No te preocupes
Peter estaba sentado en la orilla del sofá, miraba a Wade durmiendo, ocupaba todo el espacio del mueble, la escena le parecía extrañamente adorable. Se acercó al rostro del mayor y paso su mano delante de su cara varias veces para verificar si estaba dormido, al no recibir respuesta, se levantó para ponerse su abrigo marrón y subir descalzo sobre el frió de las escaleras hacia el piso de arriba donde busco un cobertor hasta que dio con la que parecía ser la habitación de Wilson pues estaba todo tirado, la cama hecha un desastre y con la ventana abierta ¿Qué loco tiene la ventana abierta en invierno?
Rió por ver qué Wade era como un niño pequeño y levantó el cobertor que estaba a un lado de la cama y bajo nuevamente para acomodarla sobre el mayor. El castaño tenía unas ganas inmensas de fumar desde que había despertado, así que se dirigió a la puerta principal para salir y sentarse en la banqueta del vecindario, abrazaba su abrigo con fuerza para sacar una cajetilla de cigarros de esta, sacar uno y comenzar a fumar. Miraba la luna que era tapada hasta la mitad gracias a una nube, la calle estaba totalmente sola y el ruido de la ciudad no existía, en esas horas de la noche se sentía tan bien, tan libre.
Se sorprendió cuando sintió una mano sobre su cabeza pero se relajó de inmediato cuando observó a Wade sentarse a su lado e inhaló de nuevo su cigarro.
—¿Cómo dormiste? —Preguntó Peter mientras le ofrecía de su cigarro a Wade quien negó con la cabeza.
—Bien, bien, gracias por el cobertor.
—No hay de qué.
Ambos miraban el cielo azul oscuro junto con unas pequeñas estrellas que hacían maravillosa la vista hasta que llegó un punto donde ambos sentían incomodidad entre ellos.
—Bueno, me tengo que ir. —Se levantó de la banqueta mientras sacudía el abrigo que lo protegía del helado clima como muchas veces lo hizo en el pasado. —Espero podamos vernos de nuevo, es agradable estar contigo, me relaja.
Wade se levantó de igual forma pero con la mirada desviada a otro lugar, le había gustado escuchar eso de la boca del menor y esperaba que este no lo notara pero la risa de este le confirmo que si había visto su vergüenza y él no planeaba que se quedarán así las cosas
—Si, a ver si nos vemos de nuevo y de paso me das tu segundo nombre, Peter.
El mencionado se sonrojo y cerró los ojos para ocultar la pena que le había dado cuando le dijo su nombre verdadero en la mitad del sexo. —Touché.
Se despidieron y Wade vio nuevamente como el otro se alejaba de él, se giró para entrar a su hogar de nuevo y caminar al sofá, tenía ganas de ver una película luego de limpiar aquel mueble pero soltó una risa inevitable cuando vio aquel vestido de encaje color vino en el suelo.
[...]
Estaba pasando todo de nuevo ¿Por qué?
¿Había hecho algo mal, acaso?
Cuando había llamado a Hydra para poder hacer una cita con Peter, le dijeron algo muy distinto a las otras veces:
—Lo lamento, él no se ha presentado a trabajar esta semana y no responde ni una llamada. Le avisaré cuando esté disponible nuevamente.
La primer semana de convirtió en dos meses de pronto, no había señales del castaño y ya se estaba dando por vencido. Ál regresó a las tres semanas de la desaparición del chico pero Wade no tenía ganas de hablar con ella, cosa que hasta para él era raro, puesto que la había extrañado en todo ese tiempo pero simplemente no tenía las ganas de conversar.
El toqué en su puerta lo distrajo de ver su ventana, giró la cabeza para ver cómo la anciana entraba a pasos cortos a su habitación.
—¿Me vas a decir de una vez lo que pasa, grosero? —La voz de la vejez le causó ternura y sonrió para aliviar el ambiente aunque sabía perfectamente que su compañera no lo podía ver.
—¿Grosero?
—Si, así dije, grosero. No me cuentas nada desde que regrese y yo que pensaba que no podrías sobrevivir sin mi. —El silencio de Wade causó que Al guardara silencio para escuchar la respiración desesperada del hombre a su lado. —Sabes que puedes contarme todo, no te voy a juzgar, yo he hecho muchísimas cosas en mi vida de las que me arrepiento pero no me avergüenzo de ellas, levanta la cara y cuéntame lo que pasó mientras yo no estaba.
Wade la miró para aclarar su garganta rápidamente y proseguir a explicarle lo poco que había vivido con el menor, podía notar cómo Al lo escuchaba atentamente y eso lo incentivo a comentarle todo con más detalle hasta que finalmente terminó de hacerlo.
—Eres un idiota. —La respuesta de Al no era algo que esperaba realmente, lo tomo desprevenido. —Primeramente: No puedo comprender si te enamoraste de él o solo lo quieres como amigo o capricho pero realmente eso me da igual y segundo: ¿Cómo sabes que Peter no estaba allí en contra de su voluntad, imbécil? Existe la trata de personas, levanta tu trasero y búscalo antes de que pase algo feo.
Y su mente hizo click.
Nunca se detuvo a pensar en ello, si se le había pasado por la cabeza en su momento, pero no creía que podría ser verdad ese hecho y ahora necesitaba aclarar ese problema ¿Peter podría estar en contra de su voluntad?
Haciéndole caso a Al, se levantó de la cama para salir del departamento de inmediato con la iniciativa de encontrar a Peter pero, tal como salió, entró de nuevo.
—Puta madre, apenas y me sé su primer nombre.
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