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Solo

Miraba el techo con cansancio, quería dormir, correr, gritar o salir a matar el tiempo, pero al mismo tiempo quería permanecer de esa forma, teniendo los ojos rojos por el cansancio que el sol a través de su ventana le proporcionaba. Reconocía que estába cómodo, le gustaba la temperatura fría que tenía su hogar en esa época del año pero, aun así, permanecía con una pantalonera grisácea y camisa blanca, ambos de tela ligera.

—Maldita sea... Estoy demasiado aburrido ¿Por qué Al debía de dejarme para ir a sus vacaciones? —Habló para sí mismo con un suspiro, deseando dormir para que el tiempo pasará rápido.

Se sobresalto cuando escuchó un pitido proveniente de su computador portátil que estába en su escritorio frente a la cama, dirigió la vista al aparato para decidir levantarse de su cama con rapidez y abrirlo. Comenzó a ver varias páginas web, algunas eran de comics que desde pequeño amaba y no podía olvidar gracias a las emociones que le provocaban en su interior, no pudo evitar leer varios que salían y que asaltaban su memoria con nostalgia los recuerdos con ellos cuando apenas habían sido sacados a la luz. Sólo por un momento miró la ventana, comenzaba a anochecer, las nubes ya no se podían apreciar con facilidad pero sabía que ahí estaban gracias a que la luna menguante no se podía observar en el cielo, como si desapareciera para abandonar al mundo en un acto de egoísmo. Desprender a todos de su luz. Al volver la vista sobre la pantalla no evito irritarse al ver que se había llenado de distintos anuncios que las páginas tenían por defecto, con miedo a un virus, comenzó a eliminarlas pero aprovechando para leer lo que ofrecían y reírse un poco al pensar que habría personas que en serio creían esas cosas, pero su sonrisa se ensanchó con gracia al ver cierto anuncio.

¡Las mejores chicas y los mejores chicos! ¡Perfectamente indicados para ti! No temas y ven a contactarnos. ¡No pierdas la oportunidad!

Siempre fue una persona con un humor grotesco, él lo reconoció luego de haberse reído en el funeral de su padre al imaginárselo con calzoncillos en su cabeza, sumándose el aburrimiento, bueno ¿Algo podría salir bien? Sin dudar, dio un click en el anuncio para que su navegador entrará a una página distinta, había una sección de comentarios, votos por distintas personas y fotografías de los que estaban a la venta. Ni siquiera sabía si esto era legal, pero no le interesaba, ya había hecho cosas peores y estaba completo, bueno, relativamente. Ni siquiera deseo ver las fotos de las personas y llamó el número que relucía en una parte de la página; le daba totalmente igual, sólo quería burlarse de alguien que no tenía mayor alternativa que satisfacerlo a cambio de dinero, de paso, humillarlo por mero placer de sentirse superior. Si, puede que fuera un maldito.

—Buenas noches, se comunica con Hydra y su mayor fantasía puede ser cumplida. —Escuchó al otro lado de la línea la voz de una mujer con el típico tono de secretaria. —¿En qué puedo ayudarlo?

—Quiero divertirme hoy. —Respondió con una sonrisa ladina en sus labios.

—Si, bueno, eso lo dicen todos. —Dio una pequeña risa que paró casi de inmediato para volver a su voz neutral. —Me refiero, ¿A que chico o chica quiere?

Wade cerró los ojos, ni siquiera se le vino un nombre al azar a la mente. —Deme a la mejor persona que tengan para hoy, al menos en una hora.

—Necesito que conteste unas preguntas antes.

Aceptó con gusto, al menos de esa forma podía matar el tiempo por el momento, respondía las preguntas sobre él mismo para que, la chica que viniera, estuviera segura, eso pensó.

—Bien, estará allá en treinta minutos. Muchas gracias por usar nuestros servicios. Hydra siempre con usted. —Terminó de decir el emblema del lugar y colgó.

No evitó soltar una gran carcajada al esperar lo que vendría. El frío causaba que sus huesos comenzaran a doler por lo que se encaminó a su pequeño armario donde sacó un suéter grisáceo y aprovechó para sentarse en su cama para poder pensar en lo que haría y una idea inmadura pasó por su desgastada mente al ver una máscara roja con negro en una esquina, recordaba que el nieto de Al la había traído al jugar que era un súper héroe y Wade el villano. Tenía unas inmensas ganas de hacer algo diferente al sexo habitual que tenía, quizás solo quería divertirse de forma "sana" y que la monotonía de ese día se marchará lo más pronto posible así que se acercó a la esquina del cuarto, la miró mientras pensaba si verdaderamente estába bien si hacía eso pero decidió finalmente ponerse la máscara cuando escuchó el timbre de su casa siendo presionado.

Bajo las escaleras con una velocidad de un niño pequeño cuando estaba feliz al escuchar al repartidor de pizzas estacionar su motocicleta, la sonrisa seguía en él aunque no se pudiera ver hasta que pudo estar frente a la puerta y pudo abrirla. Lo primero que pudo ver fue la silueta de una persona de espaldas, no podía ver sus curvas gracias al gran abrigo marrón que las cubría, sólo pudo notar el cabello corto de la persona de un color castaño, iba a hablar con alguna broma de mal gusto hasta que la persona dio una media vuelta para quedar frente a frente.

—Buenas noches. —Inhalo por última vez su cigarrillo para luego tirarlo al suelo y pisarlo para soltar el humo de una forma seductora, madura o alguna cosa que hizo que Wade tragara su propia saliva.

Sus grandes ojos marrones lo miraban con interés y curiosidad, tenía sus labios rosados curveados en una sonrisa seductora mientras que sus largos dedos se encargaban de mantener el abrigo pegado a su cuerpo a causa del frío.

—¿Por qué esa máscara? —Rió un poco mientras llevaba su mano a su boca para evitar que la risa saliera en su totalidad.

Wade no pensaba en que palabras articular, hasta que luego de dos minutos de total silencio, se hiciera de lado para permitir que el chico entrará a su hogar lo cual acepto gustoso mientras intentaba calentarse sus manos frotandolas entre sí. Cerró la puerta para luego mirar de nueva cuenta al menor que lo seguía mirando divertido, agradecía haberse puesto aquella peculiar máscara para que su rostro no evidenciara su sorpresa pero aun así, el silencio había condenado su reacción.

—¿No te guste...? —La sonrisa en su rostro desapareció, verdaderamente parecía triste al pensar eso, bajo un poco la cabeza con pena. —Puedo irme y te devolveran tu dinero. —Dio apenas dos pasos hacia la puerta pero fue detenido por la voz del otro.

—¡No! Digo, no... No es eso. —Desvió la mirada para no ver esos ojos que parecían ver el fondo de su alma. —Sólo que esperaba a una chica, es decir, a mi no me importa el sexo de las personas, sólo me sorprendió. —El castaño sonrió con dulzura junto con un leve color rosado en su rostro. —¿Cuál es tu nombre?

—Puedes llamarme como tu desees. —Respondió con un toque de elegancia que, no supo el porqué, le agradó a pesar de que la elegancia y elocuencia no era lo suyo. —Pero puedes llamarme Spidey. ¿Quieres que te llamé de alguna forma? —Esta vez sus miradas se conectaron.

—Wade, sólo Wade.

—Bien... Wade. ¿Quieres tener un juego de rol? —Preguntó con una burla disimulada pero ya tenía bastante tiempo en ese negocio que ya no le parecía tan extraño ese tipos de actividades que se vió obligado a cumplir en su momento. —Lo digo por tu máscara.

Wade se dió cuenta de eso y se la quito rápidamente, Spidey no pudo disimular su sorpresa ante verlo, el mayor sabía el porqué pero simplemente seguía mirando el rostro del chico, era tremendamente atractivo, por un momento, se sintió mal consigo mismo al tener su aspecto tan asqueroso.

—Wow... —Miró a otro lugar, no quería escuchar palabras de lastima hacia él. Su corazón latía fuertemente, sintió un golpe de adrenalina por los nervios que comenzaban a consumirlo por dentro y no pudo notar como el castaño estaba avanzando a él.

—¡No pregunté por tu opinión!— No pudo controlar el volúmen de su voz por lo que Spidey dio un pequeño salto al asustarse. —Solo... Solo has lo tuyo. —Estába molesto pero ¿Por qué? No le importaba su aspecto desde hace años ¿Por qué ahora?

El otro asintió para que, inesperadamente, mostrará una sonrisa ladina, dirigió sus largos dedos a su abrigo para dejarlo caer al cuelo detrás de él, dejando ver un short y una camisa sin mangas de cuero negro que se apegaba a cada curva que antes no había podido ver, unas mallas de red se dejaban ver con deslumbre al igual unas botas ligeramente altas de un negro oscuro.

¿Por qué se había quitado la máscara?

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