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˖⸙̭❛╰► capítulo cinco

00:10 a.m

Una sonrisa se dibujó en mi rostro cuando entré por completo en ese club nocturno. Las luces de colores brillaban por todas partes, pero la más potente era la violeta, que hacía resaltar mi vestido ajustado al cuerpo de color rojo, con escote y espalda descubierta. Me quité la chaqueta negra apenas entramos, ya que adentro hacía bastante calor, especialmente con la presencia de hombres atractivos que han asistido.

Ha Woong me hizo una señal con las manos para que nos dirigiéramos a las zonas VIP del lugar. Mientras estábamos sentadas entre todas las demás, pude observar a mi alrededor. Una de las amigas de mi hermana pidió nuestras bebidas. Fue entonces cuando noté a la primera persona que parecía tener mi edad. Vestía de manera relajada pero llamativa, especialmente con su cabello negro. Tenía un aire intrigante, algo en él que despertaba la curiosidad. Y no fui la única en darme cuenta, ya que la mejor amiga de Ha Woong también le echó el ojo. Sin embargo, decidí no prestarle atención, ya que me había propuesto no echarme para atrás en esta noche. Si no lograba estar con ese hombre, estaría dispuesta a buscar a otra persona.

El mesero llegó con las bebidas que habíamos pedido, así como una parrilla para asar nuestras carnes.

Mientras recorría el lugar, traté de buscar a hombres guapos y dispuestos a estar con una adolescente o una chica de 18 años. Pero parecía que los hombres a los que les echaba una mirada estaban acompañados o preferían observar a las amigas de mi hermana mayor. Juraba que no quería irme temprano, quería seguir el consejo del terapeuta Bang Chan. No obstante, me resultaba difícil socializar y conocer a un hombre dispuesto a satisfacerme sexualmente sin compromiso de por medio.

—¿Bailamos?—propuso Ji Woon, la mejor amiga de mi hermana.—Podemos enseñarte algunos nuevos pasos para que puedas conocer a un chico guapo esta noche, preciosa.

—No sé bailar...

—¡Aprenderás!—clamó Han Soon Mi, levantándose repentinamente de su asiento.

Soon Mi levantó sus brazos emocionada, mostrando su entusiasmo. Con lo poco que conocía de las amigas más cercanas de mi hermana Ha Woong, Han Soon Mi era la más divertida, aventurera y extremadamente extrovertida en todo lo que involucrara movimiento. Sin perder tiempo, me tomó de la mano y me llevó hacia las escaleras.

Bajaríamos a la pista de baile, donde ellas me harían pasar vergüenza. Escuché a Ji Woon diciendo que llevara las bebidas que han comprado. Entre risas de sus amigas, descendimos las escaleras y nos encontramos en el centro del establecimiento. Soon Mi me miró con una sonrisa, mostrando su dentadura blanca y su cuerpo perfecto que se encontraba debajo de su vestido rosa.

—¡Haces esto y esto! ¡Con ese movimiento tienes a cualquier coreano de este jodido club nocturno, Min Junnie! ¡Solo debes intentarlo! ¡Vamos, hazlo!—apoyó a los gritos la castaña, mientras se movía al compás de la música que sonaba en el club.

Su entusiasmo era contagioso y su energía llenaba la pista de baile. No hay duda de que estaba disfrutando al máximo la noche y quería que todos lo supieran. No podía evitar sentirme avergonzada mientras observaba a Soon Mi animándome a bailar de una manera llamativa. Me sentía incómoda con la atención que estaba recibiendo y la forma en que me están mirando. Sin embargo, Ha Woong intervino en la conversación y me amenazó con algo que sabía que me gustaba si no comenzaba a bailar con ellas. Gracias a las dos botellas de soju que bebí, encontré la valentía para dejarme llevar y mover mi cuerpo al ritmo de la música.

Pasaron tres horas de baile, bebida y charlas con algunas personas que habíamos conocido en el club nocturno. Empero, ninguno de ellos era realmente mi tipo o alguien con quien me gustaría relacionarme. Por eso, decidí alejarme un poco de la pista de baile para tomar un poco de aire y relajarme. Cuando salí del baño, me hallé frente a un chico que me dejó completamente embobada. Era el mismo sujeto que pensé que se iría con Ji Woon, y su presencia me intrigaba aún más. Supongo que mi mirada penetrante captó toda su atención, ya que en un instante giró la cabeza para mirarme.

No obstante, parecía estar confundido o algo parecido. Esto me hizo sentir incómoda, pensando que tal vez había alguien más detrás de mí y estaba creando una historia en mi cabeza que no era real. Por eso mismo, decidí subir las escaleras y regresar a las mesas donde teníamos nuestras cosas. Planeaba dejar que las mujeres se divirtieran con esos hombres mientras yo pasaba el tiempo sentada, tomando un poco de soju. Sin embargo, mi plan se vio interrumpido cuando un hombre se colocó frente a mi mesa.

Me quedé confundida, sin saber qué esperar o cómo reaccionar.

—Hola, perdón si te incomodé estando aquí, pero... me pareciste muy linda. ¿Te molesta si...?—dijo con una sonrisa.

Mi mente comenzó a correr a toda velocidad. «¡Reacciona! ¡Este podría ser tu único momento de tener un encuentro sexual, Min Jun!» Pensé para mí misma.

—Oh... Sí, siéntate.—respondí, tratando de ocultar mi nerviosismo.

—Lee Min Ho.

—Choi Min Jun.—me presenté, mientras escondía un poco mi rostro detrás de las botellas en la mesa de madera.

—¿Tienes novio?

—No, ¿y tú?

—Tampoco. ¿Quieres... bajar a tomar algo? Quizás divertirnos un poco.—propuso.

Consideré su oferta por un momento, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. Finalmente, decidí aceptar.

—Claro, suena divertido.

Sonreí ampliamente y acepté emocionada la propuesta de bajar a tomar algo. Durante ese tiempo, tuvimos la oportunidad de conocernos un poco más. Me contó que era estudiante universitario, vivía cerca del bar y había salido esa noche con sus amigos para celebrar la última noche de soltería de uno de ellos. Me sorprendió su dedicación a quedarse a mi lado a pesar de la ocasión, pero él insistió en que prefería pasar tiempo conmigo. Mientras tanto, seguimos bebiendo y ya estábamos en la cuarta botella de soju.

La tensión en el ambiente se hizo palpable de repente. Sus ojos no dejaban de mirarme y sus brazos estaban apoyados en la mesa de madera. Sentía sus toques debajo de la mesa, eran sus piernas rozando las mías. Solté un suspiro de frustración, deseando que finalmente diera el siguiente paso. Y justo eso fue lo que sucedió. Lee Min Ho movió rápidamente su mano izquierda hacia mi nuca y la otra mano en mi mejilla izquierda, profundizando así nuestro beso. Lentamente, mordió mi labio, lo que abrió paso a un beso más apasionado en el que nuestras lenguas se entrelazaron.

Movíamos nuestras cabezas lentamente, siguiendo el ritmo de los besos que nos estábamos dando. Las hormonas se agitaban en mi cuerpo, y al separarnos del beso, podía percibir que no era la única que sentía esa intensidad. Min Ho dejó escapar saliva con dificultad, lo cual pude notar en su cuello. Luego, me miró con picardía y acercó sus labios a mi oreja derecha, ya que la música estaba demasiado alta para poder oír nuestras voces.

—¿Quieres venir a mi departamento? Prometo que no te haré daño. Claro, si es lo que tú quieres hacer, Min Junnie.—propuso seductoramente.

—Vayamos.—afirmé.

Nos levantamos de los taburetes y nos acercamos a nuestros amigos para informarles que nos íbamos por nuestra cuenta. Aproveché la oportunidad para recoger mis cosas que se encontraban en la zona VIP del club nocturno. Con todas mis pertenencias en mano, mi hermana se acercó a mí para recordarme que me cuide y que le avise si algo sucede durante el trayecto o mientras esté en el departamento del chico con el que voy a salir. Justo en ese momento, Min Ho llegó y logró tranquilizar un poco a mi hermana con respecto a mi seguridad. Después de eso, bajamos las escaleras juntos.

Sin embargo, antes de irnos, Soon Mi hizo oír su voz y expresó su deseo de que bailemos una última vez antes de que me vaya con mi compañero. El chico de cabello oscuro no se negó en ningún momento, así que me acerqué a la pista de baile para mostrar los pasos que nunca antes había mostrado. En este instante, sentí unas manos rodeando mi cintura. Cuando me giré, me encontré nuevamente con los labios que ya extrañaba. Esa fue la señal de que era momento de alejarnos de la pista y dejar el club.

Únicamente que todo se complicó cuando sentí que jalaron a Lee Min Ho lejos de mi lado. Vi a un hombre vestido formalmente hablando con él, o más bien, regañándolo por lo que estaba a punto de hacer. Dado que ya he bebido demasiado, ya no era la misma chica tímida que había ingresado al club horas antes. Di un paso hacia adelante y pronuncié el nombre del chico.

—Lee Min Ho, ¿nos vamos?

Cuando pronuncié su nombre, ambos chicos se han girado para mirarme a la cara.

—¿Choi Min Jun?

Me sorprendí al escuchar mi nombre salir de la boca del otro hombre. No podía creerlo cuando vi a mi terapeuta mirándome con confusión, parado a un lado de él. La situación se volvió aún más desconcertante al darme cuenta de que mi terapeuta estaba presente en este momento.

—¿Bang Chan?

—¿Se conocen?—indagó Min Ho confundido.

—Sí, es mi terapeuta.

—Es mi paciente.

—Wow...

—Bueno, ¿nos iremos o sucedió algo?

—¡¿Con ella?!—indagó Chan casi en un grito. Admito que me sentí un poco ofendida por sus palabras y el tono en el que las dijo. Me resultó sorprendente ver a Chan mirar a Min Ho con una expresión de molestia en sus ojos.

Era algo que nunca había presenciado en los pocos meses en los que fui su paciente. La situación se volvía cada vez más tensa y confusa.

—Channie, por favor... Me estás dejando en...

—Lo siento, Min Jun, pero no podrás salir esta noche con mi amigo.

—¿Perdón?

—Sí. ¿Perdón?—Min Ho repitió las palabras, también confundido de la misma forma en la que me encontraba yo.

La situación se volvía más desconcertante y no parecía haber una explicación clara para lo que está sucediendo.

—Min Ho no es el hombre correcto con el cual tú debas de entregarle esa parte de ti.

—Me disculpo, Chan, pero recuerdo que fuera del consultorio dijiste que no te gustan las formalidades. Por eso, ahora te diré: ¿Qué demonios está pasando contigo? Me dijiste que buscara a un hombre que estuviera dispuesto a tener las mismas experiencias que yo, ¡y aquí está!

—Acá estoy.—concuerda Min Ho, con cierta ironía en sus expresiones corporales hacia su amigo, al parecer. Porque ninguno estábamos de acuerdo con seguir las órdenes que nos estaba dando Chan, mucho más yo, que él mismo fue él que me dijo que haga todo esto.

—No, tú no irás.

—¿Por qué...?—preguntó, entre un susurro y con molestia. Tanto que dio un paso acercándose a su amigo, dispuesto en alejarse de mi figura.—Me estás arruinando, Chan.

—Tú te estás arruinando solito.

—Dejen de cuchichear. ¿Vamos o no, Min Ho?

—Ya te dije que no, Min Jun.

—Chan, ya callate.

—No irás con Min Ho, porque él tiene novio.

—¡¿Qué?!—me exalte ahí mismo. En eso puedo ver el rostro nervioso que dio el chico de pelo azabache.—¿Es una broma, no?

—Gracias, Bang Chan.

—No, gracias a ti. Es tu culpa, en todo caso.

Min Ho no dijo nada más al respecto, simplemente se marchó, dejándome a solas con mi psicólogo. En ese momento, pude percibir que Chan se sentía mal consigo mismo. Con palabras más amables, parecía que sentía lástima por mí. Sabía que esta era mi única oportunidad de tener un encuentro sexual esta noche y se había arruinado por completo debido a su confesión.

Aunque sabía que no era su culpa, sentí una mezcla de decepción y frustración. La situación se volvió incómoda y no sabía cómo reaccionar. Me encontraba atrapada entre la decepción por perder la oportunidad y la comprensión de que Chan solo estaba haciendo su trabajo como terapeuta.

—Lo siento, Min Jun. Pero tenías que saberlo.

—¿Y ahora...?—suspiré exhausta, tomando asiento en el mismo taburete donde estuve en su momento con Lee Min Ho, también conocido como Mentiroso. Chan repitió mi acción y se sentó a mi izquierda.—Era mi única oportunidad...

—Claro que no, Min Jun. Hay muchos hombres aquí y aún tienes muchas oportunidades para encontrar a alguien con quien puedas tener una experiencia significativa. No debes desanimarte por esta situación.

—Ninguno me ve.

—No digas eso.

—¡Es verdad!—exclamé desanimada, demostrándole a Chan que realmente me sentía así.

—Hay muchos hombres guapos aquí.

—Ya lo sé, tengo ojos, Bang Chan. Pero eso no quiere decir que alguno de ellos quiera tener sexo conmigo, demonios. Tú.—dije de repente. Él me miró confuso.

—¿Yo qué?

—Tú has hecho que mi última oportunidad de tener sexo se arruine. Tú me ayudarás.

—¿A...?

—Encontrar a un hombre.

Chan me miró durante unos segundos, pero finalmente asintió. Pude ver cómo comenzó a buscar con la mirada a posibles candidatos, moviendo su cabeza de un lado a otro. Sin embargo, parecía que no encontraba a alguien adecuado. La mayoría de los hombres estaban acompañados o no parecían estar disponibles emocionalmente.

Me rendí.

Sentí una ola de resignación y frustración invadirme. Apoyé mi cabeza sobre mis brazos, que descansaban sobre la pequeña mesa de madera. Acepté que la oportunidad de tener una experiencia así esta noche se había esfumado. Luego, levanté mi mano para tomar un sorbo del soju que habíamos comprado con Min Ho hace unas horas, cuando todo parecía perfecto. El amargo sabor del alcohol se mezclaba con la decepción que sentía en ese momento.

—Lo haré.

Fruncí mi rostro al escuchar esas palabras.

—¿Cómo?

—No voy a negar que me pareces atractiva, pero quiero que sepas que mi trabajo es lo más importante para mí y me hace feliz, Min Jun—me miró directamente a los ojos, dejándome petrificada—. Estoy dispuesto a tener sexo contigo, pero bajo la condición de que mantengas todo lo que suceda esta noche en secreto.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro.

—Por supuesto, Bang Chan.

04:00 a.m

El único lugar donde nadie podría interrumpirlos era en el consultorio, ya que no había cámaras de seguridad. Decidieron ir allí y, una vez dentro, Bang Chan cerró la puerta con llave. Al hacerlo, su espalda chocó contra la puerta, y se sintió mal por lo que estaban a punto de hacer. Sabía que no era profesional involucrarse de esa manera con su paciente. Aunque se sentía incómodo y nervioso, no podía negar que Choi Min Jun era hermosa.

Sus curvas perfectas y su atractivo físico lo atraían de manera intensa. Chan caminaba de un lado a otro, luchando contra sus pensamientos y deseos internos. Se insultaba a sí mismo por no poder resistirse a la tentación. Finalmente, exhaló un suspiro de cansancio y se acercó a Min Jun. En ese momento, ella se giró y lo vio quitarse la chaqueta bruscamente.

—Carajo...—farfulló, mordiendo sus labios.

Ver a su terapeuta de ese modo la ponía caliente, lo bueno es que no tuvieron que decir mucho antes de unirse en un beso apasionado, nada de cariño de por medio, sus lenguas chocaron del mismo modo que sucedió con uno de sus amigos. Solamente que esta vez era diferente. Fue retrocediendo mientras su cintura era acariciada por la gran mano de Bang Chan, la cual, descendía hasta tocar su trasero y apretarlo, causándole gemidos, cuyos era ahogados en la boca del mayor.

Sus pies chocaron con algo, impidiéndole seguir retrocediendo, no supo que era hasta que Chan la recostó en el largo y cómodo sillón que era ocupado para las terapias.

Bang Chan le abrió las piernas y se metió entre ellas sin dejar de besarla con furor. Echó su cabeza para atrás, dejándole al descubierto su cuello y el cual el mayor de cabellos castaños claros no dudó en besar.

No pudo evitar jadear ante el cosquilleo que empezaba a sentir. Él fue bajando sus besos húmedos por su pecho, admirando el precioso escote de aquel vestido rojo. Se veía tan hermosa y sexy, pero las ganas de ver la desnudez de ella eran mayores, así que con cuidado le quitó el vestido deslizándolo por su cuerpo mientras la veía fijamente a los ojos.

Ella empezó a temblar y respiraba con dificultad, demasiada ansiosa de lo que iba a pasar.

Bang terminó de quitarle por completo el vestido y lo tiró en algún lugar del despacho, observó como se cubría los pechos, pues no tenía puesto un brasier, con el estilo del vestido no necesitaba usar uno. Se zafó el nudo de su corbata para después quitársela, y de igual forma, lanzarla, le siguió su camisa, donde fue desabotando botón por botón, causando que Choi se pusiera cada vez más ansiosa. Terminó por sacársela y se acercó nuevamente para atrapar sus labios, abrieron sus bocas dejando que sus lenguas se conectaran entre ellas.

Chan subió su mano, sujetando uno de los senos y apretarlos, provocando que ella mordiera su labio con fuerza, probablemente, terminarían muy lastimados, no obstante, en ese momento no importaba aquello. Se separó de sus labios, siendo conectados por un fino y casi invisible hilo de saliva, envolvió el pezón izquierdo con sus labios y empezó a succionar, mientras metía su otra mano dentro de sus bragas para acariciar su intimidad, notó lo húmeda que ya se encontraba. Comenzó a frotar y el cuerpo de Min Jun a temblar.

Se decidió por quitarle la braga y llevar su boca a su sexo, empezó a lamer con gusto, pasando su lengua por la ingle a los labios vaginales y causando que ella se retorciera aún más. Suaves suspiros salían de la boca de Choi Min Jun, llevó su mano para cubrir su boca y evitar que sonidos poco bonitos salieran de ahí. Sin embargo, Chan le quitó la mano, quería escucharla. Continuó lamiendo esa parte sensible, pasando su lengua con suavidad por su clítoris. Estaba cerca, muy cerca, aquel cosquilleo en su vientre se lo decía. Chan siguió lamiendo, enterrando sus manos en su cintura con fuerza, ella echó su cabeza para atrás cuando ya no pudo aguantarlo más.

Ese fue el tiempo justo en que la chica de ojos marrones le pidió en un hilo de voz que lo haga, Bang Chan no tenía ni siquiera que recibir lo mismo, ya que estaba excitado de solamente ver a su paciente de ese modo. Se alejó un momento de ella para estirar su mano, llegando a su chaqueta para sacar un preservativo, porque siempre tenía uno por las dudas, sin recordar que esta noche había salido con sus amigos a un bar, volviendo con la mujer, únicamente, se quitó el cinturón, bajó la cremallera y sacó su miembro erecto. Eso logró que la menor suelte un »¡Oh!« de sorpresa, causándole egocentrismo al castaño.

—¿P-puedo...?—indagó con timidez.

Él no entendía muy bien a qué se estaba refiriendo, pero de todas formas, movió su cabeza en afirmación. Dándole el poder a la menor, simplemente, agarró el pene entre sus delicadas manos blancas, masajeando con miedo. Chan mordió sus labios, el tacto de la chica lo ponía de ese modo.

Min Jun acercó lentamente su lengua sobre la masculinidad del mayor. Ocasionando una electricidad en su cuerpo varonil, una sonrisa coqueta pasó por los labios de la chica para finalizar la tortura y meter el miembro en su boca, lamiendo, chupando y masajeando, todo al mismo tiempo. Haciendo que Chan expulse un gemido, eso logró que la mujercita lo haga cada vez más rápido, logrando que Bang Chan dé un movimiento rápido, sacando su miembro de la boca de la menor.

Agarró su cuello con fuerza, no tan fuerte, para poder unir sus labios con intensidad, besándose y compartiendo ese sabor reconocido. La miró por última vez y, entonces, se colocó el preservativo para dar un leve paso, viendo la vagina de Min Jun, el cual, de solo verla lo excitaba aún más, se veía tan mojada que le era imposible controlar sus emociones. Simplemente, se introdujo en ella, moviéndose lentamente, ocasionando que abra sus labios al sentir ese enorme miembro en ella. 

Min Jun quería eso.

Chan empezó a acelerar sus movimientos, todo para ver la felicidad en los ojos de la menor. Para que ella le ruegue por más, más rápido, quería sentir todo lo que el mayor le podía dar en esta noche de sábado. Entre que seguía haciendo eso, la menor jaló de su cuello, acercándolo a sus belfos, mordiendo un poco de ellos, chocando sus lenguas, hasta que en un instante ella decide bajar uno de sus dedos, colocándolo en su clítoris, para aquello, empezar a moverlos en círculos, ayudando al mayor en el proceso, eso jodió a Chan, porque lo ponía más caliente.

Así fue como ambos acabaron.

Choi Min Jun quedó acostada con la respiración agitada, desnuda, entre que Bang Chan terminó sentado a sus piernas, con su miembro fuera de los boxers, agitado y los ojos viendo directo a la menor. La veía sin entender muy bien lo que estaba sufriendo, eso estaba mal, porque eso no debería de suceder nunca más, empero, ¿estaba seguro? ¿Podría deshacer esos sentimientos sexuales por su paciente? ¿Cómo seguiría su historia? Ya que ese era el final de ambos, en esa noche de sábado, a la madrugada, con la lluvia aproximándose a su ciudad y el ambiente lleno de ese olor a sexo reciente.

SÍ, ES EL FINAL

¿Por qué es una kk? No lo sé, siento que no soy buena para las historias cortas, creo que hubo mucho desarrollo en los primeros capítulos cuando debí de haber puestos escenas con Bang Chan.

LO HICE TODO MAL PERO NO ME CULPEN 😭😭😭

Y eso que fue algo que se me ocurrió en el momento, tenía pensado hacerlo una novela, pero es mejor dejarlo así como está, bah, es lo que yo pienso, no sé lo que ustedes crean. Únicamente, espero que les haya gustado esta historia corta de mierda que se me ocurrió hacer hace unos días,
otra vez: Perdón por esta historia que les traje, no es mi mayor orgullo, pero hice lo que pude.

También quiero agradecer a Killer_Fairy16 que me ayudó en parte de la escena +18, ella sabe que soy una caca haciendo estos escenarios, así que, agradezco que me hayas ayudado en esto, bestiaaaa 😭♥️

¡Muchísimas gracias a todos ustedes! Los cuales siempre están leyendo mis boludeces, apoyándolo y dándole el cariño que no pensé que recibiría. Muchas gracias. Bokkie se despide, bestiaaas, que descansen y tengan una buena noche <3 💖

2023 | NOTA

Holis, ¿qué tal? bueno, aparezco para mencionar que éste no es el final que mencioné arriba, porque estoy preparando la historia para una novela, así que espero que estén esperando con ansias.

¡Gracias por el apoyo!

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