Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

SUNDAY

Sus padres y abuela estaban sentados frente a ellos, comiendo y compartiendo un momento ameno en el desayuno. A Kim Taehyung le costaba tragar gracias al nudo en su garganta. Veía de vez en cuando a Jungkook y este se encontraba completamente normal, a veces le sonreía, ya que sabía lo ansioso que se encontraba su pareja.

El desayuno terminó, Taehyung se obligó a acabar el suyo sintiéndose mal. Nunca le había mentido a sus padres, y quería decirles, pero temía a cómo reaccionarían al saber que su único hijo era gay.

Había sido criado con buenos valores, es por eso cuando su mundo de lujuria con las chicas empezó, decidió ser sincero con ellas y no engañarles diciendo sentir algo que no sentía en lo más mínimo. Él solo quería sexo, nada más. Pero ahora…
Ahora amaba a su mejor amigo, y ahora novio. Jungkook era la definición de todo lo que él quería. No solo por la semana de acercamiento que habían tenido, en general lo conocía a la perfección.

Si sus padres lo rechazaban estaría devastado, pero lo estaría aún más si lo perdiera a él. Sin importar la respuesta de ellos, la decisión de elegirlo a él estaba por encima de cualquier cosa. Y sabía que si ese caso fuera a la inversa, Jungkook no lo pensaría dos veces para elegirlo a él.

Pero Jeon era tan malditamente perfecto, que le dejó la decisión en sus manos. A él. Al ser más temeroso e inseguro del mundo.

Todo el día había pasado mordiendo sus uñas. Debatiéndose entre los pro y los contras. Ignorando sin querer cada charla en el que se le era incluida. Estaba perdido en sus pensamientos, y se sentía mal por estar así en el cumpleaños de su abuela.

—Cariño, ya tranquilízate. —Dijo Jungkook en su oído, ambos estaban en la cocina cortando verduras.

—No puedo. Yo… no me siento bien.

—Lo sé, prometo que luego de esto iremos en el auto a dar un paseo ¿Si? —Taehyung sonrió, le haría bien salir de ahí.

Y así fué, Jeon condujo por las calles, yendo a un lugar específico que sabía que a su novio le traería buenos recuerdos. Cargaban una manta en el asiento trasero. Llegaron a una especie de construcción, Kim desconocía del lugar, levemente sentía un dejavu, pero nada más que eso.

—¿Qué es aquí?

—¿No sabes? —Taehyung negó—. Vaya, y eso que no estudié aquí.

Tae observó a su alrededor con más cuidado, se sorprendió cuando las imágenes de su niñez se reprodujeron como una bonita película. Era su antigua escuela.

—¿La demolieron? —Preguntó con tristeza, viendo los escombros de un lado y algo de construcción en el otro.

—Está en reconstrucción.

Jungkook tomó su mano y lo guió hacia un pequeño bosque de árboles, justo debajo de uno de ellos extendió la sábana y se dejó caer en ella, apoyándose en el tronco del árbol. Extendió sus brazos hacia Kim, y este se sentó encima de él con las piernas a sus lados.

Kim escondió su rostro en su cuello, sintiendo el aroma de su perfume y el shampoo mezclados. Era tan relajante.

—¿Te sientes mejor?

—Un poco.

—No te presiones. Yo no necesito que con urgencia se sepa de nuestra relación, esperaré hasta que estés listo.

—¿Jungkook?

—¿Mmm?

—¿Por qué no me enamoré de tí antes?

La pregunta quedó en el aire. Jungkook tomó su rostro y lo guió al suyo, empezando un beso lento y suave. Segundos, o quizás minutos después, se apartó con la sensación más grata del mundo, la que dejaba los labios de Tae en los suyos; ese pequeño roce lleno de amor y lujurioso a veces, hacía su interior desbordar de felicidad.

—Porque fuí un idiota que no me esforcé. Tenía miedo.

—¿Miedo? —Jeon asintió, abrazando su cintura, pegándolo más a él, si es que se podía.

—Miedo a qué me rechazaras, miedo a que te alejaras de mí.

—Pero al final lo hiciste, ¿Por qué?

—Porque me dí cuenta que algún día ibas a encontrar a alguien a quien amar. Yo no te podía visualizar con otra persona —agachó su cabeza sonriendo, si, eso era muy egoísta—. Ibas a enamorarte, imaginé un futuro en el que solamente observaba de lejos tu felicidad. No lo acepte. Yo quería ser tu felicidad.

—Y lo eres. —Las lágrimas de Tae amenazaban con salir, esas palabras eran mucho más lindas de las que pensaba escuchar de su futura pareja.

—¿Por qué me aceptaste? —la pregunta le causó gracia y ternura, Tae pensó y pensó, dejando a Jungkook con el brillo en sus ojos en espera de una respuesta.

—Pensé… que cada vez que me veías sentía que era inferior, o algo así como intimidación —no era bueno expresando sus sentimientos a como su novio, pero decir la verdad, quizás sería lo correcto—. Cada vez que me quedaba a dormir en tu casa, las veces que me despertaba con —volteó a ver su entrepierna con vergüenza—... Ya sabes tú, solo te imaginaba a tí. Empecé a aceptar cualquier invitación tuya, si era para ir al cine o a cualquier parte; no me importaba dónde, me sentía bien a tu lado. Fué entonces cuando me dí cuenta que en realidad me gustabas mucho. Los nervios y esas cosas, eran por eso.

—¿Te sentías bien? ¿Ya no? —Taehyung negó con una sonrisa.

—Nop. Ahora siento que cada momento a tu lado es lo más hermoso del mundo. No me siento bien, me siento el hombre más feliz del mundo.

Confesiones de amor debajo de un árbol, en eso se había resumido la tarde de ambos. Los señores Jeon y Kim, llamaron insistentemente a sus hijos para que regresaran a casa a compartir la cena familiar en honor a la abuela.

Regresaron, y lamentablemente para ambos, tuvieron que separar su camino y volver a ser los simples amigos que pensaban que eran.

Taehyung se vistió de forma semi formal, con una camisa de vestir rosa pálida, un pantalón de vestir negro, zapatillas y dejó que a su cabello se le formarán pequeñas ondas que caían sobre sus hombros y frente. Salió de la habitación ya cuando faltaban diez minutos para empezar la cena.

Jungkook ya se encontraba en el primer piso, ayudando a su madre y a su suegra a acomodar la mesa, estaba a medio camino de poner el bowl de la ensalada en el comedor cuando lo vió. Jeon tuvo que sostener con fuerza el recipiente para que no cayera de sus manos. Al parecer, ambos se habían tomado el formalismo en serio ese año. Ya que, Taehyung no era el único que vestía formal.

Jungkook vestía una camisa negra muy ceñida a su cuerpo, un pantalón del mismo color en tela jean y rasgado en las rodillas, zapatillas y su cabello revuelto en ondas, igual al suyo.

—Vaya, hasta parece que es un día más que especial hoy. —Sonrió la madre de Jungkook, su hijo bajó la mirada, sabiendo que se estaba viendo muy evidente.

La madre de Jungkook se acercó a Tae, estrechando su cuerpo entre sus brazos. No recordaba cuándo fué que de un momento a otro creció de esa forma. Terminaron de arreglar la mesa, de vez en cuando ambos jóvenes se veían de manera disimulada y a veces no tanto. Para qué mentir, se comían con la mirada, fantaseando quitarse la ropa mutuamente.

Todos estaban sentados a la mesa, Taehyung ya se sentía un poco mejor, así que entre pláticas de parte de los padres de ambos y la abuela, cenaron a gusto. A la plática salió la madre de Taehyung a preguntar por la hermana de Jungkook; resultaba, y se le hacía bastante lógico, que ella tenía muchos pendientes en la universidad al ser nueva.

Jungkook con disimulo le contó la verdad, que había planeado un viaje de vacaciones con su novio y que no podría asistir. Taehyung tuvo su momento de pánico, no podía creer que todo ese tiempo trató de ligarse a una chica comprometida. En su defensa, la culpa era de Jungkook al no decirle la verdad desde el principio.

La cena terminó, delante de todos solo estaba los platos pequeños del pastel que el papá de Jungkook empezó a cortar. La abuela sonreía viendo a su nieto y a toda la familia reunida. No era tan vieja, apenas cumplía sus setenta y ocho años; estaba más que bien para seguir molestando a sus hijos, a los amigos de ellos y a su nieto.

Taehyung empezó a sentir su pulso acelerarse, bajó una de sus manos a su pierna por debajo de la mesa, buscando la de su novio. Sus nervios lograron controlarse un poco y así tuvo el pequeño arranque de valor que necesitaba para decirlo.

—Tengo algo que decir —dijo Tae con tono fuerte par captar la atención de todos. Logrando que la mirada de los cinco mayores se posara en ellos.

—¿Qué es cariño? —Preguntó su madre. Taehyung suspiró pesado, sintiendo el frío recorrer todo su cuerpo. Era mejor no adornar las cosas y decirlos de una vez 

—Soy gay.

El señor Jeon, quien estaba bebiendo refresco se atragantó, la señora Jeon y su padre se sorprendieron, y a su madre parecía que se le había atascado la respiración en sus pulmones.

—Y no solo eso —dijo cabizbajo, temiendo que si levantaba la vista no podría seguir.

—Tae… —intervino Jungkook, importando poco que la atención se dirigiera por escasos segundos hacia él.

—Jungkook y yo somos novios.

Ya está, lo había dicho. No trataría de dar un discurso solo para revelar esa información. Ni siquiera tenía planeado decirlo, pero se dió cuenta, que un hombre tan maravilloso como el que le brindaba apoyo a su lado, no merecía permanecer en una relación oculta. Y si sus padres se oponían a su unión, saldría con Jungkook de esa casa, con sus manos entrelazadas y dispuesto a afrontar lo que fuera a su lado.

Al fin alzó la vista, y sacó de debajo de la mesa su mano con la de Jungkook aferradas una a la otra, evidenciando que nada de lo que había dicho era una broma o un juego.

Volteó hacia sus padres, todos se encontraban en estado de shock. Menos la abuela.

—Te lo dije —escuchó murmurar a su madre, observando en dirección a la madre de Jungkook. Está otra, hizo un gesto de derrota —¡Te lo dije, carajo!

—¡Mamá! —Era la primera vez que Taehyung escuchaba a su madre decir una mala palabra.

—Págame —dijo la señora Kim hacia la madre de Jeon, ignorando a su hijo —. Te dije que sería antes de que se graduaran. Me debes mil dólares.

No podía creerlo, ahora resultaba que no solo Jeon había hecho una apuesta para acostarse con él, ahora su madre había hecho una con la madre de Jungkook para ver cuánto tiempo se demoraban en tener una relación.

—¿Papá? —Taehyung llamó a su padre, con la esperanza que al menos él le dijera algo a su madre.

—¿Quién es el activo? —preguntó su padre de golpe, haciendo que ambos jóvenes abrieran sus ojos asustados.

—¿Cómo?

—¿Que quién es el activo?

Taehyung tapó su rostro con sus manos, apoyando sus codos en la mesa. Sentía su rostro hervir ante la vergüenza. Jungkook a su lado sonrió y acarició su espalda, atrayéndolo hacia él segundos después. Así Tae se refugió en su pecho con la vergüenza a mil.

—¿Eres tú, hijo? —preguntó el señor Jeon.

—Ya papá, no sé a qué quieren llegar con esto. Si soy yo, pero qué tiene que ver…

Su padre saltó de la silla alzando sus manos y gritando, el papá de Tae bufó en descontento sacando su billetera.

—Te lo dije, no es por ofender. Pero ya se sabía que mi hijo sería el activo. Un gusto hacer apuesta contigo, amigo.

Taehyung al escuchar esto no soportó más, salió de su escondite, tratando de aferrarse a la única persona cuerda de esa casa.

—Abuela ¡Diles algo!

La señora Kim sonrió viendo a su nieto.

—A mi ni me vean, ya estoy vieja para esos trotes. Además, Ayer en la noche ví a cierto intruso colarse en la habitación de Jungkook.

—¡Abuela!

Todos rieron excepto él, hubiera preferido un drama a eso. Aunque… no, todo estaba mejor así. Sus familias habían aceptado super encantados la noticia, y él no podía sentirse mejor por eso. Ya no tenían que esconderse.

Dos horas después a Tae se le ocurrió la maravillosa idea de molestar un poco a su novio, él no sería el único que pasaría vergüenza. Pero lejos de avergonzarse, Jungkook lo tomó de la mano y lo llevó a su cuarto cuando todos estaban completamente distraídos.

Ahora Taehyung se encontraba con la mano en su boca, tratando de no hacer ruido, pero le era sumamente imposible, los movimientos de Jeon lo estaban volviendo loco. Entraba y salía de él lentamente para no provocar sonidos fuertes, con sus manos aferradas a su cadera tomaba impulso para seguir penetrando una y otra vez.

Pequeños gemidos casi inaudibles se escapaban como quejidos, sus ojos estaban cerrados con fuerza, estaba haciendo todo lo posible por no llamar la atención de su familia.

—Jung…kook

—Shhhh —el aludido soltó su agarre y se dejó caer encima de Tae, siguiendo con las embestidas suaves—. Nos van a escuchar, cariño. Tus padres y los míos van a matarnos.

—Joder, no ayudas.

—Tú tampoco, ¿Te recuerdo quien provocó a quién?

Taehyung se aferró a la camisa de Jungkook y mordió su labio con fuerza cuando estuvo a punto de terminar.

—Ya… no lo… soporto.

Jungkook salió de él, se acomodó el pantalón que apenas había bajado. Besó sus labios fugazmente y se apartó para terminar de arreglar su ropa y salir.

—Vístete.

—¿Qué? —Tae estaba aturdido, completamente aturdido.

—Vístete, iremos a otro lugar.

Taehyung hizo caso, ambos salieron agarrados de la mano escaleras abajo. Sus papás y los de Taehyung se encontraban en el primer piso pasando el momento con la abuela.

—Saldremos un rato. —Avisó Jungkook sin dejar de caminar hacia la salida casi arrastrando a Taehyung, quién sonreía como un niño travieso.

—¡Cuidense!

—¡Usen protección! —gritó la abuela.

Quizás Jungkook había sido precavido al arreglarse muy bien, pero extrañamente la camisa rosa de Tae estaba por fuera de su pantalón. Haciendo evidente las travesuras de ambos jóvenes. Taehyung salió, y antes que Jungkook lo hiciera asomó su cabeza con una sonrisa inocente.

—¿Para qué? No es como que lo fuera a embarazar.

Cerró la puerta escuchando las risas y los chillidos de sus madres. Ambos descubrieron en la plática post-confesión que, ambas mujeres los emparejaban desde que se conocieron; y es que, Jungkook jamás había sido tan disimulado al ver al menor. Por eso mismo las dos se sentían emocionadas al verlos juntos al fin.

Jungkook condujo, siendo que el único lugar que vino a su mente fue donde había llevado a su novio esa tarde, justo debajo de aquél árbol. Aparcó el auto y no esperó ni un segundo más para atraer al castaño a sus labios, continuando un beso necesitado. A cómo pudo, Kim se deshizo de sus pantalones y su ropa interior sin despegarse de su chico, y justo de esa manera buscó sentarse encima de él.

Los gemidos minutos después no planeaban se callados, a Jungkook le volvía loco la manera en la que Taehyung gemía, y a Tae lo volvía loco él. El menor empezó a dar saltitos continuos, balanceándose y haciendo movimientos que ni él mismo sabía que podía hacer.

Con una agilidad asombrosa Jungkook abrió la puerta y salió cargando Tae, ¿Cómo?, ni él mismo supo. Lo llevó hasta el asiento trasero del auto y empezó a embestir de forma ruda y sin cuidado alguno.

Volteó su cuerpo. Tae se encontraba boca abajo en el alargado asiento, con su rostro y pecho en él y su culo alzado para recibir el pene de su novio. Jungkook por otro lado, se sostenía del respaldo del asiento del conductor y del que los tenía a ambos follando, tomando más impulso para hacer de Taehyung un mar de gemidos, palabras y sonidos obscenos.

Veía maravillado, como su pene se perdía en el interior de Tae, gruñó excitado cerrando sus ojos para no terminar tan rápido. Tomó sus caderas sin medir su fuerza y clavando sus uñas en ellas. Poco le importó a Tae, al contrario, eso logró excitarlo aún más provocando clavar sus uñas en el cuero del asiento.

Taehyung sentía en comparación a otras veces, el salvajismo y pasión con él que Jungkook lo tomaba en esa ocasión. Jeon lo tomó y lo pegó a su pecho sin dejar de embestirlo, agarró su miembro y empezó a masturbar de forma rápida a Tae, este se sostenía a como podía de los asientos para no caer.

Estuvo a punto de terminar, pero Jungkook interpuso su pulgar en su uretra para impedirle su orgasmo. Gimió fuerte, desesperado al ser privado de terminar. Jungkook no soltaba su miembro, quiso apartar su mano; pero Jungkook agarró las suyas uniéndolas a su espalda, devolviéndolo a la posición inicial con su rostro y pecho en el asiento.

Taehyung deliraba en placer, quería que parara esa tortura y a la vez quería seguir sintiendo como como su novio lo rompía. Se alzó para besar sus labios, solo entonces gimió mordiendo el labio inferior de Jungkook sintiendo su semen salir y bañar la mano de su novio, quien entre embestidas irregulares había culminado de igual forma.

────・:✧∙✦∙✧:・────

—Fué buena idea que no sacaras la manta del auto.

Ambos se hallaban acostados en el suelo, observando hacia el cielo estrellado. Taehyung estaba encima de Jungkook, mejor dicho acostado encima de él. Y este tenía sus brazos rodeando su cintura.

—Ahora que lo pienso, si.

—¿Tú sabías de la apuesta de nuestros padres? —Ya no le sorprendería si Jungkook le dijera que si.

—Sinceramente, no. No tenía ni idea de eso —se quedaron unos minutos en silencio, hasta que Jungkook tuvo cierta duda rondando su cabeza —¿Tae?

—¿Mmm?

—¿Qué hubiera pasado si nuestros padres no hubieran aceptado nuestra relación?

Taehyung sonrió. Palmeó la mano de Jungkook que lo sostenía, y giró sobre su misma posición, quedando siempre encima del mayor, pero está vez de frente a él.

—Hubiéramos salido de casa de mis padres, hubiéramos regresado a casa, y no me importaría más nada que estar contigo.

—¿Hubieras hecho eso? —Preguntó Jungkook sin poder creerlo

—Eso y más.

Contestó dejando un corto beso en sus labios. Jungkook no podía sentirse más feliz, su fantasía más grande se había vuelto realidad. El tener a Tae solo para él.

—¿Qué te parece si ponemos una fecha de aniversario?

—No lo había pensado

—¿Qué te parece si contamos desde el lunes?

—Llevamos una semana —Jungkook asintió—. Me parece bien.

—Siete días…

—Siete días. —Contestó de regreso, con una sonrisa boba. 

Ambos sonrieron como los enamorados que eran. Taehyung se abrazó al cuerpo de Jungkook, y Jungkook declaró que jamás, nunca iba a dejar ir a su más grande felicidad.

Ahí debajo de ese mismo cielo estrellado, un año después ambos volvían para recordar cómo había sido la primera semana juntos, y esta vez, un anillo adornaba los dedos anulares de ambos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro