, que se encuentra en un estante más alto de lo que ella puede llegar.

Sonríe al ver como la camisa se eleva, dejando ver sus nalgas y la piel expuesta. Sus muslos, sus piernas.

Ama todo de ella.

Camina hacia ella hasta posarse detrás de ella, llevando su mano derecha por encima de la de ella, ronzandola levemente. La Morena se detiene inmediatamente.

Boom, Boom, Boom.

Es su corazón, late con fuerza. La respiración de Jungkook cae en su cuello y no puede evitar recordar lo de hace unas horas atrás.

Jungkook lleva su mano a la cintura de la morena, esta se tensa inmediatamente. Jungkook la mira de reojo para tomar el frasco  en su mano. Pero antes de alejarse de ella, deja un tierno beso en su coronilla.

La morena se queda putrefacta mientras Jungkook se aleja con una sonrisa, pone el frasco en el mostrador y se da la vuelta para mirarla.

La morena deja salir el aire y solo se dice así misma...

"Controlate, Ana Lorena"

Jungkook sonríe al verla así. Ella se da la vuelta para mirarle, camina hacia él de manera descarada.

¿No quieres jugar? Entonces prepárate para perder- piensa ella.

El se le queda mirando con una sonrisa.

Ella se detiene frente a él, lleva su mano al abdomen del peli negro. Este inmediatamente se tensa, pero no deja de mirar sus movimientos. Ella le sonríe con coquetería y comienza a inclinarse hacia el.

El corazón de Jungkook se acelera.

¿Lo va a besar?

Jungkook sonríe para llevar su mano detrás de la cabeza de la Morena, pero esta se inclina demasiado y se hace a un lado, para tomar la bandeja que yace detrás del peli negro.

Jungkook se queda con la mano en el aire, Ana vuelve a su posición y lo mira con burla. Le da la espalda y coloca la bandeja al otro lado del mostrador.

Jungkook sonríe al ver el juego que la morena juega. Muerde su labio inferior con sensualidad para bajar la mano y caminar hacia ella con desespero. Pero Ana da dos pasos hacia al lado, dejándolo en las mismas.

Toma una fruta de la pequeña cesta, exactamente una fresa. Voltea y da un paso hacia el frente quedando de espaldas a el nuevamente. Voltea a verle, se recuesta en el mostrador para mirarlo. Jungkook sonríe tratando de ganar este juego.

Oh vamos, dos personas que odian perder, ambos se retan entre sí.

- ¿Estás jugando? - le pregunta Jungkook con diversión.

Ana hace una mueca de; "imposible" señalandose con su dedo índice de su mano libre.

Jungkook ríe bajito.

Ana lleva su mano a su frente, para deslizarla por la extensión del cráneo y su cabellera. Pero ese gesto es malditamente sensual ante los ojos de Jungkook.

Su rostro se deja ver mejor. Sólo por segundos, porque su cabellera rebelde vuelve al lugar de antes.

- Sería incapaz. - responde para llevar la fresa a su boca, la muerde con sensualidad dejando que el sumo bañe sus labios. Lo mira de manera provocativa para pasar la lengua por el labio inferior y morderlo-

Jungkook siente que todo el cuerpo le tiembla, el fuego del deseo se enciende y alguien de su cuerpo, desea despertar.

- No me provoques, no trates de calentar lo que no te vas a comer. - le pide, pero más parece una amenaza.

Ana sonríe de manera sacarona.

- O a meter... Mmm... que rico... - gime para Jungkook con descaro, pasando su mano libre desde sus senos, hasta su feminidad. El peli negro se le queda mirando, el calor está aumentando. Y es capaz de cometer una locura ahí mismo.

Ana no sabe lo que hace. O más bien, si sabe. Pero lo que no sabe, es de dónde sale ese atrevimiento. Esa mujer sexy y atrevida.

- Estás jugando con fuego. - le avisa Jungkook

- Que las tipas esas con las que estás, lo apaguen- contesta con seriedad.

Jungkook alza una ceja con diversión.

- ¿Celosa amorcito?

Ana le hace una mueca.

- Eso se lo dejo a la mujer que esperas que esté en tus brazos. - responde.

Jungkook no puede evitar sonreír

- O sea, tú- le responde y el corazón de la morena se acelera.

Mierda, no contaba con eso.

- Eso vas a tener que demostrarlo algún día. - le dice ella con burla.

- ¿Cómo? - le preguntó de manera coqueta y sacarrona.

- No lo sé, quién sabe. - Lo responde para morder su labio con sensualidad.

Sonríe.

- Adiós. - le dice con chulería para pasar por su lado, pero Jungkook la toma de la cintura y la sube en el mostrador de manera rápida- Dios, Jungkook. - dice algo sorprendida, el peli negro con una mano captura sus dos manos.

Jungkook abre sus piernas, esta ni siquiera sé inmuta en cerrarlas o poner resistencia. Jungkook se cuela entre ellas, arrodillandose de paso y sin pedir permiso hecha a un lado sus bragas para probar la fruta prohibida.

Ana abre sus ojos por tal acción, por tal sensación tan exquisita. La suavidad, la vuelve loca. Cuando esa lengua tibia da su segunda lamida capturando su clitoris, sus labios genitales, las piernas se le debilitaron al instante. Una sensación para nada conocida, se apodera de ella. Aunque quiere alejarse de Jungkook, la excitacion que siente viéndolo escabullirse en su feminidad, pasando su lengua con tanta pasión, viendo su cabello negro danzando, la punta de su nariz haciendo contacto con su clitoris cuando su lengua penetra su vagina atrevidamente... no la deja pensar.

- Ah... - sale de sus labios sin evitarlo.- ¿Que demonios haces? AH... joder- Jungkook alza la mirada, para sonreir al verla con sus ojos abiertos, la respiración retenida y las manos en sus labios.

- No pienso detenerme ahora. Despertaste la bestia y quiere comer...y si gimes alto... - sonríe con diversión- ...Mamá te escuchará...

Holaaaa!!!

Tiempo sin actualizar por aquí. Pero espero que este capítulo sea de vuestro agrado.

Amores, las adorooo💜💜