26
Pov. Yui
La oscuridad me envuelve completamente, me duele respirar debido a todos los golpes que me han dado y al frío. Tengo la boca reseca y aunque me he acostumbrado a la poca movilidad después de un par de horas en éste lugar, las ataduras de mis muñecas y tobillos arden como un hierro caliente.
Analizo mis opciones, las cuales en estas circunstancias no son muchas, porque si pienso de forma lógica. ¿Qué puede hacer una mujer atada de pies y manos, en una habitación oscura y helada como una nevera?
¡Oh, mierda, a lo mejor me han metido dentro de una nevera!
Gritar no es una opción, el frío me provoca una tos horrible. Tengo que pensar en algo más, antes de morirme aquí dentro.
¡Joder, el frío es tan horrible que ni siquiera me deja pensar!
Me encojo hasta hacerme una bolita, no ayuda que me hayan dejado solo en ropa interior.
La puerta hace un sonido oxidado y un detallo de luz se abre paso en el suelo y la pared contraria a mi. Hay otra persona aquí dentro, pero está completamente congelada y desde mi lugar no distingo si es hombre o mujer.
¡Qué puto asco, ojalá fuera Haruto!
El hombre - el tal Yaman - que entra se agarra de las cuerdas en mis pies para arrastrarme fuera y yo ajusto mis pupilas poco a poco a la luz de una habitación blanca. Me lanzan sobre un colchón en una esquina del suelo, luego me tiran encima una manta gruesa, me vuelvo oruga bajo ella buscando calentarme.
- Casi estropeas nuestra mercancía, imbécil - sigo la voz y veo a Yamashita sentado en una esquina fumándose un puro - Haruto te arrancará la cabeza.
- Haruto fue quién me ordenó meterla dentro de la nevera, señor - le responde su lame botas.
- ¿Quería hacer helado de rubita? - se burla su jefe y ambos se ríen estúpidamente - Anda, Yaman, enciéndele la calefacción a la puta, mira nada más como tiembla la pobre - dice con ironía y se vuelven a reír.
- ¡Me cago en todos tus muertos! - gruño tiritando.
- ¿Qué dijo? - levanta las cejas el mayor.
- Ni puta idea.
- ¿Tienes hambre rubita? - vuelve a burlarse Yamashita cuando mi estómago hace un sonoro ruido.
No respondo, ni siquiera me muevo, y no es por miedo, solo quiero terminar con toda esta mierda de una vez. Más bien quiero matar a los dos tipos de apellido Yamashita con mis propias manos. Sería mi sueño hecho realidad.
- ¿Y ahora de qué se ríe la psicópata esta? - Yaman hace una mueca.
- Me estoy imaginando bañándome en la sangre de tus jefes, maldito animal.
El hombre hace como que le da un escalofrío y luego entra mi peor pesadilla con una sonrisa de oreja a oreja.
- Anda, levántate, bonita, que nos vamos de paseo en yate - sube y baja las ceja Haruto agachándose a mi lado y tirando de la manta que me tapa. Me mira el cuerpo y luego se muerde el labio y chasquea la lengua - ¡Qué desperdicio!
- Aún puedes tenerla si quieres hijo.. - su padre le palmea el hombro.
- No quiero morir envenenado, padre.
Pov. Jungkook
Sucede que aún sentado en el salón del hogar de la familia Nakamoto seguimos charlando y como Yuta es abogado, es al mejor que se le da hablar con la policía, en este caso, Malia y sus dos amigos, Beomgyu y Kai.
- El caso es Yuta, que Yui aunque ha sido secuestrada por los Yakuza, está involucrada con estas personas, no hay forma de que se libre de la cárcel - dice la hermana de mi amigo de manera seria.
Aún no sé por qué todas estas personas se conocen y tienen una relación tan estrecha. Son como si fuesen una gran familia y me causa un poco de curiosidad y hasta.. envidia.
- Yo pienso, Malia, con todo respeto, que podemos llegar a un acuerdo, quizás si Yui se pone de parte de la policía, puedan atrapar a Yamashita el cabecilla de esta banda criminal - expone Yuta, Malia se queda en silencio y mira a sus compañeros - A fin de cuentas, el cargo que puede probarse en contra de mi hermana es tenencia ilegal de droga.
Sí, yo cada segundo que pasa flipo más.
¿Quién carajos eres, Yui?
¿Se saben el dicho ese que dice "las apariencias engañan"? Pues Yui, todo en ti es falso, querida.
- Contando con que sea solo ese cargo, - continúa la menor de los Kim - entonces podemos hacer el arreglo. Si Yui colabora con la policía, entonces el juez puede reducir su condena y con un buen abogado, que no dudo que seas tú mismo. A Yui se le otorgará una condicional y podrá desempeñar trabajo comunitario.
- Entonces se puede hacer - dice Aylin ya más animada.
Kai y Beomgyu solo se miran entre ellos sin decir una palabra, Malia es la única que ha aportado algo coherente a la conversación desde hace un rato.
- Sí, pero tenemos que rescatar a Yui cuanto antes, porque de lo contrario quizás aparezcan cargos que no le convengan salgan a la luz delante del juez. Mis hombres - la chica señala a sus dos compañeras - pueden montar una operación para atrapar a Yamashita y rescatar a Yui, pero dispondremos de varios elementos, como por ejemplo, el poder persuasivo de mi hermano - Taehyung da un respingo en su lugar al escuchar a su hermana y se señala a sí mismo, la fémina asiente - para atraer al mafioso hasta una carnada, ya que fue él quién le pidió algunos favores en el pasado - Malia le recrimina con la mirada y él suspira sonoramente hundiéndose un poco en su asiento.
¿Eh? Espera... ¿Qué? ¿Kim Taehyung hizo qué?
¿Pero qué demonios?
Me paro del sofá y me paso las manos por el cabello con frustración, cada vez entendiendo menos.
Lizzy me da unas palmaditas en la espalda como si quisiera darme ánimos, la miro y me da una sonrisa forzada. Se ve que está tan asustada como yo. No la culpo.
- Por supuesto, también necesitaremos de ti, Yuta.
- Sí, yo sería la carnada - dice de lo más normal el antes mencionado.
- ¿Qué? - chilla Lizzy a mi lado.
- Lo siento, unnie, pero Yuta es su hermano - se disculpa Malia - le brindaremos la mayor protección posible.
- ¡Ay Dios, creo que se me bajó el azúcar!
Ayudo a Lizzy a sentarse cuando sus piernas flaquean y enseguida Mark le ofrece de su té, ella rechaza la taza con una mueca y entonces el chico comienza a abanicarle el rostro con sus propias manos.
¡Joder, creo que a mi también se me está bajando el azúcar!
- Han de dejar éste trabajo en manos de la policía. Debemos atraer a Yamashita a un lugar de fácil acceso para atraparlo. Ahora solo debemos esperar que llame él mismo, porque no tenemos como comunicarnos con éste hombre.
Algo más esperanzado y aún agobiado regreso a mi apartamento ya en la noche, puesto que es necesario que el mafioso ese se comunique con uno de nosotros o de una señal de humo para poder entrar en acción y ejecutar el plan de Malia.
No tengo mente para nada más. Taehyung me avisa que llegó sin problemas a su casa, al igual que mi chofer y su novia, y para mi eso es un gran alivio, pero sigue existiendo el problema de los Yakuza y me extraña que no han aparecido aún. Puede pasar en cualquier momento y no podemos arriesgarnos.
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