; preludio
UN INICIO
14 de enero ; 2019
La expresión facial del doctor al entrar por la puerta no le daban a Jungkook,ni a su madre la mejor sensación del mundo. En su mano derecha se dejaba ver un gran sobre con los estudios que hacía unas semanas le habían mandado a hacer.
—Entonces...—dijo su madre tratando de saber que sucedía.
El doctor suspiró.
Se dejó apoyar levemente en el escritorio mirando al chico de veinte años que jugaba con sus manos,tratando de evitar toda la situación.
—Esto será difícil...
—¿Qué quiere decir?.
—El ecocardiograma que le realizamos a Jungkook hace unos días,nos indica que tienen hipertrofia ventricular izquierda.
La saliva tardo un segundo en pasar por la garganta de Jeon,se enderezó, levanto la cabeza y se encontró con los ojos melancólicos del doctor.
—¿Cómo? Pero...¿Podría explicarlo?.—pidió su madre con angustia en la voz.
—En un idioma no médico que ustedes comprendan.—masculló.—La hipertrofia ventricular izquierda es el aumento del grosor del músculo cardíaco por lo cuál es más difícil que el corazón bombee sangre normalmente.—
—Pero,nosotros hemos ido a otro doctor y nunca había mencionado algo así.
—Sin ofender,pero creo que su médico fotocopió un título de internet y lo pegó en la pared de su oficina.
—¿Entonces,mi corazón es más grande de lo normal?.—la voz de Kook resonó,por fin,en la habitación.
Su voz fría,preocupada y distante.
—En otras palabras.—asintió el especialista.
Su madre,como el médico,se miraron con tanto terror como se miraba con todos los pacientes.
—Digalo.—ordenó la mujer.
—La enfermedad está muy avanzada pero podría caber la posibilidad de tratarse.—musitó.—Quizá hasta podría tener la suerte de que consiga un transplante.
Pero Jungkook no prestaba atención,solo escuchaba.
Miraba la preocupación en los ojos de su madre,desde hace cinco años iban al mismo doctor,pero nunca les había comunicado lo que tenía. Eso hasta que hace unos días,cuándo tuvieron que salir corriendo al hospital a raíz de que el castaño casi pierde la conciencia tratando de respirar y agarrándose el pecho luego de estar jugando con el perro.
Cuándo salieron del hospital no hubo palabra alguna de regreso a casa. La madre de Kookie se encargaba de que no hiciera el más mínimo esfuerzo que pudiera implicar cansancio o agitación.
Eran una familia con un buen estado económico que,a los pocos días, tuvieron la suerte y oportunidad de comenzar el tratamiento debido. Su madre siempre estaba para él. Sus amigos igual. A cada segundo,minuto,hora pero el joven solo se limitaba a asentir en todo lo que ellos dijeran.
Tal vez,para él,ya era casi imposible seguir evitando algo que es inevitable que suceda. Su madre se encargaba de tener charlas de motivación,aliento y ánimo para su estado, también,era algo que le molestaba. Ver como su madre consideraba que se podía hacer algo cuando era evidente que no.
Ya era un año de empezado el tratamiento.
El cansancio combinado con una dificultad para respirar y dolor en el pecho le indicaban al chico cuan jodida estaba su vida ahora. Ya no era capaz de ver a su madre,la mujer que más amaba en todo el mundo,no era capaz de verla a los ojos y asentir a cada palabra de aliento que decía como si en realidad fuera a suceder.
En sus ojos ya no había ningún tipo de esperanza o al menos desde ese 14 de enero.
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