
i; Tiempo
CAPITULO 1
“Siempre creemos que quedará más tiempo...
pero siempre se acaba.”
Las frías paredes del St. Thomas Hospital hacían que a Jungkook le diera un escalofrío por la espalda. Ese edificio era como su segundo hogar. Le gustaba,en algun sentido. O era que no tenía otra opción que verlo de esa manera. Porque al fin y al cabo tendría que pasar estadía allí hasta que pueda o reciba el tan esperado transplante.
Había decorado su "habitacion" a su estilo,algunos dibujos en la pared, fotografías de su madre y algunas de sus amigos colgadas de un pequeño hilo sobre una pared blanca lisa. Todo le parecía muy neutro, así que pensó en darle un poco de vida a ese lugar si lo iba a ocupar por un largo tiempo.
Su madre lo visitaba constantemente. Todos los días. Incluso si estaba ajetreada de trabajo,se hacía un hueco de,al menos, cinco minutos para ir a verlo y llevarle algún postre o comida que él ame. Para Jungkook, aquella mujer era lo mejor que tenía junto con sus amigos. Ellos eran la única razón por la que seguía adelante con el tratamiento y esperaba el transplante, porqué (si somos honestos) él ya hubiera mandado todo a la mierda.
Y Jungkook,por más despreocupado o insignificante que se vea acerca de su estado,tenía miedo. Y mucho. Desde que su padre murió,hace ya unos siete años,tiene miedo. Muy en el fondo de sus ojos está ese panico que tapa con todas sus características de desinterés, despreocupación e insignificancia.
Con gran indiferencia y de forma jocosa miró las paredes de su habitación, había recorrido miles de hospitales en busca de algún transplante para su maldito corazón. Todas las habítaciones eran iguales,un cuadrado que median lo mismo,siempre blanco,gris o ambos. Ya era agobiante.
Miró la hora en el gran reloj que había colgado sobre la pared. En media hora su madre vendría a hacerle la visita diaria. Por ende, decidió agregar otro dibujo a los tantos que tenía colgados, buscó entre su bolso el cuaderno de bocetos,un lápiz negro y una goma.
Los trazos que dibujaba el lapiz se imprimian en la hoja conforme dejaba fluir su muñeca. Su hobbie siempre había sido el arte. Va,arte a su manera. En los anteriores años de vida le había gustado la gastronomía, la fotografía,incluso el deporte pero el tema artístico siempre había sido un destello en su vida.
Jungkook dibujaba todo tipo de bocetos,desde un hermoso conejito con un pompon en la cola hasta el retrato de una persona,una persona que siempre había sido su madre o algún artista que le haya gustado. Su progenitora tendía a alagarlo en cuánto a su cualidad cada que tenía la oportunidad. Últimamente,era constante.
Dos toquen en la puerta de madera hicieron que Jungkook diera un pequeño murmullo,sin quitarle la vista a la hoja, dando autorización a quién quiera que lo haya ido a ver.
—Hola cariño...—Era su madre. No le sorprendía.
—Hola mamá.—puso todo el empeño que tenía para sonar emocionado.
—Te traje un poco de Mitarashi Dango, se que son tus favoritas.—sonrió sacando del bolso un taper con,al menos,seis brochetas de albóndigas de arroz con glaseado de salsa de soja.
—Mamá,las como desde que tengo memoria.—Jeon bufo,dejando el cuaderno de bocetos y aceptando la comida.—Es por mucha obviedad que son de mis comidas favoritas.
—Ugh,solo come y pon esa cara de conejito cuando disfrutas de la comida.—dijo burlona, sabiendo que las mejillas de Jeon ya se estaban tiñendo de carmesí.
Masticando y volviendo a tomar el lapiz pasó el rato con su madre,tomemoslo como una rutina porque siempre era así. En los anteriores hospitales la escena era similar,su madre le traía de sus comidas favoritas y Kookie se quedaba horas hasta la espera de algúna noticia o resultado de un exámen. Plasmando en la blanquecina y débil hoja un recuerdo borroso,casi desgastado con el pasar de los días.
Y es qué Jungkook era un chico bastante reservado en cuanto al habla,si no venía nadie a hablarle él tampoco daba el paso. La única persona con quién era así es con su madre y,en su momento, con su padre. De hecho,el castaño había hecho un boceto una noche de desvelo,donde a la mañana siguiente le diagnosticaron hipertrofia ventricular. ¿La inspiración? El recuerdo de la muerte de su padre,un boceto reflejando la triste perdida,la horrorosa soledad y la amargura de la desesperanza conjunto a la culpa.
Porque era su culpa.
“Tu lo mataste,pedazo de mierda.”
“Eres el hijo de puta más grande que existe,el único culpable por la muerte de tu padre.”
“Vamos imbécil,dibuja,plasma en esa puta hoja toda tu culpabilidad.”
“Hazlo porque eres muy cobarde para decirle a tu propia madre,la cuál muere de cansancio todos los días por llevarte a hospitales,que sientes culpa desde ese maldito día.”
“Si...vamos,torturate,paga el precio por matar a tu padre.”
Tantos pensamientos debido a la culpa le rondan por la cabeza desde hace años, tantos que a veces se ahoga en un sollozo lastimero para no despertar a su madre.
No se dió cuenta hasta que una lágrima resbaló por su mejilla y cayó en donde las líneas negras del lapiz se habían dibujado,el boceto ya estaba arruinado.
Moviendo su cabeza secó sus ojitos para evitar seguir llorando,sintiendo la calidez del cuerpo de Hyori a su lado.
—Cariño,¿Por qué lloras?.—cuestionó tomando entre sus manod aquellas suaves y lindas mejillas de conejito.
—No es nada.—forzó una sonrisa que,a su suerte,logro convencer a su madre.— Solo recordé un dorama triste que ví.
Y la mujer sonrió sin mostrar sus dientes.
—Mmm,mi pequeño conejito.—musitó serena y con cariño.—Tengo que volver a casa y salir al trabajo,amor. ¿Vas a estar bien,verdad?.
—Estoy en hospitales hace no sé cuántos años mamá.
Auch.
—Voy a estar bien.—prometió.
—Kookie...—El llamado levanto la cabeza con la misma sonrisa forzada.—Hay un psicólogo aquí en el hospital,justo en este mismo piso.
Carajo,no.
—No, mamá.
—Por favor,solo piénsalo.
Y así, cuándo su madre salió de la habitación luego de besarle la coronilla y decirle un te amo. Jungkook volvió a sentir como su pecho se hundía,sus ojos se llenaban de lágrimas y la garganta de cerraba dejándole paso a la impotencia y el enojo.
Sentado en esa camilla,el boceto arruinado a un lado y derramando lágrimas pero sin emitir alguna expresión facial salto de aquel lugar como un rayo de luz.
Decidido a conocer los pasillos de ese hospital,porque podría estar resignado a la idea de que va a morir pero tampoco sabía que tenía posibilidades de un vida mejor, con la misma enfermedad pero un poco mejor que ahora. No iba a visitar a un psicólogo para recibir la misma mierda que ya conocía o era típica de obtener.
Hay muchas personas en tu lugar que luchan día a día por mejorar su vida.
No pierdes nada con intentarlo.
Oh vete a la mierda.
¿Era una sesión o una charla para hacerle sentir pena y con más ganas de morirse?.
Si pierde muchas cosas intentando. El tiempo, por ejemplo.
Dios. Ya se sentía agobiado.
Mirando con curiosidad a el personal que lo iban a ver bastante vagando por los pasillos,no se iba a pudrir en esa habitación de mierda a la espera de ese jodido transplante que nisiquiera sabe si va a llegar. Las paredes blancas al igual que las baldosas del piso,viendo como médicos corrían de aquí para allá,como enfermeras rellenaban fichas médicas, a lo lejos,sentado en las escaleras, vio una cabellera plateada.
El chico parecía de su edad,quizás un año menos. Lo veía jugar con un pedazo de papel,doblandolo y formando lo que probablemente sería un avión.
—¡Ey, raquítico!.—Le escucho llamar. Se dió cuenta de que lo había estado mirando mucho,como un psicópata.
—¿Cómo me dijiste?.—Le dijo de la misma manera con un poco de enojo.
—Raquitico.—repitió como si fuera irrelevante.—¿Que tanto miras? Si quieres a alguien para follar vé al motel que hay a unas cuadras de este hospital.
Y si fuera otra situación Jungkook ya lo hubiera molido a golpes,pero esta vez solo se carcajeo acercándose al chico.
—No tengo planeado follar con nadie,mucho menos en este hospital.—logró hacer reir al contrario, aún seguía doblando el papel en sus manos.—¿Y quién eres? Si se puede saber...
—Park Jimin,un pobre enfermo de asma.—habló terminando de armar el avión de papel.
Y Jungkook lo encontró adorable con el pelo gris medianamente largo cayéndole por los ojos, tenía unos ojos muy lindos que incluso brillaban,aunque no sabía si por la luz o por naturaleza.
—¿Tú?.
—Jeon Jungkook,un enfermo de hipertrofia ventricular.—Jimin lo miro con pena,aun así trato de disimularla. Ambos odiaban que sintieran pena por ellos.
—¿Que lado?.—Se ánimo no a indagar.
—Izquierdo.
—Vaya mierda.—gruño lanzando el avión de papel,viendolo volar hasta caer en la ficha donde uno de los médicos escribía.
—¡Jimin deja de lanzar papeles! Lo digo en serio o dejaré de llevarte batidos de chocolate.— advirtió dandole una mirada sería en broma al chico.
—Lo siento,Yoongi.—levantó las manos en defensa.—Prometo comportarme.
Y entornandole los ojos al peligris cerró la ficha dispuesto a seguir su trabajo.
—¡Dr.Min!.—volvió a gritar Jimin.—¿Puedo tener un batido de chocolate? ¡Por favor!.
Con un semblante indiferente,el doctor Min Yoongi rodó los ojos y suspiro ante como Jimin podía aprovechar su dualidad y convertirse en un pollito bebe.
—Bien,pero vuelve a tu habitación iré a chequearte en unos momentos.—ordenó dando media vuelta y yendose.
—¿Llevas mucho tiempo aquí?.
Volviendo sus ojos a Jungkook,que se sentó un poco más abajo del escalón en el que estaba Jimin, asintió mientras se acomodaba mejor y suspiraba.
—Unos tres años,antes iba y venía todo el tiempo pero ahora mi asma empeora y decidieron internarme por las dudas.
Kook asintió.
—¿Crees que teniendo hipertrofia ventricular se pueda seguir viviendo?.
Jimin tomó aire,apoyando sus codos en sus muslos y jugando con los anillos que adornaban sus dedos.
—En algún momento vamos a morir,eso es algo que se dicta desde que nacemos,pero si tienes la oportunidad de mejorar tu vida utilizala, quizá y te da más tiempo del que se te dictó.
Tiempo. Una cosa tan frágil y complicada a la vez.
—¿Hay un psicólogo aquí,verdad?.—Jimin asintió,moviendo la cabeza al frente.
—Yo tengo sesiones con él.—Jeon le siguió la mirada al final del largo pasillo.
—¿Y te sirve de algo?.—Sin mover su vista, cuestionó.
—Es de ayuda,sabe hablar y no juzgar como me plantee antes de acceder a ir.—dijo.—Digamos...tiene buen uso de la palabra,te ayuda como un profesional y no como alguien que juzga por no estar enfermo ni como si fueramos unos amargados teniendo conciencia de la muerte.
—¿Tu recomiendas ir?.
Viendo a Yoongi doblar en el pasillo,tomando una carpeta que sería la de Jimin con su data medica, el platinado saltó las escaleras.
—No es necesario que vayas siempre,con tal de que pruebes una sesión y veas si te resulta bueno,entonces hazlo.—masculló hechando a correr hasta su habitación tosiendo entre medio.
“Dr. Kim Taehyung, Psicólogo Hospitalario.”
Y entonces Jungkook se quedó mirando aquella puerta de madera,con un letrero bien hecho en marco, aquellas letras impresas dándole la idea de ir a una sesión.
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