Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

💘FRI

La semana estaba a nada de acabar, y él solo podía decir que había sido la más rara del año, y no es como si este estuviera iniciando.

Taehyung finalmente no pasó la noche anterior con él; sin embargo, lo acompañó hasta su apartamento y tuvieron un buen momento de besos en la puerta, donde parecieron estúpidos al costarles separarse, cosa que le dificultó luego para tratar de ponerle orden a sus pensamientos.

No lo logró, por supuesto, y le ocasionó pasar una noche de sueño intermitente, llegando a lo nulo.

Pero sí le permitió concluir que en esos días su relación con el mayor había tomado rumbos que nunca previó. Taehyung era un pequeño pastelito lleno de amor, todo bien en ese punto. Lo que le sorprendía en realidad era el hecho de cómo esa dulzura había trascendido al punto de volverlo casi adicto a esta.

En todos los años que se conocían, jamás se vio extrañándolo en la noche, de forma que se viera abrazando entre sueños el espacio vacío de su cama o que quisiera tenerlo cerca todo el tiempo; menos aún que compartieran intimidad tan seguido. Sus encuentros no llegaron a ser tan frecuentes y necesarios hasta ese lunes.

No se percató antes de estos cambios, ni siquiera podía culpar completamente a esa semana. Los sucesos habían sido tan naturales que un día solo despertó confundido y tratando de atar cabos.

—¡Ah, qué fastidio! —Gritó al techo, deteniendo sus pasos por un instante, a solo escasos metros de la entrada del estudio donde Taehyung seguía trabajando con SoHee.

Su corazón latía cada vez más fuerte y se tuvo que obligar a controlar su respiración.

Ese día sus horarios no les permitieron cruzarse, así que sería su primer encuentro del viernes. Ya ni siquiera sabía cómo se suponía que debía entrar. ¿Debería hacerlo así sin más y saludar a todos? ¿O solo prestarle atención al mayor y olvidar a las demás personas en el lugar?

Peor aún, ¿Cómo lo saludaría? ¿Sería mejor un abrazo, una venia o...? ¿Un beso?

No. Lo último quedaba descartado de inmediato, eso generaría rumores y aún trataba de entender la situación como para verse envuelto en habladurías.

¡Ni siquiera debería preocuparse por eso! Nada más era entrar y ya. Sus corazón no debería acelerarse por hablar con su... ¿Amigo?

¡Con Taehyung!, solo Taehyung.

Liberando un bufido bajito, se motivó a retomar el camino y entrar, sorprendiéndose al encontrar solo al fotógrafo en el interior, salvándolo de su dilema al mismo tiempo que lo confundía por no dar con su objetivo.

Sacó su celular y revisó la hora. Faltaban diez minutos para que la sesión acabara, según el último mensaje que le dejó Taehyung.

—Emm... ¿Namjoon? —Llamó al chico, amigo del rubio.

No eran cercanos, pues pocas veces habían compartido proyecto, por lo que le resultó un poco incómodo entablar una conversación con este a pesar de que el moreno se volteara a él con una sonrisa amigable.

—¡Jungkook, hola! —Este aún tenía la cámara en sus manos y parecía ocupado con eso, pero aun así se tomó el tiempo para colgarla en su cuello y acercarse a él—. ¿Buscas a Taehyung y a SoHee?

—Sí, yo. ¿Sabes si él ya se fue? —Ignorando la mención de la chica, escaneo de nuevo el lugar.

—Oh, no creo. Ellos iban para el camerino de Taehyung —Se encogió de hombros restándole importancia.

Jungkook no pudo evitar arrugar el entrecejo confundido.

—¿Iban?

—Sí, sí. —Esta vez retomó la atención a su cámara, chequeando la pantallita—. ¡La sesión fue increíble! Acabamos rápido y solo los vi irse juntos para allá.

El comentario no había sido sugerente, tampoco malintencionado. Namjoon solo le brindó la información que sabía ¿Por qué, entonces, su estómago se estrujó?

¡¿Que le sucedía ahora y porque su cuerpo reacciona así?!, ¿Acaso debia recordarse a si mismo que Taehyung era homosexual?

Era ridículo que, ahora que retomó su caminar fuera del lugar, directo a dónde le habían mencionado, estuviera respirando pesado y a punto de hacer berrinche.

¿Cuándo fue que se volvió tan infantil?

No es como si Taehyung le debiera explicaciones de a quién metía o no a su camerino. Después de todo, era su espacio. Ese mismo en el que él ayer se había... ¡Qué vergüenza!

—¡Jungkook, concéntrate! —Se reprendió, exigiendose razonar.

Por suerte, estaba lográndolo con cada paso que daba cerca de su destino. Entendía que haber estado sobrepensando todo ese tiempo lo ponía vulnerable. Así que no juzgaría sus irracionales emociones, sino que trataría de solucionarlo hablando con Taehyung.

Seguir con dudas y laberintos sentimentales solo haría las cosas peores. Lo mejor sería buscar las respuestas junto al mayor que, seguro, se encontraba igual que él.

O eso esperaba.

El pensamiento y la vista de la puerta, le incendiaron el cuerpo. Sus manos ya sudaban y su boca se secó, teniendo que repetirse mil veces que nuevamente se exageraba el escenario.

El camerino se encontraba medianamente cerrado, pero desde su posición pudo escuchar un par de gritos en tonos que solo la castaña alcanzaría, alertándolo por completo. A paso rápido se acercó para abrir, pero ni siquiera alcanzó la manija de la entrada cuando un cuerpo lo sobrepasó a empujones, casi haciéndolo perder el equilibrio.

—¿SoHee? —Solo atinó a ver la cabellera castaña menearse tan fuerte como los pasos de su caminar.

Parpadeó rápido tratando de procesar lo que su audición captó, fue bajo, pero estaba seguro que se trató de un sollozo. Sin querer hacer suposiciones, Jungkook prefirió apresurarse a entrar, dando con un Taehyung caminando de lado a lado, masajeando el puente de su nariz y renegando para sí mismo.

—¿Qué acaba de pasar?, ¿Por qué SoHee estaba en tu camerino y se fue, creo que... llorando? —La duda realmente había abarcado todos sus pensamientos, junto a la curiosidad del estado de la chica.

Para salir de esa forma, algo fuerte debió pasar entre ambos. SoHee apenas y se había cambiado; por lo que logró notar, tenía la sudadera gigante que solía ponerse antes de salir del set en vez de las batas, y Taehyung se encontraba sin camisa y con sus típicos pantalones de chándal.

—Ve a preguntarle —Gruñó Taehyung, no estando en condición de tener paciencia. No obstante, se arrepintió de su tosca respuesta al ver a Jungkook sobresaltarse. Suspirando, trató de ser más suave y le regaló una pequeña sonrisa—. Creo que lo mejor es ir a hablar con ella, tal vez te... te venga bien aclarar un par de cosas.

La respuesta lo dejó aún más perdido que antes. ¿Qué era todo eso? ¿No le había dicho Namjoon que estaban contentos por la finalización exitosa del proyecto?

—¿Qué pasó? —Insistió sin saber a qué se refería con "aclarar cosas"—. ¿Taehyung?, ¿Por qué no me lo dices tú?

El que Taehyung desviará su mirada y se pusiera tenso le empeoró la intriga. La situación era muy confusa; él solo iba a ver al rubio para pasar tiempo juntos. No se esperaba una discusión por parte del par o lo que sea que los dejó afectados. Y menos que Taehyung le diera esa respuesta.

—Porque no me corresponde a mí hacerlo —Le aclaró, creyendo incluso que el menor no le creería si le contaba todo el lío que se armó luego de entrar a su camerino. Por un instante, pensó que podría llevarse bien con la chica.

Vaya que se equivocó.

—¿Tae, solo dime, ¿tiene que ver conmigo? De no serlo, entonces no tendrías que ocultármelo —Se acercó cruzándose de brazos.

Él no quería ir a hablar con la chica, a pesar de que se sentía algo preocupado. No le parecía importante hacerlo, claro que Taehyung opinaba diferente y, con una opaca sonrisa, lo tomó de los hombros para besar su frente y transmitirle tranquilidad.

—No es nada grave, pero sé que será importante para ti, por eso es ella quien debe decirlo, no yo —Lo atrajo en un corto abrazo, pegándolo a su pecho desnudo y permitiéndole impregnarse del suave calor corporal—. Ve, supongo que ella también querrá hablar.

Jungkook estaba más que a gusto sintiendo la tersa piel de su espalda y pecho. Por lo que ir seguía sin apetecerle. Sin embargo, tuvo que, luego de percatarse que Taehyung seguía rígido e incómodo.

Con pasos resignados, Jungkook se apresuro a seguir el rastro de SoHee, que seguramente, ya ni se encontraba dentro del edificio.

Decidió tomar las escaleras, pues el ascensor lo haría perder tiempo, y cruzó el pasillo que daba hasta la salida con la velocidad necesaria para no alertar a demás empleados.

¡Dios! ¿En serio sería tan importante hablar con ella?

A este punto, ya en la puerta, prefirió pensar que solo iría con ella por petición y tranquilidad de Taehyung.

Ya no le interesaba estar detrás de esta, a pesar de que era justo lo que estaba haciendo en ese momento al reconocerla a tan solo metros de distancia, caminando por entre la multitud abrazada a sí misma.

Su cabeza pareció ser apuñalada con mil agujas, los estragos del mal dormir pareciendo cobrarle factura. Tal vez sería mejor estar gastando su escasa energía en hablar con el mayor.

—¡SoHee!, ¡Oye! —Gritó tan fuerte como pudo, a la espera de que la chica volteara al escucharlo.

No pasó.

Continuó su trote hacia ella por las calles.

Ese viernes en la tarde no podía adivinar qué lo golpeaba más, si los transeúntes que debía esquivar o las contradicciones de su cabeza.

Alcanzar a SoHee. Devolverse por Taehyung.

Nuevamente, esos dos nombres taladraban en su cabeza. Tenía la certeza de querer ir con el moreno, pero fue este mismo quien lo lanzó a ella.

¿Acaso sería otro plan de Taehyung por juntarlos?, no, era imposible que no sintiera la tensión y cercanía emanada por ambos cada que estaban juntos.

¿O en verdad sería el único?

El pensamiento dolió más que el choque que se dio con un humilde vendedor al querer cruzar una calle y, joder, que estuvieron a nada de caer por el impacto.

Siguió su camino luego de una disculpa, ignorando el repentino mareo que lo atacó por la agitación.

No, por supuesto que no, Taehyung lo trataba de manera única, sus besos gritaban más allá de simple deseo, los momentos compartidos ya no entraban en la categoría única sexo o amistad.

No podían fingir que todo estaba bien, cuando no lo estaba y tal vez por eso mismo debería estar corriendo en dirección contraria hacía quien acaparaba su atención con descaro.

Si no fuera por la petición de Taehyung y su propia conciencia que lo detenía, eso estaría haciendo. Había estado toda esa semana detrás de la chica, insistiéndole y hostigándola, lo menos que podía hacer era acudir a ella cuando parecía necesitarlo.

Era lo correcto después de todo, ¿no?

Pero sus pies, torpes, se negaban a cooperar en ese burdo intento de persecución dramática. Su pecho volvió a agitarse y sus ojos pesaron en sus párpados por el agotamiento.

—¡Han SoHee! —Llamó, una vez más, sin resultados; la morena parecía estar bastante ensimismada.

O, bien, se negaba a escucharlo.

¡Estaba harto de ese juego!, y sabía que no podía culpar a Taehyung de hacerlo seguirla, pues seguía tratando de cumplirle la promesa del domingo.

Tuvo formas diversas de negarse y no lo hizo. Fue su decisión.

Aun así, no pudo evitar sentirse enfermo por el pensamiento de que Taehyung siguiera perseverando con enredarlos. Ni los ruidos callejeros, los autos pasando o las personas ofreciéndole productos, hicieron tanto efecto en él como la nueva punzada por la jaqueca que nublaba su vista.

Una nueva calle por cruzar lo enfrentó; el deseo de alcanzarla y cortar de raíz la situación se apoderó de su cuerpo junto a las picazones en el interior de toda su piel.

Muchas personas caminaban de lado a lado.

Demasiados carros transitando descuidados.

Sus pasos se volvieron confusos y automáticos. Todo se volvió complicado.

—¡Han...!

Un estruendoso pitido combinado con el rechinar de llantas, lo hicieron callar de golpe.

Fueron solo segundos en dónde el tiempo vaciló con su conciencia, mostrándole lentamente el parachoques de un carro frente a él. Sin lograr procesar lo sucedido debido a la rapidez del momento, tuvo tiempo de poner sus manos como escudo, pero aún así terminó impactando en el suelo.

—¡¿Qué te pasa, idiota?! —El grito del conductor lo hizo estremecerse, a pesar de que su atención se dirigía a la castaña.

SoHee volteó por fin, seguramente a causa del escándalo causado. Sin embargo, solo conectaron miradas durante unos segundos antes de que ella se girara y continuara su camino.

La chica lo abandonó a su suerte.

Las palabras del conductor, resonaron como un eco para él, ni siquiera percatándose de que el hombre bajó de su auto y se acercaba a él.

Permanecía sentado en el piso, atrapado en un limbo donde era consciente pero no lo suficiente como para reaccionar y alejarse del hombre que parecía no tener intenciones de auxiliarlo.

—¡Wow, wow!, ¡calma amigo!

Una segunda voz fue lo único que lo obligó a volver a la realidad.

—¡Estaba cruzando por un paso peatonal!, en todo caso, usted debería haber bajado la velocidad.

Kim Taehyung, se encontraba frente a él, obstruyéndole el paso al conductor como modo de protegerlo de la ira de este. Solo veía su espalda cubierta por un saco de rayas, que se agitaban tanto como la respiración de este.

—¡El imbécil este se cruzó de la nada! —Recriminó tratando de esquivar al moreno, nuevamente, en vano.

—Si quiere seguir ileso, le sugiero que no vuelva a llamarlo así y se retire de aquí —Por el tono, adivino que su mandíbula se encontraba tensa.

El hombre, de facciones un poco adultas pero de menor estatura que Taehyung, se vio indeciso unos segundos, antes de bufar y volver al interior de su vehículo.

Al prender el motor, varios murmullos captaron su atención; demasiados transeúntes eran ahora espectadores pasivos de la escena, solo atentos a lo que sucedía y sin atreverse a intervenir. Podía asegurar que de no ser por Taehyung, nadie lo hubiera ayudado.

El carro finalmente avanzó, pasando las ruedas a centímetros suyos y otorgándole insultos que se perdieron con la velocidad del viento.

Una vez libres de problemas, Taehyung se encargó de mandar a todo el mundo a la mierda antes de caer de rodillas a su lado y tomarlo de las mejillas.

—¡Carajo!, ¡Jungkook!, ¿Te encuentras bien?, ¿Te lastimaste? —Lo examinó con la mirada de manera minuciosa para asegurarse de no encontrarle un solo rasguño.

Por suerte, no dio con nada, lo que les brindó tranquilidad al par por igual. Jungkook sabiendo que tenía al chico a su lado, Taehyung agradeciendo a los cielos de que su pequeño estuviera a salvo.

Levantándolo del piso, lo arrastró al costado de la calle, sentándolo ahi para revisar con más cuidado. Corrieron con la suerte de que solo ese auto estuviera en el momento que paso todo y no tuvieron una caravana de carros enojados detras que les trajera más estrés.

Pero no cantaba victoria al ver Jungkook perdido en sí mismo, mudo y sin reacción al tacto de sus pulgares en las raspaduras de sus palmas.

Su corazón se estrujo.

—Kookie, ¿Estás bien? Dime.

Sin saber cómo manejar la situación, se limitó a enredarlo en sus brazos y mecerlo suave, consiguiendo un entrecortado suspiro.

—Yo... sí —este se acurrucó en su pecho.

¡Ash!, qué idiota fue al dejarlo ir solo detrás de la chica, era un descuidado. Pudo pasar a peores. Debieron haber ido juntos, si bien no era de su incumbencia, conocía a Jungkook para saber que podría necesitarlo.

¿Por qué mierda lo dejó ir y ya? Qué irresponsable.

Por lo menos se arrepintió a tiempo y lo siguió, evitando mayores estragos. No se perdonaría si algo le hubiera ocurrido.

—¿Puedes caminar? —Acarició su melena carbón, transmitiéndole toda la tranquilidad que podía.

Estaba temblando, lo podía sentir, y eso le causaba peor culpa.

—S-sí —en modo de demostración, amagó levantarse, casi terminando por ser alzado por el moreno que, al ver sus intenciones, se apresuró a ayudarlo—. Gracias... Yo...

—Shh, no te preocupes —Lo apretó con cuidado—. Perdóname, esto es culpa mía.

Jungkook se apresuró a negar con su cabeza, aun demasiado aturdido para formular una oración coherente.

—Vamos, te llevaré a casa.

un poco tarde, pero quería agradecerle a sofialyu por que se que me viene apoyando de tiempo con este fic, y dedicando los caps es como mejor puedo hacerlo 💕 Muchas gracias por estar aquí, bella 😭♥️

Gracias por leer♥️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro