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xi; Desgracia de existir.

CAPITULO 11

“Placer o dolor.
Nada cómo la forma en que corres por mis venas.”


El frio azota con fervor a la ciudad de Londres,para suerte de Jungkook, el St. Thomas Hospital cuenta con buena calefacción para mantenerlo caliente y,a su misma vez, ser abrazado por el calor de las blanquesinas sabanas. Le gustaría ser abrazo por el calor de alguien más,pero tampoco puede darse la ventaja de quejarse.

Su atención está perdida en el cuaderno sobre su regazo,la punta del lápiz gris se traza sobre la misma en distintas tonalidades,unas más oscuras,otras más claras y algunos detalles a remarcar. No tiene en claro que es lo que sus dedos quieren plasmar,solo se deja llevar por la fluidez con la que siempre dibujó.

Dos toques en su puerta le hacen despegar sus orbes del papel,dejandolo a un lado cuándo vé que se trata de Hoseok. Le regala una brillante sonrisa mientras lo vé dejar la bandeja de desayuno sobre la pequeña mesilla,a un costado.

—¿Mucho trabajo?.—cuestiona,sintiendo su estómago gruñir un poco.

—No mucho,hay mañanas que son tranquillas.—sonrie el mayor.—¿Qué dibujas?.

—No lo sé,en realidad.—Se mofa, un cosquilleo de frustración le recorre la nuca.—Es como si mia dedos se movieran con el lapiz,pero mi cabeza no sabe en qué sentido iran. Como si los guías fueran mis manos y mi cerebro estuviera apagado.

—Bueno...—Hoseok ojea un poco,la curiosidad por los dibujos de Jungkook siempre fueron mayores ante el desde que tiene consciencia de dicha habilidad.— Yo lo veo muy bien encaminado.

—No lo sé.—repité,pinchando a su vez, un trozo se tarta de chocolate.— Quizás,falta que mis traumas salgan un poco más a flote y pueda dibujarlos.

—Oye,yo estudié medicina no psicología.—brama con gracia.—Esos detalles que los trate Taehyung. Él es el genio entendiendo la mente humana aquí.

Jungkook se carcajea y Hoseok también. Un agradable momento,a pesar del frío de afuera,el menor puede sentir que,con el enfermero, todo es cálido. Siente que Jung Hoseok puede ser una de las luces en la oscuridad, qué nunca soltaría tu mano para no dejarte caer en ese pozo sin fondo,tan oscuro,vil y aterrador.

Comienza a pensar que,en los meses que lleva en el St. Thomas Hospital,se siente como una persona que posee importancia en el mundo, qué cuándo iba a miles de hospitales distintos y todo era rutinario. Aqui era más llevadero,pero a la misma vez,le gustaba. O tal vez,su inconsciente le quiere hacer pensar eso y no sobre cierto castaño especializado en entender la mente humana.

—Ya...—alude levemente mirando la medicina a un lado de la bandeja.—Buenos dias,amiguitos.

—Asi qué...—Hoseok carraspea,endereza la espalda y suspira.—¿Hay atracción hacía Taehyung de tu parte?.

En el estímulo de tomar una bocanada de aire, Jungkook termina atragantandose y casi por escupir los bloqueadores. Su corazón se acelera un momento y ruega,a cualquier Dios que exista,que se calme porque eso le juega muy en contra. Tose hasta que su garganta pica y tiene que tomar del vaso de agua qué está casi vacío,en un esquina de la bandeja. Hoseok le ayuda con palmaditas en la espalda y tratando se no reírse,aguantando con todas sus fuerzas.

—¿Q-Qué?.—El menor indaga con fingida sorpresa ante la pregunta.

—Ya sabes.—Una vez que Jung comprueba qué está bien,se deja reposar con el hombro en el marco de la pared.—¿Es cierto?.

—Y-Yo...N-No...Osea...¿Cuál es la pregunta exactamente?.—balbucea.

Balbucea.

¿Por qué carajos está balbuceando?.

Cuándo alguien dice la verdad no balbucea,mucho menos tiene lenguaje corporal como el que tiene Jungkook. Las palabras se mezclan cuándo levanta la vista y se percata de la mirada que tiene Hoseok sobre él,en conjunto a una sonrisa socarrona.

Bien. Vamos para la mierda.

Primero; Nunca debes mirar a alguien a los ojos si vas a mentir porque,involuntariamente, ese es el inicio del lenguaje corporal al mentir. Segundo; mirar a los ojos a aquella persona a la cuál tratas de despistar con la mentira,genera nerviosismo lo cuál desbloquea las facetas de negación rotunda,miradas a diferentes puntos con tal de evitar el contacto visual, movimientos inscoscientes de las manos. Son todos estímulos qué generan los nervios ante la idea de ser pillados. Jungkook cumple con todos esos estímulos ahora mismo. Definitivamente esto es una mierda.

Muerde las cutículas de sus uñas sin darse cuenta,mirando al suelo y tratando de modular alguna oración,que cómo resultado es un murmullo incomprensible.

—Jungkook,no tienes porqué estar avergonzado o mucho menos por decir que alguien te gusta.—Hoseok comunica para sacarlo de sus escandalosos pensamientos.—Los dos son mayores de edad,asi que no está  mal  al fin y al cabo.

—E-Espera, espera.—pide en un aludio débil.—Yo nunca dije que si y tu ya estás deduciendo que hay algo. No hay nada.

—Pero te gustaría que haya algo.—ataca.

Y Jungkook se congela ante la afirmación,es decir,no lo está aceptando ni mucho menos,pero tampoco lo está negando. Es difícil,en su cabeza siente un cierto cariño por Taehyung, aunque últimamente se ha sentido diferente. Muy diferente. Como si él fuese una delicada hoja que cae del árbol en otoño y Taehyung lo recibe en sus manos con delicadeza, parsimonia y de una forma hogareña que le provocan tantas ganas de quedarse.

—Tu silencio dice mucho.

—No lo se.

nunca sabes nada que ironía.

—Es... complicado, nisiquiera sé si me gusta.

—Eres muy...¿Como decirlo?... Inconscientemente te haces notar un poco.—Hoseok comenta,las mejillas de Jungkook siendo teñidas de color carmesí suave.

—¿A-A qué te refieres?.—Sus manos sudan.

—Creeme que algo que compartimos, Yoongi, Taehyung y yo es que los tres vamos muy bien con la palabra ‘observador’.—El castaño se peina el cabello con un suspiro y guardando sus manos en el pantalón verdoso del uniforme.— Cada uno a su nivel, obviamente.

Un silencio,no tan incómodo para Jungkook,se instala. Su mirada se mantiene en el piso. De repente,le resulta muy interesante si está o no limpio. Cuándo finalmente toma fuerza de voluntad y levanta la cabeza,su enfermero le está mirando con una sonrisa de labios cerrados,los hoyuelos haciéndose presente y logrando que vuelva a sonrojarse.

—A ver, es atractivo y todo pero no a ese nivel.—contesta,sin notarlo está poniéndose a la defensiva.

—No me da esa sensación cuándo te veo mirarlo con una sonrisa tierna y tus ojos brillando como un niño de siete años.—Hoseok debate y evitar sonreir,es tan divertido hacer sonrojar a Jungkook.—O también, aquella vez que ví dormido en su hombro y con la nariz enterrada en su saco.

—¡Ey!.—brama sintiendo un revoltijo en el estómago.—¡Estaba dormido! No tenía consciencia para saber qué estaba haciendo.

—Jungkook.—llama el mayor.—Esa vez estuviste, absolutamente, todo el día pegado a él. ¡Canceló tres pacientes porque no te despegabas de su lado!.

—¿É-Él hizo eso?.

—Oh,vaya.—Una risilla se escapa de los labios del practicante.—¿No te lo dijo?.

—¿Él puede hacer eso?.—vocea sintiéndose bien y,a la misma vez,preocupado.—¿No lo despediran?.

—A Taehyung le pidieron venir a trabajar a este hospital por ser uno de los psicólogos,generalmente,reconocidos en Londres.

Bueno eso Jungkook no lo sabía,era curioso porque no llegó a pensar que Taehyung tenía una importancia asi de grande en el hospital. Es decir,lo llamaron para trabajar allí como si fuera sinónimo de ir a un desfile de alguna marca reconocida o, incluso, el lujo de ir a un museo de arte.

—No sabía que tenía esa popularidad.

—Hay muchas cosas que no sabes.—El mayor de ambos se reincorpora, fué mucha charla y tiene que volver a las tan bellas fichas médicas.

Hoseok se acerca a la puerta,abriendola a su paso y cuadrando sus hombros y moviendo un poco la cabeza sobre su derecha,observa al joven pelinegro que está a su cargo,sus cejas fruncidas en una cara de confusión,duda y,como es común, curiosidad a flor de piel. Lo ficha mirando algún punto en el suelo, moviendo la punta de sus pies y mordiendo sus uñas.

—Una cosa que forma parte de esa lista.—espeta en un murmullo, disfrutando de ver como Jungkook se hace más pequeño para ocultar sus mejillas teñidas de rosa.—Es que Taehyung te gusta.

—¿Por qué tengo la sensación de que te gusta más de lo que debería?.—Taehyung toma del pequeño café que se ha pedido y observa,espectante, a Min Yoongi.

—¿Disculpa?.

Kim sonríe.

Un meneo de cabeza hacía arriba le indica al doctor de que está hablando. Sus orbes vuelven al lugar que captó su atención hace un rato. El platinado sonrie en grande,unas leves bolsas violáceas bajo sus ojos que no le impiden disfrutar del batido de chocolate y la done con nutella sobre la mesa. En algunas ocasiones tose un poco,pero se reincorpora al instante, aparentemente, importandole poco.

—No soy tú con Jungkook, Taehyung.—reprocha con desinterés, inclinando el Americano a sus labios y bebiendo.

—Yo nunca admiti ni confirmé nada con Jungkook.—espeta con una  mirada neutra,pero una sonrisa socarrona.

—No hace falta que me lo confirmes, tengo la facilidad de leerte como un libro.

—¿Estas seguro?.

—Puedo leerte y sacarte la ficha, incluso,antes de que tú puedas comprender tus sentimientos.

—Oye,el psicólogo aquí soy yo.—recrimina,imitando gesto de maton que hace a su amigo reir.—Ubicate.

La risa de Min se eleva,mostrando sus encías y Taehyung sonríe ante la escena. Le agrada mucho cuándo Yoongi esboza sonrisas o,incluso, risas leves o sonoras. No es algo que suceda muy seguido,por lo tanto prefiere anhelar cada momento en sus memorias como si estuviera pintando un lienzo en blanco.

Cuándo el doctor se recupera un poco,suspira con resignación y negando con la cabeza. Le resulta tan cómico ver como Taehyung puede adoptar la personalidad de un puberto de doce años y,a su misma vez,seguir siendo un hombre de veinticinco años con licenciatura en psicología de una de las mejores universidades que existe. Taehyung puede sorprenderle en demasía a veces,pero el doctor no es muy demostrativo en cuanto a sus emociones. Tampoco lo hace con Jimin.

—De igual forma.—Taehyung vuelve a atacar.—No era ese el tema principal de la conversación.

—Si insinuas atracción de mi parte hacía un paciente.—Yoongi le mira con una ceja alzada y la cabeza medio gacha.—Estas en un gran erro,mi querido Taehyung.

—¿Qué tan equivocado puedo estar del uno al diez?.

—Un veinte.

—Oh,por favor. ¡Venga ya!.

—¿Qué?.

—Veo como te vuelves más afectuoso cuándo estas con Jimin.—comenta, mirando detenidamente como Yoongi se tensa.

¡Bingo!

Te atrapé,cabrón.

—Afectuoso no es la palabra.—continua,buscando ese punto en donde su amigo se muestre entre la espada y la pared.—Yo diría que te sientes menos tenso y gruñon.

—No soy gruñon, imbécil.

—Si lo eres.

—Que te den.

Una carcajada abandona los labios del azabache, termina de su café y gira su cabeza,mirando sobre su hombro pilla al joven Jeon mirándole con un sonrojo en las mejillas,a su vez,esconde las mismas levantando una pierna en el asiento.

—¡Ahi lo tienes,hijo se puta!.—brama Yoongi,la lengua jugando en la comisura de sus labios.

—¿Qué?.

—Me estás dando insinuaciones de que puedo estar atraído hacía un paciente-

—Hacía Jimin.

—¡Cállate!.—bufa.— Y tu andas con miraditas y sonrojos con Jungkook. Dime Taehyung. ¿A qué coño estás jugando?.

—¡Whua,Whua!.—chilla.—Calmate. ¿Quieres qué te pida un té de tilo?.—bromea, viendo al mayor hechar humo por las orejas.

—¡Idiota!.—masculla.—Te gusta.

—No.

—Con un carajo, Taehyung.—gruñe,ya está hartandose de este limbo.—Admite que te gusta, hombre. Es evidente que hay tensión entre ustedes,ambos son mayores de edad,aunque la política del hospital prohíbe salir con pacientes.

Esta vez, Taehyung no habla. Procesa en su cabeza los escenarios y los combina con las palabras de Yoongi. No está del todo claro,pero si es verdad que Jungkook le parece atractivo, incluso encantador como persona y físicamente se queda sin habla. Taehyung puede destacar sus muslos ahora que lo piensa. ¡Dios!. No sabe cuántas veces se ha quedado en un trance, observándolo caminar a la salida de una sesión,o incluso en la misma,cuándo estaba sentado frente a él y sus largos dedos jugando en su regazo.

—Lo estás pensando.—El mayor se percata de la hora en su reloj,comenzando a levantarse.—¡Dilo con un carajo!.

—¡Bien,si!.—ruge en un susurro.—No se si me gusta más allá,pero si he de admitir que me tiene perplejo.

—Eso,mi querido Taehyungie.—Yoongi palmea su hombro, el menor de ambos se levanta y comienzan a caminar en dirección a la mesa de Jimin y Jungkook.—Es el inició de algún pequeño sentimiento.

El azabache se tensa. ¿Desde hace cuánto no se siente asi con alguien?. Una gran pregunta para plantearse. Es decir,si le ha gustado gente pero nunca un paciente. Bien, capaz Yoongi si tiene razón y está siendo imprudente por ir en contra de la política del hospital. Pero los orbes oscuros de Jungkook,que brillan cada vez que lo ve,se iluminan de una manera tan única y admirable, como si en aquellos pequeños visuales estén reflejando el firmamento de estrellas en la noche más oscura.

Se acercan a la mesa de ambos chicos quienes les observan con ojos abiertos y curiosos. Jungkook termina su batido antes de que alguno pudiera siquiera dar una orden,Jimin simplemente se queda con una sonrisa viendo espectante la mirada tan enigmática y furtiva que Taehyung planta sobre su amigo.

—Jungkook,a mi despacho.—ordena.

—Jimin, chequeó.—Le sigue Yoongi.

Como si fueran niños que son castigados por sus padres,ambos se levantan rápidamente y caminan cabizbajos,jugueteando con sus dedos,sonriendose con malicia.

Doblando en el pasillo para separarse, Taehyung puede notar como Yoongi sonríe ampliamente y lo siente apartar la mirada rápidamente en cuánto Jimin se gira a verlo.

—¡Admitelo Min!.—Le grita.

—¡Taehyung!.

Con una sonrisa, rápidamente,se refugia con Jungkook en su despacho. Una vez que ambos se acomodan, Taehyung comienza a sacar las cosas de su maletín bajo la atenta mirada del menor. Una mirada tan curiosa,como un conejo perdido en un bosque que observa todo a su alrededor.

—¿Como has dormido,Kookie?.—pregunta sentandose y reclinandose sobre su silla.

—¿Uhm?. Oh,b-bien.—musita,de paso aclara su garganta.—Hace bastante frío estos días.

—Es verdad,yo también dormí con algo de frío.—comenta cálidamente,sin dejar de mirarlo con profundidad.—Si tuviera un cuerpo a mi lado, quizás y podría dormir más cálido.

—¿No tienes a nadie que ocupe tu cama?.

—No. No todavía.—dice,la punta de su lengua jugando contra el interior de su mejilla.

Jungkook le mantiene la mirada,sus labios entre abiertos levemente y un poco resecos.

—Creo que tengo una manteca de cacao en mi maletín.—susurra.

—¿Qué-

—Aquí.

Levantándose de su lugar,rodea el escritorio hasta quedar frente al pelinegro. No es muy consciente de sus acciones hasta que está de cuclillas a Jungkook,destapando el producto y remojando sus labios.

—Abre.—ordena.

Jungkook ejecuta.

Sus pomposos pero resecos belfos hacen que Taehyung deba de pestañar y concentrarse en aplicar un maldito bálsamo. Pasa la manteca por el labio inferior,arrastrando lo más que puede y lo mismo sucede con el superior. El menor cierra por unos instantes los labios y vuelve a entreabrirlos. Sus alientos chocan,el olor a batido de chocolate combina tan bien con el del bálsamo.

Los orbes de Taehyung se pierden en la boca del pelinegro,como su lengua los relame y lo tientan a cometer la acción que tanto puede estar prohibida por el maldito régimen. Dios,si Yoongi lo viera ahora se estaría partiendo el culo de risa.

La distancia se comienza a acortar,la respiración de Jungkook se atasca en su garganta. Sintiendo como su corazón comienza a palpitar contra su pecho,como si en cualquier momento fuera a salir disparado por la fuerza con la que late. Las palmas de las manos le sudan,su cuerpo entero debe estar sudando pero nisiquiera lo nota.

Jungkook se sorprende cuando se da cuenta que no nota nada cuando Taehyung esta cerca de su persona,no sabe como sentirse respecto a eso. Es confuso,pero se siente bien. Estar con Taehyung se siente bien. ¿Besarlo se sentirá igual de bien o mejor?.

Las manos del psicólogo van a parar a las rodillas del chico, usandolas como soporte,inclinandose un poco haciendo que la punta de sus narices rocen. El mayor está calmado,pero su respiración no dice lo mismo,el calor que hay entre ambos cuerpos abre paso a la duda de si hizo frío alguna vez en la habitación,al menos en los últimos diez minutos.

Cada vez los centímetros se hacen milímetros,los labios llamándose con desespero. Un deseo que tanto tiempo se llevó esperando y ahora es cada vez más tentativo. Ninguno de los dos da el primer paso,como si fuera una competencia de quién cae primero ante los amages del otro.

—¿Quieres que te bese?.

Jungkook traga,su nuez de Adán sube y baja,y Taehyung sintió el leve impulso de posar sus labios sobre ella para dejar alguna marca en aquella piel lechosa y delicada,tan suave,tentadora a ser marcada por el azabache.

En ese momento,Taehyung piensa que besar y recorrer el cuerpo de Jungkook debe ser la octava maravilla del mundo, como mínimo. Y es que si,hace un momento lo estaba dudando, incluso negando. Pero ahora,en esta situación,las dudas se convierten en afirmaciones y es que Jungkook le parece la persona más bonita,caliente y dócil que pudo conocer hasta ahora. Si se lo plantea ahora,es capaz de arriesgarse a recibir una sanción por incumplimiento del reglamento,solo por tener la oportunidad de probar aquellos labios,ahora brilloso y apetecibles.

—Y-Yo...Uhm...

Los golpes en la puerta causan un susto entre ambos que les devuelve el razonamiento,el pulso se acelera por los nervios y la voz de Hoseok les llega a los oidos causandoles calma.

—¡Taehyung!.—Lo escuchan llamar.

Tiene que tomarse unos segundos para salir del trance y,con pasos largos,el nombrado llega a la puerta,traga duramente antes de abrir y expresar su gesto facial más neutral que le sale en esos momentos.

—Oye,lamento interrumpir con tu trabajo.—exclama el enfermero una vez que lo vé abrir la puerta.—Pero tengo muchos papeles que completar y firmar, necesito que tomes los que deben tener tu visto bueno asi los coloco en un folio y ya cierro eso.

—Y-Yo...es decir,si claro.—asiente con fervor.—Dejame terminar con Jungkook y los iré a ver.

—No hace falta.—La voz del chico llega a sus espaldas,es más grave de lo que habitualmente se escucha y Taehyung sabe la causa. Sonríe.— Yo ya me iba.

—Bien, volveré al trabajo.—Hoseok se ve intranquilo,pareciera que esta por tener un ataque de nervios.—Necesito que los firmes antes de las diez,Tae por favor.

Asimismo afirma con la cabeza,el practicante se va y Jungkook se encamina a salir del despacho tras él. Sintiendo el aura sensual e intimidante que desprende Kim.

—Nos vemos, Taehyung.

Una risa amarga surge de la garganta del castaño,su mano reposa en el marco se puerta donde observa a Jungkook salir,moviendo sus muslos y su cintura casi diminuta. Pequeña y delicada. Todo en Jungkook era pequeño y delicado, incluído su corazón.

—Eres un maldito...

—¿Disculpa?.—No hay ofensa verdadera en su voz,ambos lo saben.

Taehyung relame sus labios, admirandolo a una distancia mínima en la puerta.

—Eres un cabrón,Kookie.

Él muerde su labio, conteniendo el impulso de voltearse, pero hace unos cuantos pasos hacía atrás para volver a la cercanía con la anatomía de Taehyung.

—¿Sabes lo qué nos une a tí a mí?.—susurra,un escalofrío le recorre por la columna al sentir la fría respiración del mayor.

—No. ¿Qué?.—

—La desgracia de existir.—contestó con una sonrisa cansina,porque si lo miraba a los ojos sentía que podía desfallecer.—Y no sé si reir o llorar ante eso.

—Rie,que a ti reir es de las cosas más bellas que le pudo pasar a la existencia del universo.—jactó y él si lo miró. 

El pelinegro sonrie con sorna,se mantiene mirando al frente. La mirada de Taehyung clavándose como la punta de una pistola en su nuca. Mueve sus pies para, finalmente, salir de aquella escena que le brindo tantos revoltijos en la boca del estómago. Necesita encontrar a Jimin y contarle todo ya.

Por otro lado,Kim Taehyung le vé esfumarse entre todo el personal médico y civil. La punta de su sin hueso relamiendo sus labios,sus ojos se entornan nuevamente en Hoseok, está tan atareado que seguramente accederá a la idea que cruza por la mente del castaño.

Esa misma noche, cuándo el reloj marca las once y treinta y siete minutos, Taehyung se encuentra golpeando levemente la puerta de la habitación de Jeon. Está se abre y deja ver al chico bastante abrigado como le habían pedido hace, aproximadamente, medía hora.

—¿Por qué me pediste qué me abrigue?.—masculla sin comprender absolutamente nada.

—Ven, que Yoongi no te vea o mi cabeza corre peligro.

—¿Qué?.

No recibe respuesta porque es arrastrado hasta afuera del hospital,el frío de la noche invernal le golpea en la cara. A su lado,el pelo de Taehyung se tira hacía atras por el viento.

¡Está jodidamente bueno!.

Lo toma de la mano,moviendolo por el estacionamiento,su cerebro no es capaz de sacar conclusiones incluso. Debe ser por el frío o porque todavía sigue en el momento con Taehyung, donde sus labios casi se funden de manera...

—Bien. Ya.

—Tae, ¿Qué ocurre?.—La realidad le golpea de nuevo,las preguntas sobre a donde es que se dirigen vuelven a instalarse.

—Oh,hoy vas a hacer algo distinto,Kookie.

—¿Tener esperanzas verdaderas de vida?.

—En eso ya estamos trabajando,pero no.—masculla,levanta su diestra, un juego de llaves cuelga de su indice.

—¿Qué mierda-

—¿Estás preparado para un viaje en carretera,a mitad de la noche y a escondidas,conmigo?.

OMFG 2K  de lecturas,i'm crying literally muchas gracias <3.

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