DAY💝
—¡No puedo creerlo! —Taehyung se carcajeó dejando el control a un lado y saliendo de la cama sin darle importancia al hecho de ser la almohada de Jungkook y que, al irse, su cabeza terminó desplomada en el colchón—. ¿En serio solo quieres que haga esto?
Este, con pequeños bufidos, se levantó y siguió sus pasos en dirección a la cocina, donde se quedó atento, observándolo sacar diversas cosas de entre las alacenas.
Tenía que cocinar lo que Sir Jeon pedía, luego de que su rey hubiera ganado la mayoría del terreno que le pertenecía en el juego y se proclamará el ganador de la partida. No tenía problema con hacerlo, pero le parecía soso que solo le pidiera cocinar.
—Si intensifico el reto no será para tu conveniencia —le advirtió con una mirada de pocos amigos. Perfectamente metido en su aura de superioridad.
No tuvo más opción que hacerlo.
Y después de todo no estuvo tan mal, el sushi que se vio obligado a crear había salido perfecto y en las cantidades justas para que sus estómagos estuvieran a nada de resentirlo y tuvieran que tumbarse en el sofá.
Intentaron iniciar una película en el pequeño pantalla plana que se encontraba en la sala; sin embargo, les aburría antes de la mitad y cambiaban a otra y a otra, una más se intentó y la siguiente de esa terminó por ser la última, que tampoco finalizaron.
El Karaoke que Jungkook propuso con un puchero de aburrimiento terminó siendo la mejor opción. Al la llenura bajar y activar su energía terminaron haciéndose un concierto privado, bailando y cantando a gritos. Tal vez al día siguiente tendría más de una queja por escrito de sus vecinos por el ruido, pero valdría la pena si Jungkook seguía bailándole de manera tan sugerente para él, o si seguía regalándole melodías suaves de tonos altos a la par de movimiento lentos e hipnotizantes.
Era increíble el cómo pasaba de coquetearle a casi llorar entre las notas de la canción. Le encantaba la versatilidad del menor, sin duda era de sus mayores cualidades.
En cambio, él era un poco más torpe y no se estaba tomando en serio ni la danza ni el canto y aunque no lo hiciera mal, tampoco buscaba verse comprometido con la causa. Su único objetivo, después de todo, era hacer reír a Jungkook.
—Es tu turno —le entregó el control que se esforzaba por ser micrófono y opacar los parlantes de dónde salían las canciones.
Jungkook se relamió los labios, recibiéndolo y usándolo primero para buscar la que sería su siguiente pieza. La anterior había sido demasiado movida y ruda, por lo que fue más una presentación de freestyle, así que esperaba que esta fuera un poco más canción y menos baile.
Y en efecto, fue así. Los dulces acordes de guitarra iniciaron, poniendo de foco a Jungkook, que se hizo frente suyo e inicio; sus ojos se cerraron y sonrió, cantando bajo.
En cambio Taehyung no pudo explicar si era el tono, la voz de Jungkook o la letra, lo que le había acelerado el corazón.
Conocía la canción, era de sus favoritas, pero escuchada desde el tenor de Jungkook aumentaba su amor. Ni siquiera el cantante original podía causar tanta emotividad como Jungkook lo hacía.
Era mágico. Único.
—From the moment I left, I knew you were the one and no matter what ever I-I do, ooh — Decidió corear bajo luego de Jungkook, respirando pesado y algo atontando cuando el menor extendió su mano a la espera de que la tomara y se levantara. Y así lo hizo—. I will never not think about you.
Se susurraron entre diminutas risas, Jungkook aún con sus ojos cerrados y él... él detallando la belleza de su rostro.
—Didn't we have fun? —Sus párpados se abrieron con cuidado, dejándole ver esas grandes pupilas de destellantes luceros, haciéndole recordar la razón de haberlo llamado «estrellita» la noche anterior.
Incluso brillaban más que ellas
—Didn't we have fun? —Replicó, acercándose unos milímetros más.
—We were so beautiful —Sus comisuras se alzaron en grande, mostrándole las paletas de ancho cautivador.
—We were so tragic —Continuó acortando la distancia, pero dejando la suficiente para poder seguir apreciándolo.
—No other magic could ever compare...
Finalizó el menor, terminando con el espacio y juntando sus labios. Ambos sintonizaron sus corazones por medio de sus labios, casi que podían jurar que iban más allá de la sincronía. Sus manos tomaron el cuello ajeno, mientras el contrario meneaba su anatomía y empinaba sus pies como si su estatura no fuera la misma.
Tan hermoso. Tan mágico.
—Tenemos que ir a comprar algo para comer —balbuceó encima de sus labios, sin soltarlo, pero acoplando sus pies en el suelo.
Encantado con la sensación hormigueante en su pecho, cambiando posiciones, siendo él ahora quien rodeaba su cuello, mientras Jungkook lo tomaba de la cintura.
—¿Ya tienes hambre? —Le miro con mofa, conociendo cuál sería la respuesta.
—Siempre tengo hambre —rodó los ojos confirmándole lo obvio.
—Bien, bien, iremos —Besando la punta de su nariz, lo liberó y se encaminó a la puerta.
Mientras más rápido fuera, más rápido volverían a casa.
—No iremos en pijama —Lo detuvo Jungkook, tomándolo de la mano y arrastrándolo al cuarto.
—¡¿Por qué no?!
Jungkook al oírlo paró en seco y bajó su mirada al pecho desnudo y luego escaneó el de Taehyung que apenas se cubría por un esqueleto negro y un pantalón corto del mismo color, volviendo a alzarla a su dirección como si no fuera obvio.
Solo gruñó con exageración y se dejó guiar para retomar el camino, arreglándose con lo más cómodo que tenían; Jungkook teniendo que hacer uso de algunas de sus prendas, pues las del día anterior eran un desastre completo. Ambos tomaron sus celulares y el dinero suficiente para salir entre bromas y coqueteos de parte y parte.
Sus manos se tomaron de forma automática en todo el trayecto y sus cuerpos no se despegaron, tomando como excusa el frío ambiente de llovizna que el inicio de la noche les regalaba. No sé molestaron en soltarse ni cuando ingresaron a la tienda y tuvieron que tomar con una mano el ramen picante, que devorarían en la casa del mayor, y las bebidas a gusto propio.
—La cerveza sabe horrible —Se quejó Taehyung, mirando con disgusto la mencionada.
El menor jadeó indignado por el comentario, ¡Su agua saborizada no sabía mejor!
—¡Claro que no!, ¡es muy refrescante! —Defendió su producto que, aunque insano, era adictivo.
—¡Te quema la garganta! —Le insistió, entregando la canasta con sus cosas al cajero.
¡Solo era así al principio!, luego el escozor era escaso y delicioso. Jungkook podía jurar que le gustaba, incluso más que el Soju.
Quiso reprocharle, pero varias vibraciones en su bolsillo lo distrajeron. Su celular pedía atención. Soltándose por un momento del mayor, lo saco para revisar si era alguien que necesitaba consultarle algún tema importante.
Y bueno, sí que necesitaba su atención, pero no estaba seguro de si era buena idea darla. Leyendo el último mensaje quedo atontado en su posición... Aún no tenía respuesta para eso. Ni siquiera lo había pensado, la verdad.
—Mierda, sí que se dañó la pantalla —La voz de Taehyung lo hizo saltar en su lugar, sacándole una mirada confusa y llevándolo de nuevo a prestarle atención al móvil—. ¿Vas a comprar uno nuevo o...?
El maldito aparato estaba hecho trizas, apenas y servía, la visibilidad era complicada y, aun así, mostraba a la perfección parte del último mensaje.
"Ten linda noche Kookie. Espero verte allí..."
El resto se escondía y ni él mismo sabía como terminaba. Sin embargo, con eso era suficiente para traer problemas.
—Tae, no... no es —Quiso excusarse.
Se sentía como si lo hubieran descubierto en plena infidelidad y la expresión ahora plana de Taehyung no le ayudaba a eliminar la idea.
El moreno se limito a girar hacia el cajero para recibir su cambio y esperar a que terminara de ordenar los objetos en la bolsa plástica.
—Dijiste que no te había dicho nada más, pero al parecer te vas a encontrar con ella —su tono también carecía de expresión y eso le hacía temblar al contrario. Empezaba a transpirar frío.
Taehyung estaba molesto, muy molesto.
Tomando la bolsa, apenas el chico dejó caer el último producto, dio sacadas hacia la salida, dejándolo atrás.
—No, no, Tae, escúchame —se apresuró a detenerlo, tomándolo del brazo antes de que saliera del lugar—. Ella me invitó a desayunar mañana, pero no le di una respuesta.
No contestó. Lo miraba, pero sus labios sellados parecían no tener ánimos de hablar y querer dejar que lo único que se escuchara fuera la lluvia que se había soltado después de la pequeña briza.
—¿Y se la darás? —preguntó de repente, dejándolo mudo de sorpresa. Seguro su rostro mostraba su confusión, pues, con un suspiro, volvió a hablar—. ¿Iras con ella?
—¡No! —Gritó afanado por arreglar las cosas, sin embargo, su mirada se desvió al recordar que si estaba dudando de si debería, o no, hacerlo—. No sé...
El jadeo que Taehyung soltó le hizo empuñar sus ojos. Dios, ¡estaba empeorando las cosas!, pero no era su intención, él lo único que quería era ser honesto, pero se encontraba en un nudo entre su cerebro y lengua que no hallaba la manera de explicarse.
Le frustraba bastante.
—Increíble —Taehyung tiró del agarre, zafándose de este, y salió del local.
El corazón de ambos ardía, uno en molestia y dolor. Otro en miedo y frustración. Era horrible para los dos, pero ambos tenían puntos válidos que los llevaba al límite.
El menor se apresuró a seguirlo. Tenía que buscar la manera de aclararse antes de arruinar todo el progreso de ese día. Taehyung se detuvo al sentirlo cerca, sin importarle que estuvieron a nada de chocar.
—¿Cómo que no sabes?, ¿Después de todo lo que pasó ayer, quieres verla? —Tenía razón, lo sabía, era cierto. Por eso su decisión no era fácil.
Hablar con ella era lo sensato. Lo lógico sería mandarlo todo a la mierda e ignorar su propuesta. Además, que aún sentía curiosidad por lo ocurrido antes de su accidente.
—No sé qué exactamente es ese «todo» al que te refieres, no quisiste contarme lo que pasó entre ustedes —Le habló con calma para que no se malinterpretará como reproche. Nunca podría hacer eso; sin embargo, si necesitaba respuestas y cerrar el maldito ciclo con SoHee para poder avanzar con Taehyung—, quiere disculparse y tal vez sea mejor aceptarlo.
SoHee seguiría todo el tiempo en medio si no se dignaba a poner la situación en orden. Aun así, comprendía la molestia del moreno, él también lo estaría en su lugar.
Maldito sea el día que creyó sentirse atraído por ella y no mirar a su lado al lindo moreno que, ahora, tenía su rostro contraído en confusión.
—¡Fue mala persona contigo! —Alzando sus brazos, lo señaló por completo.
Su mirada parecía suplicante, como si quisiera hacerlo reaccionar. O le rogara que lo hiciera.
—¡Taehyung, no estoy seguro de siquiera ir! —Repitió su expresión, aturdido por no saber qué hacer o cómo explicar todo.
—No deberías estar pensándolo... —su voz se hizo casi un susurro, uno dolido.
¡Mierda! No, no.
Nunca aprendió a manejar sus discusiones con Taehyung, incluso la mini discordia de hacía unos días le puso los pelos de punta. Ahora que se trataba una pela más seria, su cerebro empezaba a hacer corto circuito y a nublar su raciocinio. Lo único que sí podía entender eran las fuertes ganas que tenía de llorar.
—Tae...
—¿Tú y yo qué somos? —Su corazón paralizó al oírlo.
—¿Cómo? —No había escuchado bien, ¿cierto?
¿Qué era toda esta locura? De verdad entendía el malestar de Taehyung, sabía que ante su perspectiva todo estaba mal y no se iba a liberar de esa culpa. Pero, ¿decirle eso?, quería saber esa respuesta también. En serio quería decirle que le gustaba o que tal vez probablemente estaba enamorado de él, pero apenas empezaba a procesar la idea como para afrontar una reacción por parte del mayor.
Sin embargo, creía que el día anterior pondría ser como una pequeña guía para darle respuesta.
—¿Todavía te gusta ella?
O por lo visto no.
Esa pregunta bastó para acabar con su cordura. ¿Cómo era capaz de preguntar algo así? Después de anoche, de ese día entero, de los besos que le dio, los abrazos que compartieron. Independientemente de lo que SoHee le había escrito o de su lío mental, sus acciones decían mucho por él.
—Taehyung, ¡ese no es el punto de todo esto! —Lloriqueó a nada de arrancarse el cuero cabelludo.
Si Taehyung se calmara, tal vez le resultaría más fácil explicarle los motivos de ir con la chica. Que, sin duda, no eran nada románticos.
—¿A no?, ¿Entonces cuál?, Dímelo —Se cruzó de brazos, observándolo con una ceja alzada.
Iba a enloquecer. Lo iba a hacer.
—¡Que te estás enojado por algo que no debería importarte! —Por qué era así, no era importante y se daría cuenta si dejara de lanzarle tantos dardos emocionales y le diera la oportunidad de dialogar.
—¡Pero lo hace Jungkook! —El manoteo exasperado y tono recriminatorio, fueron una pésima combinación para sus nervios.
—¡Deja de celarme si tú tampoco has definido esto que tenemos, maldita sea!, ¡No somos nada!—Gritó sin medir palabra—, ¡puedo resolver mis malditos problemas con SoHee sin tener que pedirte permiso!
Su lengua se movió más rápido que su cerebro y para cuando entendió que soltó, Taehyung ya no parecía estar con él, ya ni siquiera lo estaba mirando y su pecho se agitaba con demasiada fuerza.
—Tienes razón, eres completamente libre de hacer lo que se te da la gana —Empujó la bolsa hasta su pecho, obligándolo a tomarla —. Y no te preocupes, no volveré a meterme en tu vida y no tendrás que pedirme permiso de nada.
Su corazón dejó de sentirse, como si las palabras lo hubieran hecho estallar y crearan un hueco en donde antes este había latido.
—No, Tae, yo no quise... —Trató de hablar con su voz inestable, sin embargo, Taehyung dio media vuelta y empezó a caminar lejos de él sin importarle la cantidad de agua que el cielo liberaba.
Sus pies se estancaron por un momento, con su respiración siendo cada vez más agitada y su vista nublándose en la imagen de la espalda ya empapada del rubio.
Había sido un idiota. Lo que dijo, eso no, no era cierto. Taehyung lo era todo, todo. Tenía que retractarse y aclararlo.
Como pudo, obligó a sus piernas a funcionar y trotó hasta él. No pudo bajar su velocidad cuando lo tuvo cerca, pues Taehyung acelero sus pasos.
—No quería decir eso, perdóname —sus pisadas eran torpes en el piso mojado, los tenis que sí eran suyos ya no soportaban la cantidad de agua en su interior y en sus suelas, amenazando con ceder si no tenía cuidado.
Aunque eso no le importaba ahora, su cuerpo aún no estaba en condiciones de recibir otro golpe y tampoco quería convertir una discusión en un accidente.
—¡Taehyung! —Intento tomarlo del brazo, pero fue esquivado con facilidad.
—¡¿Qué?! —El sollozo que Taehyung trató de ocultar en el grito, le saco uno propio.
No se consideraba alguien llorón, pero ahora Taehyung traía un efecto de vulnerabilidad que lo hacía sentirse como un pequeño niño llorando ante cualquier pequeño malestar.
—¡Detente!, hablemos.
volvió a pedir, sin respuesta nuevamente.
—¡No saldré con ella!, no si no quieres que lo haga —Frenó, sus lágrimas ya no lo dejaban ver y sus pies ya dolían, sin contar que la lluvia tampoco parecía tener ánimos de parar.
Aclarar las cosas con la chica no valía la pena si iba a estar mal con la razón de porque quería hacerlo.
—¡No lo entiendes! —Taehyung, esta vez sí se detuvo, girándose a él y revelando que su condición era igual de desastrosa.
—¡No puedo hacerlo si no hablas conmigo! —Le reclamó acercándose un poco pero sin invadir el espacio de Taehyung.
Ahora no parecía querer tenerlo cerca.
—¡¿Que no es obvio?!, ¡me gustas, Jungkook! —restregó su rostro con brusquedad—. ¡Me gustas tanto que trate de demostrarlo cada maldito día de toda la semana para tener un día como hoy!
Jungkook solo guardo silencio. Tenía razón, el día de hoy era sencillamente único, un momento que solo le pertenecía a los dos y que no había tenido con nadie antes. Tan hermoso. Tan trágico.
—¡Y ella llega con una disculpa mediocre, lloriqueando, a pedirte que se vean y tú ya andas detrás sin protestar!
Un burbujeo subió de su pecho hasta su garganta. Taehyung seguía pensando de forma errónea.
—¡Eso no es así! —Amagó con acercarse, retrocediendo cuando vio a Taehyung tensarse y apretar los puños.
—¡¿No?! —Los junto en los costados de su cabeza—. ¡He estado tratando de demostrarte quién te quiere de verdad! ¡Ella nunca puso interés en ti!, ¡de haberlo hecho no me hubieras pedido ayuda en esa estúpida cafetería!... ¡Y yo no hubiera propuesto esa estúpida idea!
La mención de la ayuda y su trato lo hacía sentirse tan patético. Y empeoraba con la confesión de Taehyung.
—Cállate —Murmuró, no queriendo seguir la línea de la conversación.
Se iban a herir si continuaban. Ya lo estaban haciendo. Tonto, tonto, tonto. Se sentía como un completo imbécil que se empeñó por un objetivo estúpido sin ver el panorama real.
—¿Por qué? —Bramó el moreno, sacudiéndose el húmedo cabello—. ¡¿Por qué lo haría!?, ¡También es mi maldito problema luego de estar todos estos días compartiendo cama con alguien a quien no parece ver lo significativo que todo esto fue para mí! —No era así, era mentira. Taehyung estaba mintiendo, él no podía creer que realmente lo viera de esa forma, no—. ¡¿En serio fui solo un maldito polvo?!
—¡Que te calles! —se acercó y golpeó su pecho. Dejando sus manos ahí. Sollozando bajito.
Él, él hasta hace poco se había dado cuenta de sus sentimientos, pero jamás. Jamás. Se le ocurrió ver a Taehyung como un maldito objeto sexual, era más que eso. Siempre fue más que eso.
—Llevo meses enamorado de ti —Continuo el rubio, tomando entre sus manos las suyas—. Y de verdad pensé que esta vez si me verías más allá del placer o de una amistad rara... Al parecer me equivoqué.
Empujando sus puños, lo alejo y retomó su camino. Solo entonces noto que la lluvia había parado y lo que mantenía mojado su rostro ahora solo era producto de su llanto.
Cada palabra, cada confesión, parecía arrastrarlo más lejos de Taehyung, más que la misma distancia que sus pasos les deban. No sabía explicarse, no encontraba las palabras y cada que trataba el rubio le decía algo nuevo que lo aturdía.
Casi podía sentir que un gran viento lo arrastraba lejos de Taehyung y le impedía alcanzarlo. Lo llevaba con tanta fuerza que no lograba sujetarse de nada para evitar más distancia. Y, en todo caso, preferiría que un ventarrón enorme lo arrastrará de manera física y no que fuera sus propios sentimientos y molestias los que lo jalarán tan lejos.
—¡Te equivocas! —Gritó tan fuerte como pudo, a pesar de que Taehyung realmente no se encontrara tan lejos. No sabía con qué fuerza trataba, una vez más, de ser escuchado y aun así, buscaba no detenerse esta vez— ¡Y eres un ciego de mierda!
Sus débiles piernas volvieron a dejarlo en frente del chico que se detuvo, quien esperaba su llegada con su mejor expresión de impaciencia, a pesar de que sus párpados gachos y ojos rojos delataban que era fingida.
—¡También es obvio que siento lo mismo por ti! —Nuevamente, tampoco supo de dónde saco la fuerza para decir eso, ni lo que confesaría a continuación, pero si no lo hacía, Taehyung seguirá creyendo cosas equivocadas—. ¡Esta semana también ha sido importante para mí!, ¡y no eres solo eso que dijiste!
Su estómago se revolvió ante la idea. Taehyung era un tonto al pensar eso, porque incluso siendo solo amigos, su tiempo, atención y vida se enfocaban en él.
Pero bueno, si él mismo no se había percatado de sus sentimientos, era difícil que el contrario lo hiciera.
—He estado tratando de lidiar con estos sentimientos nuevos los últimos días —confesó, llevando su atención al suelo, parecía más entretenido que el rostro indescifrable de Taehyung—, y cosas como estas no me lo hacen más fácil —Bufó—. ¿Por qué hasta ahora me dices que tienes sentimientos por mí desde hace tiempo? Estuve haciendo suposiciones erróneas creyendo que te encontrabas igual de abrumado que yo y que esto tal vez era reciente.
Pensaba que tal vez estaba siendo exagerado. Que tal vez Taehyung lo vería de otra manera si le confesaba su "repentino" cambio de sentimientos. Que tal vez él se encontraba igual de confundido y por eso debía tener precaución. Tantas cosas.
—Si me siento abrumado... no esperaba que el absurdo juego que invente se viniera en mi contra —Taehyung soltó una risa sin gracia, hablando ya más calmado—. No te lo dije porque sabía que solo me veías como un amigo, hacerlo te hubiera alejado de mí y prefería tenerte aunque sea un poco.
Jungkook restregó su rostro cada vez más superado. Esto debieron hablarlo antes, no dejar que sus sentimientos manejarán la situación y terminarán como ahora.
—Idiota, no podías asegurar mi reacción —alzó su vista, encontrándolo con una sonrisa opaca.
—Te conozco lo suficientemente bien para saber que no hubieras podido lidiar con la situación —rio nasal, siendo esta vez él quien llevó su atención a otro lado—, y luego llegó SoHee...
No iba a mentir, Taehyung tenía razón, no sabía si se habría dado cuenta de lo que sentía luego de una confesión o si, por el contrario, los hubiera negado y mandado a la mierda. De no ser por ese estúpido reto, tal vez nunca habría reaccionado.
El reto... Quería preguntar al respecto, la razón por la que se le ocurrió y por qué no uso algo un poco menos complicado; pero, a su vez, le parecía una respuesta obvia y la cual en ese momento no era lo más relevante de la situación.
—Ella no me interesa, Taehyung. Ya no —Aclaró, por fin, reviviendo su corazón y rellenando su vacío cuando a Taehyung parecieron brillarle los ojos y le extendió una de sus manos.
Con cuidado y un poco de duda la tomó, siendo jalado, al momento de apretarla entre sus dedos, en un abrazo fuerte que pareció pegarle cada una de las piezas que se rompió con la discusión.
El pecho de Taehyung estaba tan húmedo como el resto de su cuerpo, pero eso no le impidió recostar su cabeza ahí.
—Yo... solo quiero ir para aclarar todo, quiero escuchar sus disculpas y porque se comportó así, luego de eso solo lo dejaré. A ella y al tema.
Sintió el jadeo resignado del mayor, quien lo apretó un poco más a su pecho.
—Si te cuento qué paso antes, ¿aun así iras? —Su voz ya no era de ira, al contrario, sonaba un poco más juguetona a pesar de tener gajes de molestia. Asintió poniendo más presión en el abrazo—. Está bien, tampoco sé bien que fue todo lo que pasó.
Taehyung se burló, pero el intento de broma se desmanteló con la risa amarga que soltó.
—¿A qué te refieres? —Alzando su cabeza, espero la respuesta de un Taehyung algo confundido.
—Fue un poco confuso —suspiró, llevando una de sus manos a acariciarle el cabello—. Estábamos entrando a mi camerino, hablando de la sesión, cuando...
Tragó grueso y prolongó un silencio que empezaba a traerle cosquilleos incómodos a su cuerpo.
—¿Cuándo...? —Insistió con la necesidad de saber que seguía en la historia.
—Se lanzó a mi cuello.
Su entrecejo se arrugó empezando a crear suposiciones.
—Sé más claro Taehyung, no te entiendo —Odiaba empezar a crear escenarios negativos en su cabeza y trataba de evitarlos; sin embargo, la afirmación de Taehyung no le permitía pensar en algo más.
—Se abalanzó, solo así —Taehyung no lo miraba, le hablaba al horizonte, sin embargo, lo conocía bastante bien como para saber que no mentía—. Me rodeo por el cuello y la sentí tan cerca de mi cara que la empuje.
Lo último le sorprendió. No la reacción, Taehyung era muy quisquilloso con las chicas, sino toda la situación en contexto.
—¿La empujaste? —repitió queriendo asegurarse de haber escuchado bien.
—¡Por su puesto!, Entre en pánico al tener una chica invadiendo mi espacio —lo miro con indignación fingida—. Creí que había tratado de besarme.
—¿Y no fue así? —Pues, según él, no tenía muchas más explicaciones. De hecho, imaginarlo le tensaba los músculos y traían de nuevo la burbujeante sensación.
La sola idea de alguien más besando a su Taehyung le hacía hervir la sangre.
—¡No sé! —Lloriqueó en queja, viéndose casi igual de confuso que el menor—. La encaré al respecto y nos pusimos a discutir porque según ella yo estaba malinterpretando la situación.
Su entrecejo se arrugó aún más con lo escuchado.
—¿Te dijo por qué lo estabas haciendo?
—Su excusa fue muy absurda. Y le molestó que no le creyera —bufó, pero nuevamente lo dejo ahí, como esperando una nueva pregunta de su parte o como si le diera vergüenza continuar.
Y él seguía sin entender por qué. Aunque agradecía tener de nuevo a su Taehyung habitual, ahora necesitaba que fuera más certero con sus palabras.
—¡Taehyung, deja de hablar por pedazos!
Trató de alejarse para tener una posición más cómoda, pero el chico se lo impidió al volver a ajustar su agarre.
—¡Bien!, Perdón —sus comisuras difuminaron una leve sonrisa picara. Oh, acaso él... lo estaba haciendo a propósito para molestarlo. Tonto—. Honestamente, la acuse de acoso.
Se carcajeó corto y Jungkook se vio incapaz de no reírse con él.
—Y ella a mí de desquiciado —se encogió de hombros. Soltándolo, enredo sus dedos y lo insisto a caminar de nuevo—. Nos estuvimos gritando varias cosas, hasta que me gritó que estaba interesada en otra persona y que no pretendía perderla por un malentendido.
Lo último lo confundió. No parecía tener sentido lanzársele y luego decir que no le interesa. La situación daba para pensar que el interés de SoHee, por el cual fue rechazado, era su Taehyung.
—¿Qué otra persona? —dijo sin verle problema, pero la mirada seria del mayor le advirtió que tal vez su curiosidad podría ser tomada por otro lado, así que prefirió no indagar—. Continúa.
—Después de eso me aclaró que solo sentía un crush por mí, pero no de manera romántica —sacudió el agarre de sus manos, acentuando lo último—. Algo así como que me conocía de antes por mi trabajo y por ende me admiraba demasiado.
—¿Cómo una especie de fan? —volvió a preguntar, tan desconcertado como en el comienzo.
¿Eso sí quiera, tenía sentido? Si bien Taehyung y él tenían buen alcance en el modelaje, no era como que tuviera "fans" o algo así. Ni siquiera interactuaban con los públicos, sus redes la manejaban la empresa y no había manera de que algo semejante les pasara.
—¡¿Ves que es absurdo?! ¡No tiene sentido! —lo miro con incredulidad—. Es la excusa más falsa que me ha dado alguien por rechazarla.
La innecesaria broma del mayor le sacó una leve carcajada. Sin duda ese era su Tae.
Estuvo a punto de reclamar seriedad en el relato, pero se le hizo imposible al Taehyung detenerse en pleno paradero.
—¿Tae que...? —Miro a su alrededor, solo dando con una mujer sentada leyendo y el letrero que avisaba que la última ruta de transporte aún no llegaba—. ¿Por qué paramos aquí?
Indagó, aunque tenía una idea al respecto.
—Sería un poco raro que mañana salgas temprano de mi casa directo a desayunar con ella —se encogió de hombros con otra suave risa, como si quisiera aminorar la tensión del momento—. Además, tienes que arreglarte para salir, no tienes lo necesario aquí.
—Tae... —Deseaba negarse, pero el mayor tenía razón.
No quería irse, quería seguir con Taehyung, sin embargo, salir de sus brazos para ir con la chica se sentía mal.
—Pero si deseas puedo acompañarte, no tengo problema en hacerlo.
Jungkook suspiro, armándose de valor para ceder a la decisión de Taehyung.
—Oye... —Su voz fue nuevamente callada por Taehyung.
—Si es por el taxi, no te preocupes, no tengo problema en pagar de más... —Y luego él también lo interrumpió, pero en vez de hacerlo con palabras, lo hizo con un beso.
Solo fue un pequeño roce, pues tenía miedo de profundizarlo y se volviera incapaz de detenerse.
—Kim Taehyung, no quiero que pienses que voy a ir con ella por algo diferente a aclarar las cosas —le aclaro—. Quiero estar contigo, y quiero que no hayan cabos sueltos que puedan crearnos problemas después ¿comprendes a qué me refiero?
Volvió a piquetearle los labios.
—Sí —asintió Taehyung juntando ambas frentes.
—Todo esto empezó con ella en medio —siguió explicándole sus razones—. Y como principal culpable, debo ser yo quien la haga a un lado. Luego de eso, volveré aquí.
—Bien —Taehyung chocó sus narices, dándole confirmación de que no estaba enojado o disgustado. Ya no.
—Ahora vete —Alejándolo le devolvió la bolsa, ganándose una mirada confundida de este.
—¿Qué?
—Parece que volverá a llover, no quiero que te enfermes por mi culpa —Siguió insistiendo con pequeños empujes—. Aún está temprano, así que tomaré el autobús.
—Puedo esperar contigo a que llegue —la intensión era dulce, sin embargo, si se quedaba terminara llorándole por dejarlo dormir con él a su lado y eso no era justo para ninguno.
—No soy enfermera Taehyung, no pienso cuidarte si te enfermas —Se cruzó de brazos, esperando que su reproche fuera convincente para el mayor—. Vete a ducharte y a quitarte esa ropa húmeda, el bus llegará en unos minutos.
Pero Taehyung no se movía del lugar y parecía como un pequeño cachorro mojado y abandonado. Si seguían así terminaría llorando de nuevo.
—No me mires así idiota, no soy un niño, nadie me va a robar de aquí —le señaló el camino, tratando de no mostrar su frustración.
Era lo mejor, él lo había dicho. Pero si seguía así, ninguno podría hacerlo. Lo ideal era que se separaran desde ya.
—Llámame nomas llegues —pidió el mayor, ya resignado.
—Sí, sí, lo que digas —Se cruzó de brazos y enfoco su mirada a la calle donde, según el tablero, su transporte llegaría en tres minutos.
Dándole un beso en la mejilla, Taehyung se retiró y Jungkook tuvo que hacer una fuerza sobrehumana para no correr tras él.
Dios, era tan frustrante que un día tan lindo como el que tuvieron hubiera terminado hecho un desastre completo. Sin embargo, si quería estar con su lindo moreno sin que este tipo de cosas volvieran a ocurrir, debía darles un punto final.
Esperaba que todo saliera bien la mañana siguiente y que pudiera volver con Taehyung hyung. Necesitaba volver con él
En la noche estare subiendo el final, espero de verdad les guste 😭😭♥️♥️
Este cap va para Lee_Daeyoon que sus comentarios en este fic siempre me dan ánimos de volver a actualizar, gracias por el apoyo linda 🥺💕
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro