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Epílogo.

Kim Yunha recuerda cuando todo era paz y tranquilidad en su casa, recuerda que nunca había ruidos insoportables y situaciones llenas de alboroto, desde que sus hijos dejaron de ser niños, ya no había pasado.

No hasta en ese momento.

Corría detrás de su pequeño nieto, el niño ya había aprendido a caminar y cada vez lo hacía más rápido, pero el bebé aún no entendía que no debía hacer que su gruñona abuela corriera cuando estaba en tacones.

- ¡Kun! ¡No!

Otro jarrón caído.

Yunha suspiró y se acercó para alejar a su sonriente y travieso nieto, de los pedazos de vidrios rotos.

- ¿Cómo terminé de esta manera? -preguntó la mujer mientras miraba a Kun, el niño solo reía y acariciaba el rostro de la mayor, tal vez le pedía disculpas. Ese era el tercer o puede que el cuarto jarrón que rompía en una semana- De acuerdo, perdonado.

- Eres tan fácil de persuadir.

- No te equivoques -Yunha le sonrió a su esposo- Solo lo soy con él.

Era increíble ver a Kim Yunha siendo la mujer en la que se había convertido, había cambiado mucho. Y puede que todo haya sido a causa de ese pequeño travieso con sonrisa juguetona y risueña, ella solo podría caer ante esos lindos ojos y ablandarse por completo. Aunque queda decir que algunas veces seguía siendo una maldita perra, pero bueno, hay defectos que demoran en desaparecer. 

- ¿Qué pasó? 

Yixing bajó corriendo por las escaleras. Estaba terminando de colocar en el bolso de bebé lo último que faltaba y escuchó ruido en el primer piso, y más o menos se imaginó lo que pudo haber sucedido. Confirmó sus sospechas cuando vio los vidrios amontonados delante de la mesita en donde había estado un precioso y caro jarrón de cristal.

- Creo que a Kun de nuevo no le gustó el jarrón -bromeó Minwoo, el esposo de Yunha-

- Lo siento mucho, señora.

Yixing se acercó y tomó en brazos a su pequeño bebé.

- Descuida, creo que ya no tendrás que reponer siempre los jarrones. Vamos a dejar que Kun cumpla los 15 para poder hacerlo de nuevo.

Yixing sonrió apenado, su pequeño niño era demasiado travieso.

- ¿Ya se van?

- Así es, señora.

- Vayan con cuidado.

Yixing hizo una pequeña reverencia y salió de la mansión Kim.

Se dirigió a su auto y puso el bolso del bebé en el asiento delantero, luego procedió a poner a Kun en su asiento para bebé.

- Acabarás con la paciencia de tu abuela bruja, bebé -sonrió- aunque empiezo a dudarlo. Quién lo diría ¿Cierto? Kim Yunha rendida ante mi hijo.

Kun sonreía mientras daba pequeñas palmadas, luego comenzó a morder uno de sus juguetes que Yixing le puso en su pecho.

Cuando todo estuvo listo, Yixing subió al auto y condujo en dirección a su casa y de su hermano.

Estaba a medio camino, cuando recibió una llamada. Contestó con el manos libres y se detuvo en un semáforo en rojo.

- ¿Hola?

- Cariño.

- ¡Amor!

- ¿Qué haces, bebé?

- Ahora mismo estoy conduciendo -habló mientras seguía su camino luego de que el semáforo cambiara a verde- Voy a casa a ver a Luhan ¿Y tú cómo estás?

- Aburrido en el trabajo.

- Es una pena -se burló-

- Lo es -se escuchó una ligera risa- ¿Cómo sigue Luhan? Le estuve llamando pero no contesta.

- Debe estar ocupado, ahora es todo un amo de casa.

- Yo diría que es la madre de tu hermano.

- ¡Oye!

- Sabes que digo la verdad.

Yixing rodó los ojos.

- ¿A qué hora te desocupas? Es Sábado, no deberías estar trabajando.

- Lo sé, amor. Pero YiFan me complica la vida. Hay mucho papeleo por hacer y eso que yo me encargó del alboroto.

- Seguro de nuevo discutió con Tao.

- Ni que lo digas. Esos dos no aceptan que hay algo entre ellos, pero la tensión es malditamente desesperante.

- Quisiera saber qué pasó entre ellos.

- Tao me contó hace un par de días. Fui directo y se lo pregunté.

- ¿Y? ¿Qué pasó?

- Eres un chismoso. Concéntrate en la carretera, mi bonito amor. Nos vemos más tarde. Te amo.

- ¡Joonmyeon! -suspiró e hizo un puchero- de acuerdo, yo también te amo.

Yixing frunció el ceño al terminar la llamada, estaba un poco decepcionado. En serio tenía muchas ganas de saber que había ocurrido entre Tao y YiFan. Esas miradas e intercambio de filosas palabras significaban mucho.

Llegó a su destino y se estacionó. Bajó del auto a su pequeño y lo llevó de la mano hasta la entrada de la casa. Tocó el timbre y esperó a que le abrieran la puerta.

Luhan apareció después de un minuto, lucía agotado a pesar de que eran aún las 9 de la mañana.

- ¿Y esa cara?

- Es la única que tengo, XingXing.

Yixing sonrió y cargó a su bebé para luego entregárselo a Luhan.

- No seas gruñón y lleva a tu sobrino adentro. Voy por su pañelera que está en el auto.

Luhan hizo caso y entró con el bebé en sus brazos. Le dio un beso en su mejilla como saludo y lo sentó en regazo luego de que se acomodara en el sofá.

- ¿Un día agotador?

- Ni que lo digas. 

- ¿No te gusta lavar ropa? -se burló-

- ¿A quién le gusta hacer quehaceres del hogar? -miró a Yixing- a excepción tuya.

- Suéltalo de una vez, tu mal humor no se debe solo a tu nueva rutina de ama de casa.

Luhan jugueteó con las manitos de su sobrino que le miraba atento. Al parecer estaba muy interesado en la plática de los dos adultos.

- Discutí con Sehun.

- ¿Y ahora por qué?

- Lo haces sonar como si siempre peleáramos. 

Yixing rió.

- ¿Qué pasó esta vez?

- Ayer vinieron algunos de sus amigos a "hacer tarea" -hizo comillas con sus dedos- pero llegaron justo cuando estaba muy ocupado, tenía los bocetos en la mesa y algunos planos -suspiró- ellos se quedaron aquí en la sala, utilizaron la mesa de centro. Pero hacían demasiada bulla y no logré concentrarme. Y como siempre tu hermano no me dijo nada, piensa que con besos lo arregla todo.

- ¿Y no es así? -Yixing observó la expresión de Luhan- Me callo.

- Decidí irme a mi habitación y dejar el trabajo para después. Me recosté un rato y me dormí... ¿Sabes que fue lo que me despertó? -bufó- Música, música alta y gritos. El muy tarado de tu hermano permitió que hicieran una fiesta aquí.

- ¿Hablas en serio? -Yixing frunció el ceño-

- Si. Me levanté furioso y como pude los corrí a todos de aquí.

- Me impresionas.

- No podía permitirlo. Quiero decir, yo no soy dueño de la casa pero vivo ahora aquí y Sehun debió decirme que planeaba hacer una fiestita.

- ¿Te dijo algo?

- Que era joven y merecía divertirse. Que dejara de ser un aburrido y un ñoño -hizo un puchero- Estúpido niño.

- ¿Está durmiendo ahora?

- Salió, no sé a dónde y me siento muy mal. ¿Hice lo correcto al echar a sus amigos de aquí?

- Claro que si, Sehun debe respetar esta casa y si quería hacer una fiesta debía consultártelo. Ahora los dos viven juntos, son una pareja que convive. Debe pensar en lo que podría incomodarte.

- Sabía que el convivir nos traería algunos problemas, incluso la diferencia de edades. Pensé que lo nuestro iba a funcionar.

Luhan dejó a Kun en el piso cuando sintió que iba a llorar, el bebé corrió hacia un rincón con el celular del tío Luhan que  había estado en el sofá. Yixing no se preocupó, la casa estaba a prueba de bebés y no había nada que romper, además las mascotas se encontraban encerrados en el cuarto de Luhan.

- No digas eso, Luhan. 

- No sé que hacer. Yo amo mucho a tu hermano pero-...

- No dejes que este tipo de problema les afecte. No es algo que no puedan superar juntos. Lo único que necesitan es mejorar la comunicación entre ustedes, decirse las cosas tal y como son, y sobre todo, necesitamos darle unas nalgadas a Sehun -sonrió- Mi hermanito puede ser un idiota, pero te ama tanto como tú lo amas a él. Son una pareja muy linda, no te desanimes.

Luhan asintió mientras se limpiaba sus lágrimas.

- Hablaré con él cuando llegue.

- Así me gusta.

- ¿Y cómo va todo con mi hermano?

- Excelente -sonrió- y por cierto, te estuvo llamando como loco.

- Lo sé, pero estaba ocupado cuando llamó. Me di cuenta que tenía 50 llamadas perdidas de él cuando terminé de limpiar el desastre que hicieron los amiguitos de Sehun.

- ¿50 llamadas perdidas?

- Sabes como es Joonmyeon, se preocupa por nada. Seguro pensaba que había tropezado con el cable de la aspiradora y que me estaba desangrando.

- Puede que sea un poco exagerado. 

- ¿Un poco? -se burló-

Yixing sonrió.

- Un poco.

Siguieron conversando sobre otros temas, Yunha, Baekhyun y su novio y cosas del trabajo, hasta que Kun dejó el celular de Luhan en el suelo y  se acercó a Yixing. comenzando a frotar sus ojitos con sus pequeñas manos. Sabía lo que eso significaba.

- ¿Puedes sostenerlo un rato? Prepararé el biberón.

- Sip.

Luhan volvió a tomar a su sobrinito en sus brazos y comenzó a hacerle cosquillas con su boca, debía evitar que se durmiera antes de tomar su mamila.

Pero Kun solía ponerse de mal humor cuando tenía sueño. Y Luhan recibió un manotazo en el ojo.

- Este niño si que pega duro.

- Perdón, Luhan. 

Yixing rió cuando vio a su pequeña adoración, medio sonriendo culpable por su hazaña.

Lo cargó y lo llevó hasta el segundo piso. Con Luhan siguiéndole los pasos.

Lo dejó en su cuna y le dio el biberón para que se alimentara solito, como a él le gustaba.

- ¿Le cantaras?

- Ya no, ahora me manda a callar.

- ¿En serio?

- Si -sonrió-  le gusta más que Joonmyeon le cante. Cada vez que empiezo a cantar yo, él llora.

- Pero tu voz es más bonita.

- Si te escuchara Joonmyeon -rodó los ojos- Su papá siempre ha sido su favorito, desde que estaba en mi vientre -sonrió de tan solo recordar- solo pateaba cuando Joonmyeon se lo pedía o le susurraba palabras cursis.

- Pensé que tú eras su favorito, mami -se burló-

- Solo cuando estoy con Mei. Mi pequeñito es muy celoso -observó a Kun que ya había caído dormido con su leche a medio terminar- Puede que Joonmyeon sea su favorito ¿Sabes? pero cuando se me acerca es un lío total. No quiere que nadie esté junto a mí y mucho menos que sean muy cariñoso conmigo.

- De eso si me di cuenta, por eso creía que bebé Kun prefería a mami Yixing.

- Te estás pasando, mami de Sehun -dijo mientras agarraba el biberón de Kun- Vámonos.

Luhan le sacó la lengua infantilmente y luego ambos salieron de la habitación.

- Y por cierto ¿Mei dónde está? 

- Con YiFan.

- ¿Salieron en una cita? 

- Así es. Solo padre e hija.

- Genial. ¿Quieres ver una película mientras que Kun duerme?

- Dale.

- Oye ¿Y qué sabes de Miki? -preguntó Luhan mientras ponía una película cursi en el equipo de DVD-

- Viajando. Se ha tomado unas merecidas vacaciones luego de mucho.

- ¿Y fue sola?

- Me dijo que sí, pero tengo mis sospechas de que mintió.

- ¿Ah sí?

- Sabes que se ha hecho muy amiga de Bora -Luhan asintió- pero su relación va más allá de una amistad.

- ¿Quieres decir que Bora y Miki están-...

- ¿Qué? ¡No! Luhan, por favor.

- Es que no entiendo.

- El cuñado de Bora es el abogado de los Wu y al parecer Miki está saliendo con él.

- Oooh ya veo. El mundo si que es un pañuelo.

- Así es, por eso necesito sacarle información a Bora.

- Resultaste todo un chismosito -Yixing viró los ojos- ¿Qué tienes pensado?

- La invité a almorzar el Lunes.

- ¿Puedo ir yo también?

- Luego quién es el chimosito.

- Desde luego que tú, mami.

- Solo cállate y dale play a la película.

- Gruñón.

XXX

- Papi ¿Por qué él está molesto? 

- Es un policía. Los policías son muy gruñones.

El policía bufó indignado.

- No estoy molesto contigo, cariño. Tu padre es un tonto.

- Tío Tao, no le digas así a mi papi.

- Gracias, mi amor.

- Es tonto, pero no se lo digas -sonrió traviesa-

Tao y ella chocaron los cinco.

YiFan observó a su hija ¿De parte de quién estaba ella?

- ¡El carrusel! ¡Es mi turno!

YiFan llevó a la niña hasta el susodicho juego y la subió a uno de los caballos y le sonrió para darle confianza.

- Estaré justo aquí.

- No te alejes mucho, papi.

- Claro que no, princesa.

El carrusel comenzó a funcionar y el mayor regresó junto con la persona que había estado discutiendo, le sonrió como si nada.

- ¿Para qué me llamaste? Estoy muy ocupado.

- Quería verte.

- Dijiste que pasarías toda la mañana con Mei.

Se encogió de hombros y se acercó más, abrazando su cintura con un brazo.

- A ella no le molesta que papá salga con su novio.

Tao indignadísimo abrió la boca, por dos cosas: La mano en su cintura y la desfachatez que tuvo ese hombre para mencionar la palabra con "n".

- ¡No soy tu novio!

YiFan rodó los ojos -Pensé que ya habíamos superado la etapa de negación.

- Vete al diablo, YiFan. Eres increíble -se separó, lejos de su agarre-

- Solo quiero tener una cita, contigo y mi hija ¿No podemos?

- No, no podemos porque yo no soy nada tuyo.

- ¿Quieres serlo?

- ¡YiFan!

- Solo bromeo -suspiró- Después de todo, ya eres mi novio.

- ¡Me largo!

- Nop -le jaló del brazo- voltea, mira y saluda a Mei.

Tao se giró y vio como una Mei entusiasmada les saludaba mientras el carrusel daba una de sus vueltas.

- ¿Ya me puedo ir?

- En serio, Tao. Pensé que ya habíamos hablado del tema -se acercó- pensé que después de lo del Jueves -susurró cerca de oído- ...estaríamos bien.

- No vamos a estar bien. No solo por tener sexo -suspiró- No hasta que... lo olvides completamente.

- ¿Qué?

- Yixing. ¿Ya no estás enamorado de él? -YiFan no respondió, su mirada parecía titubear- Lo sabía.

Tao se alejó, se fue sin decir nada más. Y YiFan se odió muchísimo por no haber respondido a esa pregunta. ¿Qué si ya no estaba enamorado de Yixing? Claro que ya no. Pero era estúpido y no sabía darse a interpretar.

Se acercó a Mei que sonreía feliz y pedía subirse de nuevo al juego una vez más.

*Flashback*

YiFan estaba en un bar club, tomándose unas cuantas copas antes de regresar a su casa. Regresar a China no fue muy grato para él, en primer lugar tuvo que arreglar todos los problemas que se ocasionaron en la empresa de su padre y por último debía acostumbrarse a estar un tiempo sin su pequeña hijita, y sobre todo de la persona que ahora gozaba de una grata felicidad al lado del que antes fue su amigo. Tal vez podrían volver a ser amigos.

Sonrió irónico. Existía una mínima posibilidad, pero existía.

Bebió de un solo trago su bebida y pidió que le sirviesen uno más. Mientras esperaba volteó su cabeza para observar a las personas en el lugar, algunos coqueteaban, otros conversaban y disfrutaban de sus bebidas. Pero regresó su vista a una escena que le hizo fruncir el ceño.

Era una pareja, al parecer discutían, ambos eran altos y se veían fuertes, alterados y no era una buena señal el que el más alto de los dos jalara de los cabellos al otro, llevándolo hacia afuera.

YiFan no era ningún tipo de superhéroe, pero estaba aburrido y su cuerpo requería un poco de adrenalina, además haría su buena acción del día.

Siguió a la pareja y justo cuando iba a acercarse, vio al más pequeño soltarse del agarre de sus cabellos y le metió tremenda patada en la cara al contrario.

- ¡Vuelve a ponerme una sola mano encima y date por muerto!

- No vas a sustarme, oficial.

- ¡Estúpida escoria! y pensar que solo vine hasta este país para conocerte. ¡Agh! ni más vuelvo a tener novios cibernéticos.

YiFan alzó una ceja, se estaba divirtiendo un poco.

- Regresarás a lo mismo y ¿Sabes por qué? -se acercó con más cautela al más bajo- Porque no tienes confianza en tu apariencia -le miró de pies a cabeza- y tiene razón en no tenerla. No eres la gran cosa.

YiFan tuvo muchas ganas de callarle la boca con un buen golpe a ese tipejo. Si bien no era el más indicado para hacerse el buen samaritano, no tenía problemas ópticos como el el idiota ese que estaba humillando a la otra persona. ¿Qué no era la gran cosa? Aquel chico era sumamente bello, sensualidad emanaba de él, tenía porte y sus movimientos eran elegantes, y sonrió con satisfacción cuando aquel hombre no se intimidó ante las palabras dichas.

- Tal vez -se encogió de hombros- pero al menos -se cruzó de brazos- no se me baja a los dos minutos. 

YiFan soltó una risotada y ambas personas delante de él le observaron confundidos.

Si bien e encontraba a unos tres metros de distancia, ninguno de los dos hombres le había prestado atención a su presencia debido a su acalorada discusión. Así que al verse descubierto, solo se irguió más y camino seguro hasta la pareja.

- Eso es un gran problema -fingió pena- conozco un buen doctor que podría ayudarte con tu problemita.

- ¿Tú quién rayos eres?

- Soy un amigo de él -señaló al chico que, ahora que lo veía bien, tenía unas adorables ojeras-

- ¿Le contaste sobre ...-apretó los dientes- eso?

El chico solo puso los ojos en blancos y observó a YiFan con una sonrisa.

- Si. Ahora puedes irte. Vino por mí.

- ¿Qué?

- Como ya lo tenemos claro, lo que hubo entre nosotros se acabó. Puedes largarte de aquí.

- Lo sabía. Maldita puta -bufó- tenía razón.

- Solo vete -intervino YiFan- y no vuelvas a buscarlo.

El hombre los miró con odio y se dio la vuelta dispuesto a irse lo más rápido posible.

YiFan le observó con una sonrisa satisfecha.

- No voy a acostarme contigo solo por lo que acabas de hacer.

- ¿Y qué hice?

- Ayudarme.

- ¿Y no vas a acostarte conmigo?

- No.

- Es una pena -sonrió- ¿Puedo invitarte un trago?

- ¿Es en serio? -se cruzó de brazos- ¿No escuchaste lo que dije?

- Mi nombre es YiFan -le ignoró y extendió su mano- Mucho gusto.

El chico le miró por un rato, viró los ojos y también extendió su mano.

- ZiTao.

- Debo decir, ZiTao, que estoy impresionado.

- ¿Si?

- Eres un chico muy atractivo, lindo y golpeas muy bien.

Puede que YiFan estuviera un poco ebrio. Si hubiese estado completamente sobrio, jamás hubiese sido tan directo. Él seguía algunos pasos cuando se trataba de conquistar a alguien.

- ¿Quieres que te muestre si es que golpeo bien?

- ¿Podrías? Necesito un buen golpe.

ZiTao le miró con extrañeza. 

Aquel era un tipo muy raro.

- De acuerdo.

YiFan se preparó mentalmente para lo que venía, tan solo recordaba lo hinchada que quedó la cara del ex acompañante de ZiTao y le daba escalofríos, pero pensaba que era una buena forma de recobrar sus sentidos.

Vio como un puño iba directo hacia su rostro, así que cerró los ojos. Pero no sintió nada.

Abrió los ojos un poco confundido.

- Mejor te acepto aquel trago -sonrió divertido.

YiFan sonrió victorioso. Sus tácticas aún funcionaban, incluso estando ebrio.

Los dos conectaron rápidamente, hablando de ciertas cosas y durante esa plática, los coqueteos y caricias sutiles en manos, no tardaron en hacerse presente. ZiTao observaba al tipo delante de él y solo podía suspirar embobado.

Quiso hacerse el interesante claro está, por eso no aceptó de buenas a primeras. Pero pese a que no demoró mucho en aceptar la invitación del mayor, igual su careta de chico difícil cayó en un dos por tres.

Todo el alcohol que había consumido junto a ese extraño hombre, sintió que se le era esparcido por todo su ser. No estaba muy borracho pero tampoco es que estuviera muy sobrio que dígamos.

No sabe en que momento llegaron al cuarto de  hotel en donde se estaba hospedando y menos sabe en que momento YiFan empezó besarle tan deliciosamente brusco. Sus labios eran mordidos con intensidad y aquella suave lengua que empezó a invadiendo su boca, luego siguió a degustar su largo y perfecto cuello.

- Ese imbécil ha de estar ciego -comenzó a hablar entre gemidos- mira que decir que no eras gran cosa. Eres hermoso, Tao -mordía con sensualidad el lóbulo de la oreja de ZiTao- Oh cielos, mírate, todo en ti es perfecto. Nunca lo dudes.

Su corazón se sintió cálido, demasiado. Nadie nunca le había dicho que era hermoso, salvo su madre o puede que una que otra vez su amigo Joonmyeon. Pero si trata de amantes, nadie le había hecho sentir lo que ese desconocido le estaba causando en esos momentos, y solo con unos cuantos ricos besos y palabras bonitas.

No quería que aquello se terminara. Sabía que era cosa de una noche, así que solo le quedaba disfrutar del cuerpo perfecto de ese hombre y su buena labia.

Su cuerpo fue quedando al desnudo, tiritaba por cada beso o mordida que YiFan iba dejando a lo largo de su pecho, abdomen y pelvis.

Unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos cuando fue penetrado, el dolor era mínimo al ser comparado con el placer que sintió pocos minutos después. YiFan era brusco, intenso y agresivo, pero no llegaba al extremo de causarle daño. La sensación de su piel húmeda debido al sudor, contra la piel del otro igual de mojada, se sentía estupendo. Sus cuerpos se acoplaban muy bien y ZiTao comenzó a gemir sin aguantarse aquel cargamonton de emociones que empezaba a sentir. Cuanto deseaba que aquello no solo fuera cosa de una noche.

Despertó feliz, un poco adolorido por la noche ajetreada, pero se encontraba resplandeciente y sus ojos brillaban a la par de la luz del sol.

Salió de la cama y observó al guapo hombre con el que había compartido la noche. En serio era divino.

Fue al baño a lavarse y luego de eso llamó a Servicio a la habitación para que le llevaran un delicioso desayuno para él y YiFan.

Siguió observando a su compañero de sábanas y saltó asustado cuando llamaron a la puerta. El desayuno ya había llegado.

Agradeció al joven y como estaba muy contento le dio una buena propina, metió el carrito con el desayuno y al alzar la mirada se topó con YiFan que ya había despertado.

- Despertaste -sonrió- Buen día. Pedí el desayuno, espero t-...

- Debo irme.

Acarició su sienes, tal vez tenía un poco de resaca.

- Oh -Tao no sabía que decir- ¿Quieres una pastilla?

- No.

Le observó vestirse rápidamente, algo se rompió dentro de él. Aquel tipo frío no era el mismo que había conocido la noche anterior.

- Eh...tal vez -quiso arriesgarse- ¿Podemos vernos otro día?

Sintió su cara arder. Estaba siendo muy atrevido, quizás.

- ¿Qué?

- Dijiste que vivirás en Corea dentro de poco y yo -tragó saliva-...yo vivo ahí. ¿Recuerdas?

YiFan soltó una risita ronca. Que pudo haber sido sexy si no hubiese sido secundada por un chasquido de lengua.

- No. No recuerdo.

Sus hombros cayeron, sus brazos quedaron colgando a sus costados. Aquello fue una estocada directa a su ilusionado corazón.

- ¿N-no recuerdas?

- Lo siento ¿Si? Debo irme. Lamento todo esto. Yo ni siquiera debí acostarme contigo, ni recuerdo tu nombre.

Aquello era absurdo, hasta había sido nombrado con cariño. Cuando gemían sus nombres, no fue llamado ZiTao, sino simplemente Tao. ¿De verdad no era recordado?

Su ceño se frunció y sus ojos que antes brillaban a la par del sol, ahora brillaban debido a las lágrimas que se iban acumulando.

- Me llamo Tao.

No supo quiera porqué lo dijo, pero lo hizo. Era desastroso lo que le estaba pasando. 

- No quiero lastimarte, yo -suspiró-...tengo alguien a quien amo, tenemos una hija y justo ahora estoy -...

Se sintió enfermo, casi desfallecer.

- ¿Es-estás casado?

YiFan le miró confundido, un poco descolocado, hasta que paró en cuenta de lo que había dicho y que Tao interpretó mal las cosas porque no le dejó terminar de hablar.

- No.

- Vete.

YiFan lanzó un suspiro pesado.

- Lo lamento.

- ¡Vete ya!

YiFan sabía que la había jodido ciertamente ese día. ¿Que no recordaba nada? Claro que lo hacía, y mintió ¿Por qué? simplemente porque era estúpido. Pero eso, ya lo tenemos muy claro.

Casi era una maldita y dichosa coincidencia que se encontraran luego de unos meses. 

No existía día en el que no había podido dejar de pensar en ese chico lindo con tiernas ojeras bajo sus ojos pequeños. Yixing pasó a segundo plano y YiFan solo podía agradecerle aquello y es que luego de que acaparará toda su mente casi todo el maldito tiempo, llegó el deseo y otro sentimiento que pensaba ya no iba a sentir por un largo tiempo después de olvidarse de el otro padre de Mei.

Mei llegó con un helado en su mano derecha y con la otra tomó la de su padre.

- Oh ¿Ese no es tío Tao?

YiFan miró hacia donde la niña miraba y sonrió.

Ese si era Tao, estaba sentado en una de las tantas bancas que había en ese parque de diversiones.

Mei iba a caminar hacia él, pero YiFan le detuvo.

- Espero un momento.

Se acercó a donde vendían esponjosos y deliciosos algodones de azúcar malvavisco. Compró uno en forma de oso panda.

- ¿Y eso? 

- Ve a darle eso a Tao y dile que papi es un tonto pero que...-miró a Tao y se sintió seguro de sus palabras-...dile que papi lo ama mucho y que me disculpe.

- ¿Le hiciste algo malo?

- Puede que sí.

- Eso no se hace -la niña frunció su ceño tiernamente- el tío Tao es muy lindo y solo debe sonreír. No le vuelvas a hacer algo malo, o si no yo me quedo con él. 

La niña tomó el dulce y le entregó su helado a su impactado papá.

Mei era un peligro para los chicos con novios bonitos.

Vio como Mei se acercó y le entregó el algodón de azúcar, ambos miraron hacia donde estaba YiFan. La niña hablaba, al parecer ya diciendo todo lo que le pidió y sintió como su cuerpo temblaba expectante. Se encontraba nervioso y es que aquella había sido una confesión un poco absurda, pero cursi como le gustaba tanto al menor.

Vio como Tao le regresaba la mirada, se encontraba sorprendido y sus ojos mostraban confusión y esperanza.

Vio como Tao le sonreía y derramaba lágrimas. 

Se acercó hasta él y le abrazó. Lo atrajo hacia su cuerpo y le sonrió a su pequeña hija que no sabía que hacer.

- E-eres un i-idiota -habló Tao entre sollozos- ¿En serio no estás jugando conmigo?

- Claro que no, Tao. He cometido un sinfín de errores, déjame enmendarme contigo. Lamento mucho las lágrimas que te hice derramar y la larga espera.

- Te odio.

YiFan sonrió - No, eso no es cierto.

- Estúpido, eres un estúpido.

- No seas tan cariñoso delante de la niña, bonito.

Tao miró a Mei que observaba curiosa el helado que su padre había dejado caer cuando se lanzó a abrazarle.

- ¿Qué pasa, cariño?

- Papi si que es un estúpido -luego de decir eso llevó sus manos a su boca- 

- Mei.

- Lo siento, lo siento -sonrió avergonzada- quise decir que es un tonto -señaló con su dedo a su padre- Tiró mi helado -hizo un puchero-

Tao sonrió.

- Estoy seguro que papi te comprará otro.

- No, mejor vayamos los tres a comer unas hamburguesas.

- Es una buena idea.

La pareja se puso de pie, caminando detrás de Mei quien iba primero, comiendo de aquel dulce que YiFan le había regalado a Tao.

- Aún hay muchas cosas de las que debemos hablar.

- Lo sé. Pero por ahora, pasemos un buen momento juntos.

Tao asintió y tomó la mano del mayor.

Todo iba tomando el rumbo correcto.

XXX

Luhan dormía en el sofá luego de haber almorzado, Yixing se encontraba durmiendo también en el piso de arriba junto a su bebé, cuando sintió algo suave tocar su mejilla, al principio creyó que era un sueño, pero aquella caricia no paraba y ya empezaba sentir cosquillas.

Abrió los ojos y lo primero que vio fue una especie mancha roja. Parpadeó unas cuantas veces para aclarar su vista y deshacerse del sueño, y cuando estaba más lúcido, notó un ramo de rosas frente a él. Se levantó y tomó asiento, recibiendo aquellas bonitas rosas en su regazo.

- Lo lamento mucho, mi amor.

Fijó su mirada en Sehun, quien parecía querer llorar.

- ¿Exactamente por qué lo lamentas?

- Por ser un idiota contigo.

- Siempre has sido un idiota conmigo. No es para que te disculpes.

Sehun desvió la mirada, estaba muy avergonzado y no era para menos. Seguro había decepcionado a su novio y eso era algo que lo tenía jalándose de los cabellos.

- No quise comportarme como un cretino contigo. Soy aún un mocoso idiota, tal vez inmaduro y pido perdón por eso. Luhan yo te amo, vivimos juntos y debí respetarte a ti y la casa en donde ahora estamos juntos.

- Niñato idiota -sonrió orgulloso- Ayer me hiciste sentir mal, pero ahora me haces muy feliz porque reconoces tu falta.

- Pensé que estarías molesto.

- Lo estuve, estuve molesto y triste. Pero hablé con tu hermano y me ayudó un poco con mis revoltosos pensamientos.

Sehun se acercó a su novio y le dio un suave beso en sus labios.

- Será la última vez que ofrezco la casa para hacer trabajos -sonrió-

- ¿Y cómo es que terminó en esa fiesta? Fueron tan sigilosos, solo desperté con esa tremenda bulla.

- Compramos unas cervezas, la idea era tomar solo nosotros luego de que terminamos y...por cierto, lamento haber estorbado en tu trabajo también.

- Continúa, Sehun.

- Bueno, un compañero llamó a unos amigos y Jieun llamó a su novio y este vino con otros amigos y pues el resto es historia.

Luhan respiró hondo.

- De acuerdo. Espero no pase lo mismo de nuevo -sonrió- y si quieres hacer otra fiesta, debes pedir mi permiso y tal vez pueda ofrecerte mis servicios como organizador de eventos.

- No sabía que organizabas fiestas.

- ¿Bromeas? Soy el mejor.

- Pensé que no te gustaban las fiestas, expulsaste a mis amigos como la plaga.

- Eso es distinto -hizo un puchero-

Sehun volvió a sonreír y a robarle otro beso a Luhan. Ambos compartieron sonrisitas y más besos.

- No quería que estuviéramos peleados. No me gusta, además, hubiese sido en muy mal momento. ¿Recuerdas lo de mañana?

Sehun se puso serio y pareció pensar por un momento.

- Eh nop.

Luhan viró los ojos y golpeó la pierna de su chico.

- Mañana es el gran día, Sehunie. El plan de mi hermanito, luego de mucho tiempo organizándolo.

- Oh eso. 

- Sonríe, mi amor. No vayas a llorar -sonrió- 

Sehun hizo un mohín e iba a hablar de nuevo, pero vio a su hermano bajando por las escaleras con su hermoso sobrino en brazos.

El niño fue puesto en el suelo luego de que llegaran a la sala y corrió hasta su tío Sehun.

- tito...

Kun no hablaba mucho, solo decía pá, má y tito. Sehun era el más feliz, era el único siendo llamado así, y sonreía ante la mirada celosa de Luhan.

- Hola, hermoso -lo cargó y besó sus regordetas mejillas- ¿Cómo vas?

- tito...

- ¿Ya arreglaron sus problemas?

- Exacto.

- ¿Rosas rojas?

- También puedo ser un romántico -se encogió de hombros-

Yixing miró a su cuñado y este también se encogió de hombros.

- Es lo que hay.

XXX

El Domingo se imponía soleado y brillante, el clima era el indicado y Joonmyeon se sentía impaciente por como resultaría todo al final del día. Giró para ver a su hermoso novio durmiendo y sonrió cuando le vio arrugando la nariz.

- Yixing -susurró- amor mío, despierta.

- ...

- Bebé, tienes que despertar.

- No quiero.

Joonmyeon sonrió.

- Entonces ¿No quieres ira una cita conmigo?

Yixing abrió sus ojos y sonrió.

- ¿Una cita?

- Eso dije. Ha pasado mucho desde que estamos solos tú y yo. Nuestra vida de padres y el trabajo nos ha mantenido un poco abstenidos de las citas.

- Pero ¿Y Kun? ¿Y Mei?

- Estoy seguro que Sami y Baek pueden cuidar de ellos, además, Luhan y Sehun vendrán, quieren pasar el rato con los niños. Podemos escapar un rato.

- Me parece una excelente idea.

- Alístemonos y bajemos a desayunar. Luego iremos a un lugar que estoy seguro te va a encantar.

- ¿A dónde iremos?

- Sorpresa.

- De acuerdo.

Ambos salieron de la cama y luego fueron a tomar un baño juntos, desafortunadamente, solo quedó en eso, un simple baño.

Estando listos, pasaron por el cuarto de sus hijos y despertaron a cada uno.

Mientras que Yixing alistaba a Mei, Joonmyeon como el buen padre que era -y a pedido de Yixing- cambió el pañal de su bebé y también de ropita.

Joonmyeon bajó al primer piso junto con Kun en brazos y saludó a los empleados que andaban por ahí, se acercó al comedor y vio que su madre y Minwoo ya estaban desayunando.

- Buenos días.

- Buenos días, hijo y para mi nieto también.

Kun sonrió y mandó un pequeño beso volado a su abuela. Rompiendo con todas las barreras de la mujer.

- Buenos días, Joonmyeon -saludó Minwoo- al parecer te sacó lo coqueto.

- Eso lo llevamos en la sangre ¿No cierto, madre?

Yunha desvío la mirada, completamente roja y bebió de su jugo como si nada.

- Te deseo mucha suerte el día de hoy, Joonmyeon -habló en voz baja Minwoo-

- Gracias.

- Si, igual -hizo una muerca Yunha-

Joonmyeon solo negó mientras sonreía, estaba seguro que su madre le deseaba mucha suerte en el evento planeado para el día.

Yixing llegó con Mei y saludaron a Yunha y su esposo. Luego de eso empezaron a desayunar.

El día iba pasando y llegaron Sehun con Luhan, la casa se volvió un poco ruidosa y Yunha quería gritar a todo el mundo que se callara, pero no podía, al menos ese día no. No quería estropear la sorpresa de su hijo.

- Ya nos vamos, por favor cuíden bien de los niños.

- Ya sabes, Baekhyun, si Kun se pone enfermo debes llamarme. su medicina para la tos está e-...

- Relájate, Yixing. Ve y disfruta de tu día con tu esposo.

- Estúpido -susurró y Baek le sacó la lengua-

La pareja salió de la casa y subieron al auto.

- Tranquilo, mi amor. Disfrutemos de la tarde.

Yixing asintió y trató de relajarse.

Cosa que funcionó luego de un tiempo, cuando notó hacia donde se dirigían.

- Acaso...

- Así es.

- Joonmyeon...

- Me pareció un buen lugar.

- Es excelente.

Aquel ranchito que visitaron en su primera cita, ese lugar había sido elegido por Joonmyeon. Era un momento especial, que siempre quedaría en la memoria de su chico, pero que esperaba que con la sorpresa de ese día, se convirtiera en aun más especial.

Yixing se estaba divirtiendo mucho, había extrañado tanto los momentos a solas con su novio. Ambos caminaban de la mano, montaron a caballos y también pasearon en un bote en un lago que recién estaba a disposición del público. 

Era Domingo y había mucha gente, el restaurant del lugar se encontraba repleto, pero nada podía estropearles el día. Esperaron por una hora que una de las mesas se desocupara y luego por fin pudieron almorzar.

Joonmyeon se fijó en la hora y se dio cuenta de que cada vez el momento se iba acercando.

- ¿Quieres que vayamos al mirador?

- Eso estaría genial, mi amor.

- Voy a baño ¿Puedes ir siguiendo?

- Puedo esperarte.

- No, ve adelantándote. Es mejor a que estés solo aquí.

Yixing se sentía un poco confundido pero igual aceptó.

Iba caminando a dirección de aquel mirador, la primera vez fue llevado con los ojos vendados, pero aquella era la tercera vez que iba así que ya conocía el camino. Tarareaba una canción cuando dos niñas se le acercaron.

- Felicidades -hablaron las dos niñas y le entregaron, cada una una rosa morada.

- ¿Uh?

Las niñas se fueron y él siguió caminando, topándose con una señora que hizo lo mismo que las dos niñas. Siguió su camino y más personas se le acercaron en el transcurso, entregándole rosas moradas bellísimas.

Llegó al mirador y se sorprendió mucho al ver a Joonmyeon ahí arriba.

¿Qué rayos?

Él tenía en su mano otra rosa morada, le hizo una seña a Yixing y este subió a ese lugar donde llevaba consigo bellos recuerdos.

- ¿Cómo llegaste tan rápido? ¿No ibas al baño?

Joonmyeon sonrió ante la mirada tierna y confusa de su amor.

- Tomé un atajo -le extendió la rosa- para ti.

- Esas personas...¿Tú lo planeaste? 

- Así es.

Yixing iba a llorar.

- Eso fue hermoso.

- Me alegre que te guste -sonrió- Son exactamente 15 rosas, cada una es un mes de vida de nuestro pequeño retoño, nuestro primer bebé...y creéme, quiero muchos más.

- ¿Uh?

- Yixing tengo que hacerte una pregunta.

- Dime.

Joonmyeon estaba muy nervioso, si que lo estaba y envió la señal, a través de su teléfono.

- Mira hacia allá.

Yixing volteó para mirar en dirección donde se encontraba aquella cabaña, donde se escondieron los cómplices de Joonmyeon en su primera cita. Y que ahora veía también estaban involucrados en la reciente sorpresa.

Vio como esas personas salieron de la cabaña, y llevó sus manos a su boca, no podía creer lo que estaba pasando.

Sami, Luhan, Sehun y Mei llevaban en sus manos unos carteles con palabras escritas en cada uno de ellos, que formaban una alucinante y estupenda pregunta.

"Yixing ¿Quieres casarte conmigo?"

Mientras tanto, Baekhyun llevaba en brazos a Kun, su novio Chanyeol iba grabando el acontecimiento con una cámara profesional. su intención era subirlo a Youtube y obtener muchas visitas, pero tendría mucho que editar, ya que los muy fuertes sollozos del adulto pequeño también estaban siendo grabados.

Yixing volteó para ver a su novio, pero lo encontró con una rodilla en el piso y la otra levantada, sus manos temblaban al sostener aquella cajita de terciopelo roja, con un brillante anillo de plata dentro.

- ¿Aceptas tener muchos bebés conmigo?

- Si ¡Si! ¡Si! Oh Dios. Acepto, amor.

Joonmyeon se levantó y atrajo hacia él a su ahora futuro esposo, besándole y abrazandole fuertemente.

- Te amo, eres todo para mí. Gracias.

- Joonmyeon -sus lágrimas caían en demasía- te amo tanto.

Colocó el anillo en el dedo de Yixing y giró para ver a su familia cerca.

- ¡Él dijo que sí!

Los gritos, aplausos y silbidos llenos de jubilo se hicieron presentes.

- ¡Habrá boda!

Joonmyeon se acercó a Mei y la cargó.

- Así es, princesita. 

Baekhyun entregó a Kun a Yixing y este beso la frente de su bebé. 

- Ahora solo queda organizar el matrimonio. Quiero una boda estupenda. El tema que sea Black & White -Luhan alucinaba solo- con velas aromáticas y-...

- Tranquilo, Luhan. Que no es tu boda -bromeó Baekhyun-

- Es verdad.

- A ver cuando te animas, Sehun -dijo Chanyeol-

- La verdad es que-...

Sehun llevó la mano a su bolsillo y todos se mantuvieron atentos a lo que él podría hacer. Acaso ¿Iba a pedirle matrimonio a Luhan? El más emocionado era el novio.

Emoción que no duró mucho cuando Sehun solo sacó su celular.

- Niñato baboso -Luhan refunfuñó-

- ¿Qué? -Sehun no entendía- Estaba diciendo que la verdad es que aún no era momento. 

Luhan viró los ojos y asintió.

- De acuerdo, cariño. Seguiré manteniendo tu pesado culo y el de tu perro.

Todos rieron cuando Sehun salió en defensa del culo de su perrito.

La noche estaba llegando y decidieron dejar a solas un rato más a la pareja de futuros esposos.

Joonmyeon detrás de Yixing rodeaba su delgada cintura en un dulce abrazo y Yixing solo se dejaba amar mientras observaban las estrellas desde aquel bello Mirador.

- Eres un cursi demasiado empedernido.

- Ese es mi trabajo para contigo -sonrió-

- Te amo mucho y me hace muy feliz ser tu esposo.

- Yo soy el que no puede dejar de sonreír desde que me dijiste que sí. Te amo. Gracias por todo.

- ¿Juntos para siempre?

- Para siempre, mi dulce y bello amor.

- Cursi.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   Este fue el epílogo, se supone debe ser corto y tener otra finalidad...pero resultó con más de 6000 palabras y detalles que ustedes querían saber 😉 Espero les haya gustado^^ solo tengo que decirles que muchas gracias, muchas gracias por leer, por votar, por comentar, por esperar cada actualización que demoraba siglos :v pero que a final de cuenta siempre llegaba. Gracias por el amor hacia #Service ❤ y sobre todo por el cariño hacia esta tipa amante del Sulay y que piensa que es escritora lol

Si les gusta lo que escribo, espero sigan apoyando mis otros proyectos. Que se vienen con fuerza...¡Oh si! tengo tanto en mis borradores, que ya necesito soltar alguno que otro fic nuevo. Por ejemplo, se viene un nuevo fic Sulay y un fic ChanBaek que hace tiempo estuve publicando pero lo eliminé por X motivos, pero ahora pienso volver a publicarlo y espero le den amor. 🙈

Kat se despide en este mi precioso Fanfic "Service" :")

¡Hasta la próxima!



























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