[ Boo SeungKwan X Choi SeungCheol ]

anitazz100

El día estaba soleado pero anunciaban que habría lluvia. ¿Raro, no?

El sol pegaba fuerte a pesar de estar casi a inicios de invierno y los árboles tenían las hojas caídas y amarillas o naranjas.

Un SeungCheol de 17 años se encontraba sentado en una banca, esperando a encontrarse con SeungKwan, su novio.

A pesar de todavía no presentarse, SeungCheol sabía con toda seguridad que sería un alfa. Un alfa fuerte y valiente, que debería proteger a su omega, en este caso a SeungKwan.

Fantaseaba con ver a SeungKwan con un traje blanco y él con un traje negro, o sus hijos, o su luna de miel... SeungCheol era muy cariñoso y tímido, un "alfa" amable.

Su familia por mucho tiempo le dijo lo que tendría o no que hacer cuando se presentará como alfa, lo mismo con SeungKwan. Siempre proteger a su omega, hacerle la marca y marcarle como suyo, hacerle cachorros, pedirle matrimonio... Muchas cosas, prácticamente sus familias les eligieron el futuro. Podría sonar feo, pero las cosas como son.

- ¡Cheollie! - el llamado se sobresalto al estar tan metido en sus pensamientos, tanto que pegó un pequeño saltito en su lugar.

Su novio caminaba hacía él, mirándolo con los ojos brillantes y una gran sonrisa en sus labios. Se veía hermosos con ese buzo negro, como siempre.

- Kwannie... - sonrió - Te estaba esperando.

SeungKwan le dejó un pequeño beso en sus labios, nada fuera de lugar, y se sentó a su lado.

- ¿Esperaste por mucho tiempo? Lo siento, mi madre quería que le ayudará con algunas cosas... - se detuvo por un segundo, mirando a SeungCheol de arriba a abajo - Te ves muy bien, Cheollie.

SeungCheol no esperaba sonrojarse.

Él era un futuro alfa, no debía sonrojarse.

- Gracias Kwannie, tu te ves hermoso - dijo con una pequeña sonrisa, esperando que SeungKwan se sonrojara o algo por el estilo, sin embargo aquello no pasó.

- Oh, gracias, Cheollie - SeungKwan mostró una sonrisa, no un sonrojo.

Sin poder evitarlo, SeungCheol hizo un pequeño puchero, ¡estaba dando mala imagen!

SeungKwan río y el mayor lo miró.

- Eres tan bonito... - le picoteo los labios una y otra vez - ¿Vamos por un helado?

Cheol asintió con una sonrisa emocionada, deseando un delicioso helado de crema cielo.

Ambos se pararon de aquella banca, y fueron caminando a pasó lento hacía una heladería que se encontraba cerca.

SeungCheol se perdió en la vista de los niños corriendo y jugando, el parque llenó de alegría. Tanto que no se dió cuenta que chocó con alguien, bueno, se dió cuenta cuando ya unas manos estaban apretando fuertemente su cintura.

- Oh, perdón - se disculpó rápidamente, separándose de aquél extraño. No se dió cuenta que SeungKwan tenía una mirada... algo extraña.

- Descuida, ambos estábamos distraídos - río el extraño, mirando a SeungCheol con ojos no tan inocentes - Soy HyunJin, ¿y tú, bonito?

Cheol abrió los ojos sorprendido, ¿aquel HyunJin acaso pensaba que era omega? Notó a SeungKwan tensarse.

- Se llama SeungCheol y yo SeungKwan, ahora MI novio y yo nos tenemos que ir - le sonrió falsamente a HyunJin y agarró el brazo de SeungCheol, arrastrándolo lejos de aquél lugar y dejando al alfa con la palabra en la boca.

Digamos que después de todo aquello, si la pasaron bien.

- Oh, SeungCheol. Hace tiempo que no vienes a visitarme - habló la madre de SeungKwan, saludando a SeungCheol con un fuerte abrazo.

- Hola, señora Boo. ¡Tanto tiempo! - respondió el, recibiendo el abrazo con un toque de incomodidad.

- Estas más guapo - halagó el hermano menor de SeungKwan; Chan, mirándolo inocentemente.

- Hasta el niño lo sabe - río la señora Boo - Ven, sientate. Justo estaba haciendo galletas - Se separó del abrazo con una sonrisa avergonzada, mirando de reojo a SeungKwan, quién estaba sonriendo.

Casi toda la familia Boo era omega, excepto por el hermano mayor de SeungKwan; JiHoon, un alfa enano y serio, y el señor Boo. Chan era un "futuro omega".

- Ven, cariño - llamó SeungKwan desde la mesa. SeungCheol tímido fue hacía él, sentándose a su lado.

La señora Boo ya estaba colocando una bandeja de galletas en el centro de la mesa mientras Joshua; otro hermano de SeungKwan, servía jugó en cada vaso.

- Chan, ¿puedes llamar a JiHoon? - Dino asintió, y subió escaleras arriba para llamar a su estúpido hermano mayor. Cabe admitir que SeungCheol le tenía cierto odio.

Una vez todos estuvieron en la mesa, empezaron a comer de las deliciosas galletas de chocolate mientras hablaban y le preguntaban a SeungCheol un par de cosas.

- Oh, cierto - habló el señor Boo - Hijo, nosotros hoy nos tendremos que ir por unas horas, es el cumpleaños de tu tía y no nos lo perderíamos.

Cuando SeungKwan estuvo a punto de abrir la boca para hablar, la señora Boo se le adelantó.

- Te puedes quédate aquí con SeungCheol. No importa, Kwannie.

Con una sonrisa y asentimiento, SeungKwan tomó un poco de jugo, viendo la mirada que les echaba JiHoon.

- Mmh... Okey... ¿Quieres ver una película, Cheollie? - preguntó el menor.

Ya todos se habían ido, entonces ellos eran los únicos en la casa. La casa Boo constaba de dos pisos, cinco habitaciones en la planta de arriba más un baño, y en la planta de abajo se encontraban la sala, el comedor y otro baño. Una casa bastante grande pero justa para 5 personas.

- Oh, si, claro - respondió, sentándose en el sofá tímidamente.

- Genial, ¿cuál quieres ver? - SeungKwan ya estaba preparando palomitas y bebidas para la película.

- La que encontremos en Netflix - dijo una vez que SeungKwan volvió con todas las bebidas y alimentos.

SeungKwan sonrió una última vez y puso una película cualquiera.

- ¡Que empiece el maratón de The Walking Dead!

SeungCheol se sentía extraño. Muy extraño.

Le dolía el estómago de una manera poco normal y un olor raro se estaba empezando a sentir en el ambiente. ¿Acaso se estaba presentando?

- ¿SeungCheol? - SeungKwan le puso pausa a la serie, mirándolo con preocupación - ¿Estás bien? - le tocó el brazo y un sonido vergonzoso salió de los gruesos labios del mayor.

Un gemido.

- Cheol... - susurro SeungKwan, tocando de más el brazo de SeungCheol.

- N-no... - el mayor tragó saliva, sintiendo como el olor extraño se transformaba a un olor de frutillas y chocolate. Un olor dulce.

Un olor de omega.

- S-SeungKwan... - habló con pánico. El menor lo miró y Cheol pudo observar como sus ojos cambiaban de un marrón claro a un azul oceánico.

Luego, un olor a tierra mojada y lluvia se empezó a sentir junto con el suyo. Olor a alfa.

SeungKwan se puso encima suyo, sorprendentemente, besando su cuello con desesperación y fiereza.

- E-espera... Kwan... N-No estás en tus cinco s-sentid- ¡Ah! - un mordisco llegó a su cuello, luego otro y otro, sin parar.

- Mmh... - se sintió pegajoso, un líquido empezó a manchar sus pantalones, proveniente de él. Se sentía raro, pero le gustaba. Quería parar, pero a la vez no. No sabía lo que sentía en aquel momento.

- Omega - SeungCheol sintió un escalofrío en todo su cuerpo. Sin poder evitarlo, corrió su cabeza hacía un lado, exponiendo su cuello en señal de sumisión.

SeungKwan atacó otra vez su cuello, chupandolo y dejando varías marcas mientras le quitaba los pantalones al mayor, sintiendo como estos estaban húmedos debido al lubricante natural.

- Omega, omega, omega - SeungKwan gruñía, perdido en la desesperación de tomar a su novio allí mismo.

Le quitó la camisa y pronto se fue al pezón izquierdo, chupandolo y mordiendolo hasta ya casi sacarle gritos al mayor.

SeungCheol no sabía cómo sucedió, pero de un segundo para otro ya se encontraban en una habitación, él con las piernas abiertas, su entrada goteante de su lubricante natural recibiendo al gran miembro de su novio.

- Se-ungKwan... A-ah... - jadeaba, a este punto ya palabras incoherentes salían de sus hinchados labios.

- Ggrr... - gruñó SeungKwan, empezando a moverse rápidamente.

SeungCheol dejó escapar gritos resbaladizos, que capaz hasta los vecinos escucharon. SeungKwan agarró de las caderas a SeungCheol, impulsandolo para abajo y haciendo que su miembro choqué contra el trasero regordete mientras lo seguí follando, rápido y duro.

Ellos disfrutaban, lo gozaban. Ninguno de los dos iba a saber que pasaría a la mañana siguiente.

- ¡Eres una vergüenza!

Un grito despertó a SeungCheol y abrió los ojos con pesadez, viendo a su familia y a la familia Boo mirándolo con desagradó.

- Solo eres un simple error - SeungCheol miró a su lado, viendo justo en el momento donde la señora Boo le propinaba una fuerte cachetada a SeungKwan.

- ¡Hey! ¿¡Qué cree que hace?! - gritó SeungCheol, el por suerte y pura suerte, estaba cambiado con prendas simples.

Se levantó de un salto, con adrenalina en sus venas, pero una mano fuertemente agarrando su muñeca lo detuvo en seco.

- Nos vamos, SeungCheol - su padre lo miró con disgusto, como si fuera un simple desconocido.

- Pero... - a SeungCheol le temblaron los labios.

- ¡Nos vamos, dije! - grito el señor Choi, secando a SeungCheol de la habitación, y su madre y hermana siguiéndolos.

- ¡SeungKwan! - gritó por última vez Cheol, viendo a Kwan con lágrimas antes de que su familia lo sacará de allí.

La señora Boo miró a su hijo con asco - No lo volverás a ver.

SeungKwan agachó la mirada, viendo como todos sus hermanos lo miraban con lastima.

- Lo esperaré - susurró, un susurró que él solamente escuchó.

5 años después...

SeungCheol se encontraban caminando por el parque, un parque que le traía recuerdos felices y otros tristes. Era invierno y pequeños copos de nieve empezaban a caer.

Se sentó en una banca, suspirando y viendo como el vapor salía de sus labios congelados. El ambiente era triste.

Desde aquel día, SeungCheol no volvió a ser la persona que era antes. Ahora era callado y se guardaba todo para si mismo. Su corazón estaba roto, le faltaba una pieza. Le faltaba su otra mitad. Le faltaba SeungKwan.

Las calles estaban siendo poco a poco adornadas por bastantes padres con sus hijos, muchos olores se sentían en el aire.

SeungCheol hace tres años que se fue a vivir solo, y hace un año se enteró de que su padre falleció.

Siendo sincero consigo mismo, aquel señor ya estaba en la edad para irse de este mundo.

Terminó la secundaria y universidad, ahora tenía una vida tranquila y sencilla. Era dueño de una café por allí cerca, no era mucho, pero le encantaba, tenía su propio toque, y vivía en un departamento bonito. Lo suficientemente grande para cuatro personas.

Tenía su vida arreglada pero sentía que algo le faltaba.

Con un suspiro congelado, vio a un perrito abrigado correr hacía el.

- Oh, hola, perrito, ¿te has perdido? - le preguntó con una sonrisa, agarrando el pequeño cuerpecito que estaba abrigado con un chaleco bastante tierno.

- ¡Boo Hansol! - oyó a alguien gritar, una voz conocida - ¡Ven aquí, pequeño travieso!

Levantó la vista cuando un olor a tierra mojada y lluvia se hizo presente.

- ¿SeungKwan? - preguntó sorprendido a la vez que se levantaba de la banca y dejaba al perrito en el suelo.

- Cheollie.

SeungKwan con una sonrisa alegre, abrazó a SeungCheol como si su vida dependiera de ello.

- Te extrañé tanto - susurró, SeungCheol sintió como los latidos de su corazón cada vez se hacían más fuertes.

- Yo igual, Kwannie - sentía como las lágrimas pinchaban sus ojos.

SeungKwan se separó lentamente, mirando a SeungCheol con los ojos brillantes. Sus rostros a centímetros de distancia, y una mano se colocó en la mejilla del mayor, acariciándola con amor y cariño.

- Te estuve esperando por tanto tiempo - la voz de SeungCheol se rompió tras decir esas palabras, y pequeñas lágrimas ya adornaban sus mejillas.

- No tienes que esperar más, cariño - y por fin, con esas últimas palabras, ambos labios se encontraron en un beso lento y apasionado.

- No te dejaré nunca más.

El olor de SeungKwan envolvió a SeungCheol, y por primera vez, SeungCheol se sintió en casa.