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xiv; Te quiero.

CAPITULO 14

" ¡Llora! No te avergüences
de confesar que me has querido un poco. "

-Gustavo Adolfo Bécquer

—Nunca me has contado de tu familia.—Jungkook le mira desde su asiento en la habitacion de Taehyung.

—No hay mucho que contar.—comenta con desden.

—Siempre hay algo,aunque sea mínimo.

Posteriormente,el azabache lo observa con ojos petulantes y se pregunta qué buena acción hizo en otra vida para tener a Jungkook en esta. El oscuro de sus ojos se ilumina cuándo el mayor se remueve un pco en la camilla listo para declarar. Kim se relame los labios,idealizando un límite sobre que cosas contar y que cosas no. Vuelve a la conclusión de antes.

Deja las cartas con las que estaban jugando a un lado,dada por finalizada la partida con Jungkook,y ahora da comienzo a una charla que no sabe como será su desarrollo ni qué resultados tendra. Sus digitos descansan sobre su regazo, sonríe levemente pero pronto el ceño se frunce causando en Jungkook un poco de confusión.

—Mi madre era asistente social.—confiesa como si tuviera una daga enterrada en el pecho.

—¿Era?.—Jungkook pregunta.—¿Ya no se dedica a eso?.

—No lo sé,no hablo con ella hace...siete años.

—¿No la has llamado?.—Jungkook interroga de manera tranquila y apaciguada.

—Falleció hace siete años.—aclaró como si fuera un detalle que olvidó remarcar en la oración pasada.

—Oh,vaya...Yo...Lo siento.

—Tranquilo,cariño.—arulla el mayor y se plantea dos veces el si agregar lo siguiente; —La muerte el algo inevitable y que está escrita desde que nacemos.

—¿Qué prefieres, saber cuándo vas a morir o de qué manera vas a morir?.-El contrario termina preguntando lo primero que se le viene a la mente para evitar el tema tan incomodo que Taehyug acaba de confesar. Se auto insulta ante lo dicho.

Taehyung ríe solemnemente ante la pregunta tan al azar que deriva de los belfos ajenos. Se piensa la respuesta unos minutos,a su misma vez,observa como su contrario se piensa con más dedicación la contrarespuesta que le va a dar.

—Preferiría saber el cómo.—jacta con seguridad.

—Mhm. ¿La razón?.

—Si supiera la forma en la que moriría,mi mente estaría enfocada en vivir cada día de una manera única y evitar algunas decisiones o caminos que serían los más probables a desencadenar la forma en la que moriré.—justifica, deleitándose por la manera en la que el pelinegro le observa como si fuera un filósofo.—En cambio,si conozco cuándo sucederá estaré más ansioso por la llegada de ese día que no podré atrasar y no podré disfrutar lo último que me quedase de aire.

El pelinegro se mantiene pensativo ante la respuesta dada,si es sincero nunca se le hubiera ocurrido una respuesta así. Punto para Taehyung. El nombrado se relame los labios observando los ajenos con deje de deseo,las ganas incontenibles de morderlos comenzando a crecer en su estómago.

—Nunca de me hubiera ocurrido esa respuesta.—alude Jungkook,sintiendo las mejillas calientes por como Kim le mira sin pestañar siquiera.—Deja de mirarme asi.

—¿Como?.

Su lengua moja sus labios lentamente,tiene la viva imagente frente si de Jungkook viendo su accionar como lo mas interesante por sobre todas las cosas del mundo. Su estomago hormiguea,su boca pica y las incontrolables ganas de proclamar a Jungkook como suyo empiezan a crecer en su ser. Tanto que tiene que apretar las sabanas en un puño a su costado para controlarse.

—Como si estuvieras por levantarte de esa camilla y...

Las palabras finales nunca llegan,terminaron ahogadas en su garganta como si hubiese tragado una pastilla y nunca más la fuese a ver. Es ahí cuándo el brillo entre ambas miradas se pierde,el ambiente se vuelve más y más cálido.

—Ven aquí,cariño.—Le ordena en un aludio poco audible,pero que es pelinegro responde inclinandose sobre el.

Las respiraciones se chocan,sus narices se juntan y se mueven jugando al juego de ver quién de los dos caé a la tentacion primero. Es Jungkook. No puede evitarlo,desde hace tiempo espera con ansias aquel toque de los labios del psicologo,se había asustado tanto al verlo asi que su corazón dio un vuelco amargo,como si tuviese miedo a perderlo.

El baile de sus labios es la balada más hermosa tocada en una noche fría y estrellada,donde los instrumentos le cantan a la Luna y ella les respode con brillo celestial. Las lenguas crean una guerra entre ellas,como si el ganador obtuviera el terreno apostado,una sensacion incontrolable y necesitada por ambas partes. La suplica silenciona de que no se separen y continuen deborandose la boca como dos animales en busca de alimento.

Los labios del menor emiten un gemido ronco ante la separacion,causando el efecto de una sonrisa arrogante y llena de superioridad al más grande. Vuelven a perder el control,sedientos uno del otro,Jungkook termina por inclinarse casi completamente en la camilla y es alli donde Taehyung lo toma por la cintura con delicadeza y un toque de necesidad para posicionarlo sobre su regazo.

—Lindo conejito.—murmura gravemente.—Tu vas a ser mi pecado del cual nunca voy a saciarme.

—¿Como estas tan seguro de eso?.—cuestionó con un ligero toque de inseguridad en su voz.

—Hay muy pocas cosas en las que me equivoco.—deslizó sus largos digitos por la cintura del chico,acariciandolo como lo mas bello y fragil que tiene en manos.—Y lo que te acabo de decir esta muy lejos de ser una.

El bombeo en el centro del pecho de Jungkook se vuelve frenetico,sus orbes miran a Taehyung como si estuviese viendo galaxias. No quiere creer todas sus palabras que fluyen de su boca como saliva mañanera,pero le comienza a remover tantas emociones juntas que se sientte incapaz de controlar a su enfermo corazon ahogado en el desespero abrazo del amor.

Nadie sabe,nisiquiera el Doctor Min, cuánto tiempo le queda o si su transplante llegara y a raíz de eso,que su organismo acepte el corazon donado. No hay una exactitud ante esa data,todo podría pasar de un segundo para el otro o en unos años,la vida no es certera en nada.

 Y es por eso que Jungkook decide creer,engañarse con aquellas que piensa,son mentiras de Taehyung. Llenarse el cuerpo de augurios falsos,como la musa de un poeta desinspirado,como una rosa sin espinas esperando tentativamente a que la corten para asi morir en el filo de la pinza que la cortó. Jungkook se convense de creerle para sentirse amado y deseado falsamente hasta el día de su muerte. Porque prefiere morir en un mundo fantaseoso que ante la fría y desgarradora realidad.

—¿Por qué me siento tan extraño estando con él?.—cuestiono,con un deje de molestia hacia el platinado.

—Sigo afirmando mi opinion desde que estoy al tanto del tema; te gusta.

—No.

—¡¿Entonces para qué mierda me preguntas.?!—Se quejó el mayor,ocasionando una risa que nunca salio de los labios de Jungkook.

—Porque quiero que me digas algo coherente como; "No,no te tiene que gustar tu maldito psicólogo."

—¿Por qué estaría mal que te atraiga?.—musitó.

—Jimin,puedo morir en cualquier momento...

—¿Y? Con más razón.—chillo,sentandose enfretado a su amigo en la cafeteria de aquel hospital.—Todos estamos destinados a morir. ¿No fue eso lo que Taehyung te dijo?. Joder,entonces decantate a sentir una vez en tu vida,viviste encerrado en millones de hospitales distintos. ¿No te has preguntado si ya es hora de empezar a sentir de verdad?.

Los ojos del mayor lo observan con anhelo y un deseo interno de que aquello mencionado a la muerte nunca pase,por lo menos no ahora. Jungkook boquea aire,se replantea el discurso de Jimin y un leve dolor se instala en su pecho al darse cuenta de que es verdad. 

Una dolorosa verdad para cualquier enfermo,porque despues de estar en constantes tratamientos con el objetivo de salvar sus vidas,se olvidan de vivir la misma. Los recuerdos de lo que les gustaba hacer,de sus cosas favoritas,de lo que les da serenidad se acumulan en una nube que se termina disipando cuando menos se lo esperen.

—Quizas es muy pronto para que lo comprendas pero te gusta. Y está bien.—acuñó,ante la expresión de leve tristeza que se implantó en la cara de Jungkook.— No te prohibas enamorarte por una puta enfermedad,tu eres mas fue6rta que ella,Jungkook.

—Cuando quieres eres bastante poético.

El platinado rueda los ojos ante el corte del ambiente, aún así acaricia la suave mejilla del contrario quién parece estar en una guerra interna. Jungkook aún es joven,pero no sabe por cuánto tiempo,y eso le genera más incertidumbre al decidir qué quiere hacer.

Y es el momento en el que vé como un paciente se retira de la oficina de Taehyung,este mismo apoyado en el marco de ella con una sonrisa carismática y altiva que le adorna los labios. Sus pensamientos se funden en él por un momento y hay algo,no sabe qué,pero existe algo pequeño que está creciendo dentro se su ser.

Son dos palabritas que no está seguro si son adecuadas se sentir por el tiempo en el que se conocen. Pero Taehyung le ha ayudado tanto, más aún cuándo tenía dudas sobre su identidad le ha brindado sus brazos y sus palabras en busca de una respuesta clara.

Jimin tiene razón,hay un sentimiento ahí. Uno que comienza a volver intenso poco a poco, aquél que le da miedo porque no quiere inventarse una historia que quizás tenga un final de los peores trágicos. Sobretodo, porque no quiere darle ese desagrado a Taehyung.

No sería capaz de causarle tanto dolor. Pues también se pregunta ¿Le causaría algún tipo de dolor el perderlo?. ¿Taehyung lloraría su muerte?.

¿Quieres saber la respuesta o esperarás hasta el final?.

—Kookie.—La dulzona voz del especialista lo despierta,sus ojos se vuelven brillosos al encontrar los ajenos.—¿Cómo te sientes hoy?.

—Bien,eso creo.—balbuceó.—¿Y tú?.

—Bien,de hecho,tengo bastantes ganas de dar un paseo por los jardines del hospital. ¿Vienes conmigo?.

—¿No estás en turno?.

—Estoy en mi descanso.

—Estoy con Jimin...—ahogó un bufido cuándo si coronilla se giro y su amigo no estaba ahí,en cambio,lo visualizó a unos metros hablando con el doctor Min.

—No voy a aceptar un no como respuesta.

—S-Supongo que está bien.

Con pasos torpes se situo al lado de Taehyung comenzando un recorrido sereno y pacífico hasta el jardín. Ese día no había mucha gente por allí,sobre todo porque no comenzaba el horario de visita. Aún así,el sol se mostraba radiante y más brilloso que nunca,a pesar de ser invierno ese día estaba algo cálido.

Se sentaron en una banca que había por allí,enfrente suyo se admiraba un jacaranda del cuál colgaban unas muy poquitas flores violetas claras a la espera de la primavera para florecer.

El olor de la colonia de Taehyung llegó hasta el pelinegro causando como resultado un escalofrío,desde la punta de los pies hasta la cabeza. Inhala profundamente, queriendo sentir el aroma divino por un momento más.

Su pulso se acelera cuándo la yema de los digitos de Taehyung acarician su piel como si de una delicada flor se tratase. Lo toca con genuidad, haciendole sentir un revoltijo de emociones en la boca del estómago.

—Eres tan bonito que no alcanzarían las horas del día para apreciarte,cariño.—Le susurra.—Tan delicado y genuido,como la porcelana más fina y elaborada.

—Tae...

—¿Qué es lo que te agobia?.—Le interrumpió.—Desde adentro deducí que algo ronda por tu cabeza. Me gustaría saber que es,si se puede.

—Yo...—Los orbes de Jungkook se conectan con los ajenos,un instante de silencio prevalece puesto que todavía no encuentra las palabras en su boca.—Estoy confundido,creo.

—¿Sobre qué?.

—Hay...Hay un hombre.—comenzó.—Creo qué m-me gusta,pero yo podría morir se un infarto en un segundo, entonces no creo que sea bueno arriesgarme a algo que quizás le traiga pena. Nisiquiera sé si está interesado en mi.

—¿Quién no estaría interesado en tí,Kookie?.

—Tú.

Las fracciones de Taehyung no sé inmutaron,pero su sorpresa ante sus palabras estaba. ¿Cómo podía ser que Jungkook pensara así?. ¿Acaso no fué lo bastante obvio aquella vez que le beso bajo la nieve?. ¿Y aquellas veces donde siguió besándolo cada que podía?.

El silencio que se mantuvo fué una respuesta que Jungkook malentendió. Sintió ganas de llorar,sus ojos le picaban y hubiera anhelado no haber dicho nada. Por un segundo,se arrepintió de haber conocido a Taehyung.

Porque con aquel dolor de un momento, comprendió ese sentimiento que estaba inconcluso para él. Se estaba enamorando de aquel hombre formal y sensato. Comprendió que estaba entrando en un pozo qué,si su enfermedad no lo sacaba de ahí con un último suspiro,nada lo sacaría de allí.

Comprendió que Kim Taehyung era una tentación a la cual cayó ciego. Quién comenzó a adueñarse de su enfermizo corazón, robándole cada vez más suspiros y deseos de arriesgarse a todo sin mirar a atrás. Se condenó solo a alguien qué podía matarlo más que  la Hipertrofia Ventricular.

Tomó una bocanada de aire,tragandose todo aludio de dolor que quería escapar y amagó a levantarse para volver a su habitación. No obstante,la huesuda mano de Taehyung lo tomo por la muñeca con determinación. Sus largos dedos enredados como esposas para aferrarlo a su lado y no dejar que escape.

Asímismo, le tendió una mirada llena de suplica pero a su misma vez neutra y sería. El cuerpo del pelinegro tembló ante aquello,su corazón comenzó a bombear más fuerte que empezaba a doler, observó todo en camara lenta.

Los finos belfos de Taehyung, aquellos que se había deleitado a besar y que nunca se saciaba de hacerlo se abrieron y su lengua se movió haciendo salir su voz para declarar.

—Te quiero, Jungkook.—afirmó con sentimiento.—Te quiero tanto como para aguantarme tu muerte y negarme a conocer a alguien más.

hola buenass
hace meses que no escribía dios jsksjs pero volví dea.
gracias por leer ¡!

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