ii; Oscuridad
CAPITULO 2
"Brilla
sin importar lo que cueste,
a la oscuridad le asusta
el amor propio."
- Manuel Ignacio
Cuándo Jungkook regresó a su habitación el reloj ya marcaba una hoja justa para dormir, quizá su doctor designado había ido a presentarse y tener una charla cuándo él estaba en plena duda de si ir y golpear la puerta del Dr.Kim Taehyung o pegar medía vuelta.
Por obvias razones no descriptas dió media vuelta y volvió por donde vino. Lo primero que uno ve al abrir la puerta es el gran ventanal del hospital,que enseña a Londres iluminada por las luces de las calles o de los edificios cercanos. Muestran a una ciudad silenciosa y sombría por la luz de la luna conjunta a un cielo de pequeños destellos que lo adornan.
A la mañana siguiente cuándo se levanto, fué recibido con unos mensajes de texto de su madre explicándole lastimosamente que no podra visitarle en unos cuantos días debidos a las horas extra que se le habían asignado en el trabajo.
Suspiró un poco, quizá no ver a su madre por unos días sería bueno,no por ser una mierda pero fingir tanta positividad y esperanza para contentar a su progenitora no es una tarea que le guste realizar todo los días.
Miró de nuevo hacía el ventanal,ahora,Londres era una ciudad moderna,despierta y encantadora. Un sentimiento de nostalgia atacó el corazón de Jungkook,por envidia tal vez. Envidia de que la gente de allá abajo puede correr ferozmente,agitarse,moverse,que sus pies los lleven a donde deseen sin ningún impedimento. Mientras él está ahí,postrado en una cama,viendo a la gente desde su piso con un corazón que apenas soporta subir corriendo unas escaleras porque comienza a darle un hermoso ataque de tos y que sus pulmones luchen en busca de expandirse para obtener un poco de aire.
Jungkook se siente como en un agujero negro,lleno de oscuridad dónde cada parte de él es absorbida poco a poco. Un agujero negro que busca subcionar hasta el último segundo de su vida y la última parte de su alma.
Responsable y condenado porque por ser quién era,ahora su padre estaba en un ataúd. Seguramente pudriéndose bajo tierra o como mierda sea que funcione. Porque ahora estaba condenado a llevar en su conciencia aquello,no puede volver el tiempo atrás.
Se siente desolado y culpable por no ser un buen hijo,a pesar de que su madre le reconforte la mayoría de veces ese sentimiento permanece allí,enterrado en su piel y recorriendole las venas cada día y cada noche como si fuera un castigo. Porque él pensaba que era un castigo,porque personas como él eran malas, ¿Y quién querría a una mala persona en su vida?. Nadie. Eso lo comprendió cuándo fué lo sucedido con su padre.
Esa noche se repite en su memoria constantemente, como una cinta cassette. Porque por más que Jungkook defienda su postura e ideales o forma de ser a muerte,deseaba con toda su conciencia en carga haber sido como los chicos de su edad y no ser el causante de aquella tragedia. Deseaba tanto que su cabeza dejase de atormentarlo con aquellos pensamientos.
—Dios,lo siento papá.—sollozó en silencio.
Su silencioso sufrimiento fué interrumpido por dos leves golpeteos de nudillos contra la puerta de madera. Un afónico "Esta abierto" salio de la garganta del castaño y nisiquiera esta seguro de si se escuchó.
La puerta se abrió con calma,dejando ver al pelinegro con su bata medica,un bolígrafo colgandole del bolsillo en su pecho derecho,bajo su brazo una carpeta de hospital celeste pastel. Detras de él un joven alto,cabello castaño y un uniforme totalmente verde oscuro.
El de verde se veía más alegre que el doctor,a decir verdad.
Y cerrando la puerta detrás de ellos,Jungkook se sentó en la camilla pidiendo disculpas con la mirada por no estar vestido y recibirlos como un paciente normal.
"Tú no eres normal, imbécil."
El pelinegro le regalo un meneo de cabeza y una sonrisa para que se despreocupe,conjunto a eso lo sacó de sus pensamientos.
—Jeon Jungkook.—afimó más que pregunto,pero su paciente asintio de todas formas.—Buenos días. ¿Cómo pasaste tu primera noche aquí?.
—Bien...supongo.
—Lamento no haber venido ayer,me dieron tu ficha médica tarde cuándo mi turno había terminado y no pude venir a presentarme.—El pelinegro musitó con un tono profesional que Jungkook comenzaba a admirar.—Pido disculpas en nombre del hospital y del personal por ese inconveniente.
—No es problema.—respondió el paciente jugando con sus pulgares.
El mayor sonrió.
—Bueno,yo soy el Doctor Min.—informó.—Doctor Min Yoongi o Yoongi,como tu prefieras y te sea más cómodo. Yo seré tu médico de cabecera aquí.
Es quién regaño a Jimin anoche por lanzarle un avión de papel. Si, Jungkook ya lo recordó.
El menor asintió. Es como un discurso que ya le habían recitado en cada hospital por el que su flacucho y enfermo corazón habían pisado.
—No hace falta mencionar tu diagnóstico pero como tienes hipertrofia ventricular y mirando la lista de transplantes hay un considerable tiempo de espera.—Yoongi le miro con otro nostálgicos pero sin cambiar de su semblante totalmente serio.
—Soy consciente de ello.—Su voz raspoza y arrastrado salió de su garganta a duras penas.
—Es grato que lo sepas.—mencionó el profesional.—Bien,supongo que esto ya lo sabes pero existen varios tratamientos que podemos implementar dependiendo de la situación y gravedad de tu enfermedad.
—Ningún tratamiento me ha ayudado realmente,siempre que empezaba a haber alguna mejora,al tiempo volvía a empeorar.—mencionó un Jungkook exhausto.
—Lo leí en tu historial clínico que,por cierto,es bastante extenso.
Jungkook río un poco.
—Creo que faltan dedos en las mano para contar todos los hospitales que tienen fichas mías.—bromeó,aunque era verdad.
—Es bueno que te lo tomes un poco a chiste,tal vez.—Yoongi asintió.—Bien,primero te haremos un electrocardiograma para ver como va tu corazón pero por lo pronto puedo darte dos tratamientos.
—Mi madre no podrá venir por unos días así que,supongo que decidiré yo.
—En este hospital tus veintiun años son aceptados para tus propias tomas de decisiones.—afirmó el mayor.—El primer tratamiento que podemos probar inhibidores,te pueden ayudar a dilatar los vasos sanguíneos para disminuir la presión arterial, pueden mejorar el flujo sanguíneo y reducir la carga de trabajo del corazón.
Por alguna razón le reconfortó que un medicamento pudiera hacer tantas cosas en su desgastado corazón.
—La otra opción son los betabloqueadores, quizá el Tenormin,pueden reducir la frecuencia cardíaca, te puede ayudar a disminuir la presión arterial y podemos evitar algunos problemas con la hormonas del estrés.—Min Yoongi habló con calma,brindadole seguridad a Jungkook, explicándole lenta y detalladamente cada tratamiento.
Y Jungkook estaba en blanco,ahora tenía la tarea de decir que tratamiento incluir en su propio cuerpo. Diría que era mejor seguir así a esperar que llegué el día en que su corazón se rinda por naturaleza propia,pero su madre...
Tiene el jodido poder de elección,pero esta parado por su madre porque jamas se perdonaría dejarla sola por el simple capricho de no querer intentarlo como ella quiere. Al menos,si llega a morir pudo hacerle ese favor a su madre.
—¿Quieres esperar a los resultados del electrocardiograma para definirlo?.—El pelinegro interrogó en busca de ayudar al menor.
Jeon asintió. Yoongi le regalo una sonrisa reconfortante.
—De acuerdo,ahora, él será tu enfermero en toda tu estadía aquí.—
mencionó señalando al joven a su lado.
—Es un placer conocerte Jungkook.-dijo por primera vez desde que entró junto al doctor.—Mi nombre es Hoseok,Jung Hoseok.
—El enfermero Jung será quién se encargué de tu medicación cuándo decidas el tratamiento,todo lo que necesites o te incomode puede consultarlo con él o conmigo.—El doctor Min mencionaba.—Jung controlará todo lo que tenga que ver contigo y tu estado de salud ¿Esta bien?.
—Si.
—Bien,yo debo irme. Hoseok te llevará en la tarde para hacerte el exámen.—Yoongi se despidió y junto a él aquel enfermero notificándole al menor que estaría en el escritorio a unos metros por el pasillo por si lo necesitaba.
Incluso le informó que presionando el botón al costado de la camilla podría llamarlo y Hoseok aparecería como un rayo de luz.
Otra vez estaba solo en su habitación de hospital. Ojeo su teléfono y otro mensaje de su madre brillaba en la pantalla, nisiquiera sabía cuándo lo había enviado. No lo notó.
Disculpa por no poder ir en unos días,cariño.
¿Kookie,al final pensaste en ir al psicólogo del hospital?
Un suspiro agotador y frustrado abandonó sus labios,ignorando el último mensaje se levantó de la camilla, vistiéndose para salir de aquella habitación.
Salió al pasillo,camino unos pasos hasta llegar a donde estaba Hoseok el cuál levantó la cabeza con una sonrisa ladina.
—Quisiera ir a la cafetería un rato. ¿No es problema,verdad?.
—Claro que no,ve tranquilo.
Y así Jungkook bajó por el ascensor,para evitar las escaleras,hasta el primer piso. Moviéndose lentamente a su tiempo hasta la cafetería donde divisó una cabellera plateada,con su mano meneando un batido de chocolate.
Kim Taehyung se recibió de su carrera de psicología a sus 21 años. Graduado en la universidad de Harvard viniendo de Daegu,Corea Del Sur. Cuatro años después su apellido sonaba por todo Londres,un psicólogo que terminó su carrera al tercer año de cursada,con un promedio sobresaliente y todos los conocimientos adquiridos por sus aspiraciones profesionales.
No era alguien que tuviera un vínculo social muy amplio,solo los amigos suficientes que conoció en la secundaria y juntos lograron recibir su titulo volcando sudor y lágrimas en cada estudio de la universida.
Taehyung era muy recomendable como psicólogo por brindar las sesiones necesarias que la persona necesite para estar 100% en paz consigo misma, él no ponía una determinada cantidad de visitas sino que según el paciente progresaba o retrocedía él continuaba hasta llegar el momento donde la persona se recostaba sobre el sillón y no salían palabras de sus bocas porque ya no había de lo que hablar,nada lo cuál sanar.
Y Kim terminó trabajando en el St. Thomas Hospital al recibir una llamada del director. Al principio se negó porque estaba bien atendiendo gente en su casa legalmente,pero luego su lado racional y pasional recordo la cantidad de personas que son diagnosticadas día a día,algunas terminales y que,de alguna forma,necesitan charlar con alguien.
¿Cuánta gente puede estar internada allí y sus familias nisiquiera van a llevarle un ramo de flores o alentarlo a seguir luchando contra su diagnóstico?
Él podría ser alguna ayuda -psicologicamente hablando- para aliviar un poco el sufrimiento y la espera de que alguna enfermedad termine de forma definitiva con sus vidas.
En consecuencia,Kim Taehyung acepto a las pocas semanas de replantearselo. Aprovechando que a inició de mes no tenía sesiones nuevas,no tomó más en su propia casa,dando ahora,en aquel diván que se le asignó en el St. Thomas Hospital.
Recibiendo desde niños luchando contra el cáncer hasta la persona más anciana o enferma de ese hospital. A Taehyung no le importaba mucho la paga, tenía un situación económica bastante estable pero su trabajo se desempeñaba más por la intención de querer ayudar. Aunque su paga era muy buena,considerando que trabajaba para uno de los hospitales centrales y más conocidos de Londres,no impedía que se de algún gustito o capricho de vez en cuándo.
Ahora,con 25 años ,es el psicólogo más aconsejable entre los paciente a comparación de sus otros colegas. 4 años luego de la universidad dieron sus frutos.
Lunes,su semana empezaba levantándose a las seis de la mañana y terminando su turno a las ocho de la noche todos los días.
Limpiando las últimas lagañas de sus ojos,vistiendo un pantalón marrón con un sweater color crema y su maletín en mano tomó lo último de su taza de café para luego subir a su auto e ir sl hospital.
Asimismo, cuándo llegó para cumplir con su horario a la primera persona que divisó al atravesar aquellas puertas cristalinas fué a Min Yoongi. Un gran colega,aparté de un gran doctor,graduados en la misma universidad.
—Buenos días,querido Min.—saludó Kim,caminando tranquilamente.
—Buenos días.—La voz del mayor le indicó a Tae que aun no había despegado la cabeza de la almohada.
—Vamos,arriba el ánimo que tienes que salvar vidas.—Le animó.
Y Yoongi quería tanto a Taehyung,tanto como un hermano,por darle tantos animos en tantos momentos de su vida.
Cuándo el reloj marcó la hora del almuerzo, Taehyung cerró su libreta encontrándose con Yoongi en el pasillo camino a la cafetería.
—Creo que puedo ofrecerte un nuevo paciente.—musitó de la nada,Yoongi.
Taehyung abrió medianamente los ojos entre curioso y sorprendido.
—Explayate.—pidió.
—Tiene una enfermedad cardíaca,esta muy abajo en la lista de transplantes y esta muy avanzada.—detallo mientras veían que elegir para almorzar.
Taehyung solo eligio una ensalada porque no tenía tanta hambre, mientras que yoongi se sentaba frente a él con dos sandwichs de atún y una mandarina de postre.
Enfrentados en la mesa para comer,Yoongi continuo hablando sobre este paciente que despertó la curiosidad de Kim Taehyung.
—Es joven,te saca cuatro años.—dijo.—Estuve hablando con él hace un rato y literalmente parecía un conejo mientras me miraba hablar.
Ambos rieron y a Taehyung le pareció tan tierno, nisiquiera le conocía la cara del chicho pero igual.
—Cuándo le hable sobre los tratamientos,sobre hacerle un estudio para ver que tan avanzada esta su enfermedad y hasta dándole la libertad que le corresponde sobre decidir a cerca de qué hacer con su situación...—El pelinegro había dejado de comer oara buscar las palabras correctas.—Se sentía tan cansado,como si supiera que va a morir en cualquier momento con el más mínimo esfuerzo de su corazón y estaba resignado a eso,sin importar que haya una posibilidad de que reciba el transplante y pueda mejorar su calidad de vida,aunque me dijo que lo pensaría hasta que le hagamos un electrocardiograma.
Y el menor de los dos sintió como algo en su pecho se removía,no sabía si llamarlo pena porque odiaba sentir lástima por los demás. Tal vez era un sentimiento como de empatía.
Empatía de estar resignado a algo por más que exista una nimia posibilidad positiva que cambie el rumbo de las cosas.
—Dile que venga a mí diván y lo aceptaré con gusto.—decidió.—Solo si él accede.
Porque Taehyung quería evitar que,las personas dañadas que recurren a un terapeuta,sigan viviendo con la oscuridad que les carcomía la piel. No quería que, la oscuridad que en algún momento lo habia dañado a él, fuera la causante de más dolor en las personas.
Porque hasta la vela más insignificante puede darte luz en la oscuridad. Y aquella luz en la oscuridad de Taehyung estaba en ese hospital,en un enfermo de hipertrofia ventricular izquierda.
No fué hasta terminado su horario laboral que Taehyung pudo ansiar volver a casa para acurrucarse en sus sabanas y abrazar a su almohada para caer en los brazos de Morfeo.
Los ojos le pesaban,la espalda le pedía un descanso y el estómago le gruñia.
Tomando las llaves de su auto en una mano y el maletín en otra salió de su lugar de trabajo,caminando a pasos tranquilos pero cansados hasta las puertas del hospital.
Dios, extrañaba su cama. Nisiquiera sabia si llegaría a cenar algo si no caía de boca a la cama primero.
Giró sobre sus pies y tomó el ascensor hasta el primer piso.
Moviendo un pié delante de otro se despidió de sus colegas mientras se los cruzaba por los pasillos. Algunos terminando su turno,algunos iniciando su primer turno y otros simplemente continuando desde temprano.
La vida en un hospital no era fácil,ni para los doctores y enfermeros ni para los internos.
Vio a Yoongi corriendo junto a otros enfermeros a la par mientras que por los parlantes se indicaba un codigo rojo.
Confiaba en la habilidad del pelinegro para salvar vidas y nunca perdía la fé en que,cada vez que sonaba ese codigo Yoongi salvaría la vida de aquella persona que estaba a un pie de irse de este mundo o permanecer en el.
—Nos vemos, Hoseok.—Tae meneo la cabeza en despedida mientras el chico guardaba expedientes clínicos. Hoseok terminaría dentro de una hora y volvería a casa a dormir.
—Fué un Lunes largo,hasta mañana Tae.—sonrió agotado.
Y el mayor pudo seguir su camino con total normalidad hasta su auto sino fuera porque su cuerpo chocó con otro un poco más delgado.
Levantando la cabeza,frunciendo el seño y dispuesto a disculparse con quién sea aquella persona no puedo emitir palabra alguna porque se vio inmerso en aquel ficho de orbes castaños.
Tenía una mirada de conejito...conejito...¿Puede ser que sea...
—Jungkook.—La voz de Hoseok se escuchó a las espaldas de Tae.—¿Por qué sigues dando vueltas por los pasillos a estas horas?.
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