Estába
Si, debía de admitir que el chico tenía una hermosa figura, envidiable para cualquier mujer que, por naturaleza, debería tener curvas. Intento tener una expresión neutral, no era un adolescente precoz como para decir que nunca vio a una persona sexy.
—¿Y dónde quieres hacerlo? —Preguntó mientras ponía su mano en la cintura, esperando la respuesta del otro que parecía muy sumido en su mundo. —¿Aquí? — Volvió a preguntar y de nuevo no fue escuchado por el otro. Con una irritación que debió disimular ante ser ignorado, se fue acercando a Wade hasta rozar sus labios pero nunca fueron tocados.
Mostró una sonrisa divertida y pusó sus delgadas manos en el cuello del otro, lo acariciaba, mediante el toqueteo fue bajando poco a poco, como si quisiera no ser descubierto y cuando menos se dió cuenta, Spidey ya se encontraba acariciando su cintura, un jugueteo bastante leve pero que causaba que su piel comenzará a hervir aún estando en mitad del invierno. Podía sentir cada toque y roce aunque la tela de su ropa los separará de tener un contacto directo cuerpo a cuerpo. Acercó dos dedos a la cremallera de Wade mientras lo miraba fijamente, de las pocas veces que le gustaba hacer su trabajo, esa parte era su favorita, le gustaba tener el control y nunca se lo negaron por sus ojos que desbordaban un placer falso; cuando finalmente pudo bajar la cremallera, bajo con ella sus pantalones y dejar a la vista un bóxer rojo que dejaba notar un bulto creciente debajo. Aproximó su boca al extremo del bóxer y procedió a bajarlo con sus blancos dientes finamente acomodados hasta que sintió como el miembro de Wade golpeaba su mejilla al ser liberado, se dió unos segundos para admirarlo y dedujo por sí mismo que el hombre frente a él debía de ser rubio a causa de los vellos púbicos de color dorado que se asomaban por su falo y en la base.
Relamió sus labios los cuales utilizó para dejar besos en el pene del rubio, de vez en cuando lo lamía un poco, pusó su mano derecha en los testículos y comenzó a moverla ligeramente, volvió a mirar al mayor, hubiera seguido jugando pero por alguna razón, se llevó inconscientemente el falo a su boca para poner su lengua en la punta y comenzar a moverla en círculos, las reacciones de Wade le producían un cosquilleo en la parte baja de su abdomen, algo que no había experimentado hace mucho, quizás jamás. Hasta que Wilson soltó un sonoro jadeo que fue cusado al sentir que la boca de Spidey abrazaba su pene por completo.
El menor no sabía que era posible, pero sintió que la excitación en su boca crecía aún más, llevó su mano a la base del falo para moverla arriba y abajo al mismo tiempo que su boca. Hasta que el control que el castaño tenía le fue arrebatado cuando sintió la grande y cicatrizadas mano de Wade en sus cabellos para obligarle a ir más rápido, tanto que sus labios comenzaban a arderle pero no se quejó, le agradaba la sensación extrañamente. De pronto, un gemido de Wade inundó sus oídos y él dió un quejido ahogado cuando sintió un espeso líquido que llenaba su pequeña boca y que trago por mero morbo de sentir la sustancia deslizándose por su garganta hasta llegar a su estómago.
Sonrió al ver la expresión del mayor y se iba a levantar para seguir pero las manos en sus hombros le impidieron acercársele. Con las cejas fruncidas miraba al otro ir por su abrigo marrón que le fue extendido a sus manos.
—¿Quieres salir a comer? —Preguntó Wade con unos nervios que pasaron desapercibidos por Spidey quien no pudo evitar reír y ganarse una mirada de confusión del otro.
—Lo siento... —Paró de reír pero una sonrisa permanecía en su rostro. —Es que ¿Quién invita a un prostituto a comer luego de que te hiciera sexo oral? —Sujetó el abrigo entre sus manos para ponérselo y cerrarlo, preparado para el frío de fuera. —Claro, vamos.
Wade camino a la puerta dónde estaban unos tenis negros que había arrojado al enojarse con un vecino hace semanas y los recogió para ponerselos rápidamente a la espera de Spidey quien ya sujetaba el pomo de la puerta apuntó de abrirla. Cuando finalmente el otro ya estaba listo, salieron, un aire fresco chocó con sus rostros, el castaño tembló un poco hasta que lentamente el calor que sentía en su cuello fue suficiente para que la calidez abrazara su cuerpo entero y que el abrigo ayudaba a mantener... Espera ¿Calor en su cuello? Miró a Wade, tenía su brazo rodeandolo de los hombros, sólo pensó ¿Cómo es que alguien podría estar con la ropa que el mayor traía puesta sin tener frío? Le pareció interesante, pero no dijo nada y comenzaron a caminar por las calles de la ciudad.
Ninguno de los dos tenía auto pero no les importó, quizás ni siquiera había un establecimiento abierto y solo merodeaban sin saber donde parar, sólo pudieron relajarse enormemente al soltar un suspiro que salió con vapor, revelando el frío clima que ahora no podían sentir en sus pieles. No se conocían, Wade ni siquiera sabía el nombre verdadero del otro y Spidey solo sabía el dinero que el mayor había pagado por él pero, por eso mismo, sentían que no tenían la obligación ni siquiera de hablarse o conocerse mutuamente, después de todo, no se iban a volver a ver.
Las calles oscuras no los atemorizaba, porque a pesar de que no era un vecindario del todo calmado y era tan común que mataran a una persona como a un perro en la China, no sentían pánico o algo parecido, simplemente sus piernas avanzaban y sus mentes se relajaron por un instante.
—Iba a decir que tenías lindos ojos. —Comentó Spidey después del cómodo silencio de la noche. Wade lo miró sin saber a lo que se refería. —Tienes ojos azules, no son muy comunes por aquí. Me parecieron muy lindos.
Wilson sonrió orgulloso y volvió a ver hacia el frente. —Si, bueno, lo siento por asustarte cuando te grité.
—No te preocupes, eso es común en esto, más de lo que crees. —Respondió con tal normalidad que Wade no pudo evitar sentirse mal al escuchar eso sin un deje de tristeza en las palabras, como si de verdad fuera común.
No dijo nada, siguieron en silencio pero esta vez un tanto incómodo para Wade pero Spidey parecía absorto de esa situación hasta que Wilson prefirió no pensar en más en eso y volvió a la paz que antes tenía. No supieron cuanto llevaban caminando, sólo pudieron sentir el cansancio que sus pies reclamaban. Se acercaron a una banca verde que estaba frente a una tienda de flores cerrada.
—¡Bocho verde! —El molesto golpe en su brazo hizó que volteara a ver al mayor, iba a reclamar hasta que vió un auto idéntico al anterior y golpeo el hombro de Wade.
—¡Bocho azul! —Ambos rieron y, aunque eran adultos, estaban viendo con atención la calle frente a ellos, esperando un auto para tener la excusa de golpear a su compañía.
Tristemente para ellos, ningún otro automóvil paso, no supieron el porqué hasta que sintieron que la frialdad se apoderaba de sus cuerpos y miraron la nieve blanca caer sobre todo lo que veían, debieron haberse ido para evitar un resfrío al día siguiente y más cuando sintieron la nieve derretida por sus cuerpos en la banca y humedecían sus piernas y espalda pero solo atinaron a acercarse ambos para conservar el calor que sus cuerpos podían dar.
Siguieron mirando la calle que poco a poco se veía levemente blanca al igual que ellos, Wade llevo su gorro del suéter a su cabeza sin el cabello que antes tenía en ella mientras que Spidey corría con la suerte de que su cabello cubriera sus orejas de la helada nieve. Nuevamente, el tiempo paso rápidamente, estaban embobados con el paisaje frente a sus ojos que se asustaron por una pequeña alarma que sonaba dentro del abrigo marrón. El mayor miró curioso como Spidey sacaba un celular y lo apagaba para guardarlo, se miraron a los ojos.
—Ya me debo de ir. —Avisó el menor con un poco de tristeza, le gustaba estar viendo de esa forma la calle sin necesidad de llevar millones de abrigos para darse el calor que ahora mismo sentía.
—Oh... ¿No puedes quedarte? —Sintió un vuelco en el corazón al escuchar esa pregunta, era como ver a un cachorro pequeño que le exigía a su dueño quedarse.
—No, lo siento. Mi agenda esta muy saturada, ya sabes... Navidad aproximándose, hombres solteros sin amigos. —Rió un poco. —Hoy tuviste la suerte de que un cliente me cancelara. —Se levantó de la banca y llevó su mano para acariciar delicadamente la barbilla de Wade quien lo miraba atentamente.
—¿Y no podría verte de nuevo? —No supo porqué preguntó eso, pero quería saber si esos ojos marrones los vería de nuevo, ansiaba que se vieran.
Spidey sólo sonrió con ternura y beso su frente con cariño, no respondió y se dió media vuelta para caminar con elegancia hasta desaparecer de la vista de Wade.
Se levantó para caminar a su hogar, ni siquiera sabía dónde estába, no reconocía el lugar.
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